No sè còmo llegamos a este lugar... o mejor dicho a este momento. Te veo a travès del salòn y no sè si esconderme bajo la mesa o dar media vuelta y dirigirme a la salida màs cercana.
El aliento se me corta y todo un enjambre de abejas rodea mi estòmago, mientras veo a mi alrededor buscando el panal traidor...
Veo que te acercas, abrièndote paso entre las parejas y vièndome fijamente a los ojos... Y retrocedo... topàndome con la pared. Veo a mi derecha y a mi izquierda: nadie. Tù vienes a por mì y el cielo se me hunde... ¿O era el piso...?
-Hola.
-...Hola...
No sè què hacer, me siento ridìcula vièndote frente a mì, sonrièndome como si fuera un cachorro que sacaron de su cuna... ¡Y no tengo ni una maldita copa de algo a la que aferrarme! Me retuerzo las manos detràs del vestido, mientras mis dedos buscan en la pared algo a lo que poder asirse...
-¿Bailas?
-...
Me ves curioso y tus ojos relumbran en la penumbra como si no necesitaran reflejar la luz, sino ella proviniera de dentro de ti.
-...No muy bien...
-No soy exigente.
No sè si estoy respirando. A lo mejor morì y esto es la antesala del cielo... Alguna fuerza invisible mueve mi brazo y lo extiendo. Tù tomas mi mano y me siento como mantequilla cuidadosamente colocada frente al fuego de la hoguera y deslizàndose por todo el piso, derretida...
Siento tu fuerza, tu seguridad, tu paso firme y majestuoso abrièndose paso. Siento las miradas de las mujeres que desearìan estar en mi lugar. Siento que voy a desmayarme en cualquier momento o que vas a volverte a mì, preguntàndome por què tengo que ser tan obvia y demostrarle a todo el mundo que estoy loca por ti.
Me tomas por la cintura y colocas mis brazos en tus hombros. Siento tu cuerpo junto al mìo y me siento desfallecer. Cierro los ojos sòlo para sentirte respirar frente a mì. Huelo tu lociòn y mis manos sienten la fina tela de tu traje negro. Mechones de tu pelo rozan mis dedos y lo que muero por hacer es acariciarlo y hundirme en èl...
La mùsica es tan insinuante que es insoportable. Trato de controlar mi respiraciòn acelerada, pero es imposible sintièndote asì. Las notas nos envuelven como si de listones pegajosos se trataran y me siento irremediablemente pegada a ti.
Me acercas màs y tu abrazo se cierra sobre mi cintura y te siento mover... yo no recordaba que tenìa pies... parpadeo, aclaro mi garganta; si tù no haces algo, voy a morir en este mismo instante...
-Hueles exquisito...
-...Gracias... tù tambièn...
¿Se supone que deba decirte eso? ¡Al diablo!
-Y te mueves muy bien...
-...Voy a sonar como grabadora, pero... tù tambièn...
-O sea que formamos una pareja magnìfica, ¿no te parece?
-...Supongo que sì...
-Y, ¿por què la suposiciòn ùnicamente?
-...
-Desde el momento que te vi, supe que eres diferente. Perdida en el salòn, mientras todas las otras me apabullaban con regalos. Movièndote como una mariposa, mientras las otras me atacaban como si yo fuera su presa. No querìa nada màs que escaparme de todo y acercarme a ti, tomarte en mis brazos y perderme en tu aroma a jardìn en primavera...
¿Podìa ser todo esto uno màs de mis sueños contigo? Uno de los millones de sueños que he tenido contigo... Pero no, ahora te siento, te huelo, me pierdo entre los pliegues de tu costoso traje y acaricio sin reservas los mechones de tu pelo lacio.
Te siento acercar. Puedo sentir tu respiraciòn en mi oìdo. Se va moviendo lenta y ahora la siento en mi sien y llega a mis ojos y posas tus labios en ellos.
-...Eres tan hermosa...
-...Y tù...
Te acercas a mis labios y siento tu aliento en mi boca. Mis pulmones se vuelven diminutos y me muevo ya sin pensar. Mis dedos recorren tu cabello y se pierden dentro de èl, mientras cierras mi boca con la tuya y murmuras mientras me besas:
-...Yo tambièn estoy loco por ti...
El aliento se me corta y todo un enjambre de abejas rodea mi estòmago, mientras veo a mi alrededor buscando el panal traidor...
Veo que te acercas, abrièndote paso entre las parejas y vièndome fijamente a los ojos... Y retrocedo... topàndome con la pared. Veo a mi derecha y a mi izquierda: nadie. Tù vienes a por mì y el cielo se me hunde... ¿O era el piso...?
-Hola.
-...Hola...
No sè què hacer, me siento ridìcula vièndote frente a mì, sonrièndome como si fuera un cachorro que sacaron de su cuna... ¡Y no tengo ni una maldita copa de algo a la que aferrarme! Me retuerzo las manos detràs del vestido, mientras mis dedos buscan en la pared algo a lo que poder asirse...
-¿Bailas?
-...
Me ves curioso y tus ojos relumbran en la penumbra como si no necesitaran reflejar la luz, sino ella proviniera de dentro de ti.
-...No muy bien...
-No soy exigente.
No sè si estoy respirando. A lo mejor morì y esto es la antesala del cielo... Alguna fuerza invisible mueve mi brazo y lo extiendo. Tù tomas mi mano y me siento como mantequilla cuidadosamente colocada frente al fuego de la hoguera y deslizàndose por todo el piso, derretida...
Siento tu fuerza, tu seguridad, tu paso firme y majestuoso abrièndose paso. Siento las miradas de las mujeres que desearìan estar en mi lugar. Siento que voy a desmayarme en cualquier momento o que vas a volverte a mì, preguntàndome por què tengo que ser tan obvia y demostrarle a todo el mundo que estoy loca por ti.
Me tomas por la cintura y colocas mis brazos en tus hombros. Siento tu cuerpo junto al mìo y me siento desfallecer. Cierro los ojos sòlo para sentirte respirar frente a mì. Huelo tu lociòn y mis manos sienten la fina tela de tu traje negro. Mechones de tu pelo rozan mis dedos y lo que muero por hacer es acariciarlo y hundirme en èl...
La mùsica es tan insinuante que es insoportable. Trato de controlar mi respiraciòn acelerada, pero es imposible sintièndote asì. Las notas nos envuelven como si de listones pegajosos se trataran y me siento irremediablemente pegada a ti.
Me acercas màs y tu abrazo se cierra sobre mi cintura y te siento mover... yo no recordaba que tenìa pies... parpadeo, aclaro mi garganta; si tù no haces algo, voy a morir en este mismo instante...
-Hueles exquisito...
-...Gracias... tù tambièn...
¿Se supone que deba decirte eso? ¡Al diablo!
-Y te mueves muy bien...
-...Voy a sonar como grabadora, pero... tù tambièn...
-O sea que formamos una pareja magnìfica, ¿no te parece?
-...Supongo que sì...
-Y, ¿por què la suposiciòn ùnicamente?
-...
-Desde el momento que te vi, supe que eres diferente. Perdida en el salòn, mientras todas las otras me apabullaban con regalos. Movièndote como una mariposa, mientras las otras me atacaban como si yo fuera su presa. No querìa nada màs que escaparme de todo y acercarme a ti, tomarte en mis brazos y perderme en tu aroma a jardìn en primavera...
¿Podìa ser todo esto uno màs de mis sueños contigo? Uno de los millones de sueños que he tenido contigo... Pero no, ahora te siento, te huelo, me pierdo entre los pliegues de tu costoso traje y acaricio sin reservas los mechones de tu pelo lacio.
Te siento acercar. Puedo sentir tu respiraciòn en mi oìdo. Se va moviendo lenta y ahora la siento en mi sien y llega a mis ojos y posas tus labios en ellos.
-...Eres tan hermosa...
-...Y tù...
Te acercas a mis labios y siento tu aliento en mi boca. Mis pulmones se vuelven diminutos y me muevo ya sin pensar. Mis dedos recorren tu cabello y se pierden dentro de èl, mientras cierras mi boca con la tuya y murmuras mientras me besas:
-...Yo tambièn estoy loco por ti...