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Hola chicas, aquí vengo con mi quinto aporte
Continuando con "Los siete pecados Andrew" les traigo este que es la pereza escrito con ayuda de mi amiga Chiquita Andrew. Esperamos que los tomatazos sean despacito jejejeje
Disclaimer: Los personajes de Candy Candy no me pertenecen, pertenecen a sus creadoras Mizuki e Igarashi, este es un fanfic sin fines de lucro.
Los siete pecados Andrew: La pereza.
by Kitten Andrew & Chiquita Andrew
¡Humillación y rabia! Eso fue lo que sentí después de que esa maldita gritara a los cuatro vientos que jamás se casaría conmigo. Esto es algo que jamás le perdonare y mucho menos al famoso tío abuelo, que resultó ser ese maldito vagabundo que me quito el amor de Candy.
Ahora después de unos meses, me encuentro en mi habitación encerrado entre cuatro elegantes paredes. Desde hace semanas que no veo la luz del día. Mi madre me pidió que nos fuéramos a Florida después de verme tan herido, pero no quise tomarle la palabra. Yo quería vengarme de esos malditos, mi orgullo había sido pisoteado. Mi autoestima estaba por los suelos… Así que no quise irme a Florida a estar metido entre las faldas de mi madre y ser el títere de Eliza.
Al principio pensé que podría vengarme de esa maldita… ¿pero que logré? Sólo estar encerrado y bebiendo todo el día. Los sirvientes ya tienen miedo venir a dejarme la comida o el alcohol que tanto exijo ¡Son unos inútiles, buenos para nada! Por eso no permito que hagan la limpieza en mi habitación. No quiero ver a nadie, no quiero que nadie me moleste… sólo quiero comer y beber hasta quedarme completamente dormido.
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Un fuerte dolor de cabeza me ha despertado, creo que he dormido por días enteros. No sé cuantas semanas han pasado, no sé en qué día vivo. No sé si es de día o de noche… pero no me importa. Sólo quiero un trago de alcohol y comida…
Abro la puerta de mi recamara y mi voz retumba por toda la casa.
-¡Necesito más alcohol y comida!
Solo el eco de mi voz se escucha, ¿Acaso ya nadie vive aquí?
-¡¿Que no me escuchan?! ¡Necesito alcohol y comida!
De repente una sirvienta tiembla enfrente de mí. No la vi llegar y eso hace que retroceda unos pasos.
-¿Qué haces inútil? ¿Me quieres matar de un susto? – Alzo mi voz para que aprenda que a los dueños de la casa no hay que asustarlos, y creo que lo conseguí; ha comenzado a llorar - ¡Eres una inútil! Necesito dos botellas de whisky y más comida… ¿Qué esperas? ¡Muévete!
Rayos, este dolor de cabeza es insoportable. Entro al baño y sin ver mi rostro en el espejo que esta todo cuarteado, enjuago mis ojos con agua fría. Creo que están hinchados de tanto dormir… en fin, ya pasara.
Al salir del baño una luz me ciega por completo… ¡Maldita sea! Alcanzo a visualizar un poco una silueta de mujer… y al oler ese perfume creo saber quién es. Doy media vuelta hacia el baño cuando su voz me detiene por completo.
-¡Basta Niel! ¿Acaso te has vuelto loco? – me grita con furia en sus palabras.
-¿Qué quieres madre? ¿Acaso no fui muy claro al decir que no quiero que nadie me moleste? – le grito aun con furia en mis palabras. Está asustada y sus lágrimas lo dicen todo.
-Niel… hijo… por favor, tienes que salir de esto, mírate nada más. Tienes meses de estar encerrado en esta habitación; sólo bebes, comes y duermes. ¿Desde cuándo no te bañas? Tienes la misma ropa en meses. Has subido mucho de peso, pareces un vagabundo con esa barba y… apestas Niel. ¡Reacciona por favor!
-¡Que te calles! He dicho que me dejes en paz, y si no traes alcohol y comida entonces no sé qué haces aquí, así que déjame solo.
A empujones saqué a mi madre de la habitación y al tratar de cerrar la puerta en su cara, me miró de manera diferente… como si yo le diera lastima.
-Está bien Niel, te dejare en paz pero solo quiero decirte que esta pereza que tienes le ha ganado a tu orgullo. Solo tú puedes salir adelante, y yo estaré aquí para ayudarte… y necesito que sepas que yo…
Ya no la deje terminar, le cerré la puerta en la cara y tape mis oídos, no quiero escuchar sus cursilerías de madre. Camino hacia la mesa de centro y me dedico a beber y comer…
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-¿Qué me pasa? Porque este dolor tan insoportable… ¡Esas voces! ¿Dónde estoy?
-¡Niel, despierta! – escucho susurrar a mi madre.
-¿Qué paso? ¿Dónde estoy?
-Niel, te has caído cerca del balcón de tu ventana y te hiciste una herida con el vidrio roto. Necesitamos curarte esta pierna, ¡Necesitas que te revise un médico!
No supe que contestar, me desvanezco una vez más.
Despierto en mi cama con la pierna adolorida y con un dolor de cabeza terrible. Vislumbro toda la habitación y ya está limpia. ¿Qué es ese olor? ¿Flores? Pero qué diablos…
-Niel, que bueno que despiertas hijo, estaba preocupada por ti – fueron las palabras de mi madre.
-No quiero que nadie se preocupe por mí, ¡Largo! ¡Quiero estar solo! – les grité y me levanté de la cama, un fuerte dolor hizo presión en mi pierna y estuve a punto de caer, pero ni eso me detuvo para sacar a mi madre de la habitación. La escucho como golpea la puerta y me dice que tengo que cuidarme esa herida o se me infectara. Sin escucharla me dirijo cojeando al baño y encuentro la botella que tenía escondida… y comienzo a beber nuevamente.
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-¡Que dolor tan insoportable! ¿Y este olor? ¿Qué es lo que pasa?
Despierto bañado en sudor, mi pierna me duele mucho. Quito las vendas y mi herida apesta… mi pierna es de un color diferente al de mi piel… ¿Qué me está pasando? Esto no puede ser. Me levanto como puedo de mi cama y arrastro la pierna completamente, a gritos llamo a mi madre.
-¿Qué pasa Niel?
-Es mi pierna… mi pierna, casi no la siento y huele muy mal.
-Niel desde que te lastimaste no has dejado que nadie entre a tu habitación. Han pasado muchos días sin que se te cure y solo te dedicas a beber y dormir. ¡Tu pierna tiene gangrena!
-¡No! ¡No! ¡No! No puede ser… – comienzo a llorar como un bebé. Veo a mi madre y ella no tiene ninguna expresión en su rostro - ¡Ayúdame! Este dolor es insoportable, ¡Ayúdame madre!
Una oleada de calor y dolor consumen mi cuerpo y siento que mi vista está muy nublada… ¡No alcanzo a ver a mi madre! No puede ser… Maaaaaadreeeeeeee.
Despierto una vez más, ¡Oh, toda esta luz! Mis ojos no visualizan nada, solo escucho murmullos. ¿Dónde estoy? Mis ojos se comienzan a acostumbrar a esta luz y poco a poco puedo ver todo. Es una habitación, pero no es la mía. Esta es de color blanco, hay muchas flores por todos lados. Comienzo a tentar todo mi cuerpo que está tapado con sábanas blancas.
-Estoy… en… en… ¿Un hospital? Pero… ¿Qué ha pasado?
Una mujer vestida de enfermera entra a mi recamara y viene hacia a mí, me toma el pulso y checa la temperatura. La veo directamente a los ojos y ella me ve con lastima…
-Enfermera… ¿Qué hago aquí? ¿Qué es lo que me pasa? ¡Contésteme! – la tomo de los brazos y la zarandeo para que me diga algo.
-Joven Leagan, es mejor que se recueste, le diré a su madre que ya ha despertado.
-¡No! Exijo una respuesta ¿Qué es lo que pasa?
La enfermera sale corriendo de la habitación sin decirme nada. Intento pararme pero no puedo, mi cuerpo esta adolorido y mis piernas no me responden. ¡No! ¡No puede ser! ¡No siento mi pierna! Mi desesperación crece aún más, quito las sabanas y las tiro al suelo ¡No puede ser! ¡Mi pierna! ¡No tengo una pierna! ¡Me han cortado una pierna!
Unas risas comienzan a llegar a mi cabeza, levanto la mirada y ahí están. Los veo, se están burlando de mí, son Candy y el vagabundo. Cierro los ojos y los vuelvo a abrir y hay más… ahora esta Archie, Annie, Patty y hasta Terry…
-¡LARGO DE AQUÍ! ¡LARGOOOOO!
Sus risas son más fuertes, no me escuchan. Todo me da vueltas…
-¡NOOOOOOOOOOOOO! ¡LARGOOOOOOO! ¡DEJENME EN PAZ!
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-¡Niel! ¡Niel!
Siento como unas manos fuertes me toman de los brazos y me zarandean. Logro despertar todo sudado y veo a mi padre a mi lado.
-¡¿Padre?! – es mi padre, trato de moverme pero una punzada de dolor me lo impide. Me quito las sabanas y ahí están mis piernas… ¡Mis piernas están completas! Comienzo a tartamudear y mi padre me ve con curia.
-Claro que están completas tus piernas hijo, tenías una pesadilla. ¿Qué es lo que estabas soñando, Niel?
-Nada interesante padre, lo que me alegra es que estoy bien y mis piernas están donde deben de estar.
-Niel, el doctor dijo que tu pierna está herida por la caída… Hijo ¿No crees que ya es hora de salir de este trance en el que estas hundido?
-Si padre, ya es hora. Es hora de dejar toda esta pereza atrás. Tengo una oportunidad más y quiero aprovecharla.
-¡Neal, hijo! – Exclamó mi padre abrazándome muy fuerte.
Nos quedamos hablando por un largo rato, creo que jamás había tenido una plática con mi padre, y me doy cuenta de que me ama y que siempre quiere lo mejor para mí.
Con el corazón latiéndome muy fuerte por esa pesadilla decidí cambiar el rumbo de mi vida… ya que esta me ha dado una oportunidad de corregirme. Me levante de la cama, me bañe y salí de mi habitación. Mi madre, quien estaba en la sala junto con mi hermana, se sorprendieron al verme tan temprano levantado y fuera de la habitación, las dos corrieron a abrazarme y llenarme de besos.
Días después de que mi pierna se restableciera por completo me dirigí al consorcio Andrew ya que ahí mi padre tenía sus oficinas. Todos volteaban a verme como si yo fuera algo desconocido. Si bien sabían quien era yo…..pero con la fama que tenía no me ayudaba para nada. Cuando por fin entre a la oficina de mi padre, se sorprendió al verme ahí pero no dijo nada, espero para ver qué era lo que esta vez quería ya que nunca lo visitaba. Solo iba cuando necesitaba dinero para mantener mis vicios.
-Niel, hijo ¿Pasa algo?
-No padre, solo vengo a hablar contigo.
-Dime hijo, estoy para escucharte.
-Quiero irme a Florida pero no bajo las faldas de mi madre. Quiero irme y ayudarte con los negocios que tienes ahí. Quiero aprender de ti, quiero salir adelante porque ya no quiero pasar por todo lo que pase.
-¡Hijo mío, Bienvenido!
Meses después aquí estoy en las oficinas de Florida, claro que mi madre y mi hermana pusieron el grito en el cielo cuando les dije que me vendría a vivir solo. Poco a poco he ido saliendo de todo lo que me frustraba. Hoy he mandado una carta al tío William para felicitarlo por su compromiso con Candy. Y a ella… será difícil olvidarla, pero le deseo lo mejor del mundo, le he mandado una carta para pedirle perdón por todo lo que le hice, y ella me contesto que todo estaba olvidado y se alegraba mucho de mi cambio.
Mi amada Candy, creo que ella será mi único vicio en la vida, aunque siempre la lleve muy adentro de mi corazón.
Fin.[/justify]
Espero que les haya gustado el fic, y como regalo traigo esta firma. La muestra es para mi amiga Chiquita Andrew por si ayuda. Y para ganársela es muy fácil solo tienes que responder dos preguntas.
1.- ¿Cual fue la pesadilla de Niel?
2.-¿Que opinas de la pereza?
1.- ¿Cual fue la pesadilla de Niel?
2.-¿Que opinas de la pereza?
Retirar Aqui Gracias
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Última edición por kitten Andrew el Lun Abr 13, 2015 8:26 pm, editado 8 veces
