Hoy presento mi primer historia para una Guerra Florida, agradecida por el apoyo a mis queridas amigas Raquel Flores, Rossy Castañeda y el grupo Las Amazonas de Terry, espero sea de su agrado.
[LA HEREDERA
By Cici Grandchester.
Capítulo 1
Parte 1
La Segunda Guerra Mundial, marcó la decada de los años 40’, como ningún otro acontecimiento, este conflicto fué mucho más sangriento que la llamada Gran Guerra, y modificó el mundo de una manera más radical.
Las personas se dejaban influenciar por cualquier cosa que rompiese con la monotonía de aquellos días.
Los ferrocarriles americanos recorrían grandes distancías para llegar a sus destinos. La construcción de vagones de pasajeros con restaurantes y dormitorios se triplicaron por la gran demanda. Pullman Company entregó los primeros vagones con habitaciones o compartimentos parecidos a los de Europa, pero los Pullman contaban también con ventana panorámica, puerta de privacidad, cama individual plegable, lavabo y un pequeño inodoro.
Tras el fin de la guerra, la industria del acero se volvió la mas importante en Estados Unidos, gracias a la gran demanda mundial.
Paulina Baker fue durante 50 años la esposa del muy estimado y famoso hacendado Jonh Baker. A pesar del inmenso amor entre ambos, la vida les negó la posibilidad de ser padres. En el fondo de su corazón, la pena por esta negativa del creador, carcomía su robusto pero al vez delicado cuerpo, su dolor incrementó tras la muerte de su querido esposo, ocurrida cinco años atrás; de no haber sido por la compañía de sus ahíjadas a quienes consideró siempre sus nietas, con seguridad hubiese partido junto a su esposo. Con el semblante triste y cansados a causa de lo precaria de su salud, Paulina Baker se armó de valor para escribir una carta al único familiar que podía confiarle el bienestar de su ahijada/nieta y sus pequeños bisnietos quienes inesperadamente habían quedado huérfanos luego que un lamentable pero extraño accidente les arrebatara la vida a sus padres.
Querido Terry:
Sé que tú tiempo vale y quizás no lo perderás leyendo esta carta, imagino lo ocupado que estas en tus negocios y el manejo de tú hacienda, sin embargo no tengo a quién más acudir.
Antes que nada quiero que sepas que el día que te conocí, durante nuestra visita a la casa de tus padres la cual se encuentra en las afueras de Nueva York en donde nos olvidabamos un poco de la aflicción que embargaba nuestra almas por aquellos años, me impresioné tanto por el parecido entre tu tío John y tú .
Si buscas entre tus memorias, es problable que recuerdes que en esa ocasión te mostré unas fotografías de mis nietas… bueno, en realidad son mis ahijadas, hijas de un joven matrimonio el cual tu tio y yo recibimos y protegimos como los hijos que jamás tuvimos.
Si hay algo que tengo muy fresco en mi memoria, es el hecho que tú, al igual que tu tio, no eres de los que se impresionan fácilmente, sin embargo, en aquella ocasión me pediste una de las fotografías. Cuando te pregunté por que la querias, me respondiste entre otras cosas, que la chica del retrato, era la mas bella que jamás habias conocido en tu corta vida, que sus ojos parecían dos relucientes esmeraldas, también recuerdo que me preguntaste su nombre ¿lo recuerdas?.
Bien, quiero que sepas que desde niñas, Annabella y Candice estuvieron siempre cerca de nosotros, y al morir sus padres, nos hicimos cargo de ellas, ambas se mudaron a nuestra casa; como te lo mencioné anteriormente, tu tío John y yo las consideramos nuestras nietas y asi se los hicimos sentir siempre.
Candy es una mujer hermosa, de gran personalidad, muy conocida en nuestro entorno por su bondad y generosidad, un poco orgullosa pero de un gran corazón y nadie dudaria que al morir, yo le dejaré mi fortuna.
Otra de las cosas que debes saber, es que mi amada nieta Candy acaba de sufrir un duro golpe al perder a su hermana Annie y su esposo Archibald en un lamentable accidente, dejando de esta manera a sus 3 pequeños hijos huérfanos. Dayana de 8 años, Jimmy de 5 y la pequeña Nancy de 3 años, quedaron bajo la tutela de Candy.
Te preguntaras ¿por qué te cuento todo esto?, querido Terrence, me queda poco tiempo de vida y tal vez cuando recibas esta carta yo ya este reposando en la cripta familiar junto a mi querido John, y es probable que mi notario y abogado el señor Wyne, ya debe haberte dado la noticia que eres mi heredero universal y que, a pesar de amar a mi nieta Candice, no le he dejado absolutamente nada.......
Continuara]