SEDUCIENDO AL VILLANO
GIANNY 17
CAPÍTULO 14
Candy se hallaba frente al tocador silenciosa e inmóvil y mientras observaba como las sirvientas terminaban de cepillar su cabello y colocar algo de fragancia en su cuerpo.GIANNY 17
CAPÍTULO 14
---Señorita ya está lista.- Habló la muchacha dando unos pasos atrás.
---Gracias.
Candy tocó la suave tela del camisón que llevaba puesto y se preguntó que estaría pensando la persona detrás de ella al verla de esa forma. Levantó la mirada al espejo e intentó ver algún indicio de reproche o sentencia en la sirvienta pero no lo vio.
“Deben ser personas muy bien entrenadas ya que trabajan para el duque”
Pensó mientras suspiraba nerviosa.
---Me retiro. - La joven se inclinó y despidiéndose salió de la habitación.
Candy volvió a mirarse en el espejo y su rostro se tiño de rojo, observó la delicada prenda y se preguntó a quién pertenecía.
“Susana”
Aquel nombre voló a su mente de pronto y sonriendo tristemente se puso de pie para dirigirse a la gran ventana, el sol ya se estaba ocultando y los colores del cielo eran hermosos pero aunque la vista era esplendida su corazón se sentía abatido, no era así la forma que había pensado perder su pureza, sabía que debía entregarla como pago a su libertad pero esperaba al menos conocer más al duque y que la situación se tornara… romántica.
“Eso te pasa por soñar algo imposible”
Se dijo mientras se mordía los labios, miró la puerta y sintió el frio en sus manos, por alguna razón deseo que no se abriera.
Caminó hasta la cama y se sentó en ella, sabía muy bien que iba a suceder dentro de pocos minutos y nuevamente el malestar la invadió, sintió su estómago extraño y apretó los ojos esperando que todo eso acabara pronto.
De pronto la puerta se abrió y Candy saltó de la cama al ver como la presencia de Terry se hacía presente en la habitación, se quedó muda al ver como el hombre vestía ropa ligera y parecía recién bañado.
Candy apretó las manos y se estremeció al verlo acercarse a paso lento a ella.
---¿Estas nerviosa?.- Las palabras fueron suaves y acogedoras logrando que ella asintiera quedamente.- No temas.- Se paró a solo unos centímetros de ella. – No te hare daño.
Ella sabía que mentía, Paty y Annie le había compartido sus experiencias y eso le permitía no confiar en su palabra.
---Mientes. - Susurro en un hilo de voz mientras agachaba la cabeza.
---¿Por qué dices eso?.- La tomó de la barbilla y la obligo mirarlo.- ¿Cómo sabes que miento?.- Sus ojos saltaron nerviosos ante su toque.
---Mis amigas me lo dijeron. - Una sonrisa se formó en el rostro de Terry.
---¿Dijeron que te lastimaría? - Un pulgar acaricio sus labios.
---Que la primera vez es doloroso.
---¿Qué más te dijeron tus amigas? .- Uno de sus brazos se enrollo en su cintura acercándola más a él.- ¿Te contaron que vamos a hacer?
Candy estaba en trance y no sabía que decir, así que simplemente negó con un movimiento.
---Haremos el amor Candy.- Terry tomó los brazos de la joven y la obligo a tomarlo por el cuello.- Unirás tu cuerpo al mío.- Susurro en su oído logrando hacer estremecer a la rubia.- Conocerás el placer de compartir la cama con un guapo y rico duque.- Aquello logro soltar un par de risas de la joven.
Terry sonrió al verla relajada y levantándola del piso la colocó sobre la cama con mucho cuidado y poco después la cubrió con su cuerpo.
Candy sintió el calor y el peso de Terrence y aun con los brazos en su cuello lo miró a los ojos.
---Eres hermosa. - El susurro ronco llego a los oídos de Candy y frunciendo el ceño la rubia soltó.
---¿Eso te funciona con todas las mujeres que deseas llevarte a la cama?.- Terry la miró con ojos abiertos y después de un rato divertido le respondió.
---No puedo contigo verdad….- Beso su mejilla.- Si, casi todas…¿funcionó?
---Están cliché.- La sonrisa de Candy dejó embobado a Terry.- Además yo sé que soy hermosa, deberías intentar algo más.
--- ¿Qué deseas oír?.- No sabía que estaba haciendo, se supone que solo la tomaría y dejaría que después el emperador lo supiera, pero por alguna extraña razón estaba jugando con ella.
---¿Dirás cualquier cosa que yo te pida?.- Terry miró sus labios y una parte de el reacciono vergonzosamente ante el estímulo, haciéndolo asentir automáticamente, esos sensuales labios se acercaron a su rostro y casi besándolo habló.- Di lo mucho que me deseas, lo bonita que soy y di mi nombre, Terrence Grandchester...solo di mi nombre.
Terry no aguanto más y pego sus labios a los de ella, con su lengua exploró la cálida cavidad logrando que ambas respiraciones se mezclaran en una melodía obscena.
---Te deseo tanto Candy.- Susurro pegado a sus labios.- Te deseo tanto que no aguanto.- Tomó una de sus manos y la bajo hacia sus pantalones.- Me estas matando.
El jadeo de Candy se escuchó en la habitación a sentir el bulto caliente, pero Terry no le dio tiempo a pensar ya que volvió a tomar con urgencia sus labios.
---Terry.- Jadeo Candy al sentir como la mano masculina levantó el delicado camisón dejando expuesta su ropa interior y este sin vergüenza alguna, comenzó a acariciar su centro por encima de la delicada prenda.- Oh Dios.- Los ojos de la rubia se abrieron e intentó quitar la mano invasora.
---Tranquila. - La voz de Terry sonó seductoramente en el oído de Candy, mientras que la delgada prenda era quitada con movimientos lentos.- Déjame tocarte, Candy, te hare sentir mejor.
Candy con las mejillas calientes y los labios hinchados vio como Terry se separaba de ella para poder al fin deshacerse de la estorbosa prenda femenina y poder quitarse la camisa de lino blanco que llevaba puesta.
Candy sintió su corazón latir fuertemente al ver por primera vez a un hombre desnudo, y no se podía negar que Terrence era el mejor hombre a quien una podía observar por horas.
---¿Te gusta?.- La sonrisa socarrona de Terry hizo que Candy saliera de su ensoñación y frunciendo los labios le respondió.
--- Esta bien, pero imagino que puede haber mejores.
Terry sonrió ante sus palabras e inclinándose nuevamente tomó con una de sus manos uno de sus pechos.
---Eres hermosa Candy.- Besó su cuello y bajo hasta el hinchado pecho.
De pronto el camisón dejo de ser útil y simplemente se arremolino en su cintura, Terry bajo su mano entre sus piernas y tocando su centro palpitante intentó adentrarse es su interior.
---Terrence.
--Si no lo hago, te lastimaré.
La rubia se mordió los labios y respirando hondo dejó que el hiciera su trabajo, de pronto unos jadeos salieron de ella, dejando a Candy sorprendida de su reacción y llevándose la mano a la boca intentó ocultarlos.
---Déjame escucharte Candy.- Terry beso su frente sudorosa.
Con mucho cuidado quitó la mano que cubría sus labios y la beso, Candy excitada por el momento metió su lengua en la boca de Terrence y dirigió sus manos hacia la dura espalda de su amante.
— Eso es. - Terry gimió al sentir el delicado toque.
Ella se sintió extraña ante las nuevas emociones que estaba viviendo y envalentonada por las palabras de Terry, se atrevió a bajar hasta la curva del duro trasero del duque.
—-¿Por qué?.- La débil voz de Candy se escuchó en un susurro.
—¿Qué cosa?
—¿Por qué solo yo estoy de esta forma? .- Terry se separó de ella y la vio completa.
La imagen que proyectaba casi desnuda sobre la cama con su rubio cabello desparramado, mejillas sonrojadas y labios hinchados, lograron que su hombría creciera más.
Saliendo de la cama, Terrence se desprendió de todas sus prendas mostrando un cuerpo forjado por el arduo entrenamiento y las constantes luchas por defender el territorio.
Candy que lo observaba sintió seca la boca y automáticamente dirigió la mirada hacia cierto lugar del cuerpo masculino, era la primera vez que veía uno y apenas lo reconoció sus ojos se abrieron y un miedo se instaló en su cabeza.
—Candy.- La voz de Terry la sacó de su ensoñación.-Mírame a mi.- Lentamente volvió a subir a la cama y colocándose entre sus piernas, tomó la ya inútil prenda y la sacó del cuerpo de Candy.- Te deseo.- Candy sintió como algo duro rozó su centro y retorciéndose sintió como Terrence tomaba control de sus piernas.- Necesito que te relajes.- Una mano voló hasta el sitio antes tocado y acariciándolo con cuidado espero poder escuchar los dulces sonidos de amor de la rubia.
La rubia sintió como su interior se llenaba con los dedos juguetones de Terry y poco a poco la curiosidad de albergarlo la inundaban por completo.
Sus gemidos se hicieron más fuertes y los movimientos de su cadera más rápidos.
De pronto Terry estando en su límite, retiró su mano y colocando su miembro en la preparada entrada, empujó hasta el interior.
El jadeo doloroso de la rubia fue amortiguado por el beso del castaño y ambos dejaron de moverse por un tiempo, y mientras Terry acariciaba con cariño el muslo de la joven sus labios tocaban los de ella.
---Solo…solo relájate.- Susurro en sus labios al sentirla temblar.- Voy a moverme despacio, suave…¿esta bien?.- Candy no muy convencida asintió.
Los movimientos lentos de Terry al poco rato lograron sacar sonidos de aquellos labios seductores que se abrían ante él.
"Te deseo "
Fue el pensamiento de Terry ante las sensaciones vividas en ese momento.
“ Te deseo tanto”
Fue así que se dio por vencido y se dejó llevar por el placer, pronto el lento vaivén se convirtió en una frenética tarea por encontrar el placer tan ansiado en el cuerpo femenino.
---Terry.
El suave gemido endureció su miembro y sujetando una de sus piernas golpeo su interior con necesidad.
---Candy.- Su nombre salió al sentir como el placer inundaba cada una de sus células, dejándolo presa de la lujuria. – Oh Candy.- El sudor recorría su frente y la necesidad de ir mas adentro lo empujó a jalarla y sentarla sobre él. – Solo muévete así. - Le pidió mientras le indicaba como hacerlo.
---No…no puedo.- Los voz jadeante de Candy prendían los nervios de Terry.
---Cariño.- La beso con desespero.- Claro que puedes.- Las grandes manos sujetaban sus nalgas, levantándolas y haciéndolas caer sobre su masculina virilidad.- Por favor…no seas cruel…
Ante el ruego cargado de doloroso deseo la rubia realizó la tarea enseñada, no fue hasta que escuchó los gemidos de placer de los labios de Terry que una sensación extraña la invadió, si ella podía lograr que el se viera de esa forma pensaba que las cosas en algún momento podían funcionar.
De pronto su cuerpo fue nuevamente colocado sobre la cama y el cuerpo pesado de Terry la volvió a cubrir, cuando el duro miembro volvió a ingresar un gemido audible inundo la habitación, de pronto su conciencia empezó a nublarse y un extraño sentimiento recorrió su cuerpo, sentía como su respiración se volvía irregular y los gemidos de su boca no cesaban de salir.
---Terry basta.- Rogó con cierta desesperación.- Tengo miedo.
---Confía en mí. - La voz ronca de Terry envolvió a Candy seductoramente. - Solo déjalo pasar… te juro que te va a gustar.
Y así fue, el deseo cubrió cada parte de su ser y explotó liberándola de manera satisfactoria. Pudo sentir como su cuerpo se relajaba y la sensación de letargo inundaba su mente.
Pero algo sucedió que la hizo romper su paz recién lograda, el miembro aun endurecido de Terry seguía en su interior e intentando retirarlo se movió.
---Ja ja.- El jadeo del castaño se escuchó pegado a su cuello.- Aun no termino cariño.
---¿Qué?.- Los ojos de Candy se abrieron al sentir como nuevamente el duque infame volvía a moverse dentro suyo.
Ooooooooooo//oooooooooo
Candy dormía plácidamente mientras que Terry la observaba de cerca, se había comportado de manera extraña en todo momento, había sido muy considerado con la mujer que estaba durmiendo a su lado, hasta se había atrevido a jugar con ella y ser relativamente cariñoso.
—Candy
Susurro mientras recogía un rizo de su frente y lo llevaba lejos de su cara.
Había logrado obtener lo que buscaba de ella y pensó que las ganas iban a cesar pero contrario a lo que pensaba…la deseaba aún más.
De pronto los golpes en la puerta se hicieron presente y detrás de ellos una voz sigilosa se escuchó.
—Señor.
—¿ Qué sucede James?.- Terry miró a Candy esperando que no se hubiera despertado por la interrupción de James.
—El emperador está esperándolo abajo. - La mirada de Terry cambio y saliendo de la cama busco su bata.
— Ya bajo.
Se puso sus pantalones de dormir y una bata de seda que estaba en la habitación y sin otro arreglo o prenda se fue a recibir a su tío.
Abrió las puertas y observó como el gran emperador de pie esperaba detrás de su escritorio con una mirada asesina.
—¿Dónde está ella? .-Preguntó un enfadado Robert.
—¿Quién?
—No estoy jugando Terrence.-Los ojos de Robert brillaron amenazantes. - ¿Dime donde esta Candence Arlington?.- Terry lo miró con un gesto de fastidio y sonriendo de lado le respondió.
—En la habitación de mi madre. - Robert apretó los puños y pasando al lado del castaño caminó a toda prisa hacía el lugar indicado.- No es muy caballeroso que vayas hacia allí, tío. – Terry caminó a paso lento detrás de él. – ¿Fingirás que no me escuchas e irrumpirás en la habitación de una dama?.
---Te escuchó y voy a un lugar donde no debería haber nadie. – La voz potente de Robert hizo que los sirvientes que lo observaban temblaran con solo escucharlo.
---Pues lo hay y ahora mismo está descansando.
---Mira Terrence.- El emperador se giró para enfrentarlo.- Podías haberte metido con cualquier mujer de la ciudad, del imperio si así lo querías, pero Candence Arlington no.- Sus ojos brillaron amenazantes.- Ella iba a permitir mantener a raya al marqués de Somerset, lo iba a mantener callado y distraído por un tiempo, pero tu decidiste volverte loco y robarte a esa niña que lo único que trae son problemas.
---Es divertida y linda.- Terry soltó con una sonrisa.
Robert gruño y siguió su camino, al poco rato cuando se halló frente a la gran puerta la abrió e ingresó en ella, observó la enorme cama cubierta por las oscuras cortinas que impedían ver al habitante en ella.
---¿Contento?.- La voz de Terry se escuchó a su espalda.- Ahora voy a pedir que salgas.
Pero contrario a lo que se pidió, Robert caminó hacia la cama y de un jalón reveló el interior.
Candy nerviosa y aterrada cubrió su cuerpo desnudo, estaba desorientada y algo mareada debido al inusual despertar.
Los ojos de Robert temblaron al igual que sus manos y dándose la vuelta miró a su sobrino.
---¿Te das cuenta de lo que has hecho?
---Te pedí permiso para cortejarla y me lo negaste…¿debí dejar que otro hombre tomará lo que quería?
---¿Cortejarla?...en tu vocabulario no existe esa palabra.
Ambos hombres se miraron por un tiempo sin decir nada, pero al cabo de un rato Robert ordenó al grupo de personas que se hallaba detrás de la puerta.
---Preparen a la señorita Arlington, vendrá conmigo.
---No ira contigo. - La voz ya fastidiada de Terry se escuchó.
---Claro que lo hará…borraré este incidente y será como si no hubiera pasado nada.
---¿Es enserio?.- Un asombrado joven miraba a su tío.- ¿Incluso si fui su primer hombre y planté mi semilla en ella?
---¡Cállate!.- Gritó enfadado Robert.
---¡No!.- El grueso grito de Terry hizo estremecer a todos los presentes.- Un niño de sangre real pudo crearse el día de hoy y ¿dejaras que otro hombre lo crie?.
Robert apretó los labios y mirando de reojo a Candy soltó.
---¡Maldición!
Y saliendo de la habitación dejó sola a la pareja.
---Terrence.
---Tranquila, no dejaré que te vayas.
Y saliendo de la habitación la dejó sola.
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Última edición por gianny17 el Vie Abr 28, 2023 5:21 pm, editado 1 vez