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¡¡¡HOLA CHICAS!!! ES UN GUSTO Y UN PLACER ESTAR NUEVAMENTE CON MIS QUERIDAS LEGIONARIAS EN ESTA GUERRA FLORIDA... HE TENIDO UN POCO ABANDONADO EL CANDY MUNDO 
, SIN EMBARGO SIEMPRE LO TENGO PRESENTE, PORQUE EN ESTE MARAVILLOSO MUNDO HE CONOCIDO CHICAS MARAVILLOSAS DE DONDE HA NACIDO UNA GRAN AMISTAD SIN BARRERAS, SIN FRONTERAS NI USOS HORARIOS...
.
Y como es tradición mi fic va al lado oscuro, claro un oscuro término medio
, jeje fresón pero lindo... 
[/size]
Les presento mi primer aporte, espero que les guste
LOS PERSONAJES DE CANDY NO SON MIOS, SON DE MIZUKI E IGARASHI LOS TOME PRESTADOS PARA DIVERTIRME Y DIVERTIRNOS UN RATITO
-Tío soy Anthony voy a llegar a Chicago en unos días por favor prográmate para recibirme.
Lo ignoré, pero por extrañas razones no lo bloqué como todos los demás, el chico volvió a escribir:
-Tío contéstame, eres el único ser que me queda en el mundo no me ignores, ya mero llego
Comencé a preocuparme, pensé que ese pobre chico no tiene a nadie más y este tío lo ignora, ni siquiera le notificó del cambio de número de teléfono. Al día siguiente un mensaje más:
-Por favor tío dime algo, no tengo a donde ir, soy lo único que te queda a ti también. Dime quien va a secar tus babas dentro de poco, quien te cuidará, si mi madre y mi abuela pudieran vernos desde el cielo, verán que mis intenciones no son malas, vengo a ayudarte con el negocio, tíoooooooooooooooo
En ese momento cambié la privacidad de mi teléfono para que el chico en cuestión viera mi foto de perfil y se diera cuenta que no soy su tío. Además, tenía que aclararle que el número ya es mío y oh sorpresa, ahí comenzó mi dulce martirio…
-¡Hola! Lamento informarte que este número ya no es de tu tío, hace poco cambié mi celular me asignaron este número, ya sabes la compañía telefónica recicla números.
-¿Qué tal lindura? Así que este es tú número ahora eh, ¿cuál es tu nombre? Te voy a mandar mi foto
Recibí la foto y no pude evitar quedarme con la boca abierta. Un hermoso joven de ojos azules, cabello rubio y suculentos labios rojos, su atlético cuerpo poco se apreciaba en la foto, pero enseguida se adivinaba que estaba bien formadito, yo le calculé unos 29 años, pero oh sorpresa…
-Que atrevido eres, aun no te digo mi nombre y ya me estás enviando fotos tuyas. Además podría ser tu madre
-No preciosa, veo tu foto y calculo unos 25 años, un poquito más grande que yo
Un ataque de risa me invadió y mi teléfono y todo lo que tenía enfrente quedó salpicado con el trago de café que estaba bebiendo en ese instante. Me había dicho 25 años… un poquito más grande que él…
-Bueno Anthony fue un placer haberte conocido aunque sea por este medio, espero que encuentres a tu tío, ya cumplí
-No linda, no cortes la comunicación, háblame de ti, tal vez no podrías ser mi madre pero que tal una prima muy cercana. Tus ojos verdes se aprecian desde aquí y son hermosos, no me has dicho ni tu nombre y a mi tío es muy fácil encontrarlo hasta tú debes conocerlo, sólo quería ser un poco dramático.Él está amargado, no ve la vida como yo
-Me llamo Candy, mucho gusto pero ahora sí Anthony, fue un gusto conocerte
Y no sé porque no lo bloqué
-Candy que nombre tan dulce, así como tú. Para que confíes en mí, mi nombre es Anthony Brower Andrew, estudio leyes, tengo 22 años, ya casi termino la carrera.Vine a Chicago para terminarla y trabajar con mi tío William Albert Andrew.Realmente sólo quedamos nosotros de la familia, bueno no solo nosotros hay otros parientes, pero están lejos. Mi tío es un amargado ermitaño que se dedica a trabajar y a ver los bienes de la familia, soy su sobrino directo, en eso no miento de la rama directa de la familia somos él y yo, pero no voy a hablarte de mi tío. Me encanta viajar, ir de fiesta y conocer niñas bonitas como tú, ahora háblame de ti.
Estaba que me caía de la silla, un jovencito de 22 años me estaba coqueteando y vaya que era hermoso, ya había escuchado del Sr. Andrew alguna vez. Yo estaba en el juzgado, viendo lo de mi divorcio y otros casos que atiendo, cuando los actuarios dijeron que venían los pasantes del amargado Sr. Andrew y si por culpa de él y sus expedientes, los míos se habían retrasado varias ocasiones. Sin embargo, jamás he coincidido con él y qué bueno que tampoco ha sido mi contraparte. Finalmente le seguí un poco el juego, después de tantos años de nada de nada, ni siquiera un pequeño romance o una aventurilla por ahí, casi me vuelvo monja, así que di paso a que mis hormonas hablaran solas.
-Bueno yo soy abogada, tengo mi despacho, llevo casos de modo altruista, soy divorciada y no tengo hijos…
Si lo que no iba a decir fue lo primero que dije, tal parecía que me estaba ofreciendo, tal vez inconscientemente así fue.
-Wow abogada eh, mira que ya tenemos mucho en común
-¿Mucho? Sólo compartimos profesión
-Eres joven y bella. Calculé bien 25 años y ya con tu despacho y me imagino que los casos que no cobras, los haces como parte de tu servicio o algo así
-Se nota a leguas que no sabes nada de la vida, si ya tengo un despacho y represento a diversas personas legalmente, es porque ya estoy titulada
-Entonces eres una súper genio y adelantaste grados. Pero tan joven y divorciada, creo que te ganó la calentura y ¿quién era, tu amigo de la prepa que decidieron probar?
-¡¡¡NO!!! Que impertinente eres.Te lo voy a aclarar pero es el último mensaje que te respondo: TENGO 36 AÑOS, ME CASE A LOS 25, ME DIVORCIÉ A LOS 27, ERA UN CAPITAN DEL EJERCITO Y LO DEMAS NO TE IMPORTA. NO HAY NADA EN COMUN ENTRE NOSOTROS Y AHORA ENTIENDO PORQUE TU TIO ES TAN AMARGADO Y CERRADO Y CONSIDERO QUE DEBES VOLVERTE IGUAL QUE EL PORQUE ERES UNA VERDADERA MOLESTIA. DEBERIAS COMENZAR A MADURAR SI QUIERES EJERCER ESTA PROFESIÓN QUE MERECE RESPETO… ADIOS
Estaba por eliminarlo, bloquearlo y mandarlo al rincón más lejano del globo, pero decidí dar una última miradita a su foto
-Candy tranquila por favor, discúlpame he sido muy imprudente, de verdad que no te vez de 36, eres muy guapa y que bien que eres abogada, te dejaré en paz. Me disculpo nuevamente.
Y eliminé por fin el chat y bloqué ese número, los días pasaron y mi vida continuó como siempre, trabajo, casa, amigas, redes sociales y nada más, esa era mi divertida vida, hasta que un día en el juzgado…
-Licenciada Jonhson, ya le he dicho que se consiga unos pasantes. Usted va a quedar loca con tanto subir y bajar por los juzgados, aprenda del Sr. Andrew. Él manda a todos los que tiene y por eso les ganan en las filas
-Lo pensaré, pero los jóvenes de ahora no séqué tienen en el cerebro
Esa misma mañana con una hoja en blanco, hice un anuncio que pegué en los postes de la entrada del juzgado:
Minutos más tarde, fueron algunos jovencitos con más curiosidad que entusiasmo y deseos de trabajar, que los fui despachando, ninguno me convenció.
-VALAR MORGHULIS*
-¿Perdón?
-Pensé que eras fan de Canción de Hielo y Fuego. Yo no lo soy pero mi tío, el raro, si. Candy ¿verdad?
Los gumaritos que no tengo se me subieron en ese momento a la garganta. En persona era más hermoso y tenía una voz tan profunda y varonil que se me olvidó de repente que era 14 años menor que yo.Realmente si hubiera sido una niña precoz, si podría ser mi hijo, recobré la compostura
-Anthony, bienvenido a Chicago, veo que llegaste bien y ya te incorporaste, mucho gusto.
-El placer es mío, de verdad eres más hermosa en persona, con el debido respeto licenciada mayor que yo jajaja.
Su risa era hermosa también.Nos quedamos platicando un ratito, obviamente no contraté a ningún pasante. Mis hormonas estaban bastante alborotadas aunque me supe controlar. Pronto llegó el momento de irme. Ese día no llevé auto, así que me levanté para despedirme cuando comenzó a llover.
-Candy…perdón. Licenciada Johnson, te llevo a tu casa. Después de escucharte maldecir por no traer tu auto, no puedo dejarte ir así, te puedes enfermar, eso le pasa a la gente mayor.
-Eres tan grosero, pero está bien. Acepto.
Acepté más que todo porque llevaba una blusa de gasa blanca. Si caminaba bajo la lluvia, muchas cosas iban a pasar, aunasí nos mojamos para subirnos a su auto, por fortuna yo vivo muy cerca del juzgado.
-Anthony,¿deseas bajarte un momento? Viene un aguacero torrencial y no creo que puedas manejar con esa lluvia. Sería peligroso y me sentiría responsable si algo te ocurriera.
El chico dudó un momento. Ahora si vi reflejada cierta pena en su rostro. Se impactó, pero enseguida recuperó su aire insolente
-Está bien, prometo no acusarte de estupro.
-Puedes aguardar en la entrada, si tanto miedo tienes, mocoso insolente.
-Jajaja, no Candy, acepto pasar.
Entramos y efectivamente mi blusa se mojó sin que yo me diera cuenta. Mi ropa interior era de encaje, por lo tanto habíamos dos personas mojadas en mi casa yo por la lluvia y….
Debo mencionar que mi casa es un espacio sin puertas y divisiones. Le pedí que me disculpara y que se distrajera en la cocina mientras me cambiaba, pero me pidió permiso para usar el baño, así que aproveché para cambiarme.
No me di cuenta que el hermoso joven me observaba hasta muy tarde. El murmullo de su voz ronca y varonil me encontró desprevenida.
-Quédate así por favor.
No supe que contestar ni cómo reaccionar, pero cuando me di cuenta… me da una exquisita vergüenza recordar, sobre todo por lo que siguió a esas palabras.
Muy tímidamente se me acerco, dándome un tierno aunque torpe abrazo. Como yo no me esperaba nada y todo fue tan repentino, perdí el equilibrio y caímos en mi cama. De repente sus labios estaban buscando los míos…
Nos besamos… si, besos muy ricos y deliciosos, besos excitantes y bueno, bien pudieron llevarme más allá del cielo. Su boca era suave, tibia, húmeda y varonil, ¡¡pero no dejaba de ser un niño!! y fue bastante notorio que era un niño, porque sus manos comenzaban a moverse por todo mi cuerpo como si fuera un pulpo con temblorina (no dejo de admitir que me estaba excitando)
-Candy, estás tan bella, tan bien formada, tan apetecible…
Mientras me susurraba esto al oído sus manos estaban despojándome de lo que me quedaba de ropa y voluntad. Comencé a abandonarme en el mar de esos besos desesperados y las manos torpes de un joven que no sabía controlar bien su apetito voraz.
Sus labios rosaron mis senos, su lengua comenzó a jugar con mis pezones y siguió alimentándose de ellos con frenesí y dulzura. Sus manos ya estaban sobre mis muslos, y no sé cómo ni en qué momento ya estaba entre mis piernas. Sentí su miembro, firme y dispuesto aún dentro de su pantalón y surgió en mí una pasión loca y desesperada por acogerlo en mi cuerpo… deseando que con esa lujuria desenfrenara me embistiera cuantas veces quisiera, pero…
-¡Oh Candy!! Para tu edad estás tan firme y tan sabrosa…
En ese momento todas las ganas que tenía se me fueron hacia no sé dónde, un balde de agua fría corrió por mi espina dorsal y aventé al caliente jovenzuelo al piso.
-¿Qué te pasa? ¿qué hice? ¿no te gusto, no soy lo suficientemente atractivo? Ni siquiera lo has mirado o tocado (señalando a su miembro).
-No pasa nada, solo que una mujer de mi edad no debe hacer estas cosas con un joven de tu edad.
-¡¡¡Ah!!! ¿lo dices por lo que te dije? ¡No estaba pensando bien! Eres hermosa y te deseo…[/b]
Pero algo me indicaba que no debía llegar más lejos con este pequeñín (bueno por lo que sentí, no es para nada pequeño), pero no dejaba de tener una especie de sensaciones raras que me frenaban a seguir. Para no hacer el cuento largo, platiqué mucho con él esa tarde, y a regañadientes, al fin comprendió.
Pasaron los meses y Anthony siguió siendo mi amigo. No fue mi pasante, pero me apoyó mucho y le presenté a varias universitarias para que les diera “asesorías” en sus clases y un día mis presentimientos y sensaciones raras de aquella tarde fueron resueltos….
Me llegó un nuevo caso y mi contraparte era nada más y nada menos que el Tío de mi amigo Anthony, el abogadísimo, magnate, dueño de medio mundo Sr. William Albert Andrew…
Estaba en la cafetería de siempre cuando llegó mi querido amigo a torturarme un poco antes de enfrentarme a su Tío.
-Candy, ya supe que te enfrentas a mi Tío. Espero que lleguen a un buen acuerdo para las partes.
-Espero yo igual, pero la arrogancia de tu tío se respira a miles de cuadras. Ni siquiera me ha querido atender, siempre manda a alguno de sus achichincles.
-Jajaja ¿y que tanto le buscas? Simplemente lleva tu juicio y ya, a ver que sale.
-¡¿A ver qué pasa?!. Yo quiero justicia para mi cliente.Tú sabes quién tiene la razón así que espero que no me de mucha lata porque tu tío está del lado del culpable.
-Candy mi tío no es malo. Es muy justo, no tienes de que preocuparte
-Ahora me vas a decir que ese viejo agrio y ermitaño es bueno, dulce y ama a los animalitos. ¡Si no respeta ni a su propia especie!
Anthony se me quedó viendo de una manera muy sospechosa y me citó en una dirección que no era ni su departamento, ni el despacho del Sr. Andrew. Me dijo que era un rincón del mundo para relajarse y que ahí me vería y no hiciera ninguna pregunta. Me dijo que al entrar dijera todas las pestes que pienso de su tío, esa sería la contraseña… así que, como toda buena idiota e ingenua, acudí a ese lugar el día y a la hora confirmados.
Al llegar vi que el lugar era una casita muy bonita. Parecía una cabaña de cuento.
La puerta estaba abierta así que entré. El interior olía a madera y se percibía una fragancia varonil que enloquecía satisfactoriamente. No iba a gritar los improperios que había pensado, ya que efectivamente ese era un lugar de paz, acogedor, lindo.
A través de unas cortinas de gasa color arena vi luz en una especie de cocinita y ahí vi esa silueta hermosa. Estaba sentado en un banquito tomando algo que parecía cocoa caliente e inmediatamente pensé que Anthony era de verdad bipolar ya que por lo general siempre toma vino y sodas… y ahora salía con que también tomaba cocoa caliente…
Mi amigo sí que era raro… más su belleza no dejaba de asombrarme. Claro, tengo sangre en las venas y debo admitir que siempre me gustó su rostro. Sin embargo, tampoco soy una depravada… así que decidí adoptarlo casi como a mi hermanito y ese presentimiento que tuve cuando estuvimos a punto de dejarnos llevar por una locura transitoria me hizo desear cuidarlo más en vez de querer comérmelo. Sonriendo, camine hacia él con paso firme.
-Anthony, si piensas que voy a romper la paz de este maravilloso lugar hablando pestes de tú tío, el amargado, viejo decrépito, agrio, prepotente, petulante y engreído, no te voy a dar gusto. Mejor sal de la cocina y ven a decirme para que me invitaste aquí. Da gracias a Dios que no llueve porque te alocas con un poquito de agua, jajaja.
Y Anthony no respondió, pero si se levantó de su banquito y caminó hacia donde yo estaba. En ese instante noté algo raro… como unos 15 centímetros más en él y un paso más seguro y firme.
-Anthoy… ¿qué tomaste en estos diez días que no te he visto? Ya creciste y mucho.
Y Anthony siguió sin responder, aproximándose más. Escuché un ruidito y di la vuelta ya no lo vi avanzar más.
-¿Quién es usted y que hace en mi cabaña? No Soy Anthony
El susto fue tan grande que me desmayé y, cuando abrí los ojos, el hombre que no era Anthony me tenía de la mano.
Como en un sueño ese hombre era una copia más hermosa de Anthony… una versión ya madura, de la edad que hubiera deseado que tuviera Anthony. Tenía una voz más grave, más fuerte, unos brazos firmes y perfectos, abdomen duro y marcado por encima de la playera, unas piernas hermosas y atléticas enfundadas en unos jeans que lo hacían totalmente sexy…
Mi boca se movió por si sola.
-Morí y ahora estoy en el cielo, con el hombre de mis sueños….
Estaba como idiotizada, hasta que la risa de Anthony retumbó por toda la sala y un gatito negro con blanco llegó a acariciarse en mi brazo…
-¿Anthony? ¿Qué me pasó?
-Señorita, ¿está usted bien? Discúlpeme no era mi intención hablar tan fuerte y mucho menos asustarla.
-¡¡¡Ay Madreee, eres real!!!
-Candy te presento al agrio, ermitaño, viejo decrépito de mi tío y a Poupee, su gatita. Bienvenida la cabaña de la paz…
-Tío. Te presento a la chiquilla malcriada que se cree protectora de los débiles, arrogante, bien formada pero berrinchuda y ¿qué más has dicho? Bueno, ella es Candy…
En ese momento me puse de todos los colores, actué como estúpida no pude hablar más y el Sr. Andrew estaba igual que yo… Anthony salió de la cabaña y ahí me quedé para siempre….
FIN…
-Candy, ¿qué tanto estás escribiendo? Es nuestra tercera luna de miel ven a la cama
-Ya voy Albert. Solo estaba completando una página de mi diario que dejé inconclusa cuando comencé mi vida a tu lado. Renací después de toda una vida y renací después de aquel desmayo en la cabaña de la paz…
-Ven luego escribes una nueva página. Ahora vamos a escribirle a la cigüeña…
Candy dejó de escribir en ese momento, fue a la cama y él la besó suave y sutil, pero con toda la pasión que desbordaba por ella. Su lengua recorrió todos los rincones de su boca, cuello, senos, vientre, llegó hasta a su delicada flor y la devoró con locura hasta que gritó de placer. Albert se incorporó y con ese varonil y dispuesto miembro la embistió con tal amor y locura que el clímax lo alcanzaron juntos en una explosión de luces y colores… ese día así escribieron a la cigüeña…
Ya descansados…
-Candy, nunca me dijiste cómo conociste a mi sobrino. Anthony sólo me contó que llegó a Chicago y que una monja le guió por teléfono y por su vida…
-Mi príncipe… algún día puede que te cuente esa historia…
AHORA SI FIN.
*Valar Morghulis. Antiguo Valyrio, significa todos los hombres deben morir, frase tomada de la Saga "Canción de Hielo y Fuego" de George R. R. Martin.
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, SIN EMBARGO SIEMPRE LO TENGO PRESENTE, PORQUE EN ESTE MARAVILLOSO MUNDO HE CONOCIDO CHICAS MARAVILLOSAS DE DONDE HA NACIDO UNA GRAN AMISTAD SIN BARRERAS, SIN FRONTERAS NI USOS HORARIOS... .Y como es tradición mi fic va al lado oscuro, claro un oscuro término medio
, jeje fresón pero lindo... [/size]Les presento mi primer aporte, espero que les guste
LOS PERSONAJES DE CANDY NO SON MIOS, SON DE MIZUKI E IGARASHI LOS TOME PRESTADOS PARA DIVERTIRME Y DIVERTIRNOS UN RATITO
Cuando la música y baile de otro banquete fue apagándose, Ishy, siguiendo el plan de todas las legionarias, se acercó a Albert cuando este se dirigía a su despacho.
-¡Espera mi amor!- dijo esbozando una sonrisa deslumbrante al tomarlo de la mano. -Tengo una historia para ti que te dejará con la boca abierta.
Albert suspiró pesarosamente, acariciando con ternura la mejilla tersa de su joven legionaria.
-Ishy… lo siento pequeña pero esta noche tengo mucho trabajo. Necesito finalizar mis planes… formular una estrategia para la conquista de nuevos territorios.
Ishy hizo un mohín, y sus ojos brillaron con picardía… como cuando sabes perfectamente como tirar de las cuerdas más sensibles del hombre de tus sueños para ganar la partida.
-CandyFann, Andley’s Babe, Liovana… incluso Secreto Andrew ya han tenido tiempo a solas contigo, - alegó haciendo un puchero. - ¿Acaso no soy yo tan importante como ellas?
La mirada de Albert se suavizó… sabiendo que no sería justo mostrar preferencia por una de sus amantes en particular. Todas eran hermosas… y todas eran parte de su corazón.
Tomando a Ishy en sus brazos, la estrechó contra su pecho.
-Está bien… tú ganas, mi cielo, - dijo esbozando una sonrisa. -Pero necesito que sea una historia corta, ¿de acuerdo? Es imperativo que me marche al amanecer.
Sonriendo de oreja a oreja, Ishy acarició el pecho fuerte y varonil con la punta de su nariz.
-Por supuesto mi amor… lo que tú digas, - declaró divertida, guiando a su amado hacia sus aposentos…
-¡Espera mi amor!- dijo esbozando una sonrisa deslumbrante al tomarlo de la mano. -Tengo una historia para ti que te dejará con la boca abierta.
Albert suspiró pesarosamente, acariciando con ternura la mejilla tersa de su joven legionaria.
-Ishy… lo siento pequeña pero esta noche tengo mucho trabajo. Necesito finalizar mis planes… formular una estrategia para la conquista de nuevos territorios.
Ishy hizo un mohín, y sus ojos brillaron con picardía… como cuando sabes perfectamente como tirar de las cuerdas más sensibles del hombre de tus sueños para ganar la partida.
-CandyFann, Andley’s Babe, Liovana… incluso Secreto Andrew ya han tenido tiempo a solas contigo, - alegó haciendo un puchero. - ¿Acaso no soy yo tan importante como ellas?
La mirada de Albert se suavizó… sabiendo que no sería justo mostrar preferencia por una de sus amantes en particular. Todas eran hermosas… y todas eran parte de su corazón.
Tomando a Ishy en sus brazos, la estrechó contra su pecho.
-Está bien… tú ganas, mi cielo, - dijo esbozando una sonrisa. -Pero necesito que sea una historia corta, ¿de acuerdo? Es imperativo que me marche al amanecer.
Sonriendo de oreja a oreja, Ishy acarició el pecho fuerte y varonil con la punta de su nariz.
-Por supuesto mi amor… lo que tú digas, - declaró divertida, guiando a su amado hacia sus aposentos…
COUGAR
Por Ishy
Por Ishy
Haciendo un estricto análisis de mi conducta en los últimos años, yo Candice White Jonhson me declaro culpable de ciertos pecadillos….
Después de mi inevitable divorcio del Capitán Grandchester, de superar la muerte de mí amado padre el Sr. George Jonhson, bueno más bien sabiendo sobrellevarla y readaptar mi vida a todo he de contar ciertas vivencias, que analizando ahora me matan de risa.
Para no hacer un cuento largo de toda una vida, me remontaré primero a mis últimos sucesos.Por golosa y calentona he hecho el más sabroso y ridículo de mi vida hasta ahora, pero con unos magníficos resultados; cabe mencionar que a mis treinta y tantos años y después de tanta cosa una ya no se anda por las ramitas…
Acababa de cambiar mi número celular, era el momento oportuno, al activarlo y entrar en funciones, de repente y de la nada comencé a recibir mensajes en el whatsappde diversas personas buscando a un abogado equis que tiempo después no será tan equis… ya les contaré.
Como siempre, los de la compañía de telefonía celular reciclan los números y la gente jamás se entera, por lo tanto luego se arma cada confusión. La cuestión es que, de tanto mensaje hubo uno que me llamó la atención:
Después de mi inevitable divorcio del Capitán Grandchester, de superar la muerte de mí amado padre el Sr. George Jonhson, bueno más bien sabiendo sobrellevarla y readaptar mi vida a todo he de contar ciertas vivencias, que analizando ahora me matan de risa.
Para no hacer un cuento largo de toda una vida, me remontaré primero a mis últimos sucesos.Por golosa y calentona he hecho el más sabroso y ridículo de mi vida hasta ahora, pero con unos magníficos resultados; cabe mencionar que a mis treinta y tantos años y después de tanta cosa una ya no se anda por las ramitas…
Acababa de cambiar mi número celular, era el momento oportuno, al activarlo y entrar en funciones, de repente y de la nada comencé a recibir mensajes en el whatsappde diversas personas buscando a un abogado equis que tiempo después no será tan equis… ya les contaré.
Como siempre, los de la compañía de telefonía celular reciclan los números y la gente jamás se entera, por lo tanto luego se arma cada confusión. La cuestión es que, de tanto mensaje hubo uno que me llamó la atención:
-Tío soy Anthony voy a llegar a Chicago en unos días por favor prográmate para recibirme.
Lo ignoré, pero por extrañas razones no lo bloqué como todos los demás, el chico volvió a escribir:
-Tío contéstame, eres el único ser que me queda en el mundo no me ignores, ya mero llego
Comencé a preocuparme, pensé que ese pobre chico no tiene a nadie más y este tío lo ignora, ni siquiera le notificó del cambio de número de teléfono. Al día siguiente un mensaje más:
-Por favor tío dime algo, no tengo a donde ir, soy lo único que te queda a ti también. Dime quien va a secar tus babas dentro de poco, quien te cuidará, si mi madre y mi abuela pudieran vernos desde el cielo, verán que mis intenciones no son malas, vengo a ayudarte con el negocio, tíoooooooooooooooo
En ese momento cambié la privacidad de mi teléfono para que el chico en cuestión viera mi foto de perfil y se diera cuenta que no soy su tío. Además, tenía que aclararle que el número ya es mío y oh sorpresa, ahí comenzó mi dulce martirio…
-¡Hola! Lamento informarte que este número ya no es de tu tío, hace poco cambié mi celular me asignaron este número, ya sabes la compañía telefónica recicla números.
-¿Qué tal lindura? Así que este es tú número ahora eh, ¿cuál es tu nombre? Te voy a mandar mi foto
Recibí la foto y no pude evitar quedarme con la boca abierta. Un hermoso joven de ojos azules, cabello rubio y suculentos labios rojos, su atlético cuerpo poco se apreciaba en la foto, pero enseguida se adivinaba que estaba bien formadito, yo le calculé unos 29 años, pero oh sorpresa…
-Que atrevido eres, aun no te digo mi nombre y ya me estás enviando fotos tuyas. Además podría ser tu madre
-No preciosa, veo tu foto y calculo unos 25 años, un poquito más grande que yo
Un ataque de risa me invadió y mi teléfono y todo lo que tenía enfrente quedó salpicado con el trago de café que estaba bebiendo en ese instante. Me había dicho 25 años… un poquito más grande que él…
-Bueno Anthony fue un placer haberte conocido aunque sea por este medio, espero que encuentres a tu tío, ya cumplí
-No linda, no cortes la comunicación, háblame de ti, tal vez no podrías ser mi madre pero que tal una prima muy cercana. Tus ojos verdes se aprecian desde aquí y son hermosos, no me has dicho ni tu nombre y a mi tío es muy fácil encontrarlo hasta tú debes conocerlo, sólo quería ser un poco dramático.Él está amargado, no ve la vida como yo
-Me llamo Candy, mucho gusto pero ahora sí Anthony, fue un gusto conocerte
Y no sé porque no lo bloqué
-Candy que nombre tan dulce, así como tú. Para que confíes en mí, mi nombre es Anthony Brower Andrew, estudio leyes, tengo 22 años, ya casi termino la carrera.Vine a Chicago para terminarla y trabajar con mi tío William Albert Andrew.Realmente sólo quedamos nosotros de la familia, bueno no solo nosotros hay otros parientes, pero están lejos. Mi tío es un amargado ermitaño que se dedica a trabajar y a ver los bienes de la familia, soy su sobrino directo, en eso no miento de la rama directa de la familia somos él y yo, pero no voy a hablarte de mi tío. Me encanta viajar, ir de fiesta y conocer niñas bonitas como tú, ahora háblame de ti.
Estaba que me caía de la silla, un jovencito de 22 años me estaba coqueteando y vaya que era hermoso, ya había escuchado del Sr. Andrew alguna vez. Yo estaba en el juzgado, viendo lo de mi divorcio y otros casos que atiendo, cuando los actuarios dijeron que venían los pasantes del amargado Sr. Andrew y si por culpa de él y sus expedientes, los míos se habían retrasado varias ocasiones. Sin embargo, jamás he coincidido con él y qué bueno que tampoco ha sido mi contraparte. Finalmente le seguí un poco el juego, después de tantos años de nada de nada, ni siquiera un pequeño romance o una aventurilla por ahí, casi me vuelvo monja, así que di paso a que mis hormonas hablaran solas.
-Bueno yo soy abogada, tengo mi despacho, llevo casos de modo altruista, soy divorciada y no tengo hijos…
Si lo que no iba a decir fue lo primero que dije, tal parecía que me estaba ofreciendo, tal vez inconscientemente así fue.
-Wow abogada eh, mira que ya tenemos mucho en común
-¿Mucho? Sólo compartimos profesión
-Eres joven y bella. Calculé bien 25 años y ya con tu despacho y me imagino que los casos que no cobras, los haces como parte de tu servicio o algo así
-Se nota a leguas que no sabes nada de la vida, si ya tengo un despacho y represento a diversas personas legalmente, es porque ya estoy titulada
-Entonces eres una súper genio y adelantaste grados. Pero tan joven y divorciada, creo que te ganó la calentura y ¿quién era, tu amigo de la prepa que decidieron probar?
-¡¡¡NO!!! Que impertinente eres.Te lo voy a aclarar pero es el último mensaje que te respondo: TENGO 36 AÑOS, ME CASE A LOS 25, ME DIVORCIÉ A LOS 27, ERA UN CAPITAN DEL EJERCITO Y LO DEMAS NO TE IMPORTA. NO HAY NADA EN COMUN ENTRE NOSOTROS Y AHORA ENTIENDO PORQUE TU TIO ES TAN AMARGADO Y CERRADO Y CONSIDERO QUE DEBES VOLVERTE IGUAL QUE EL PORQUE ERES UNA VERDADERA MOLESTIA. DEBERIAS COMENZAR A MADURAR SI QUIERES EJERCER ESTA PROFESIÓN QUE MERECE RESPETO… ADIOS
Estaba por eliminarlo, bloquearlo y mandarlo al rincón más lejano del globo, pero decidí dar una última miradita a su foto
-Candy tranquila por favor, discúlpame he sido muy imprudente, de verdad que no te vez de 36, eres muy guapa y que bien que eres abogada, te dejaré en paz. Me disculpo nuevamente.
Y eliminé por fin el chat y bloqué ese número, los días pasaron y mi vida continuó como siempre, trabajo, casa, amigas, redes sociales y nada más, esa era mi divertida vida, hasta que un día en el juzgado…
-Licenciada Jonhson, ya le he dicho que se consiga unos pasantes. Usted va a quedar loca con tanto subir y bajar por los juzgados, aprenda del Sr. Andrew. Él manda a todos los que tiene y por eso les ganan en las filas
-Lo pensaré, pero los jóvenes de ahora no séqué tienen en el cerebro
Esa misma mañana con una hoja en blanco, hice un anuncio que pegué en los postes de la entrada del juzgado:
"SOLICITO PASANTES, BUEN AMBIENTE Y EXCELENTE BONO. INTERESADOS PRESENTARSE AHORA MISMO EN LA CAFETERIA DE ENFRENTE, IDENTIFICAME POR EL LIBRO DE “TORMENTA DE ESPADAS” DE G.R.R. MARTIN QUE TENDRÉ SOBRE LA MESA"
Minutos más tarde, fueron algunos jovencitos con más curiosidad que entusiasmo y deseos de trabajar, que los fui despachando, ninguno me convenció.
-VALAR MORGHULIS*
-¿Perdón?
-Pensé que eras fan de Canción de Hielo y Fuego. Yo no lo soy pero mi tío, el raro, si. Candy ¿verdad?
Los gumaritos que no tengo se me subieron en ese momento a la garganta. En persona era más hermoso y tenía una voz tan profunda y varonil que se me olvidó de repente que era 14 años menor que yo.Realmente si hubiera sido una niña precoz, si podría ser mi hijo, recobré la compostura
-Anthony, bienvenido a Chicago, veo que llegaste bien y ya te incorporaste, mucho gusto.
-El placer es mío, de verdad eres más hermosa en persona, con el debido respeto licenciada mayor que yo jajaja.
Su risa era hermosa también.Nos quedamos platicando un ratito, obviamente no contraté a ningún pasante. Mis hormonas estaban bastante alborotadas aunque me supe controlar. Pronto llegó el momento de irme. Ese día no llevé auto, así que me levanté para despedirme cuando comenzó a llover.
-Candy…perdón. Licenciada Johnson, te llevo a tu casa. Después de escucharte maldecir por no traer tu auto, no puedo dejarte ir así, te puedes enfermar, eso le pasa a la gente mayor.
-Eres tan grosero, pero está bien. Acepto.
Acepté más que todo porque llevaba una blusa de gasa blanca. Si caminaba bajo la lluvia, muchas cosas iban a pasar, aunasí nos mojamos para subirnos a su auto, por fortuna yo vivo muy cerca del juzgado.
-Anthony,¿deseas bajarte un momento? Viene un aguacero torrencial y no creo que puedas manejar con esa lluvia. Sería peligroso y me sentiría responsable si algo te ocurriera.
El chico dudó un momento. Ahora si vi reflejada cierta pena en su rostro. Se impactó, pero enseguida recuperó su aire insolente
-Está bien, prometo no acusarte de estupro.
-Puedes aguardar en la entrada, si tanto miedo tienes, mocoso insolente.
-Jajaja, no Candy, acepto pasar.
Entramos y efectivamente mi blusa se mojó sin que yo me diera cuenta. Mi ropa interior era de encaje, por lo tanto habíamos dos personas mojadas en mi casa yo por la lluvia y….
Debo mencionar que mi casa es un espacio sin puertas y divisiones. Le pedí que me disculpara y que se distrajera en la cocina mientras me cambiaba, pero me pidió permiso para usar el baño, así que aproveché para cambiarme.
No me di cuenta que el hermoso joven me observaba hasta muy tarde. El murmullo de su voz ronca y varonil me encontró desprevenida.
-Quédate así por favor.
No supe que contestar ni cómo reaccionar, pero cuando me di cuenta… me da una exquisita vergüenza recordar, sobre todo por lo que siguió a esas palabras.
Muy tímidamente se me acerco, dándome un tierno aunque torpe abrazo. Como yo no me esperaba nada y todo fue tan repentino, perdí el equilibrio y caímos en mi cama. De repente sus labios estaban buscando los míos…
Nos besamos… si, besos muy ricos y deliciosos, besos excitantes y bueno, bien pudieron llevarme más allá del cielo. Su boca era suave, tibia, húmeda y varonil, ¡¡pero no dejaba de ser un niño!! y fue bastante notorio que era un niño, porque sus manos comenzaban a moverse por todo mi cuerpo como si fuera un pulpo con temblorina (no dejo de admitir que me estaba excitando)
-Candy, estás tan bella, tan bien formada, tan apetecible…
Mientras me susurraba esto al oído sus manos estaban despojándome de lo que me quedaba de ropa y voluntad. Comencé a abandonarme en el mar de esos besos desesperados y las manos torpes de un joven que no sabía controlar bien su apetito voraz.
Sus labios rosaron mis senos, su lengua comenzó a jugar con mis pezones y siguió alimentándose de ellos con frenesí y dulzura. Sus manos ya estaban sobre mis muslos, y no sé cómo ni en qué momento ya estaba entre mis piernas. Sentí su miembro, firme y dispuesto aún dentro de su pantalón y surgió en mí una pasión loca y desesperada por acogerlo en mi cuerpo… deseando que con esa lujuria desenfrenara me embistiera cuantas veces quisiera, pero…
-¡Oh Candy!! Para tu edad estás tan firme y tan sabrosa…
En ese momento todas las ganas que tenía se me fueron hacia no sé dónde, un balde de agua fría corrió por mi espina dorsal y aventé al caliente jovenzuelo al piso.
-¿Qué te pasa? ¿qué hice? ¿no te gusto, no soy lo suficientemente atractivo? Ni siquiera lo has mirado o tocado (señalando a su miembro).
-No pasa nada, solo que una mujer de mi edad no debe hacer estas cosas con un joven de tu edad.
-¡¡¡Ah!!! ¿lo dices por lo que te dije? ¡No estaba pensando bien! Eres hermosa y te deseo…[/b]
Pero algo me indicaba que no debía llegar más lejos con este pequeñín (bueno por lo que sentí, no es para nada pequeño), pero no dejaba de tener una especie de sensaciones raras que me frenaban a seguir. Para no hacer el cuento largo, platiqué mucho con él esa tarde, y a regañadientes, al fin comprendió.
Pasaron los meses y Anthony siguió siendo mi amigo. No fue mi pasante, pero me apoyó mucho y le presenté a varias universitarias para que les diera “asesorías” en sus clases y un día mis presentimientos y sensaciones raras de aquella tarde fueron resueltos….
Me llegó un nuevo caso y mi contraparte era nada más y nada menos que el Tío de mi amigo Anthony, el abogadísimo, magnate, dueño de medio mundo Sr. William Albert Andrew…
Estaba en la cafetería de siempre cuando llegó mi querido amigo a torturarme un poco antes de enfrentarme a su Tío.
-Candy, ya supe que te enfrentas a mi Tío. Espero que lleguen a un buen acuerdo para las partes.
-Espero yo igual, pero la arrogancia de tu tío se respira a miles de cuadras. Ni siquiera me ha querido atender, siempre manda a alguno de sus achichincles.
-Jajaja ¿y que tanto le buscas? Simplemente lleva tu juicio y ya, a ver que sale.
-¡¿A ver qué pasa?!. Yo quiero justicia para mi cliente.Tú sabes quién tiene la razón así que espero que no me de mucha lata porque tu tío está del lado del culpable.
-Candy mi tío no es malo. Es muy justo, no tienes de que preocuparte
-Ahora me vas a decir que ese viejo agrio y ermitaño es bueno, dulce y ama a los animalitos. ¡Si no respeta ni a su propia especie!
Anthony se me quedó viendo de una manera muy sospechosa y me citó en una dirección que no era ni su departamento, ni el despacho del Sr. Andrew. Me dijo que era un rincón del mundo para relajarse y que ahí me vería y no hiciera ninguna pregunta. Me dijo que al entrar dijera todas las pestes que pienso de su tío, esa sería la contraseña… así que, como toda buena idiota e ingenua, acudí a ese lugar el día y a la hora confirmados.
Al llegar vi que el lugar era una casita muy bonita. Parecía una cabaña de cuento.
La puerta estaba abierta así que entré. El interior olía a madera y se percibía una fragancia varonil que enloquecía satisfactoriamente. No iba a gritar los improperios que había pensado, ya que efectivamente ese era un lugar de paz, acogedor, lindo.
A través de unas cortinas de gasa color arena vi luz en una especie de cocinita y ahí vi esa silueta hermosa. Estaba sentado en un banquito tomando algo que parecía cocoa caliente e inmediatamente pensé que Anthony era de verdad bipolar ya que por lo general siempre toma vino y sodas… y ahora salía con que también tomaba cocoa caliente…
Mi amigo sí que era raro… más su belleza no dejaba de asombrarme. Claro, tengo sangre en las venas y debo admitir que siempre me gustó su rostro. Sin embargo, tampoco soy una depravada… así que decidí adoptarlo casi como a mi hermanito y ese presentimiento que tuve cuando estuvimos a punto de dejarnos llevar por una locura transitoria me hizo desear cuidarlo más en vez de querer comérmelo. Sonriendo, camine hacia él con paso firme.
-Anthony, si piensas que voy a romper la paz de este maravilloso lugar hablando pestes de tú tío, el amargado, viejo decrépito, agrio, prepotente, petulante y engreído, no te voy a dar gusto. Mejor sal de la cocina y ven a decirme para que me invitaste aquí. Da gracias a Dios que no llueve porque te alocas con un poquito de agua, jajaja.
Y Anthony no respondió, pero si se levantó de su banquito y caminó hacia donde yo estaba. En ese instante noté algo raro… como unos 15 centímetros más en él y un paso más seguro y firme.
-Anthoy… ¿qué tomaste en estos diez días que no te he visto? Ya creciste y mucho.
Y Anthony siguió sin responder, aproximándose más. Escuché un ruidito y di la vuelta ya no lo vi avanzar más.
-¿Quién es usted y que hace en mi cabaña? No Soy Anthony
El susto fue tan grande que me desmayé y, cuando abrí los ojos, el hombre que no era Anthony me tenía de la mano.
Como en un sueño ese hombre era una copia más hermosa de Anthony… una versión ya madura, de la edad que hubiera deseado que tuviera Anthony. Tenía una voz más grave, más fuerte, unos brazos firmes y perfectos, abdomen duro y marcado por encima de la playera, unas piernas hermosas y atléticas enfundadas en unos jeans que lo hacían totalmente sexy…
Mi boca se movió por si sola.
-Morí y ahora estoy en el cielo, con el hombre de mis sueños….
Estaba como idiotizada, hasta que la risa de Anthony retumbó por toda la sala y un gatito negro con blanco llegó a acariciarse en mi brazo…
-¿Anthony? ¿Qué me pasó?
-Señorita, ¿está usted bien? Discúlpeme no era mi intención hablar tan fuerte y mucho menos asustarla.
-¡¡¡Ay Madreee, eres real!!!
-Candy te presento al agrio, ermitaño, viejo decrépito de mi tío y a Poupee, su gatita. Bienvenida la cabaña de la paz…
-Tío. Te presento a la chiquilla malcriada que se cree protectora de los débiles, arrogante, bien formada pero berrinchuda y ¿qué más has dicho? Bueno, ella es Candy…
En ese momento me puse de todos los colores, actué como estúpida no pude hablar más y el Sr. Andrew estaba igual que yo… Anthony salió de la cabaña y ahí me quedé para siempre….
FIN…
-Candy, ¿qué tanto estás escribiendo? Es nuestra tercera luna de miel ven a la cama
-Ya voy Albert. Solo estaba completando una página de mi diario que dejé inconclusa cuando comencé mi vida a tu lado. Renací después de toda una vida y renací después de aquel desmayo en la cabaña de la paz…
-Ven luego escribes una nueva página. Ahora vamos a escribirle a la cigüeña…
Candy dejó de escribir en ese momento, fue a la cama y él la besó suave y sutil, pero con toda la pasión que desbordaba por ella. Su lengua recorrió todos los rincones de su boca, cuello, senos, vientre, llegó hasta a su delicada flor y la devoró con locura hasta que gritó de placer. Albert se incorporó y con ese varonil y dispuesto miembro la embistió con tal amor y locura que el clímax lo alcanzaron juntos en una explosión de luces y colores… ese día así escribieron a la cigüeña…
Ya descansados…
-Candy, nunca me dijiste cómo conociste a mi sobrino. Anthony sólo me contó que llegó a Chicago y que una monja le guió por teléfono y por su vida…
-Mi príncipe… algún día puede que te cuente esa historia…
AHORA SI FIN.
*Valar Morghulis. Antiguo Valyrio, significa todos los hombres deben morir, frase tomada de la Saga "Canción de Hielo y Fuego" de George R. R. Martin.
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POR LEERME MUCHAS GRACIAS
