Hola de nuevo chic@s
Les traigo este one shot escrito por Betty Graham y por su servidora.
La idea original fue de Betty, yo solo aporté mi granito de arena.
El Art. que inspiró esta pequeña historia, fue dibujado por nuestra amiga Betty Graham.
Espero sea de su agrado y gracias por su apoyo y lindos comentarios.
RECONCILIACIÓN
By: Marlene White y Betty Graham.
Art. Betty Graham
Antes de partir rumbo a otro continente, ya arriba de ese barco, preguntabas confundido quien era esa señora, que corría sin parar, gritando tu nombre.
Sin decirte de quién se trataba, te tomé del brazo y te llevé hacía dentro, para encerrarte en el camarote del barco.
No tuve el valor de explicarte que sucedía, en cambio pedí al capitán que me mandará el servicio de una niñera y enseguida llegó una mujer joven, que se mostró amable contigo.
En silencio caminé hacia la puerta para dejarte a solas con esa mujer, tu corriste asustado hasta a mí para pedirme que no me fuera, aferrándote a mi brazo con fuerza.
No me importó y me solté de tu agarre para salir de ahí, tu llorabas desconsoladamente.
Los días siguientes me buscabas para pedirme que jugará contigo y yo te ignoraba sabiendo que te lastimaba, pero tú siendo mi único heredero, tenías que ser fuerte y no un niño mimado, eso me enseñó mi padre, ¡los hombres no lloran! y no se esconden detrás de las faldas de su madre y menos un Grandchester. ¡Qué equivocado he vivido todos estos años!
Así transcurrieron los días de nuestro viaje. Cuando llegamos a nuestro destino, bajamos de ese barco, mi chofer y personal de seguridad, ya esperaban por nosotros.
Al llegar a nuestra mansión, pedí que te llevarán a tu habitación previamente preparada, ordené que preparan tu baño y te dejé a cargo del personal de servicio, mientras yo me dirigía a la biblioteca, tenía muchos asuntos que resolver, pues había aceptado el ducado.
Por la noche te presenté con Sofía, la mujer que pronto sería mi esposa, ella te recibió amablemente. Me había comprometido con ella, por imposición de mi padre, en uno de mis viajes que tuve que hacer, cuando tú te quedabas al cuidado de tu madre, en América.
Que error cometí al creer, que la que fue mi esposa, te trataría como una verdadera madre. Años después me enteré del maltrato que recibiste por parte de ella.
Es por ese motivo que te alejé de mi lado, Sofía, tenía muchas quejas sobre ti y me sugirió que te llevara a un internado, para que se hicieran cargo de tu educación, ya que te habías convertido en un dolor de cabeza, tu rebeldía era incontrolable.
Un día te llevé a el que sería tu hogar por muchos años, ya tenía todo arreglado había donado una generosa suma de dinero y no tenía nada más que decir. Te entregué a la hermana Grey, ella te recibió sin ningún gesto en el rostro, tu llorabas, rogándome que no te dejara en ese colegio, ¡El colegio San Pablo!
Estando en la puerta, para salir de ese instituto, vi como corrías hasta mí. No me importó y sin mirarte te expliqué fríamente que ahí recibirías una buena educación, la cuál era necesaria para prepararte como mi digno sucesor, el siguiente heredero del ducado Grandchester, tú mi único hijo el cual pondría el apellido por lo alto.
Sin darme cuenta los días, meses y años pasaron muy rápido, yo te visité muy pocas veces y cuando lo hacía, ya no querías verme como antes.
Te alejaste de mí y de todos a tu alrededor, te convertiste en una persona huraña.
El día que me enteré, que, por salvar a una chica rubia, abandonaste el colegio, tuve toda la intención de hacerte regresar y traerte a la fuerza si era necesario, pero no lo hice por primera vez hice lo contrario y dejé que buscaras y formaras tu propio destino.
Nunca cuide de ti, siempre ordenaba a alguien más a hacer lo que me correspondía como tu padre.
Siempre me mantuvieron informado de cada paso que dabas. Tus viajes inesperados, así como fue el que hiciste para visitar a la única mujer, que en ese momento amabas más, tu madre.
Fui testigo, de cómo ibas creciendo como actor, forjaste tu propio imperio sin ayuda de nadie.
Poco después contrajiste matrimonio con esa chica rubia, la misma chica que para mí siempre fue la culpable de que abandonaras el colegio.
Tiempo después recibí una visita inesperada, esa niña rubia que ahora se había convertido en una bella mujer. Ese día me enteré de su nombre: Candice White Ardley, la hija adoptiva de William Albert Ardley, uno de los banqueros más reconocidos de América.
Me sorprendió su visita nunca la había tenido tan cerca.
Siempre había planeado que cuando eso sucediera, le diría muchas cosas, como culparla de haberte alejado de mi lado, pero al tenerla ahí de frente, mirándome con esos hermosos ojos verdes, los cuales brillaban con mucha intensidad, reconocí lo que había en ellos, era la misma mirada de tu madre cuando tu aún estabas en su vientre.
Un sentimiento inexplicable me invadió, la recorrí con la mirada, y comprobé que efectivamente estaba embarazada.
No pude negarme hablar con ella, y después de platicar por largo rato, inesperadamente se abrió la puerta y ahí estaba ella, tu madre, más hermosa que nunca.
Han pasado unos meses desde aquel encuentro, en el que Dios y el destino, me dio otra oportunidad de remendar mis errores y gracias a eso, ahora estamos tu madre y yo en el hospital, sosteniendo en nuestros brazos a nuestros nietos, el pequeño Richard y la pequeña Eleonor.
Muchas gracias Terrence, mi querido hijo, gracias por permitirme estar aquí, gracias, por tu perdón. Sé que jamás cometerás los mismos errores que yo.
Y gracias a mi esposa, la única mujer que he amado: tu madre Eleonor, por perdonarme y por no obligarte a recibir un título, el cual nunca quisiste.
FIN
Última edición por Marlene el Vie Abr 19, 2024 8:32 pm, editado 2 veces