La alarma del celular suena fuerte y clara por toda mi habitación, lentamente mis sentidos comienzan a despertarse. Mi brazo sale de la comodidad de mis sabanas y mi mano alcanza el dispositivo electrónico para apagar el sonido, reposo unos segundos mas en mi cama pensando si me levanto o no; si me quedo en la cama y duermo un poco más, cuando me levante seguro no soportare el dolor de cabeza. Entonces no hay opción, me siento en la orilla de cama, me levanto poco a poco aún con los ojos cerrados. Levanto mis brazos sobre mi cabeza y estiro todo mi cuerpo y mentalmente me doy ánimos por que debo comenzar el día con toda la energía posible.
Me visto a toda prisa con un short deportivo y una playera sin mangas, me calzo unas zapatillas blancas para correr. Me dirijo al baño a realizar lo que una persona hace siempre por las mañanas y a continuación estoy listo para comenzar con mi carrera del día de hoy.
Después del calentamiento y estiramiento de cada una de las partes de mi cuerpo, estoy listo para comenzar con mi carrera matutina, pero antes alisto el cronometro de mi reloj. Comienzo con un trote relajado para después de una distancia razonable comienzar a aumentar la velocidad.
Después de algunos kilómetros de correr encuentro en mi camino a un cachorro que comienza a ladrarme, no lo doy importancia y continuo con mi carrera. Pero unos metros mas adelante algo se me enreda en los pies y caigo redondo al piso; por instinto, un ser razonable se pone inmediatamente de pie y buscar la fuente que ocasiono el percance, pero creo que la razón de mi ser, no funciona como debería porque me quedo tendido boca abajo en el piso por unos minutos, un suspiro de desaliento sale de mi cuerpo, entonces escucho el aullido dolor del cachorro. Frunzo las cejas y lo miro con desaprobación, le dijo en voz alta como si lo estuviera regañando " ¡te crees que a mi no me dolió! mira nada mas como me quedaron las manos y las rodillas todas raspadas y con sangre".
El pobre perrito me mira con sus ojitos llenos de agua, se lame su patita y chilla con fuerza. Lo miro fijamente por unos instantes y me conciencia me dice que debo llevarlo a que le den atención medica.
Me sacudo la tierra que llevo encima, me acerco a el y lo tomo con mucho cuidado, camino de regreso a la ciudad para llevarlo al veterinario. En el camino el pequeño perrito lamia mi mano con devoción y la sonrisa en mi rostro no se hizo esperar. Esa criaturita llena de pelos, despertó una ternura que no pensé que existiera dentro de mi.
El pronostico no fue alentador, tenia una patita quebrada, el médico sugirió una operación de emergencia y no pude negarme. Me senté en la salita que esta en la recepción para esperar el resultado de la operación. Luego de un rato, una mujer sale por una de las puertas y me informa que la intervención quirúrgica salio bien y el cachorro evoluciona de manera favorable y se quedara un par de días en observación para ver como evoluciona, por último me dice que me llamaran por teléfono para que vaya a recogerlo.
Antes de irme del lugar compro algunas cosas y me marcho a casa hambriento y dolorido del cuerpo. Ha pasado un mes desde aquel trágico suceso; cerberus esta mejor de su patita, el día de hoy lo llevo a su terapia de rehabilitación.
Nunca imagine, que en esa salida a correr, encontraría a un amigo incondicional que me da todo su amor sin ninguna condición.
Fin
Espero que la lectura haya sido de tu agrado Gracias por acompañarme en esta maravilloso viaje