UNA NUEVA OPORTUNIDAD, UNA ILUSIÓN
Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979.
Al atardecer un barco zarpaba rumbo a Europa, un caballero alto y de porte elegante aborda finalmente aquel navío junto a una joven de larga y roja cabellera, la pareja llamaba la atención, eran elegantes, ambos de Buenos modos y realmente hacían una hermosa pareja.
Nadie los dependía y aún así permanecieron por mucho tiempo pegados de la barandilla, mientras los demás se despedían de sus seres queridos ellos dos se despedían de la vida que dejaban atrás, del pasado, de todos y a la misma vez de nadie.
-Vamos, necesito hablar con el Capitán es necesario arreglar nuestra situación Legal.
-No quiero que hagas esto por el que dirán, yo también participe, yo te deje, yo te acepte, ella veía a la nada por mucho que lo amaba, por mucho que le deseara, no podía forzarlo a un matrimonio sin amor, quizás ya alguien ocupaba su corazón.
-Es la que es, ya la decisión está tomada, al acceder a viajar conmigo aceptaste lo que sucedería, el tampoco quitaba su vista del azul profundo del mar.
Él estaba más que decidido a cumplir, no era justo, no quería obligarla pero no podía dejarla a su suerte, sería señalada, sería humillada por haberse entregado a él, su corazón estaba sangrando, la estaba arrastrando a una vida que seguramente no era la que ella quería.
Sin demora acudieron a la oficina del Capitán ya todo estaba decidido, ya no podían dar marcha atrás, sus miradas estaban llenas de melancolía, ninguno dijo nada, aquello era simplemente inevitable, él no permitiría que ella se fuera y ella..... Ella simplemente lo amaba y aunque fuera de aquella manera aceptaría estar por siempre con él.
toc toc toc, tocaban a la puerta del capitán, valla sorpresa el Capitán del navío no era otro que su cuñado.
-¡Vicent! Albert estaba más que asombrado de verle.
-¡William! Que bueno verte, que inesperado, el Capitán se acercó abrazándolo efusivamente, tenía años de no ver al amado hermano de su difunta esposa, ni siquiera se dio cuenta que el joven venía acompañado, ver a este muchacho le recordaba a su hijo, Albert más que su tío parecería el hermano mayor de el muchacho.
-Vicent, necesito tu ayuda, dijo el rubio sin más y con determinación.
-Estoy a tu orden para lo que necesites, Vicent estaba serio y bastante intrigado.
-Necesito que me cases lo más pronto posible, aquello saco al Capitán de si.
-¿Pero Albert? Los ojos de Vicent se abrían desmesuradamente.
-De ser posible en este mismo momento, Albert estaba inexpresivo pero hablaba con determinación.
-¿Y la novia William? Fue lo único que pudo preguntar al ver su actitud, bien que conocía esa mirada en el joven Patriarca.
-Acá está, en ese momento se apartaba dejando ver a la joven a su espalda, ella estaba viendo al suelo, una pequeña lágrima corría por su mejilla.
-Pero William tu no puedes ¿Estas loco? Vicent estaba impactado al ver a la pelirroja.
-Puedo y lo voy hacer, acá están sus documentos y los míos Vicent, el hombre tomó aquellos documentos y los reviso, estaba asombrado de ver lo que tenía en sus manos.
-¿Están seguros? ¿Esto es lo que realmente quieren? Vicent paseaba su mirada entre ella y él.
-Yo creo que esto....... Albert no le permitió continuar.
-Esto ya lo acordamos y no vamos a discutir, ella lo veía suplicante.
-William si ella no está segura, o no se quiere casar contigo no lo voy hacer, Vicent lo veía con dureza, por lo que el rubio se molesto, desviando su mirada hasta ella.
-¿Quieres que le explique a Vicent la razón de todo esto? Ella parpadeaba incrédula.
-¡No serias capaz! contestaba ella.
-No tientes tu suerte, no me pongas a prueba, Vicent los veía incrédulo.
-William Andrew no me amenaces, ella ponía sus manos en sus caderas.
Valla ¿quién imaginaría que William se casaría con esta chica que era tan firme como él? pensó el capitán.
-Creo que esto deben hablarlo en privado, espero me acompañen en la cena.
-Con gusto Vicent, ella sabe que debemos casarnos, te agradezco sea lo antes posible, sabes bien de lo que es capaz mi tía si no actuó rápido.
-Te entiendo, pero si ella no quiere casarse, no la puedes obligar.
-Pero yo no dije que no me voy a casar, dijo ella haciendo que ambos hombres la mirarán.
-¿Entonces si te quieres casar? ¿Sabes que puedes negarte? ella solo soltó un suspiro.
-Es lo que William desea hacer.
-Sabes que es lo correcto, es lo mejor para ti, tomando sus manos la veía suplicante.
-Pero no tienes porque hacerlo yo.. yo no quiero que te sientas obligado.
Vicente los veía atentamente, algo había pasado entre aquellos dos y de su cuenta corría que se hiciera lo correcto.
-No se diga más pasen, con una mano señalaba su oficina y así sin testigos, sin flores, sin protocolo se casaron, ella aún tenía dudas, el se sentía aliviado.
Esa noche asistieron a la cena de bienvenida que se daba en el comedor, los comensales vestían de gala, las mujeres lucían joyas costosa, pero entre todas, ella resaltaba con su belleza, él con su elegancia tampoco pasaba desapercibido, muchos jóvenes al verla se quedaron prendado de su hermosa sonrisa y su belleza.
Aunque se sentaron en la mesa del capitán se mantuvieron en silencio, intervinieron poco en la conversación y se retiraron temprano, disculpándose con los demás comensales. Después que se retiraron uno de los hombres que estaba en la mesa trato de conseguir información sobre ellos.
-Capital disculpe mi atrevimiento ¿usted conoce al caballero que se acaba de retirar? ¿Podría usted presentarme a la Señorita?
-De poder, claro que podría, aunque creo que mi cuñado estaría bastante molesto de saber que usted quiere que le sea presentada su esposa, Vicent sonreía al ver la cara de asombro de aquel hombre.
-¿Su esposa?
-Sí, justo están de viaje de luna de miel ¿hacen hermosa pareja verdad?
-Si, ella es muy hermosa, dijo el hombre por lo bajo, dando por terminada la conversación.
Ellos mientras paseaban por la cubierta, ella lo tomaba del brazo, él de cuando en cuando bajaba su mirada para verla y ella subía su rostro hacia él y sonreía tímidamente, cada vez que ella veía sus hermosos ojos azules se perdía en ellos.
Ella quería hacerle feliz, aunque todo aquello fue por un arrebato de ambos, ella estaba determina, iba a poner toda su voluntad y su empeño para que el se sintiera orgulloso de ella y todo iniciaría esa misma noche.
-Estoy un poco cansada ¿podríamos retirarnos a descansar?
-Como quieras, lamentó haberte arrastrado a todo esto.
-Aún estamos a tiempo, podríamos anular el matrimonio, nadie se entraría, ella veía hacia el mar y hablaba con serenidad, él la abrazaba desde atrás.
-Nada de eso, usted es mi esposa desde hoy y hasta que Dios nos de vida, piensa que es una nueva oportunidad para los dos, ella no decía nada.
-Estoy cansada, fue lo único que ella contestó, antes de separarse de él.
Elroy contrató varios investigadores pero ninguno logró ubicarlo, los investigadores traían información ubicando al empresario en América, lejos estaba la anciana de imaginar los últimos acontecimientos y más de las decisiones que había tomado su sobrino, ella hacia planes y por ello no había perdido de vista a la candidata que había conseguido para su sobrino y la gran fortuna que la misma poseía, anticipadamente estaba haciendo planes con la dote que le aportaría esta unión que incrementaría las arcas de la fortuna, por lo que insistió que la chica se instalara de la mansión de Chicago.
Elroy hablaba maravillas de william y la chica día con día se sentía más y más ilusionada con el momento de encontrarse con aquel hombre que ya ocupaba sus sueños, aunque su estancia en américa tenia otro propósito, no estaría mal que aquel viaje no solo le diera alegría a su padre y su abuelo, seria maravilloso para ella también encontrar a su príncipe azul
Continuará.............