Seguimos con un nuevo capítulo de esta historia
Espero sea de su agrado
CAPITULO VII
POV RICHARD
Mi pecho va a reventar de orgullo por el hijo que adoro, mi primogénito triunfa de una forma impactante en las tablas, heredó el talento de su madre y podría jurar que la ha superado con esta actuación magistral. No he podido contener las lágrimas ante la ovación que el público dedico a quien interpretó Romeo, observo el palco donde Eleonor aplaude con frenesí a la vez que se lleva un pañuelo para limpiar su rostro mojado por ese suave llanto producto de la emoción y la satisfacción de ver a nuestro hijo alzarse como una gran estrella por mérito propio... Mi corazón siente una punzada de dolor al pensar que este momento podríamos haberlo compartido juntos y no de esta forma, ambos en el anonimato... Mis malas decisiones del pasado son las responsables, suspiro con pesar mientras veo a la mujer que nunca abandono mi corazón.
El intempestivo ingreso de Arthur al palco me sobresalta, él siempre es muy medido en sus actos, pero verlo así con el cabello revuelto y con nieve sobre su fina capa llama aún más mi atención.
-Su excelencia -Disculpe mi osadía de ingresar sin llamar – Se apoya sobre el respaldo de la silla tomando aire.
-¡Por Dios Arthur! - ¿Qué ha sucedido para que estes en este estado?
-La señorita Ardlay... ella salió de forma intempestiva hacia el hospital enterándose del accidente y sus consecuencias de una forma no esperada al salvar la vida de la señorita Marlowe, quien en un momento de locura intento lanzarse desde la azotea y por azares del destino fue la señorita Ardaly quien lo impidió. -Simon y Paul están en el San Jose vigilando e investigando mientras yo vengo a informarle.
-Has hecho muy bien en ponerme al tanto , por favor que el cochero tenga listo el carruaje, saldré por la puerta lateral del teatro, no perdamos más tiempo.
Los pasillos están abarrotados de espectadores que comentan alegremente la obra, obstaculizando mi salida e impacientándome ya que urge que llegue al hospital a la brevedad posible, por como el destino se empeña en golpear a mi hijo una y otra vez...
Discretamente me reúno con mi gente al llegar al nosocomio, me dan un informe detallado de los últimos sucesos lo cual me deja muy afectado... No sé cómo acercarme a Terius, me necesita, más temo su rechazo y no puedo culparlo...
Camino cabizbajo hacia los pabellones, unos pasos apresurados me detienen, oculto detrás de una columna soy testigo mudo de una escena que desgarra mi alma... Mi hijo se aferra al cuerpo de la pequeña jovencita cuyos rizos ocultan el rostro de Terry, puedo notar que está sollozando al ver el subir y bajar de sus hombros en un intento desesperado por retenerla... Ella con el dolor reflejado en esos ojos verde esmeraldas baja el rostro, el brillo de sus lágrimas es notorio y con un gesto que denota su lucha interna se separa...
-“Adiós Terry... se feliz... sean felices ... yo.. yo... tendré tu recuerdo grabado en mi corazón por siempre...
-Candy... prométeme que tú también serás feliz... promete que a pesar de todo... esa sonrisa estará presente... así quiero recordarte... yo...te amare siempre “
Ella camina lentamente hacia la puerta sin mirar atrás, mientras mi hijo... mi pequeño porque así lo sigo viendo se hunde en su propia angustia... Se dirige a una puerta que supongo es la de ella... la mujercita que se ha convertido en su carcelera...
¡¡¡No puedo permitirlo!!! -La historia no debe repetirse, el deber no debe estar por encima de un amor profundo y más cuando... Mi hijo no tiene que repetir mis errores y cargar con una culpa que no le pertenece
Mientras él se pierde tras esa puerta... Mi decisión ha sido tomada, salgo con paso seguro y veo a los lejos una frágil figura que se camufla entre las sombras de la noche...
Le doy alcance al traspasar las puertas de su hotel
-Señorita Ardaly!! - ¡Candy! - Ella da un respingo y al voltearse puedo notar las marcas que las lágrimas dejan sobre ese rostro de porcelana que brilla frente a la pálida luz del recibidor
-¡Duque! - Yo... Se limpia el rostro avergonzado por dejarse ver tan vulnerable pues baja su mirada - Lo siento... llevo prisa...
-Espera Candy!! - Por favor, es imperativo que hablemos – Imprimo a mi voz ese tono que no acepta replica, (aquel que tanto detesta Terius) . – La llevo a un pequeño salón y solicito se nos de privacidad
-Sé lo sucedido con la señorita Marlowe – No me voy con rodeos, verla en ese estado y recordar como quedo mi hijo... requiere actuar de inmediato.
La veo sentarse y juguetear con sus dedos, la mirada sigue baja, puedo notar que hace un gran esfuerzo por no llorar... La pequeña valiente está en una lucha de sentimientos muy fuertes... Y así es porque luego me da una mirada firme y una sonrisa comienza a asomarse a sus labios
-Entonces... habla suavemente - Entiende que yo debo hacerme a un lado y dejar que ellos sean felices... Él está vivo gracias a Susana, su amor por Terry ha superado al mío y yo... no puedo...
-¿Tu amas a mi hijo, lo quieres en verdad? – Que sientes exactamente por él
-Yo.. yo lo amo... más que a mi vida... Por ello debo dejarlo en manos de quien lo merece y... Retuerce sus manos en un gesto nervioso para posar esa mirada transparente, por lo que puedo notar el dolor que intenta ocultar -Ella lo amara por las dos, dice firmemente.
Suspiro cansinamente -Candy, ¿qué piensa Terius de todo esto? -Lo han conversado y esta
decisión es compartida
-No... yo sé que él siente culpa y conozco sus principios, él tiene un fuerte sentido del honor y del deber. -Sé que al hablarlo él intentaría una solución que no la hay... -No podríamos ser felices a costa del sufrimiento ajeno y yo... deseo evitarle más angustia de la que está cargando.
-Candice, por favor escucha a quien tiene experiencia y te puede asegurar que cumplir con el deber, con ese maldito honor que nos han inculcado, no es el mejor camino... No trae la paz que uno espera y mucho menos la felicidad.
Yo deje escapar mi dicha y arruine no solo mi vida... también la de las personas que más amo en este mundo. Si, la de mi hijo, la de Eleonor...sin contar que también se desgracio la vida de la actual duquesa. El hogar que tenemos es solo apariencia, trayendo infortunio a nuestros tres hijos en común.
-Cómo puedes ver, aceptar el deber por encima de mis verdaderos sentimientos nos hizo infelices a todos... Lastime a Eleonor de la peor forma al separarla de su único hijo, condene a Terius a la soledad y al abandono. No pude amar a la esposa impuesta... Fue la peor elección, dejar el amor por el honor...
-No quiero lo mismo para mi hijo, que los errores se repitan... Hija, tú le salvaste la vida a esa jovencita, guiada por tus principios, por tu noble corazón -¿No crees que esa deuda ha sido saldada? - La veo titubear por un momento
Yo.. en verdad no podía permitirlo... pero eso no quita que ella...
-Que ella siga manipulando dos almas bondadosas... que intente separar a dos personas que se aman y que son tan nobles como para anteponer la felicidad de otros a la suya propia... No, no dejaré que arruinen su futuro por la obsesión y el capricho de una mujercita egoísta.
Candy me observa con asombro e incredulidad, es el momento de enfrentarla con la verdad
-Te has puesto a pensar -¿cómo pudo llegar hasta el último piso? -Eres enfermera y sabes que quien ha perdido un miembro requiere de una recuperación larga, de mucho cuidado, sin contar que la herida aún sin cicatrizar produce un mayor debilitamiento al cuerpo - Susana que no lleva más que unas pocas semanas convalecientes, cuya salud “es delicada” logró burlar la vigilancia y ascender por sí sola tres pisos.
-Ella no es la dulce y desvalida victima que aparenta, por supuesto puedo aseverar que tiene grandes dotes actorales que ha sabido aprovechar. -Tu tienes la capacidad de ver solo la luz de las personas, sin percatarte de las sombras y oscuridad que esconden.
CONTINUARA...
CAPITULO VI
Espero sea de su agrado
REDENCIÓN
CAPITULO VII
POV RICHARD
Mi pecho va a reventar de orgullo por el hijo que adoro, mi primogénito triunfa de una forma impactante en las tablas, heredó el talento de su madre y podría jurar que la ha superado con esta actuación magistral. No he podido contener las lágrimas ante la ovación que el público dedico a quien interpretó Romeo, observo el palco donde Eleonor aplaude con frenesí a la vez que se lleva un pañuelo para limpiar su rostro mojado por ese suave llanto producto de la emoción y la satisfacción de ver a nuestro hijo alzarse como una gran estrella por mérito propio... Mi corazón siente una punzada de dolor al pensar que este momento podríamos haberlo compartido juntos y no de esta forma, ambos en el anonimato... Mis malas decisiones del pasado son las responsables, suspiro con pesar mientras veo a la mujer que nunca abandono mi corazón.
El intempestivo ingreso de Arthur al palco me sobresalta, él siempre es muy medido en sus actos, pero verlo así con el cabello revuelto y con nieve sobre su fina capa llama aún más mi atención.
-Su excelencia -Disculpe mi osadía de ingresar sin llamar – Se apoya sobre el respaldo de la silla tomando aire.
-¡Por Dios Arthur! - ¿Qué ha sucedido para que estes en este estado?
-La señorita Ardlay... ella salió de forma intempestiva hacia el hospital enterándose del accidente y sus consecuencias de una forma no esperada al salvar la vida de la señorita Marlowe, quien en un momento de locura intento lanzarse desde la azotea y por azares del destino fue la señorita Ardaly quien lo impidió. -Simon y Paul están en el San Jose vigilando e investigando mientras yo vengo a informarle.
-Has hecho muy bien en ponerme al tanto , por favor que el cochero tenga listo el carruaje, saldré por la puerta lateral del teatro, no perdamos más tiempo.
Los pasillos están abarrotados de espectadores que comentan alegremente la obra, obstaculizando mi salida e impacientándome ya que urge que llegue al hospital a la brevedad posible, por como el destino se empeña en golpear a mi hijo una y otra vez...
Discretamente me reúno con mi gente al llegar al nosocomio, me dan un informe detallado de los últimos sucesos lo cual me deja muy afectado... No sé cómo acercarme a Terius, me necesita, más temo su rechazo y no puedo culparlo...
Camino cabizbajo hacia los pabellones, unos pasos apresurados me detienen, oculto detrás de una columna soy testigo mudo de una escena que desgarra mi alma... Mi hijo se aferra al cuerpo de la pequeña jovencita cuyos rizos ocultan el rostro de Terry, puedo notar que está sollozando al ver el subir y bajar de sus hombros en un intento desesperado por retenerla... Ella con el dolor reflejado en esos ojos verde esmeraldas baja el rostro, el brillo de sus lágrimas es notorio y con un gesto que denota su lucha interna se separa...
-“Adiós Terry... se feliz... sean felices ... yo.. yo... tendré tu recuerdo grabado en mi corazón por siempre...
-Candy... prométeme que tú también serás feliz... promete que a pesar de todo... esa sonrisa estará presente... así quiero recordarte... yo...te amare siempre “
Ella camina lentamente hacia la puerta sin mirar atrás, mientras mi hijo... mi pequeño porque así lo sigo viendo se hunde en su propia angustia... Se dirige a una puerta que supongo es la de ella... la mujercita que se ha convertido en su carcelera...
¡¡¡No puedo permitirlo!!! -La historia no debe repetirse, el deber no debe estar por encima de un amor profundo y más cuando... Mi hijo no tiene que repetir mis errores y cargar con una culpa que no le pertenece
Mientras él se pierde tras esa puerta... Mi decisión ha sido tomada, salgo con paso seguro y veo a los lejos una frágil figura que se camufla entre las sombras de la noche...
Le doy alcance al traspasar las puertas de su hotel
-Señorita Ardaly!! - ¡Candy! - Ella da un respingo y al voltearse puedo notar las marcas que las lágrimas dejan sobre ese rostro de porcelana que brilla frente a la pálida luz del recibidor
-¡Duque! - Yo... Se limpia el rostro avergonzado por dejarse ver tan vulnerable pues baja su mirada - Lo siento... llevo prisa...
-Espera Candy!! - Por favor, es imperativo que hablemos – Imprimo a mi voz ese tono que no acepta replica, (aquel que tanto detesta Terius) . – La llevo a un pequeño salón y solicito se nos de privacidad
-Sé lo sucedido con la señorita Marlowe – No me voy con rodeos, verla en ese estado y recordar como quedo mi hijo... requiere actuar de inmediato.
La veo sentarse y juguetear con sus dedos, la mirada sigue baja, puedo notar que hace un gran esfuerzo por no llorar... La pequeña valiente está en una lucha de sentimientos muy fuertes... Y así es porque luego me da una mirada firme y una sonrisa comienza a asomarse a sus labios
-Entonces... habla suavemente - Entiende que yo debo hacerme a un lado y dejar que ellos sean felices... Él está vivo gracias a Susana, su amor por Terry ha superado al mío y yo... no puedo...
-¿Tu amas a mi hijo, lo quieres en verdad? – Que sientes exactamente por él
-Yo.. yo lo amo... más que a mi vida... Por ello debo dejarlo en manos de quien lo merece y... Retuerce sus manos en un gesto nervioso para posar esa mirada transparente, por lo que puedo notar el dolor que intenta ocultar -Ella lo amara por las dos, dice firmemente.
Suspiro cansinamente -Candy, ¿qué piensa Terius de todo esto? -Lo han conversado y esta
decisión es compartida
-No... yo sé que él siente culpa y conozco sus principios, él tiene un fuerte sentido del honor y del deber. -Sé que al hablarlo él intentaría una solución que no la hay... -No podríamos ser felices a costa del sufrimiento ajeno y yo... deseo evitarle más angustia de la que está cargando.
-Candice, por favor escucha a quien tiene experiencia y te puede asegurar que cumplir con el deber, con ese maldito honor que nos han inculcado, no es el mejor camino... No trae la paz que uno espera y mucho menos la felicidad.
Yo deje escapar mi dicha y arruine no solo mi vida... también la de las personas que más amo en este mundo. Si, la de mi hijo, la de Eleonor...sin contar que también se desgracio la vida de la actual duquesa. El hogar que tenemos es solo apariencia, trayendo infortunio a nuestros tres hijos en común.
-Cómo puedes ver, aceptar el deber por encima de mis verdaderos sentimientos nos hizo infelices a todos... Lastime a Eleonor de la peor forma al separarla de su único hijo, condene a Terius a la soledad y al abandono. No pude amar a la esposa impuesta... Fue la peor elección, dejar el amor por el honor...
-No quiero lo mismo para mi hijo, que los errores se repitan... Hija, tú le salvaste la vida a esa jovencita, guiada por tus principios, por tu noble corazón -¿No crees que esa deuda ha sido saldada? - La veo titubear por un momento
Yo.. en verdad no podía permitirlo... pero eso no quita que ella...
-Que ella siga manipulando dos almas bondadosas... que intente separar a dos personas que se aman y que son tan nobles como para anteponer la felicidad de otros a la suya propia... No, no dejaré que arruinen su futuro por la obsesión y el capricho de una mujercita egoísta.
Candy me observa con asombro e incredulidad, es el momento de enfrentarla con la verdad
-Te has puesto a pensar -¿cómo pudo llegar hasta el último piso? -Eres enfermera y sabes que quien ha perdido un miembro requiere de una recuperación larga, de mucho cuidado, sin contar que la herida aún sin cicatrizar produce un mayor debilitamiento al cuerpo - Susana que no lleva más que unas pocas semanas convalecientes, cuya salud “es delicada” logró burlar la vigilancia y ascender por sí sola tres pisos.
-Ella no es la dulce y desvalida victima que aparenta, por supuesto puedo aseverar que tiene grandes dotes actorales que ha sabido aprovechar. -Tu tienes la capacidad de ver solo la luz de las personas, sin percatarte de las sombras y oscuridad que esconden.
CONTINUARA...
CAPITULO VI