Parte 5 aquí" R E V E N G E "
Las reliquias del pasado guardan secretos escritos en oro, tierra y sangre.
PARTE VI
Cuando se presenta en la mansión de los Leagan le hacen pasar al salón donde se encuentra la señora, Elroy puede percibir claramente la preocupación en su rostro
-Buenas tardes Sara
-Tía... qué sorpresa ¿Qué la trae por aquí?
-Vengo porque me he enterado de lo último y he tomado una decisión importante
-¿A qué se refiere tía?
-Me parece que toda ésta situación que tiene que ver con Candy se está saliendo de control y los rumores han llegado ya demasiado lejos
-Tía Elroy ¿Qué es lo que quiere decir claramente?
Inquiere un poco molesta la señora Leagan; sí, le disgusta las insinuaciones que hace Elroy, mucho más le fastidia saber que hay rumores en los cuales está ella involucrada
-He decidido que llevaré conmigo a Candy y la voy a instruir
-Tía Elroy ¿Por qué dice eso? ¿He hecho algo mal? Lo de Neil ha sido sólo un incidente, aún estoy investigando las cosas
-Creo que es lo mejor para todos, la situación con Candy y todo lo que le pasa aquí ya se está comentando en las familias de la alta sociedad, si no se hace algo será una mancha para el apellido, puede perjudicar a los negocios de la familia, incluso puede que por causa de ello Eliza no pueda tener un matrimonio conveniente
-Pero tía...
-No hay más que decir Sara, tú tienes que instruir a tus dos hijos y yo me puedo encargar perfectamente de ella
-Pero señora, usted está también a cargo de Anthony, Stear y Archy
Le contestó como queriendo hacerle ver que ya tiene bastante trabajo con ellos tres y que no era necesario que se tomase tantas molestias
-¿A caso te estás negando a mi propuesta Sara Leagan?
La señora la observa por unos segundos en los cuales su rostro se ensombreció del disgusto, aunque ella esté incómoda por su propuesta, es más que evidente que no tiene otra opción que aceptar si no desea que el apellido de la familia tenga una mancha, y por sobre todo está el respeto del linaje
-Perdóneme tía, tiene toda la razón. Todavía tengo mucho que aprender... espero tener ese honor de su parte pronto
-Eso está mejor. Ahora por favor avisa a Candy
-Enseguida tía
La señora hace sonar la campana para llamar a la mucama, cuando ésta aparece le indica que busque a la niña y la traiga con ellas. Candy se sorprende de tal petición cuando está en medio de una clase, pero decide ir a ver para qué la necesitan. Eliza por su parte desea que sean malas noticias para Candy y que finalmente la echen de la casa.
-Disculpe señora Leagan ¿Me mandó a llamar?
-Así es Candy. Te mandé a llamar a petición de la tía abuela. Recoge tus cosas
-Lo siento señora, no entiendo ¿Por qué debo recoger mis cosas? ¿Está descontenta con mi trabajo?
Sara cierra su puño por el disgusto y el parpado derecho le tiembla inevitablemente; no le queda más remedio que pronunciar a regañadientes, antes de que esa niña diga algo inapropiado
-No es eso, de ahora en adelante estarás con la familia Andrew, ellos se encargarán de ti
-Así es, he decidido tomarte bajo mi tutela Candy, así que recoge tus cosas que nos marchamos inmediatamente.
-Entiendo señora. Lo haré como usted dice
La joven hace una reverencia y abandona la estancia tras el gesto de desprecio por parte de Sara. No puede evitar sentir curiosidad y temor a la vez >>"¿Qué tal si la señora me trate peor? No entiendo por qué ahora quieren llevarme a otra casa... pero tal vez sea lo más adecuado, por fin saldré de aquí y ya no estaré bajo la sombra de Eliza... sí, eso es. ¡Ésto es lo mejor!"<<
Se anima la joven mientras mete en una pequeña maleta blanca las cuatro prendas de su pertenencia. Cuando llegó a su nueva residencia, Anthony, Stear y Archy estaban esperando a la entrada principal, lucían elegantes y sonrientes; era innegable que estaban muy felices de tenerla con ellos finalmente.
La señora Elroy observa detenidamente a la joven, en todo el camino no había proferido palabra alguna, sino que se dedicó a observar el paisaje; cuando los chicos la saludaron muy joviales, ella se mostró tímida y nerviosa, pero su agradecimiento era sincero, de eso no le cabía la menor duda.
Una vez entraron a la mansión, la señora le pidió a la mucama que le sirviera té y galletas en su salón; cuando dejaron el servicio finalmente la voz de la tía se escuchó decir
-Muy bien Candy, ahora empiezas una nueva vida como mi protegida, te enseñaré a ser una buena dama. Aprenderás a comportarte en sociedad, sobre etiqueta y cultivarás el talento de la música y la pintura. Eres bella, y estoy seguro que cuando tengas la edad adecuada encontraré a un hombre que sea conveniente para que te cases con él y tengas tu propia familia.
Cuando Anthony escuchó que le buscaría un hombre para casarla casi se ahoga con el té. Stear le da palmadas en la espalda para ayudarle a calmar su ataque de tos, mientras que Archy se ríe por lo irónico de la situación. Pues sabía perfectamente que él tiene sentimientos por la jovencita, ella sólo lo observa de refilón y se sorprende por su reacción, pero continúa concentrada en la conversación con la tía
-Lo entiendo señora y le aseguro que haré mi mejor esfuerzo
-Muy bien, buena chica.
Asiente complacida por la respuesta de la joven, es verdad que parece mucho más sensata y madura para la edad que aparenta. Acto seguido observa a su querido sobrino para decirle
-¿Ya estás mejor Anthony? Debes de comer más despacio, por favor no seas glotón
-S... sí, lo siento tía, ya estoy bien
-Muy bien... ahora, acompáñame Candy. Te mostraré cuál será tu habitación.
-Sí señora
Los chicos se ponen en pie a la vez que lo hacen ellas, y aunque les hubiese gustado poder seguirles deben permanecer en su sitio ya que la tía no los había invitado. Subieron pues los escalones y fueron por el pasillo de la izquierda, entonces Elroy abrió la tercera puerta.
La habitación era mucho más amplia a comparación en la que estuvo en casa de los Leagan; una hermosa cama con dosel blanco, un tocador con tres espejos y su taburete. Un diván cerca de la ventana y sobre la mesa había flores frescas; es entonces que ven cómo se cierra la puerta de un armario y se deja ver la figura de Dorothy.
-Muy bien Candy, ésta será tu recamará de ahora en adelante mientras estemos aquí. Dorothy será tu mucama personal, te ayudará en todo, se encargará de vestirte adecuadamente para cada ocasión y puedes pedirle lo que necesites.
También continuarás las clases con un tutor que te enseñará sobre etiqueta y arte, por las tardes tomarás el té conmigo y veremos tus avances. Ahora te dejaré un momento para que puedas terminar de instalarte, a las siete deberás presentarte el salón para la cena. Dorothy prepárale un atuendo adecuado
-Sí señora, haré como me ordena
-Muy bien, eso es todo. Recuerda Candy, te espero a las siete, no vayas a ser impuntual
-Sí señora... y muchas gracias por ésta oportunidad.
Le agradece la joven y ella sólo hace un asentimiento de cabeza como aprobación, segundos después abandona la estancia. Candy suelta un suspiro de alivio y observa nuevamente la recamara admirada por su belleza y a la vez por el nuevo cambio en su vida; desconocía exactamente cómo su abuela fue a parar con esa familia y por qué mantenía tanto recelo en usar ese apellido, pero ahora que había logrado ponerse bajo la protección de los Andrew no dejaría pasar la oportunidad de usar ese apellido para vengarse de su familia, todos aquellos que le habían hecho daño en su anterior vida se arrepentirán de todas y cada una de las lágrimas de Candy y Rosa. Es entonces que se percata que la mucama la está observando y le sonríe afablemente
-¿Sucede algo Dorothy?
-No... sólo me alegro mucho por usted señorita, la vida finalmente la está compensando por tanto dolor de los días pasados
-¿Eso crees?
-Sin duda alguna... es una bendición para usted que la señora Elroy se haya decidido en tomarla como su protegida
-Pues todavía no es lo suficiente
Murmuró suavemente la rubia, pues sabía que aún no basta con eso para ser fuerte y poder aplastar a sus enemigos.