Índice
Portal
Últimas imágenes
Buscar
Conectarse
REDENCIÓN
Queridas lectoras, dejo el segundo capitulo de esta historia que espero la esten disfrutando tanto como yo al escribirla
POV CANDY
¡La felicidad que invade mi corazón creo que va a desbordarse!! - Terry, mi TERRY ha logrado el protagónico en la obra de Romeo y Julieta – Estoy camino a New York para presenciar el estreno y verlo brillar en el escenario, porque estoy segura de que será él mejor Romeo de la historia de Broadway.
En mi bolso guardo celosamente el boleto para esa función tan esperada junto con el ticket de “solo ida” que Terry me envió como una promesa silenciosa de tiempos mejores y de sueños por compartir.
El viaje se me hace eterno... mis ansias por verlo nuevamente no me dejan dormir, observo a través de la ventana la negra noche tan oscura y fría que por un momento siento un leve escalofrío y una opresión al pecho, mas esta se disipa al ver en lo alto una única estrella que fugazmente con su tenue brillo me devuelve una sonrisa
-¡Terry! (Suspiro) eres al igual que esa solitaria estrella que ilumina la noche, al igual que tu mi existir... Deje el San Pablo para seguir mi propio camino cuando en realidad seguía tus pasos -Encontrar mi vocación como enfermera te la debo a ti que me inspiraste con tu ejemplo a seguir mis propios sueños los cuales inician y terminan junto a ti, mi amor...
El viaje llega a su fin y no puedo contener mi alegría al saltar del tren llevando mi vieja maleta en una mano y con la otra apretando mi pequeño bolso cargado de esperanzas y... ¿Dónde estás? – Entre tantas personas tu podrías sobresalir no solo por tu altura, sino por esa arrogancia inglesa y tu apostura, pero... No hay señales... ¿Será que no llego el telegrama? ¿O tal vez confundí fecha y horario?
-Ahh. Ya te vi detrás de aquel pilar, jaja seguramente queriendo hacerme una broma -¡Mocoso engreído, ya vas a ver! -Ohh el susto de ver esa cara de queso que me mira molesta me deja atónita y es cuando siento que alguien me jala con fuerza para llevarme fuera de la estación sin prestar atención a mis gritos de protesta. Finalmente, ese hombre que quería raptarme se detiene y lentamente se da la vuelta, una fina bufanda cubría su rosto, él la baja lentamente mostrando una sonrisa ladeada con esa mirada profunda que se pierde en la mía...
Siento que todo se detiene, mi corazón late con tanta fuerza que creo explotara de emoción al estar nuevamente frente a mi Terry... mis ojos se llenan de lágrimas de alegría ante su sola presencia y a través de mi propio llanto veo las suyas contenidas en esa mirada intensa... Cuanto tiempo estuvimos así perdidos el uno en el otro... no lo sé...solo puedo decir que éramos un solo latido, un solo sentir, un solo ser...
-Terry.. lo llamo en apenas un susurro mientras limpio mi rostro y sonrió feliz al tomarme de su brazo, mientras el vuelve a cubrirse
-Porque te escondes? -
-Candy!!! -Pecosa no has cambiado, sigues siendo la misma chiquilla atolondrada de siempre - ¿Sabes? -mi rostro es un poco conocido ahora y es mejor que pase inadvertido, por eso me disfrazo. - Vamos te llevare a desayunar y a que conozcas un poco de la ciudad
Estar junto a él es tan hermoso, hace que todo se vea increíble, los grandes rascacielos, las personas con su andar ligero, los escaparates de las tiendas y ¡Ohh! Estamos recorriendo la zona de Broadway con las grandes marquesinas de los teatros compitiendo entre sí con sus anuncios. Todo es maravilloso, me siento flotar en una gran nube de la que no quisiera bajar nunca...
Veo de reojo a Terry, su semblante serio... ¿preocupado? – Puede ser por el estreno me digo, aunque otra vez esa pequeña angustia palpita en mi interior - No, son ideas mías, no debo ensombrecer este momento.
Entramos a una cafetería llena de gente que hace un poco difícil nuestra conversación y me siento un poco decepcionado por este recibimiento, ya que lo siento por momentos ausente.
-Terry – le digo mientras tomo su mano sobre la mesa y el parece regresar de su ensoñación – Me gustaría conocer tu departamento, saber cómo vives... Si tienes tiempo antes de ir a tu ensayo
-Claro Pecosa- Tus deseos son ordenes- me hace una galante venia y toma mi vieja maleta mientras me guía cuidadosamente por entre la maraña de personas que se aglomeran a esa temprana hora de la mañana.
Fue un viaje corto hasta el edificio donde alquila, cerca del teatro muy bien ubicado. Su departamento prolijo y con ese olor tan particular a madera y sándalo que lo caracteriza me dejo embobada.
- ¿Piensas quedarte ahí, Pecas? – no quieres husmear un poco más pequeña curiosa
-Ash Terry, no soy curiosa, solo quiero recorrer con mis ojos lo que tus cartas describen - Es un lugar pequeño y muy acogedor. ¡Me gusta! - Le doy una sonrisa mientras ingreso y toma nota mental de cada rincón que lleva su esencia
-Tengo un poco de té, ¿quieres? – Es té inglés que consigo de vez en cuando en un almacén
-Claro!! –te ayudo con ello
-No, eres mi invitada y como todo un caballero, déjame atenderte bella dama
Sonrió con picardía y me detengo ante el cuadro de promoción de Romeo y Julieta que tiene colgado en una pared
-Ohh, no te hace justicia esta fotografía y ¿no era Susana Marlowe tu coprotagonista? -. Leo Karen Kleise
-Ehh, se trata de un afiche y Karen es la nueva Julieta - Noto tensión en la voz de Terry haciendo que vuelvan mis temores...
-Umm, yo quiero ser tu Julieta – Voy a colocar mi nombre en lugar del de Karen
-Pecosa traviesa!! – Siempre tan ocurrente- Sus carcajadas me transportan a la época del colegio y sus continuas burlas, me lanzo a golpearlo igual que antes y entonces...
Tropiezo contra el borde de la alfombra empujando a Terry, al verse sorprendido pierde el equilibrio y terminamos ambos en el suelo en una posición poco decorosa... Nuestras miradas se encuentran y puedo notar como la de él se oscurece... sus labios toman los míos con desesperación, siento que su alma está en ese beso dulce y la vez intenso... sus brazos rodean mi cintura apretándome contra él, puedo notar su dureza presionando mi vientre, aún sobre mi vestido de paño provocando una sensación de miles de aleteos en mi interior, mis manos se aferran a su cabello sedoso respondiendo el beso con el mismo ímpetu... como si la vida se me fuera en ello.
Sus labios se deslizan sobre mi cuello, deteniéndose en la línea de mi pulso, mordisqueando lentamente para continuar succionando el lóbulo, delineándolo con su lengua
-Candy... mi Candy... Te amo... eres mi todo - Sus caricias se van intensificado y soy yo quien está ahora debajo de él... tímidamente acaricio su torso se siento firme, quiero seguir avanzando en mi exploración, mi piel anhela el contacto de la suya. -Un gemido profundo sale de mi garganta cuando siento sus manos abrirse camino entre los volados de mi pechera para llegar a rozar mis senos, su mirada se encuentra con la mía, en un mudo lenguaje acepto ese avance que ha despertado sensaciones inimaginables, mis pechos se ofrecen cual pétalos ante el delirante sol, mordisquea uno mientras el otro es masajeado de forma tortuosa logrando que mi cuerpo se arque y grite de placer...
La tortura continua al sentir una de sus manos bajo mi falda acariciando mi muslo suavemente, nuestra respiración es agitada, puedo sentir nuestros latidos a un mismo ritmo, en estos momentos mi mente esta obnubilada, solo esa sensación de sentir lava corriendo por mis venas... me quemo y quiero quemarme en brazos de mi Terry. Por ello cuando él se incorpora siento que todo se congela, más el me ayuda a levantarme y nos fundimos en un nuevo abrazador beso.
Esa mirada profunda, como un océano embravecido donde puedo distinguir amor, deseo y ¿angustia?... Mi amado rebelde parece tener dudas, deseo disiparlas...- Terry mi amor – susurro apenas al tiempo que acaricio su rostro y dejo un reguero de besos sobre su rostro mientras me elevo en punta de pies para poder alcanzarlo...
-Yo... yo... me siento segura del paso que vamos a dar... te amo como a nadie... tu solo toque hace que mi cuerpo reaccione de una forma que... bueno... yo...
-Pecosa... mi mona pecas tan atrevida e ingenua... Yo... ¡Al diablo con todo..!. – Su mirada destila llamas, ¡en qué momento llegamos a su cama! - no lo sé... Terry actuó como un lobo hambriento y me sentí dichosa de ser devorada por este magnífico y ardiente varón que me hizo sentir amada y deseada, entre sus brazos me convertí en mujer, en su mujer!!!
CONTINUARA...
CAPITULO I
