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LA VIDA EN ROSA.
EVOCACIONES.
CAPITULO 2, PARTE FINAL.
POR: LADY FLOWERS
.EVOCACIONES.
CAPITULO 2, PARTE FINAL.
POR: LADY FLOWERS
Mi estómago ruge, de hambre, ahora que lo pienso fue poco lo que pude desayunar está mañana; buscamos un puesto de comida en su mayoría eran puestos que ofrecían platos que estában inspirados en el festival, nos decidimos por un pequeño puesto cuyo menú iba de ensalada de salmón ahumado, con encurtidos, pollo frito, bolas de arroz, salmón con cebolleta y ramitas de menta, arroz púrpura en salsa de soya con wasabi, un lindo mantel de cuadros rojos y blancos cubría la mesa de madera rústica, en el centro un bonsái de un árbol de cerezo hecho con papel de seda, Terry pidió una ensalada de pechuga de pollo, bolitas de arroz, y ensalada de pepino para mí, varias personas se acercan a Terry pidiendo que firme su libro al dejarnos solos le pregunto si se siente bien me responde que si él me pregunta si soy feliz le respondo que soy muy feliz, que junto a él no existe nube sobre el mar, ni noche de pesar, ni pena que llorar, me sonríe con ternura y me dice que desde que estamos juntos me he vuelto toda una poetisa.
Annie me entrega un periódico donde reseñan la expulsión del actor Terrece Graham de la Compañía de Teatro Stranfort, Terry había renunciado a su carrera de actor, después de haber luchado tan duro por encontrar su camino, Terrece amor mío, me siento tan culpable, cuánto dolor estarás sintiendo en ese momento, prometí a Susana no volver a buscarlo debo cumplir mi promesa. Donde quiera que se encuentre deseo que esté bien.
No alcanzo imaginar cómo habría sido mi vida lejos de él, sin el apoyo de mis madres de Albert, Annie, Tom, Archie, Patty, Jimmy, todos los niños de hospicio agradezco infinitamente a Dios por tenerlos a ellos en mi vida, cada consejo, cada palabra de apoyo.
Ver a Terry en Rockstown, Alcoholizado en ese mugriento teatro ambulante fue una auténtica agonía para mí, verlo así hecho una piltrafa humana pagando una culpa ajena siendo inocente, verlo y no poder hablarle ,verlo y no poder tocarlo, nuevamente me aleje de él, nuevamente le falle otra vez mi promesa a Susana Marlowe pesaba más que mi amor por él. Mi amado había dejado de ser el adolescente, bromista, egocéntrico, arrogante, para convertirse en un hombre quebrado, vencido, derrotado.
No alcanzo a probar un bocado extrañamente me siento indispuesta, solo tomo pequeños sorbos de agua de cereza mientras juego con la comida no le digo a Terry lo que me pasa no quiero preocuparlo.
--¿Crees que papá Albert pueda venir a la conferencia? -- preguntó con burla mientras engullía su ensalada de pollo.
-- No lo creo -- le respondi…es un hombre muy ocupado -- no arruinaría la sorpresa que le tenía Albert en el interior del recinto.
--¿Un hombre muy ocupado o muy cobarde que le tiene miedo a su esposa?.
--¡Terry basta!... claro que no, Kelly es una persona muy cariñosa es la mejor esposa que pudo haber escogido Albert y recuerda que te dije que estaba en Oregón por negocio -- ríe con gozo solo para incordiarme.
sigo jugando con mi comida, mi mano izquierda permanece sobre la mesa, el acerca su mano a la mía y roza mis dedos, toda mi piel se eriza ante ese ligero toque, él se da cuenta y lo disfruta, siento como poco a poco la temperatura de mi cuerpo aumenta, me sonrojo al recordar las últimas horas de intimidad compartida con él.
--Te sonrojaste pecosa.
-- Claro que no, hace calor, nunca vas a dejar de decirme pecosa verdad?
-- Jamás pecosa.
Como si tuviese vida propia de mis labios sale en un susurro la palabra perdón, levanto la mirada mis ojos se cristalizan.
--¿Perdón?...¿perdón porqué pecosa?.
--Por no haber luchado por ti, por nuestro amor, perdón Terry por renunciar a ti tan fácilmente.
-- Yo también renuncie a ti pecosa mía, por cobardía, por lo que sea, también renuncie a ti perdón pecosa --dijo Terry.
En la que sin saber fue la última visita que Albert y yo hicimos a Lakewood nos dimos la oportunidad y el permiso de perdonarnos por la muerte de Anthony ambos cargábamos con una culpa autoimpuesta durante mucho tiempo, ni Albert ni yo fuimos responsable de su muerte ambos lo amábamos, era su hora, era su momento de morir, por mucho que lo amaramos igual tendría que partir, una vez más recibo el consuelo de mi amigo, ¿tendría que decir padre?...en ese momento me lleno de valentía para afrontar los años por venir Anthony, Terry mis dos amores perdidos siempre tendré recuerdos hermosos de ambos en mi memoria. Aunque mi corazón no había sanado del todo estaba dispuesta a darme otra oportunidad, ya no era una chiquilla era una mujer adulta, meses después me enteraría de la muerte de Susana.
365 días después de habernos reencontrado finalmente nos perdónarnos, si nuestra separación ayudo que Terry se convirtiera en el hombre que es hoy entonces no fueron años perdidos.
Cierro mis ojos y una vez más permito que mis recuerdos me lleven a la tarde en que Terry se presentó al Hogar de Pony, después de diez años. Al principio creí que se trataba de una especie de alucinación, ya que hacía a penas unas horas había recibido su misiva en donde me dejaba claro que nada había cambiado en él. En ese momento, mis piernas adquirieron vida propia y como una pequeña niña comencé a correr colina abajo.
El Señor Nagita viene en busca de Terry, el pobre hombre luce sudoroso y respira con dificultad, siento pena por él le informa a Terry que los organizadores de la conferencia por su Best Seller LA VIDA EN ROSA lo necesitan en el recinto, Mientras nos levantamos de la mesa Terry se da cuenta que no probé bocado, le digo que no se preocupe que después comeré algo que la prioridad en ese momento es el evento.
Terry no quiso esperar más, 10 años separados fueron más que suficiente y lo único que deseaba es estar conmigo y compartir triunfos, derrotas y todo lo que la vida tenga para ofrecernos más adelanté tomados de la mano, recuerdo el momento cuando entre a la Iglesia del Hogar de Pony del brazo de Albert y al finalizar la ceremonia caminó del brazo de mi amado justo como lo hacemos ahora. Ante el recinto del teatro una larga fila de personas están a la espera del autor del libro, una de ellas es Katty y su pareja, que al hacer contacto visual conmigo sonríe al ver a mi lado al causante de los celos de su novio, hace una señal de aprobación con el dedo pulgar, me aferró con más fuerza del brazo de Terry, el orgullo que siento por él no cabe en mi pecho, al terminar de subir las escaleras las puertas del auditorio se abran de par en par.
Annie me entrega un periódico donde reseñan la expulsión del actor Terrece Graham de la Compañía de Teatro Stranfort, Terry había renunciado a su carrera de actor, después de haber luchado tan duro por encontrar su camino, Terrece amor mío, me siento tan culpable, cuánto dolor estarás sintiendo en ese momento, prometí a Susana no volver a buscarlo debo cumplir mi promesa. Donde quiera que se encuentre deseo que esté bien.
No alcanzo imaginar cómo habría sido mi vida lejos de él, sin el apoyo de mis madres de Albert, Annie, Tom, Archie, Patty, Jimmy, todos los niños de hospicio agradezco infinitamente a Dios por tenerlos a ellos en mi vida, cada consejo, cada palabra de apoyo.
Ver a Terry en Rockstown, Alcoholizado en ese mugriento teatro ambulante fue una auténtica agonía para mí, verlo así hecho una piltrafa humana pagando una culpa ajena siendo inocente, verlo y no poder hablarle ,verlo y no poder tocarlo, nuevamente me aleje de él, nuevamente le falle otra vez mi promesa a Susana Marlowe pesaba más que mi amor por él. Mi amado había dejado de ser el adolescente, bromista, egocéntrico, arrogante, para convertirse en un hombre quebrado, vencido, derrotado.
No alcanzo a probar un bocado extrañamente me siento indispuesta, solo tomo pequeños sorbos de agua de cereza mientras juego con la comida no le digo a Terry lo que me pasa no quiero preocuparlo.
--¿Crees que papá Albert pueda venir a la conferencia? -- preguntó con burla mientras engullía su ensalada de pollo.
-- No lo creo -- le respondi…es un hombre muy ocupado -- no arruinaría la sorpresa que le tenía Albert en el interior del recinto.
--¿Un hombre muy ocupado o muy cobarde que le tiene miedo a su esposa?.
--¡Terry basta!... claro que no, Kelly es una persona muy cariñosa es la mejor esposa que pudo haber escogido Albert y recuerda que te dije que estaba en Oregón por negocio -- ríe con gozo solo para incordiarme.
sigo jugando con mi comida, mi mano izquierda permanece sobre la mesa, el acerca su mano a la mía y roza mis dedos, toda mi piel se eriza ante ese ligero toque, él se da cuenta y lo disfruta, siento como poco a poco la temperatura de mi cuerpo aumenta, me sonrojo al recordar las últimas horas de intimidad compartida con él.
--Te sonrojaste pecosa.
-- Claro que no, hace calor, nunca vas a dejar de decirme pecosa verdad?
-- Jamás pecosa.
Como si tuviese vida propia de mis labios sale en un susurro la palabra perdón, levanto la mirada mis ojos se cristalizan.
--¿Perdón?...¿perdón porqué pecosa?.
--Por no haber luchado por ti, por nuestro amor, perdón Terry por renunciar a ti tan fácilmente.
-- Yo también renuncie a ti pecosa mía, por cobardía, por lo que sea, también renuncie a ti perdón pecosa --dijo Terry.
En la que sin saber fue la última visita que Albert y yo hicimos a Lakewood nos dimos la oportunidad y el permiso de perdonarnos por la muerte de Anthony ambos cargábamos con una culpa autoimpuesta durante mucho tiempo, ni Albert ni yo fuimos responsable de su muerte ambos lo amábamos, era su hora, era su momento de morir, por mucho que lo amaramos igual tendría que partir, una vez más recibo el consuelo de mi amigo, ¿tendría que decir padre?...en ese momento me lleno de valentía para afrontar los años por venir Anthony, Terry mis dos amores perdidos siempre tendré recuerdos hermosos de ambos en mi memoria. Aunque mi corazón no había sanado del todo estaba dispuesta a darme otra oportunidad, ya no era una chiquilla era una mujer adulta, meses después me enteraría de la muerte de Susana.
365 días después de habernos reencontrado finalmente nos perdónarnos, si nuestra separación ayudo que Terry se convirtiera en el hombre que es hoy entonces no fueron años perdidos.
Cierro mis ojos y una vez más permito que mis recuerdos me lleven a la tarde en que Terry se presentó al Hogar de Pony, después de diez años. Al principio creí que se trataba de una especie de alucinación, ya que hacía a penas unas horas había recibido su misiva en donde me dejaba claro que nada había cambiado en él. En ese momento, mis piernas adquirieron vida propia y como una pequeña niña comencé a correr colina abajo.
El Señor Nagita viene en busca de Terry, el pobre hombre luce sudoroso y respira con dificultad, siento pena por él le informa a Terry que los organizadores de la conferencia por su Best Seller LA VIDA EN ROSA lo necesitan en el recinto, Mientras nos levantamos de la mesa Terry se da cuenta que no probé bocado, le digo que no se preocupe que después comeré algo que la prioridad en ese momento es el evento.
Terry no quiso esperar más, 10 años separados fueron más que suficiente y lo único que deseaba es estar conmigo y compartir triunfos, derrotas y todo lo que la vida tenga para ofrecernos más adelanté tomados de la mano, recuerdo el momento cuando entre a la Iglesia del Hogar de Pony del brazo de Albert y al finalizar la ceremonia caminó del brazo de mi amado justo como lo hacemos ahora. Ante el recinto del teatro una larga fila de personas están a la espera del autor del libro, una de ellas es Katty y su pareja, que al hacer contacto visual conmigo sonríe al ver a mi lado al causante de los celos de su novio, hace una señal de aprobación con el dedo pulgar, me aferró con más fuerza del brazo de Terry, el orgullo que siento por él no cabe en mi pecho, al terminar de subir las escaleras las puertas del auditorio se abran de par en par.
Gracias por leer.