Hola, qué pasaría en una reunión de amigas en un bar.... tal vez... algo así
El tóxico
-¡Vamos! Si te subes tu, yo también lo hago; es más...TODAS LO HACEMOS
Karen animaba a sus amigas a subirse al toro mecánico que instalado en un rincón aquel bar, exalaba sacando humo falso del hocico y luces rojas y blancas parpadeantes lo iluminaban y sus ojos también brillaban al escucharse el falso bramido en los altoparlantes.
Annie, Candy, Patty, Sussy, Eliza y Karen se habían reunido como cada mes a pasar una noche de chicas. Esta vez, tocó un bar y entre shots y anécdotas y risas se ponían al día.
Pero hoy, también animaban a Susy, quien acabó con su novio después de dos años de relación.
- Anda, Sussy. Sabemos que estás triste, pero piénsalo, eres libre! Te lo advertí - Eliza recalcó - será muy mi hermano, pero... ni yo lo recomendaría para mi peor enemiga... bueno, a lo mejor si.
- Entiendan, estaba saliendo de mi rompimiento con Jhonn y llegó él con sus finos modales... detalles... era tan atento al inicio... y después- resopló - lo único bueno que tiene es el sexo.- Se sonrojó por la indiscreción. - Disculpame, Eliza.
Ninguna escuchó sus disculpas, las sonoras carcajadas no permitieron que alguna la escucharan. Mientras se calmaron un poco, Candy limpiaba los anteojos de Patty, ya que al reir, el trago salió disparado en dirección de ella.
- Vamos Sussy, - Candy tomó la palabra. - estamos aquí para divertirnos y para ayudarte a dar la vuelta a la página. Así que ¡ SALUD !
- Si, SALUD!!!- gritaron a coro.
- Además, al menos te tocó un buen amante, yo no tuve suerte con Charlie.- Confesó Annie
-¿¡Cómo!? Si es tan alto , guapo y fornido, tiene a varias chicas detrás de él, incluyéndome; ¡No me digas eso! - Patty intervino.
- Ja! No me digas que tiene apenas un...- comentó Karen mostrando su dedo meñique.
- JAJAJA!! No es eso... les diré: si tiene buen tamaño, pero... no sabe cómo usarlo. - bajando un poco la voz continuó. - Ya saben, el fué mi primera vez. Yo no sabía casi nada por mi timidez y por que mi mamá no me dijo nada de nada. Recuerdo que me desnudó entre besos, algunas caricias escuetas, me penetró y al poco rato... todo terminó. Yo creí que eso era todo y no quise preguntar más. Después de un tiempo, me dejó que por que yo era frígida y lo creí. Con él, nunca sentí nada y por lo tanto no lo deseaba.
Tomó un trago para ahogar un sollozo - Hasta que, llegó Archie....- soltó un suspiro emocionada.- para que entiendan la diferencia, con Charlie el sexo es como comerse un bollo sin chiste y con Archie como comerse la más deliciosa tarta con nata montada y fresas.
- WOW!! Ya me dieron ganas de comer torta.- comentó Karen y todas secundaron con asentimiento.
- De seguro Patty quisiera torta de militar.- comentó Eliza burlona.
Patty palideció, sólo dos personas en esa mesa sabían de su fetiche y debilidad; " No sé qué me pasa, pero cuando veo a un hombre vestido de militar; mmmm de inmediato mi glándula de zorra se activa."
Sólo lo confesó a Candy hace tiempo, y le tocó a Eliza ver cómo en una tarde de compras, al cruzarse con unos militares. realmente la chica tímida se transformó en toda una pequeña pervertida.
Pero también Patty sabía un secreto de ella. - Si Eliza, yo de militar y tu una de vaquero.
Eliza casi se atraganta al verse descubierto su romance con Thomas, el dueño de la compañía de lácteos socio de su padre.
- Ya, Ya, dejemos las tortas en paz.- pidió con un ademán Eliza. - Mejor cuéntanos Candy, cómo te fué en tu residencia en el hospital de México.
- Fue toda una experiencia! Cómo se hacen las cirugías, si les falta algún medicamento, recurren a la herbolaria y a su medicina tradicional. No son tan cuadrados como nosotros, cosa que me desesperó y asombró por partes iguales. Aún así me encantará volver algún día.
- Pero vamos, chicas!! Quiero que nos montamos en el tóxico - volvió al tema Karen.- ya desesperada.
- Ve tú, ¿por qué tenemos que ir todas?- preguntó Candy ya que no entendía la insistencia de la morena.
- Mira quién maneja el control. - Todas voltearon... un alto y fornido rubio ojiazul que no dejaba de observar de reojo al grupo de chicas, pero sobre todo, no perdía detalle de Karen.
- Vaya! Así si voy y montó al tóxico!! - se relamió los labios Eliza, ya que estaba vestido con jeans de mezclilla, camisa a cuadros, arremangado, su atuendo incluía una texana, todo un vaquero, como su obsesión.
- No, yo lo vi primero!! - replicó Karen
- Mejor yo, con alguien como él, Neal quedará en el olvido. Con él, será sencillo dar la vuelta a la página. - comentó Susanna ya levantándose de su asiento.
Ok! Quien dure más tiempo montada, le pedirá una cita, de acuerdo? - sugirió Karen.
- De acuerdo! - contestaron Sussy y Eliza.
Pronto, estaban las seis amigas frente al toro, unas sólo animando y las demás listas para montar y así llamar la atención del operador.
La primera es Sussy, quien por más que intentó quedarse en el toro, no duró más que un minuto. Entre carcajadas, la chica se levantó y se encaminó junto a sus amigas para ver como lo hacía Eliza.
Ella, había recibido clases de equitación, pensó que sería fácil por esto; pero, no, a la primera vuelta, salió disparada. Llegó el turno de Karen, que sonrió coqueta al operador, quien le dió con menor velocidad, para que ella durará más que las demás y asi ganarles.
Después de 4 minutos, se paró el toro " dándose por vencido" dando el triunfo a Karen, el guapo operador, le dio la mano para ayudarla y presentarse. " Hola, soy Albert, has donado al tóxico y ganado una bebida conmigo."
Gracias por leer!
El tóxico
-¡Vamos! Si te subes tu, yo también lo hago; es más...TODAS LO HACEMOS
Karen animaba a sus amigas a subirse al toro mecánico que instalado en un rincón aquel bar, exalaba sacando humo falso del hocico y luces rojas y blancas parpadeantes lo iluminaban y sus ojos también brillaban al escucharse el falso bramido en los altoparlantes.
Annie, Candy, Patty, Sussy, Eliza y Karen se habían reunido como cada mes a pasar una noche de chicas. Esta vez, tocó un bar y entre shots y anécdotas y risas se ponían al día.
Pero hoy, también animaban a Susy, quien acabó con su novio después de dos años de relación.
- Anda, Sussy. Sabemos que estás triste, pero piénsalo, eres libre! Te lo advertí - Eliza recalcó - será muy mi hermano, pero... ni yo lo recomendaría para mi peor enemiga... bueno, a lo mejor si.
- Entiendan, estaba saliendo de mi rompimiento con Jhonn y llegó él con sus finos modales... detalles... era tan atento al inicio... y después- resopló - lo único bueno que tiene es el sexo.- Se sonrojó por la indiscreción. - Disculpame, Eliza.
Ninguna escuchó sus disculpas, las sonoras carcajadas no permitieron que alguna la escucharan. Mientras se calmaron un poco, Candy limpiaba los anteojos de Patty, ya que al reir, el trago salió disparado en dirección de ella.
- Vamos Sussy, - Candy tomó la palabra. - estamos aquí para divertirnos y para ayudarte a dar la vuelta a la página. Así que ¡ SALUD !
- Si, SALUD!!!- gritaron a coro.
- Además, al menos te tocó un buen amante, yo no tuve suerte con Charlie.- Confesó Annie
-¿¡Cómo!? Si es tan alto , guapo y fornido, tiene a varias chicas detrás de él, incluyéndome; ¡No me digas eso! - Patty intervino.
- Ja! No me digas que tiene apenas un...- comentó Karen mostrando su dedo meñique.
- JAJAJA!! No es eso... les diré: si tiene buen tamaño, pero... no sabe cómo usarlo. - bajando un poco la voz continuó. - Ya saben, el fué mi primera vez. Yo no sabía casi nada por mi timidez y por que mi mamá no me dijo nada de nada. Recuerdo que me desnudó entre besos, algunas caricias escuetas, me penetró y al poco rato... todo terminó. Yo creí que eso era todo y no quise preguntar más. Después de un tiempo, me dejó que por que yo era frígida y lo creí. Con él, nunca sentí nada y por lo tanto no lo deseaba.
Tomó un trago para ahogar un sollozo - Hasta que, llegó Archie....- soltó un suspiro emocionada.- para que entiendan la diferencia, con Charlie el sexo es como comerse un bollo sin chiste y con Archie como comerse la más deliciosa tarta con nata montada y fresas.
- WOW!! Ya me dieron ganas de comer torta.- comentó Karen y todas secundaron con asentimiento.
- De seguro Patty quisiera torta de militar.- comentó Eliza burlona.
Patty palideció, sólo dos personas en esa mesa sabían de su fetiche y debilidad; " No sé qué me pasa, pero cuando veo a un hombre vestido de militar; mmmm de inmediato mi glándula de zorra se activa."
Sólo lo confesó a Candy hace tiempo, y le tocó a Eliza ver cómo en una tarde de compras, al cruzarse con unos militares. realmente la chica tímida se transformó en toda una pequeña pervertida.
Pero también Patty sabía un secreto de ella. - Si Eliza, yo de militar y tu una de vaquero.
Eliza casi se atraganta al verse descubierto su romance con Thomas, el dueño de la compañía de lácteos socio de su padre.
- Ya, Ya, dejemos las tortas en paz.- pidió con un ademán Eliza. - Mejor cuéntanos Candy, cómo te fué en tu residencia en el hospital de México.
- Fue toda una experiencia! Cómo se hacen las cirugías, si les falta algún medicamento, recurren a la herbolaria y a su medicina tradicional. No son tan cuadrados como nosotros, cosa que me desesperó y asombró por partes iguales. Aún así me encantará volver algún día.
- Pero vamos, chicas!! Quiero que nos montamos en el tóxico - volvió al tema Karen.- ya desesperada.
- Ve tú, ¿por qué tenemos que ir todas?- preguntó Candy ya que no entendía la insistencia de la morena.
- Mira quién maneja el control. - Todas voltearon... un alto y fornido rubio ojiazul que no dejaba de observar de reojo al grupo de chicas, pero sobre todo, no perdía detalle de Karen.
- Vaya! Así si voy y montó al tóxico!! - se relamió los labios Eliza, ya que estaba vestido con jeans de mezclilla, camisa a cuadros, arremangado, su atuendo incluía una texana, todo un vaquero, como su obsesión.
- No, yo lo vi primero!! - replicó Karen
- Mejor yo, con alguien como él, Neal quedará en el olvido. Con él, será sencillo dar la vuelta a la página. - comentó Susanna ya levantándose de su asiento.
Ok! Quien dure más tiempo montada, le pedirá una cita, de acuerdo? - sugirió Karen.
- De acuerdo! - contestaron Sussy y Eliza.
Pronto, estaban las seis amigas frente al toro, unas sólo animando y las demás listas para montar y así llamar la atención del operador.
La primera es Sussy, quien por más que intentó quedarse en el toro, no duró más que un minuto. Entre carcajadas, la chica se levantó y se encaminó junto a sus amigas para ver como lo hacía Eliza.
Ella, había recibido clases de equitación, pensó que sería fácil por esto; pero, no, a la primera vuelta, salió disparada. Llegó el turno de Karen, que sonrió coqueta al operador, quien le dió con menor velocidad, para que ella durará más que las demás y asi ganarles.
Después de 4 minutos, se paró el toro " dándose por vencido" dando el triunfo a Karen, el guapo operador, le dio la mano para ayudarla y presentarse. " Hola, soy Albert, has donado al tóxico y ganado una bebida conmigo."
Gracias por leer!