En el castillo de piedra arsénica y rodeado de arena, un batallón de fieles legionarias arrastraba sus pies hacia el patio de armas.
-¿Y ahora que hicimos? – preguntó Andley’s Babe, dándole un codazo a Secreto Andrew. -¿Tu sabes lo que sucede?
Secreto observó a su compañera de trinchera con los ojos abiertos de par en par. -¿Y tú me lo preguntas a mí? Te recuerdo que yo soy la novata en esta Legión.
-Seguramente nos va a regañar por haberlo puesto a dormir con su propia poción mágica, - dijo Liovana con una risita perversa. -Se lo tenía bien merecido por querer pasarse de listo y escabullirse sin que nos diéramos cuenta.
CandyFann, arrastrando los pies, se unió a la risa de su amiga. -Pues le salió el tiro por la culata porque le di casi todo el contenido del frasco. Unas gotas más y hubiera estado en coma por meses.
-Cállate, CandyFann,- sentenció Chiquita Andrew, acercándose a las traviesas legionarias. – Por tu culpa ahora sí que Albert estará furioso. Despertó esta mañana y cuando vio el calendario casi le da apoplejía. Esta vez creo que nos hemos pasado de la raya… especialmente tú, - le dijo a CandyFann frunciendo el cejo.
CandyFann le sacó la lengua a su amiga, sonriendo de oreja a oreja. -Me dijiste que lo demorara y lo hice. No me dijiste nada acerca de los métodos…
-¿Adónde esta Kitten Andrew? - preguntó Liovana, buscando a la chica con su mirada.
-La última vez que la vi estaba decorando una imagen de nuestro rubio, - dijo Saray, acercándose a sus compañeras con Vane a su lado.
-Como se ha comportado sin participar en sus travesuras, ha sido elegida para ayudarle a Albert a ponerse su armadura de oro, - respondió Chiquita Andrew, mirando de reojo la expresión decepcionada de sus amigas. -Y yo le puliré la espada….
-¡CHIQUITA!- gritaron todas a la vez que Chiquita se doblaba de la risa.
La risa se apagó cuando llegaron al patio de armas, donde Albert, con su armadura dorada, esperaba a sus legionarias con Kitten Andrew a su lado.
Albert carraspeó un par de veces hasta que hubo silencio completo.
-Ha llegado el mes de mayo, - comenzó a decir con voz fuerte y varonil. – Y mis planes de conquista se han visto destruidos una y otra vez por ustedes. Sus historias, imágenes y pociones, - añadió mirando directamente a CandyFann que se puso más roja que un tomate, - me han retenido en este torreón por más tiempo de lo necesario. Podría estar enfadado con ustedes… pero sé que todo lo han hecho por el amor que sienten por mí. Sin embargo… eso no resta importancia a mi misión y mi deber como emisario de CandyMundo. Así que, he decidido…
Las chicas se inclinaron hacia adelante, esperando las siguientes palabras de su amado.
Al verlas estirar el cuello como una banda de gansos, Albert sonrió. -He decidido, que todas deben acompañarme.
Los gritos de alegría sonaron por todo el torreón, y Albert, satisfecho dio la orden para que los preparativos fuesen puestos en marcha.
CandyFann le guiñó un ojo a Chiquita Andrew. -¿Ves? Te dije que si lo fastidiábamos lo suficiente nos llevaría con él.
Chiquita se limitó a poner los ojos en blanco, meneando su cabeza de izquierda a derecha. -La sutileza nunca será lo tuyo, CandyFann. Pero bien… parece que en efecto has logrado que nos lleve de vacaciones.
-Shhh! El cree que vamos ‘de conquista’, - susurró Saray, acercándose a sus amigas Ishy y Vane.
-Si… ¡de conquista a Cancún! – se rio Liovana, tratando de mantener su voz baja. -¡Vamos a escoger trajes de baño chicas! CandyFann, ¿crees que puedas robarte el carruaje de Albert por un par de horas? ¡Tenemos que ir de compras!
Chiquita Andrew tuvo que morderse la lengua para no estallar en risa. –¿Y tú que crees Liovana? Ya lo tiene listo. ¡Así que vamos rápido a las caballerizas! ¡Rápido! Kitten Andrew mantendrá a Albert distraído por un par de horas. Creo que a estas alturas ya está repasando el capítulo sesenta y nueve de las mil y una noches…
-¿Y ahora que hicimos? – preguntó Andley’s Babe, dándole un codazo a Secreto Andrew. -¿Tu sabes lo que sucede?
Secreto observó a su compañera de trinchera con los ojos abiertos de par en par. -¿Y tú me lo preguntas a mí? Te recuerdo que yo soy la novata en esta Legión.
-Seguramente nos va a regañar por haberlo puesto a dormir con su propia poción mágica, - dijo Liovana con una risita perversa. -Se lo tenía bien merecido por querer pasarse de listo y escabullirse sin que nos diéramos cuenta.
CandyFann, arrastrando los pies, se unió a la risa de su amiga. -Pues le salió el tiro por la culata porque le di casi todo el contenido del frasco. Unas gotas más y hubiera estado en coma por meses.
-Cállate, CandyFann,- sentenció Chiquita Andrew, acercándose a las traviesas legionarias. – Por tu culpa ahora sí que Albert estará furioso. Despertó esta mañana y cuando vio el calendario casi le da apoplejía. Esta vez creo que nos hemos pasado de la raya… especialmente tú, - le dijo a CandyFann frunciendo el cejo.
CandyFann le sacó la lengua a su amiga, sonriendo de oreja a oreja. -Me dijiste que lo demorara y lo hice. No me dijiste nada acerca de los métodos…
-¿Adónde esta Kitten Andrew? - preguntó Liovana, buscando a la chica con su mirada.
-La última vez que la vi estaba decorando una imagen de nuestro rubio, - dijo Saray, acercándose a sus compañeras con Vane a su lado.
-Como se ha comportado sin participar en sus travesuras, ha sido elegida para ayudarle a Albert a ponerse su armadura de oro, - respondió Chiquita Andrew, mirando de reojo la expresión decepcionada de sus amigas. -Y yo le puliré la espada….
-¡CHIQUITA!- gritaron todas a la vez que Chiquita se doblaba de la risa.
La risa se apagó cuando llegaron al patio de armas, donde Albert, con su armadura dorada, esperaba a sus legionarias con Kitten Andrew a su lado.
Albert carraspeó un par de veces hasta que hubo silencio completo.
-Ha llegado el mes de mayo, - comenzó a decir con voz fuerte y varonil. – Y mis planes de conquista se han visto destruidos una y otra vez por ustedes. Sus historias, imágenes y pociones, - añadió mirando directamente a CandyFann que se puso más roja que un tomate, - me han retenido en este torreón por más tiempo de lo necesario. Podría estar enfadado con ustedes… pero sé que todo lo han hecho por el amor que sienten por mí. Sin embargo… eso no resta importancia a mi misión y mi deber como emisario de CandyMundo. Así que, he decidido…
Las chicas se inclinaron hacia adelante, esperando las siguientes palabras de su amado.
Al verlas estirar el cuello como una banda de gansos, Albert sonrió. -He decidido, que todas deben acompañarme.
Los gritos de alegría sonaron por todo el torreón, y Albert, satisfecho dio la orden para que los preparativos fuesen puestos en marcha.
CandyFann le guiñó un ojo a Chiquita Andrew. -¿Ves? Te dije que si lo fastidiábamos lo suficiente nos llevaría con él.
Chiquita se limitó a poner los ojos en blanco, meneando su cabeza de izquierda a derecha. -La sutileza nunca será lo tuyo, CandyFann. Pero bien… parece que en efecto has logrado que nos lleve de vacaciones.
-Shhh! El cree que vamos ‘de conquista’, - susurró Saray, acercándose a sus amigas Ishy y Vane.
-Si… ¡de conquista a Cancún! – se rio Liovana, tratando de mantener su voz baja. -¡Vamos a escoger trajes de baño chicas! CandyFann, ¿crees que puedas robarte el carruaje de Albert por un par de horas? ¡Tenemos que ir de compras!
Chiquita Andrew tuvo que morderse la lengua para no estallar en risa. –¿Y tú que crees Liovana? Ya lo tiene listo. ¡Así que vamos rápido a las caballerizas! ¡Rápido! Kitten Andrew mantendrá a Albert distraído por un par de horas. Creo que a estas alturas ya está repasando el capítulo sesenta y nueve de las mil y una noches…
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Legión Andrew 2017
Legión Andrew 2017
Chiquita Andrew
CandyFann
Kitten Andrew
Liovana
Saray
Vane
Ishy
Secreto Andrew
Andley’s Babe
CandyFann
Kitten Andrew
Liovana
Saray
Vane
Ishy
Secreto Andrew
Andley’s Babe