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CAPITULO 5.
>>POV Terry
—¿Quieres explorar lo descocido?
—No me asustas Grandchester ¡Adelante exploremos! —Esta mujer es única, no se intimida ni amilana con nada, no es una florecilla desvalida, en un perfecto torbellino que logra hacer cada cosa más interesante, así que decido llevarla a dar un paseo por la playa. Habíamos pasado todo el día juntos y por este instante quería que estuviéramos a solas.
¿Cómo imaginar que montar en bicicletas podía ser algo tan romántico? Somos dos locos disfrutando en un mundo soñado. Puedo sentir todo; desde el viento sobre nuestros rostros, quien como celoso de nuestras risas, se afana en provocar un potente sonido en complicidad con las olas.
Hablando de las olas, estas rompen en el malecón marcando su sonido de forma similar al ritmo de las oleadas de felicidad en nuestros corazones.
Otra vez puedo ver su pelo ondear y emitir pequeños destellos de luz, pero ahora confundiéndose con los rayos amarillos, naranja y rojos que colorean las nubes… podría vivir sin el sol, pero jamás sin el calor que me trasmite toda ella, estoy perdido, lo sé.
Escucho su risa mezclada con zumbar del viento en mis oídos, verla echar su cabeza hacia atrás riendo en una sonora carcajada me embriagaba más que cualquier licor.
Ver sus intentos de acrobacia me asustan, pero de inmediato recuerdo que ella es un alma aventurera, domar a esta fiera protectora que llevo dentro es algo que necesito hacer, por nada en el mundo encadenaría su ser, se convertiría en un ruiseñor enjaulado y si algo me ha dejado claro este día, es que sin el canto de la risa de Candice no quiero vivir.
Mantener mi biciclo tan solo un poco detrás del de ella, me permite cuidarla y disfrutarla sintiendo como es feliz y libre. Estoy dispuesto a hacer un pacto egoísta con el sol y el viento… mientras ellos la hagan feliz yo les permitiré tocarla.
—¡Que hermoso! —grita Candice al ver cómo las olas se elevan al contacto con las rocas, las gotas gruesas caen contra la gravedad, mojándola y danza con las mismas, me deleitó ante esa imagen pura... una imagen que quiero resguardar para siempre.
A estas alturas, mi corazón se estremece ante la idea de que esté día acabe, y me toque separarme de ella.
Llegamos al final del muelle, me pide ahora caminar por la playa… mi sonrisa de lado le da la respuesta que busca y su sonrisa se hace más grande y plena; hincándome con una rodilla frente a ella y tomando la tradicional postura romántica la asusté, pude verlo en sus ojos.
—Ven, dame tu pie —Le pedí tomando su pantorrilla de manera suave, para ayudarla a desamarrar y quitarse las sandalias y rio de buena gana ante mi traviesa broma.
—¡Jajaja, no asustes así a una mujer que recién conoces! —Bramo de forma alegre y esplendorosa al aire —Estuve a punto de pensar que me había equivocado y tan solo eres un desquiciado.
—Quizás si debas, no descartes esa idea aún… capaz y sí termines pensándolo al final del día.
Tomé las sandalias junto a mis propios zapatos con una mano y le hice un gesto caballeroso para iniciar descalzos el paseo.
—¡Me encanta la brisa marina! –Decía casi en un grito para competir con el fuerte sonido del mar al fondo, que ilusas las olas intentando ocultar su voz para opacar la alegría de mi corazón al escucharla —No tengo la oportunidad de disfrutar de estos momentos.
—¿En serio?
—No es que el trabajo sea lo que me absorba por completo, pero estar así... Es mágico y celestial —Abro los ojos y me embargo con su presencia.
Imagino que yo reía como tonto al verla girar con los brazos abiertos y de cara al cielo, la brisa jugando con su falda y alborotando sus cabellos, tenía las mejillas tan sonrojadas que junto a sus pecas provocaron que mi pecho se inflara por completo, contuve el aliento y en una gran exhalación llegó una certeza a mi alma... esto es el paraíso.
Así como quedaron abandonadas las bicicletas a mitad del paseo, nuestros zapatos quedaron en algún lugar de la arena. El correr tras ella en la playa me llenaba los pulmones de magia, atraparla por la cintura desde atrás para elevarla y girar con ella, me hizo pensar que nunca más la dejaría escapar o alejarse de mi ¡Debo estar volviéndome loco de tanta felicidad! Porque no recuerdo haberla tenido así en ninguna otra ocasión, al menos no en esta vida.
—¡No le alcanzas, aristócrata engreído!
—¡Eso es lo que tú crees, turista con pecas! —Ella sigue corriendo aun cuando la arena nos impide ir a la velocidad que queremos, aun así, esto es estar como en el mismo paraíso.
Nos tumbamos en la orilla ya con los pies fríos, pero con el pecho ardiendo de tantos sentimientos. La atrapó debajo de mi cuerpo, con mis manos sujetándole las suyas, ambos tenemos nuestras pulseras juntas con nuestras manos estrechadas, nuestros corazones agitados necesitaban calmarse un poco… pero no sería cosa fácil para mi teniéndola tan cerca…
Permanecemos allí un rato viendo pasar las nubes, sus abstractas formas nos hacen reír y discutir divertidamente hasta que, tratando de golpearme por mis absurdos comentarios, me rosó la piel de los brazos y ya no pude contenerme; me giré acercándome a ella para ver su rostro y sus rizos aleonados esparcido en la arena, sus mejillas bronceadas y los labios humedecidos fueron mi perdición… la besé.
Por largo rato no tuve ningún otro pensamiento, solo sé que mientras que estoy a su lado estoy disfrutando del cielo aquí en la tierra. No sé cuánto tiempo le dediqué a adorar sus labios, a beberme su aliento a respirar su cabello y esconder mi nariz entre su cuello aspirando su aroma a rosas, a mar, a cielo… así quiero quedarme para siempre.
—Terry... —Pronuncia con voz ronca y rostro sonrojado.
—Pecosa... —Digo a un hilo de voz, la luz del atardecer la hace verse tan bella, rozo mi nariz con la suya, sacándole un jadeo que hizo que mi hombría se inflamara... pero tengo que mantener el control —Es hora de llevarte a la mejor parte del festival de Beltane.
—¿En serio? —Dice mientras se relame los labios —¿y cuál es esa parte ?
—La danza del fuego —Y no sé si fue el nombre o el hecho que la incitaba a otro acto loco del día de hoy, pero me sonrió con malicia y de ahí me guíe para invitarla a seguir a mi lado.
Continuará...
Última edición por Oddalys Mendoza el Dom Mayo 02, 2021 9:29 pm, editado 1 vez