Les traigo el segundo capítulo de esta historia.
SECRETOS
Con evidente pesadez abrió los ojos con cansancio, anoche apenas podía dormir entre el llanto, pero en algún momento el cansancio pudo con ella llevandola al otro plano. Mentiría si dijera que logro dormir bien, su mente le jugo mal recordándole las palabras secas y duras que le dijo el hombre que amaba entre sueños.
Deseando una vez más que todo fuese una horrible pesadilla se sento en la cama con el arder en los ojos de haber llorado tanto, la cabeza le dolía y su boca tenía mal sabor, caminó algo torpe al baño y se miró al espejo, la mirada apagada, los ojos hinchados y rojos, el maquillaje corrido y la misma ropa de ayer desordenada, en realidad solo se dedicó a llegar a su habitaciónpara seguir llorando, ni se preocupó en su imagen o detenerse a comer algo.
Ahora esa imagen de una mujer destrozada en el espejo era lo que la acompañaba en la fría habitación del baño, junto a la prueba que aún se encontraba sobre el lavabo, sus ojos conectaron con los del espejo notando lo evidente, no era un sueño, era la realidad, estaba sola.
Se lavabo la cara, y se sacó la ropa, no podía dejarse caer tan fácil, su bebé no tendrá esa mujer del espejo como madre, continuó su mañana como si fuera otro día, aún se debatía si tomar el desayunoo intentar dormir un poco.
De regreso a su habitación, tomó el celular para ver la hora, no podía permitirse faltar a trabajar y se encontró con un mensaje. Su tía Sara pidiendo dinero otra vez, no tenía tiempo para ella y solo lo dejó de lado, en cuanto la hora, bueno, tenía tiempo
Lo dejó en visto el mensaje, se acurrucó y puso unas compresas en sus ojos; pese haber dormido sentía aun peso en su espalda, seguramente su cuerpo expresando su tristeza, aún no sabía cómo enfrentar sola todo, literalmente todo lo que había imaginado lo perdido en menos de 12 horas; pero, sabía que lo lograría, lograría salir adelante sola, mucho tiempo lo pudo hacer solo está vez tenía una motivación extra. Acarició con una pequeña sonrisa triste su vientre y intento descansar un poco.
Más tarde, en el hospital, se concentró en su trabajo y pacientes, mantener su mente ocupada con una sonrisa en los labios y no dejarse llevar por sus emociones, él no tenía turno ese día, lo agradeció en silencio y también agradeció no haber aceptado el cambio al área de cardiología como él le sugirió.
Al término de su turno, la llamó la jefa general de enfermeras. Con un suspiro asistió con la cabeza y se dirijo a la oficina de la mencionada.
- Buen día, enfermera White. Tome asiento. - La mujer de pelo entrecano la saludó tras verla entrar en la oficina.
- Buen día, MaryJane.- Dijo tranquila tomando asiento frente la mujer.
-Te mandé llamar por que, tomando en cuenta tu entrega y profesionalismo,- dijo mientras tomó su expediente del escritorio con una sonrisa.- y, tus estudios están por terminar; quiero proponerle algo: Ser la asistente de la jefa Johnson, y en seis meses que se vaya, usted quedará a cargo de las enfermeras de pediatría...
Candy se tenso un poco. Apenas ayer estas palabras serían un sueño hecho realidad... ahora, es una pesadilla. MaryJane continuó hablando, intentando convencerla, pero ella ya no la escuchaba, se encontraba perdida en sus pensamientos, no quería quedarse ahí, no con el doctor Tulio por ahí, necesitaba alejarse, aunque perdiera una gran oportunidad, incluso en un momento del día pensó en dejar el hospital o tomar otro intercambio, pero no podía hacerse la idea de seguir, aún así no estaba segura.
- ...ya que después de la boda, regresarán a Italia con la familia del doctor Mancini.
- Mancini?- reacionó Candy- ¿ Qué tiene que ver el doctor Tulio Mancini con la jefa Johnson?
MaryJane la miró extraña, incluso soltó una pequeña risa - El doctor Mancini y la enfermera Johnson están comprometidos desde hace años. Todo Chicago lo sabe....
La cabeza le empezó a doler... todo tenía sentido, verse en cafeterías modestas,. " me gusta proteger mi vida privada " no dejarse ver en público, su insistencia en verse en su apartamento " es más cómodo"...
Respiró profundo y parpadeo para contener las lágrimas y el nudo que le atenzaba la garganta y sólo logró pronunciar.
- Lo pensaré y- tomó una bocanada de aire para controlarse. - le daré mi respuesta en cuanto la tenga.
Salió del despacho, caminó como autómata a su casillero, tomó su bolso y salió del hospital, ni se detuvo a despedirse de sus compañeras, solo queria salir lo mas pronto posible
Caminó sin rumbo fijo un buen rato, esperando que el viento le arrancará tanto dolor, esperando que sus pies tomarán conciencia propia y la llevaran a donde estuviera mejor, pero parece que estos tenian otra ruta.
Al llegar a lo alto de un puente, mirando nada en especial, una idea terrible paso por su cabeza, pero por fortuna o desgracia, una fuerte punzada en el vientre la hizo doblarse del dolor, a pesar de ser enfermera en ese momento no entendía las señales de su cuerpo. Temerosa, llevó una mano a su entrepierna... sintió cómo la sangre mojaba su ropa, su expresión de miedo era notoria, no pudo más con lo que sentía y perdió el conocimiento.
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