Un capitulo más, no quiero irme de esta GF sin dejar el desenlace, uno más y sabremos como terminan.
Gracias por acompañarme.
Capitulo I
Capitulo IICapitulo IIICapitulo IV
==Capítulo V==
Gracias por acompañarme.
Capitulo I
Capitulo IICapitulo IIICapitulo IV
==Capítulo V==
Candy no podía asimilar lo que había sucedido en esa oficina, todo estaba tan encendido y de repente como si de un gran error se tratara simplemente el detuvo todo lo que estaba sucediendo en ese momento y se alejó de ella, se recargo en la puerta de su pequeño apartamento y cerró los ojos al recordar como había terminado todo y una delgada lagrima bajo por su mejilla derecha, se sentía tan estúpida por haber estado dispuesta a entregarse a él, sin importar el lugar ni las consecuencias, por pensar con un mínimo gramo de sus neuronas que podía haber algo más que simple atracción, sus palabras llegaron nuevamente a su mente y eso la hizo apretar los puños, ya no sabía si era por la decepción o la indignación.
-Yo, lo siento, de verdad lo siento Sra. White, esto, simplemente me disculpo, creo que debo terminar de preparar el informe para la junta de mañana.
Se alejó de ella y cuando Albert tenía una mano sobre el pomo de la puerta, ella no dudo en preguntar.
-¿De verdad lo sientes, Albert?
El guardo silencio y agito sutilmente de forma negativa la cabeza, pero no lo negó ni lo afirmo, y eso solo la hizo pensar que probablemente estaba con el arrepentimiento de lo sucedido a punto de salir de sus labios.
-Es tarde, me retiro.
¿Qué?, como podía decir que lo sentía, haberse disculpado, no quería sus disculpas, pero no demostraría debilidad, no frente a él y no en esta situación, se armó de un valor que no sabía que tenía en ese momento y respondió.
-Buenas noches Sr. Johnson y espero el informe a primera hora.
Ella se sentó en su sillón por lo que no se dio cuenta de la forma en que Albert se encogió de hombros como si de un golpe recibido se tratara, las palabras con las que ella se despidió, Sr. Johnson, nuevamente solo eran dos extraños intentando poner orden a sus instintos, si es que eso se podía lograr.
Salió silenciosamente y se dispuso a terminar sus pendientes, cuando estaba concluyendo ella salió de su oficina, sin decir más, lo único que dejo tras de ella fue ese aroma afrutado y femenino que lo despertaba a la vida, sus instintos carnales llegaron a él como ráfaga y no pudo evitar colocar una mano en su entrepierna, como era posible que después del desastre sucedido aún se encendiera si se sentía fatal, claro, “su amigo” no pensaba con las neuronas como él se supone que debía hacerlo.
Era el imbécil más grande de la tierra, aunque esa palabra era demasiado benévola para él, como es posible que hubiese perdido el control de la situación y arriesgarla así de esa forma, sin duda verla todos los días hacia estragos en su autocontrol, y ahora había creado este desastre, pero debía mantenerse alejado de ella, más después de descubrir que Elisa sabía que estaban tras ella, si por un momento lograba descubrir su interés por Candy sin duda hasta su vida pondría en peligro.
Grito, grito, como nunca por la impotencia, por la desesperación de la situación, por la forma que deseaba a esta mujer, por tener que mantenerse alejado de ella, por poner en riesgo su vida y por ser un infinito imbécil y dañarla como lo hizo, porque sabía muy bien que a ella le dolió como corto la situación, su único consuelo es que él estaba seguro que se sentía peor, muchísimo peor, se llevó la mano a la boca y deslizo sus dedos sobre sus labios, recordando el beso, la entrega con la que ella respondió, era tan mujer y a la vez tan inocente, si ella supiera las ganas que tenia de hacer con ese cuerpo miles de travesuras, sin duda se sonrojaría, respiro profundo, ahora tenía un maravilloso recuerdo con el que llegar a casa, así que iría ahí e intentaría buscar ese nirvana que hace tanto tiempo deseaba, probablemente ahora que había probado un poco de ella, las posibilidad de encontrarlo serian altas.
==Continuara==