- Hay que ver… es que si hay algo para lo que son buenas es ser lentas ¿¡Qué no ven que ya vamos tarde!? ¡¡Muévanlas!!
El amo y señor de nuestra trinchera, brazos en jarras esperaba impacientemente a las puertas de su gran mansión victoriana.
Las mujeres a su servicio, seguían llenando el vehículo con las cosas necesarias para el mes que estarían fuera.
El baúl de la ropa del señorito, su caja especial de cuidado personal, donde estaban todas sus cremas a base de sábila y avena para conservarse eternamente terso.
La secadora de cabello por supuesto, y la plancha de vapor, porque sus trajes finísimos no pasan por plancha de comadre ¡No qué va!
El siguiente baúl, pintado de un chillón amarillo azafrán, cargado con los vestidos elegantes de su hermana, la Sita. Eliza.
El elegante juego de té de porcelana de la Sra. Sarah y sus sombreros, y por supuesto, bien embalada (no se fuera a malograr) la canasta de terciopelo de Sylvia.
Y de ese tenor, cajas y más cajas, pero por supuesto, solo lo más indispensable.
- ¡Laaaaura, Laaaaura! –
- Aaay señorito… - gimió la interfecta – no me grite así que se parece al gato del meme…
- ¿¡Cuál gato del meme!? ¡So insensata! ¡Aquí el único meme eres tú, igualada! ¿Se puede saber qué las retrasa tanto?
- Pues señorito, es que aún faltan muchos más baúles de bajar…
- ¿¡Y por qué tanta cosa!?
- ¡A ver Vito! Baja eso con mucho cuidado, no queremos que salga volando nadie.
- Sí, signora… - decía el grandulón italiano, cargando la preciada caja de municiones de su jefa.
- ¡Ruby! ¿Qué es todo lo que traes ahí? ¿Tanta ropa necesitas para la Guerra…? – preguntó Neil a la elegante dama de entallado vestido negro y sombrero que venía bajando.
- ¿Ropa? No mi rey cuál ropa ¡Armas mi rey! No se va a una guerra sin armamento – respondió ella, restregándose melosamente a su lado – además, ropa es lo que menos vamos a necesitar grrrr…
- ¡¡Aleja tus sucias manos de la camisa blanca de MI Neil… mafiosa del demonio!!
- Uy no, llegó la aguafiestassss…
- ¡Un metro de distancia! ¡¡Un metro de distancia!! – chillaba Wendolyn, que venía bajando la escalera, recogiéndose la vaporosa falda gótica de tules negros y morados, colocándose con los brazos abiertos, entre Neil y Ruby – luego vas y le pegas cualquier cosa a mi marido.
- ¿Pegar? ¿Marido? ¡¡Ja!! ¡Un tiro es lo que te voy a pegar yo a ti por atrevida…! – rugía Ruby, sacándose del liguero el brillante revolver plateado.
- ¡No te dejes Wendo! – exclamó Gezabel apareciendo de un brinco – Ten ¡te presto mi hacha!
- ¡Ya van a comenzar! – exclamó Raelana desde el descanso de la escalera, justo a tiempo para evitar una desgracia - ¡Ni ayudan ni nada, pero ah eso sí para alborotar, las primeras! ¿No? ¡Y tú Gezabel! ¿No terminas de aprender que la violencia no lleva a nada bueno?
- ¿Cómo que no Raelana? ¿Has visto algún cobrador últimamente por la Mansión? ¿No, verdad? Labor mía ¡Alguien tendría que agradecérmelo! – replicaba la joven mientras pasaba un dedo por el filo de su hacha.
- No tengo vida con ustedes… - murmuró Neil pasándose una mano por la cara - ¡¡Alguien que le quite a ese bebé aquella sierra por el amor de San Pancracio!!
- Mijitoooo… - dijo Gezabel con dejo cariñoso, mientras se agachaba a amarcar a su hijito –Te he dicho que los juguetes se guardan antes de salir a pasear; anda sé bueno y dale a mami esa sierra. Al ratito te la devuelvo.
- ¡Ya estuvo bueno, miren la hora! – exclamó raelana – Tú, agarra a tu niño, y ustedes, alístense que ya vamos retarde… ¡Y un metro de distancia todas! O me veré obligada a amarrarlas.
- ¿¿¡Como con autorización de quiééééén!?? – inquirieron Ruby y Wendolyn al mismo tiempo, lanzando una mirada asesina a la buena Ama de Llaves.
- Puesss… con autorización mía, por supuesto. – Las mujeres voltearon, el elegante objeto de sus deseos, se rectificaba los gemelos de sus mangas con la ceja levantada – es mi Ama de Llaves, no hace nada que no sea estricta orden mía –Raelana entornó los ojos pensando “sí campeón, claro que sí… nomás porque estás más rico que comer con los dedos, que si no…”
- Pe-pero… ¡mi amorcitooooo! – gimió Wendolyn con expresión dolorosa.
- Mi rey, pero cómo crees… yo tengo que ser tu segunda piel, mi vidaaaaa – exclamó Ruby al borde de las lágrimas.
- Shh… shh… - dijo él, colocándose un dedo en los labios - ¡Mimi! … aish dónde se metería esta chiquilla del demonio ¡¡MIMIIIIIIII!!
- ¡Sí señorito! ¡Aquí estoy señorito! ¡A sus órdenes señorito! – venía la diligente chef sujetándose el gorro y arremangándose la filipina – Aquí lo traigo todo señorito, tengo todo listo.
- Muy bien; procede…
- ¡Señoras, su atención por favor! – exclamó Mimicat, la chef de la Mansión, mientras todas dejaban lo que estaban haciendo para mirarla – como bien saben vamos a salir de nuestro entorno y para eso tenemos que ir muy “ad hoc” a las circunstancias y los cuidados pertinentes. Mi asistente Igzell pasará a entregarles estos “kits” con todo lo necesario para la prevención de cada una. Mascarillas, guantes, zapatones y redecillas para el pelo, y por supuesto, el gel sanitizante y el jabón antibacterial (recuerden lavarse las manos mientras cantan el estribillo completo de Stayin Alive de los Bee Gees) Todo en orden reglamentario, conseguido por arte y cortesía de nuestra querida Laurie, enfermera, sirena y mucama de nuestra Mansión – la joven mencionada saludó sonriendo.
- Pero, y si tenemos que guardar un metro de distancia ¿cómo va a hacer Igzell para entregarnos los kits sin acercársenos? – preguntó MayoSiete muy intrigada.
- ¡Pues, con esta ramita que ya saniticé muy bien! – exclamó la jovencita de grandes ojos café, sonriendo orgullosamente.
- Ajá, pero un momentito… - interrumpió Laurie colocándose en medio de todo – antes se recibir los kits ¡Todo el mundo a lavarse las manos muy bien!
Dentro de nada, todas las chicas tenían su cubo de agua y su jabón en mano; y mientras, Igzell se paseaba, gafas puestas, emulando a Jon Travolta, con la grabadora colgada de un hombro a todo volumen; y ya se veía a todo el mundo tallar muy bien mientras coreaban “ja ja ja estein alaiiiii… ja ja ja estein alaaaaiii…”.
Luego de un buen rato, estaban todos listos para marcharse, pero un nuevo retraso les retenía.
- ¿¡Pero dónde se habrá metido este hombre, por Dios!? – farfullaba Neil, mirando su relojo de leontina por enésima vez.
- Señorito, ¿No será que se le enfermó el transporte? – preguntó Igzell, con la voz apagada por la mascarilla.
- ¿De qué hablas muchacha?
- Pues sí es que usted ya sabe que García nomás anda el burro, y ya andaba medio malo de la panza la semana pasada, no vea usted las gracias que me hacía el animalito…
- ¡Aaaaaayy cállateee no me cuentes tus intimidades por favoooor! – exclamó Neil colocándose la mascarilla - ¡¡Eliza, mamá!! ¿¡Bajan o las tengo que ir a bajar yo!?
- Ya ya hijo… – dijo doña Sarah bajando mientras se acomodaba el sombrero – no hace falta gritar.
- ¿Ya está listo el “transporte especial” que mandaste a pedir, hermanito?
- Pues, García está retrasado… ¡Ah miren aquí llega!... ¡Caramba García, casi se le hace tarde, eh!
- Disculpe usté señorito – se disculpó el gordo mexicano quitándose el sombrero – es que mi compadre no me lo quería alquilar ¡pero al final le convencí!
- Pe… pe… ¡¡Pero qué es estoooo!! – chillaba Eliza horrorizada.
- Pues, es el transporte especial del que te hablé, Eliza.
- ¿¡Estoooo!?
- Es que verá, señorita Eliza – interrumpió Mimicat – como la regla es mantener un metro de distancia, y como somos tantos pues, ni alquilando un bus ¿verdad? Entonces a García se le ocurrió que esto podría ser buena idea…
- ¿¡Pero desde cuándo, se puede saber, una idea de García se considera “buena” en esta casa!?
- Ya Eliza, no alegues más. Ya estamos tarde y esta era la única opción a mano con tan poco tiempo. – exclamó Ruby
- ¡¡Yo ni loca me trepo a esta cuestión!!
- Pero Eliza, sé razonable… - intentó Raelana.
- ¡No, ni razonable ni nada! – exclamó Eliza, histérica - ¡Y tú no me tutees ya te he dicho, igualada!
- Oiga señorito – susurró Mimicat a su amo y señor, aprovechando para acercársele muy cerquita – se me hace que su hermana de usted nos va a causar un problema…
- Tranquila mi buena chef – dijo el hombre, sonriendo tras su mascarilla, mientras le colocaba una mano amable en el hombro a la chef que casi se desmaya - ¡Ya lo tenía previsto!
Momentos después…
- ¿Listos todos?- preguntó alegremente Neil, sacando la cabeza por la ventanilla trasera del auto.
- ¡¡LISTOS!! – exclamaron todos en coro.
- ¿Madre?
- Lista hijo.
- ¿Eliza está bien?
- ¡Bien y segura! – voceó Igzell.
- Muy bien; García ¡Arranque!
- ¡Como diga patrón!
El gordo arrancó el elegante automóvil a marcha moderada, mientras detrás donde venían las chicas se comentaba la buena idea.
- ¡Así sí podemos viajar guardando el metro de distancia! – decía Igzell.
- Ay sí ¡Y frequitas! – suspiraba Laurie.
- Un poco lento ¿no? – rezongaba Ruby.
- Ya, pero no había de otra. – se lamentó Raelana.
Al pasar por el poblado, los niños entusiasmados les saludaban y les hacían de la mano; todas ellas respondían el saludo porque ¿qué más iban a hacer? En esas circunstancias y ya entradas en vergüenzas… ¡Al mal tiempo buena cara!
El más divertido era el pequeño Hamster de Gezabel, que como todo niño, adora pasear subido en un artefacto de esos.
La única no muy feliz era Eliza, pues habían tenido que amarrarla con un hatijo de guantes, y amordazarla con su mascarilla.
Los caireles se le habían deshecho, pues Laurie la bañó en gel sanitizante… por si acaso, igual para que vaya a salvo.
¡Pero la pelirroja pujaba y gemía luchando inútilmente por soltarse!
- Oye Ruby – dijo Wendolyn - ¿Tú crees que Eliza vaya bien?
- ¡Está bien! – respondió la otra acomodándose las gafas – solo que ya ves cómo es ella. Ni siquiera de niña le gustó subirse al Gusanito ¡Mucho menos le iba a gustar ahora!
La gótica asintió, y mientras el Ama de Llaves iba dando recomendaciones a las mucamas, y la chef abría una lata de paté para Silvia, el Gusanito de feria del compadre de García, hacía su largo y parsimonioso recorrido, hacia el Foro Rosa y la Guerra Florida.
CRONICA: WENDOLYN LEAGAN
VIDEO: GEZABEL
PRESENTACIÓN: MIMICAT STEAR'S Girl
Última edición por Mimicat Cornwell el Vie Abr 03, 2020 1:55 pm, editado 2 veces