LAS AMAZONAS DE TERRY.FAN FIC LA HEREDERA CAPITULO 2 SEGUNDA PARTE . POR CICI GRANDCHESTER

Buenas noches !! Les compato el Capitulo 2 Segunda Parte de "La Heredera" , gracias por leer !!

LA HEREDERA.

By Cici Grandchester

Capitulo 2  
Segunda Parte

Chicago.

Michael estaba que no le calentaba ni el sol! Furioso por no haber hecho nada para evitar que Candy viajará con el despreciable de Neil Leagan a New Orleans a buscar a sus sobrinos.

Michael tuvo que quedarse en Chicago para recibir los documentos que tenía ya en sus manos y que confirmaban sus sospechas  sobre Leagan. Para Michael, la muerte de Paulina fue una sorpresa, sabía que ella estaba enferma pero no a tal grado de morir tan pronto.

Ahora que  sabía ya las circunstancias de su muerte, estaba decidido a abrirle los ojos a Candy y evitar que se casara con un potencial asesino, asi esperaba ansioso que volviera la chica que amaba en silencio el doctor Wyne.


New Orleans, Luisiana.


Candy no tuvo mucho tiempo de llorar a su querida abuela Paulina, ya que sus sobrinos esperaban por ella junto a su institutriz Karen Kleiss en la casa que fuera de su hermana Annie y su esposo Archibald quienes habían fallecido unas semanas antes. La joven rubia estaba sumida en la tristeza al perder tres de sus seres tan queridos en tan poco tiempo, no tenía idea que habría sido de ella sin la ayuda de Niel quién como siempre fue su apoyo aunque despues de la lectura del testamento lo notaba algo raro.


Frunció el ceño al darse cuenta que Niel solo había comprado boletos de regreso a Chicago para ella, los niños y la institutriz.

--Antes de que digas algo mi amor -- comenzó a decir Niel al ver la mirada ceñuda de ella -- recuerda que ayer quedamos que mientras tu regresas e instalas a los niños en tu casa de Chicago yo venderé la casa de los Cornwall  y regresaré a Chicago en cuanto cierre en trato.

--Disculpa mi olvido, son tantas cosas en mi cabeza y tanta tristeza en mi corazón que hasta recordar duele, lo único que me ayuda a seguir adelante son mis sobrinos -- limpió las lágrimas que corrieron por sus mejillas --la verdad no sé que habría sido de mi sin tu ayuda, realmente valoro todo lo que has hecho y sigues haciendo por mi -- embozó una sonrisa triste --muchas gracias Niel -- culminó irrumpiendo en llanto.

Niel la abrazó diciendo: --esta bien amor, aqui estoy y estaré siempre que me necesites, estaremos un tiempo separados pero nos reuniremos para seguir con nuestros planes de boda en unos meses, a pesar de que tú tia no te heredó, tenemos que esperar a que contactes al albacea de la herencia y ver los terminos en que tendrás los depósitos que la señora Paulina dijo se harían a tú nombre para que continuaras con tu vida en lo que pensabas que era lo mejor para ti y los niños, quizás, para cuando regrese ya tendrás todos los términos -- concluyó acercándose a ella para besarle los labios, pero como siempre solía hacerlo, Candy giró su rostro ofreciendo su mejilla

Después de unos minutos esperando en la estación de tren, finalmente, Niel  se despidió de Candy, los niños y la institutriz luego que abordaron el tren con destino a Texas en donde transbordarían  otro que los llevaría a Chicago.

--¡Maldición! —masculló Niel con rabia —tanto trabajo para nada maldita Paulina, malditos Cornwall, ojalá estén ardiendo en el infierno -- apretó la mandíbula al recordar el golpe bajo que sufrió durante la lectura del testamento de la vieja Paulina y luego el tiro de gracia que recibió al llegar a New Orleans y encontrar aquellos malditos documentos en donde decía claramente que aquella condenada vieja era la heredera Universal de todos los bienes de los Cornwall dejándolo a él literalmente con una mano por delante y la otra por detrás a la espera que el albacea de aquella maldita bruja, fuera un viejo decrépito a quien él pudiera quitar del camino con la misma facilidad con que lo habia hecho con los demás.

-- Ni hablar, haré lo que sea por cumplir mi meta.


Continuará....

Ojalá que entre el doctor y el albacea agarren a piñazo al miserable        de Niel, pobre Tía Paulina.

Las cosas se pondrán buenas.