Soy consciente de que todo pasará. Luego de la noche sin duda viene el día, que después de esta tormenta la calma llegará, pero... ¿Cuánto tiempo durará esta melancolía por tí?
Estoy enfundada en un hermoso vestido de fiesta que cuelga cuentas de cristales como si fuera diamantes, sin embargo nada de esto me llena. El estupendo vestido me lo ha regalado Albert para asistir al gran baile de gala de los Ardlay, pero mi sonrisa apenas si aparece y mis ganas de asistir a Lakewood se diluyen como arena. Son en estos momentos en los que me encuentro sola donde puedo dejar fluir mi tristeza y mis lágrimas por él salen sin cesar.
Terry.... Otra vez su nombre sale de mis labios y su imagen llega a mi.
Camino hasta el pequeño piano de la casa Pony y su recuerdo se hace más latente. Los días de Escocia están en mí y no puedo evitar acariciar las teclas tratando de recordar su calor, su risa, su encanto. Me siento y hago un vago intento de tocar aquella melodía que él me enseñó, pero que mis torpes dedos se negaron a aprender. La canción resuena en mi cabeza una y otra vez y su sonrisa ladina se vuelve a colar por mis nostalgias. Eran días felices.
Y la eterna pregunta que me hago desde que me fui de tu lado en medio de la nieve, otra vez taladra mis sentidos.
Después de ti...qué?
Después de cada año más tiempo se nos va
Después de un buen amigo, otro amigo encontrarás
Y después de ti ¿que?
Después de ti ¿que?
Después de ti, no hay nada (no hay nada)
Ni sol ni madrugada, ni lluvia ni tormenta
Ni amigos ni esperanza
Después de ti, no hay nada (no hay nada)
Ni vida hay en el alma
Ni paz que me consuele,
No hay nada si tu faltas
Después de haber tenido siempre vuelves a tener
Después de haber querido lo intentas otra vez
Después de lo vivido, siempre hay un después
Y después de ti ¿que?
Después de ti ¿que?
Gracias por leer este cortito relato nostálgico
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