Cartas Robadas
capitulo 3
capitulo 3
Terry salió hacia su camerino para darle tiempo a Robert de encontrar a Susana, puesto que no la habían visto aun llegar al teatro, de pronto escucho voces, reconoció la voz de Susana
-Que está esperando señor Larry, usted conoce a Terry y a él no le gusta recibir admiradoras
-usted sabe bien que no soy ninguna admiradora, acaso cree que podrá negármelo como lo hizo en Chicago, ¿por qué hace esto señorita Marlowe?
-un momento, esa voz, es ¡Candy! ¡Candy!, ¿eres tú?, gritó el castaño, llegando a la entrada
- ¡Terry!, Terry
Los jóvenes se envolvieron en un abrazo tan ansiado, al cabo de unos minutos, se separaron un poco, pero Terry seguía sosteniendo la mano de Candy, de pronto vio a Albert y lo saludó con un abrazo
-Larry, lleva por favor a mi novia y su hermano a mi camerino, dijo el castaño ante el asombro del conserje y el enojo de la gusi, -Susana acompáñame, Robert nos espera
Susana como era de suponer lloro como mártir y uso la excusa de su inmenso amor hacia Terry como la causa de sus erradas acciones
Terry fue claro, quería las cartas de vuelta o la acusaría con las autoridades, Robert que sintió mucha pena por ella trato de mediar, pero el castaño estaba decidido, no era para menos, después de ser testigo de cómo trataba de correr a Candy nuevamente, no podía sentir compasión por Susana, por lo que al final la hizo comprometerse a devolver las cartas robadas
Terry fue a prisa a su camerino, la sorpresiva llegada de Candy lo tenía eufórico, aún no había tenido oportunidad de preguntarle la razón de su viaje, pero ya tendría tiempo para eso, al ir acercándose vio la puerta entreabierta y escucho que Candy conversaba con Albert
-cómo te sientes Albert, temo que el viaje haya sido muy pesado para ti, dime Terry no se te hizo conocido, lo recordaste
-calma Candy, jajaja, estoy bien, no, no recuerdo a Terry, mejor dime tu, ya estás más tranquila ahora que lo has visto y has comprobado que está bien
- ¿Qué sucede pecosa? ¿Por qué pensabas que yo estaba mal?, pregunto el castaño ingresando al camerino
- ¡Terry!, la rubia fue envuelta por los fuertes brazos del castaño, quien depósito un beso en su frente, -talvez son tonterías mías
- no creo que lo sean si te inquietan, cuéntame pecosa, ¿qué sucede? ¿Qué haces aquí? Y no me malinterpretes amo que hayas venido, sólo quiero saber la razón
-en realidad, bueno, lo que sucede es que tuve un presentimiento y sólo necesitaba saber que estabas bien, bueno y también para saber por qué no estás recibiendo mis cartas
-me alegra que estés aquí, para tu tranquilidad estoy bien, en cuanto las cartas, ya descubrí el motivo, pero lo conversaremos más tarde
Luego vio a su amigo y se dirigió a el
-Albert amigo, me alegra mucho verte, te ayudaremos para que puedas recuperarte del todo, no dudes que cuentas con nosotros
-se los agradezco Terry, sólo no quisiera ser molestia
-de ninguna forma, tú eres un gran amigo, ahora bien, ya casi es hora del ensayo, vengan conmigo para que puedan verlo, dejen aquí las maletas
El ensayo debía iniciar, Terry había presentado a Robert con Candy y Albert, quien les indicó donde podían esperar a Terry mientras iniciaba el ensayo
Apenas estaban comenzando, cuando un sonido llamo la atención de los rubios, al ver hacia la fuente del sonido pudieron observar que las enormes lámparas, que estaban sobre los actores se tambaleaban demasiado
-Disculpe señor Hataway, ¿es normal que las lámparas se muevan así?, pregunto Candy
Pero no había ni alcanzado a responder Robert cuando de un momento a otro los rubios habían subido al escenario empujando a Terry y Susana fuera del alcance de las lámparas que en ese instante estaban cayendo en el mismo sitio en que estos habían estado
-Candy, estas bien, decía el castaño revisando a su pecosa que había quedado encima suyo luego de empujarlo con fuerza lejos de las lámparas que habían caído
-sí, estoy bien y tú, estas bien Terry
-gracias a ti, si mi pequeña pecosa, gracias, decía mientras daba un suave beso en la frente de Candy
-y ¿Albert? Y Susana
Ambos se pusieron de pie y buscaron a Albert, muy preocupados corrieron hacia el rubio que se encontraba en el suelo a la par de una aún sorprendida Susana, Candy lo reviso con cuidado y descubrió una herida en su cabeza, por lo que lo llevaron al hospital
Robert los acompaño, estaba muy agradecido con los rubios que sin dudar habían evitado una tragedia, no quería ni imaginar lo que hubiera podido pasar si las lámparas hubieran caído sobre Susana y Terry
El médico tardo en salir, cuando lo hizo informó que Albert se encontraba bien y su herida suturada, por lo que al día siguiente podían llevarlo a casa, por el momento lo tenían sedado
Al tener la certeza de que el rubio se encontraba bien, Robert se despidió de ellos
-será mejor que busquemos un hotel, Albert necesita descansar y yo necesitaré donde dormir
-podríamos visitar a mamá antes, sé que estar a feliz de verte nuevamente
- yo también quiero verla, pero crees que sea conveniente, en estos momentos dejar a Albert sólo, yo pensaba volver para estar al pendiente
-ya escuchaste al médico, Albert se encuentra sedado, pero podemos regresar más tarde para asegurarnos que este bien
-siendo así vamos
Subieron al auto de Terry, ambos sonrientes de por fin estar juntos después de tanto tiempo, no se atrevían ni a hablar, les ganaba la emoción, sin apenas notarlo llegaron a la hermosa mansión de Eleonor, Nita la ama de llaves y confidente de la actriz reconoció enseguida a la bella joven que acompañaba a su niño, si ella sentía especial cariño hacia ese joven a quien ella cuido de pequeño, como no reconocerla si tanto Eleonor como Terry hablaban de ella siempre
-mi niño Terry que alegría que hayas llegado, dime esta linda jovencita es Candy
La pecosa quedo más que sorprendida por que la señora Nita supiera quien era ella
-hola Nana, bien la has reconocido, Candy ella es Nana Nita
-es todavia mas hermosa de lo que dijiste mi niño
Candy se sonrojo, de solo saber la forma en que su mocoso engreído la veía
-cuidado nana, que me la sonrojas y no veas como se ven sus pecas con el rojo de sus mejillas, jajaja, comento Terry tratando de ocultar lo que le había mortificado que su pecosa supiera lo mucho que el suspiraba por ella
- ¡Terry!, eres un grosero, reclamo Candy dándole un buen pisotón a su bello novio, luego con una sonrisa inocente se dirigió a la señora
-un placer Nana Nita, mi nombre es Candice White Andrew, pero llámeme Candy por favor, la señora fue ahora la sorprendida cuando Candy le dio un fuerte abrazo
-pasen en seguida le aviso a Eleonor, decía muy sonriente
La espera no duro apenas un suspiro, cuando ya la bella actriz bajaba las elegantes escaleras y llegando a ellos, sin decir una palabra abrazo con cariño a la rubia menor haciéndola sentir más que bienvenida
-que maravillosa sorpresa querida, se te ve más madura y más linda
-gracias señorita Baker, respondió una sonrojada pecosa
-por favor llámame Eleonor, que alegría verte nuevamente hijo, dijo mientras besaba cariñosamente la mejilla de Terry
-gracias por recibirnos madre
-sabes que esta es tu casa hijo, pero dime hija cuando llegaste, porque no me avisaste, hubiera enviado a recogerte
-llegamos hace unas horas, no avise porque no quería molestarla, además de sorprender a Terry
-con quien viajaste hija, claro a Eleonor no le pasó desapercibido el “llegamos” de la pecosa
-Albert me acompaño, recuerda que le hable de él en mis cartas
-claro que lo recuerdo y muero por conocer al hombre que salvo tanto tu vida como la de mi hijo, estoy doblemente en deuda con él, pero si el viajo contigo, ¿en dónde está?
-en el hospital, vera hubo un accidente en el teatro
La pobre Eleonor casi se desmaya de la impresión cuando los rebeldes le contaron lo sucedido en el teatro horas antes, si ya quería a Candy, ahora se sentía más que cariño con la joven que sin medir consecuencias lo había salvado, a esto le tomamos en cuenta que la pecosa en ningún momento había exigido nada a cambio (a diferencia de otra que en cambio sabemos que había exigido un precio muy alto por su acción), Candy también estaba aún nerviosa por el evento y es que de solo pensar que esas enormes lámparas podrían haber caído sobre su amado Terry le hacían querer llorar de angustia
Ya una vez pasado un poco el susto y luego de tomar un poco de te para relajar los nervios, las bellas rubias estaban más calmadas, Eleonor no dudo en insistir que Candy debía quedarse en su mansión, invitando de antemano a Albert también, logrando con ello convencer finalmente a Candy, Eleonor acompaño a Candy al hospital, para ver como seguía Albert y después la llevo a su boutique favorita, una exclusiva tienda que no dudo en consentir a la invitada de la diva
Terry que las había acompañado estaba maravillado de ver a las dos mujeres mas importantes de su vida juntas y tan unidas que el sentía que su corazón se aceleraba por tan grande emoción, su pecosa al inicio no quería que le compraran nada, pero finalmente fue convencida por la diva, cuando esta le menciono lo mucho que le emocionaba poder compartir con ella y disfrutar de la hija que siempre quiso tener, con eso basto para cedieran todas sus defensas
Así el resto del día Terry disfruto de un desfile de modas con la única modelo que quería ver, luego cenaron amenamente en la mansión de Eleonor, Terry llevo a Candy a la terraza para conversar con ella un poco antes de retirarse
-sabes Terry, en parte me siento un poco agradecida con Susana
-de que hablas pecosa, miro extrañado a su novia
-en que, si ella no hubiera robado las cartas, probablemente yo aun estaría en chicago y no aquí contigo
-ay pecosa no puedo negar eso, aunque me niego a estar agradecido con ella, aun no le perdono que tratara de sacarte del teatro sabiendo perfectamente quién eres, tú eres lo más importante, todo mi esfuerzo seria en vano si no te tengo a mi lado, lo entiendes pecosa
Terry tomo entonces el rostro de Candy, delineándolo con su dedo índice haciendo que ella cerrara sus ojos ante la suave caricia
-Te amo Candy, al fin tengo el valor de decírtelo, te amo mi pequeña pecosa
-Terry, yo también te amo, te amo como a nadie más en el mundo
Después de la confesión ambos sabían lo que seguía, no se necesitaban más palabras, lo más importante estaba dicho, fueron acercando sus rostros hasta que sus labios se unieron en un anhelado beso que hablaba mas que sus palabras, demostrándose cuanto se amaban
Continuara...
Hola chicas, aca esta el tercer capitulo, crei que seria el final, pero ya ven aun no, cariños Palas