Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979.
Albert
Reeditado gracias a Martha Cervantes Quiroga.
Amo la libertad, la naturaleza, aun siendo niño fui encarcelado en mi propio hogar, atado a un apellido, que me quitó el derecho a tener una vida sana y plena para convivir abiertamente con el resto de la humanidad. ¡Me llaman misántropo! En realidad desconocen la causa de mi alejamiento del mundo, ocasionada por decisión familiar en cumplimiento a los intereses de bienestar y conservación de un linaje.
Mi madre murió al darme a luz ¿Será que mi nacimiento está marcado por la muerte de los seres que más amo? ¿Cuál es el sentido de la vida?
Todo iba bien a pesar de no haber sido criado por mi madre biológica, tuve a una excelente mujer a mi cuidado, Rosemary Brown, mi hermana quien junto a su hijo Anthony, me brindaron amor; esos son los únicos recuerdos felices de mi infancia. Ella me defendía y estuvo junto a mí, entonces a cumplir ocho años mi padre muere, convirtiéndome en principal heredero por ser varón y descendiente directo.
Nuevamente el ángel de la muerte me persigue, mi hermana fallece y se me prohíbe asistir injustamente a su sepelio. El tiempo transcurre y la vida debe tomar su rumbo habitual; escucho risas, voces, el ir y venir de gente disfrutando una fiesta, llega a mi una brillante idea si uso mi traje escocés nadie me tomara en cuenta, todos visten igual.
¡Es intolerante esta situación!... ¡Qué iluso! La tía Elroy me reprende severamente, uno de los invitados, me ha reconocido y ha decidido encerrarme.
¿Por qué debo estar preso? Me voy a vivir mi vida. En la forma que yo deseo vivir... en libertad!
Tomo el auto y me dirijo a un lugar donde se aprecia una colina con un enorme árbol frondoso, está lloviendo, pero en eso cesa y escucho a alguien llorar es una niña parece tan frágil y pequeña ¿Qué le habrá pasado? Tocaré la gaita para que sonría… ella deja a un lado sus lágrimas para convertirlas en una enorme y sonora carcajada. Admiro su capacidad de pasar de la tristeza a la alegría, así es como uno debe de afrontar los suceso negativos. Ella me dice su nombre “Candy”, continuo escuchándola, pero a lo lejos me llama George. Decido huir no quiero que me atrapen. George me alcanza y me reprende, me pide ¡más nunca hacer algo así!
¡Mi rutina, la de siempre! Observar a lo lejos las risas, los juegos y el disfrutar de todos. Mi infancia y adolescencia no fueron como el común, debía entrenarme en el estudio y comprensión de diferentes áreas de ciencias administrativas, legales y de negocios; todo para guiar los intereses económicos de la Familia Andrew (Ardlay) ¿Se puede llamar suerte el estar trabajando día y noche para satisfacer las necesidades de un grupo de personas que solo ostenta superioridad?
Yo no quería eso, me cansé de ser el esclavo, por mí que se vayan a la bancarrota, quiero ser libre.
Después de haber pasado cuatro años vigilado por los guardaespaldas de la familia, tomé la decisión de vivir a mis expensas con lo que yo mismo pudiera hacer- crear, no valerme de un apellido para tener todo a la mano. Mantenía el contacto con George, esos días sin la familia Andrew fueron los más felices de mi vida, mi vida; estar en lo que yo consideraba mi casa. Uno de esos días salí a pescar cerca del río cuando escuche la voz de auxilio de alguien que parecía ser una niña, de inmediato tomo una soga la anudo a un árbol y salto para rescatarla, le aplico reanimación cardiopulmonar; ¡Casi se ahoga! Con sumo cuidado le quito la ropa mojada y le pongo una de mis camisas a fin de evitarle una hipotermia; entonces algo llama mi atención, alrededor de su cuello un crucifijo y ¡Increíble, mi broche! Ella despierta lentamente, pero vuelve a desmayarse debido a mi apariencia de “pirata” que le ha aterrado. Una vez que ella vuelve a ser consciente, le digo mi nombre y le presentó a mi querida mascota “Puppe” a quien ella con un ademán de desprecio que convierte en disculpa saluda.
Esa noche, la niña de la colina me hace comprender la importancia de retomar mi papel como cabeza de la familia Andrew; aún con esa indecisión, recibo las cartas de mis sobrinos: Anthony, Stear y Archie, quienes coincidentemente me hablan de la misma niña, narrándome los maltratos físicos y emocionales a los que es sometida en casa de la familia Legal. Mis sobrinos quieren que la adopte ¿Cómo podría ser? ¡No tengo ni he tenido novia, pero si tendré una hija! Sin quererlo sonrío ¡Vaya que mi vida es diferente al resto! La duda, la indecisión, la responsabilidad me hacen mella ¿Qué puedo hacer? ¿He de ser yo quien la rescate de esta nueva cascada? ¡Si no intervengo, los abusos continuarán e irán en aumento! Ella ya me ha contado que ese chico le jalonea los cabellos y la han apodado “huérfana bastarda"
Continuará…
Albert
Reeditado gracias a Martha Cervantes Quiroga.
Amo la libertad, la naturaleza, aun siendo niño fui encarcelado en mi propio hogar, atado a un apellido, que me quitó el derecho a tener una vida sana y plena para convivir abiertamente con el resto de la humanidad. ¡Me llaman misántropo! En realidad desconocen la causa de mi alejamiento del mundo, ocasionada por decisión familiar en cumplimiento a los intereses de bienestar y conservación de un linaje.
Mi madre murió al darme a luz ¿Será que mi nacimiento está marcado por la muerte de los seres que más amo? ¿Cuál es el sentido de la vida?
Todo iba bien a pesar de no haber sido criado por mi madre biológica, tuve a una excelente mujer a mi cuidado, Rosemary Brown, mi hermana quien junto a su hijo Anthony, me brindaron amor; esos son los únicos recuerdos felices de mi infancia. Ella me defendía y estuvo junto a mí, entonces a cumplir ocho años mi padre muere, convirtiéndome en principal heredero por ser varón y descendiente directo.
Nuevamente el ángel de la muerte me persigue, mi hermana fallece y se me prohíbe asistir injustamente a su sepelio. El tiempo transcurre y la vida debe tomar su rumbo habitual; escucho risas, voces, el ir y venir de gente disfrutando una fiesta, llega a mi una brillante idea si uso mi traje escocés nadie me tomara en cuenta, todos visten igual.
¡Es intolerante esta situación!... ¡Qué iluso! La tía Elroy me reprende severamente, uno de los invitados, me ha reconocido y ha decidido encerrarme.
¿Por qué debo estar preso? Me voy a vivir mi vida. En la forma que yo deseo vivir... en libertad!
Tomo el auto y me dirijo a un lugar donde se aprecia una colina con un enorme árbol frondoso, está lloviendo, pero en eso cesa y escucho a alguien llorar es una niña parece tan frágil y pequeña ¿Qué le habrá pasado? Tocaré la gaita para que sonría… ella deja a un lado sus lágrimas para convertirlas en una enorme y sonora carcajada. Admiro su capacidad de pasar de la tristeza a la alegría, así es como uno debe de afrontar los suceso negativos. Ella me dice su nombre “Candy”, continuo escuchándola, pero a lo lejos me llama George. Decido huir no quiero que me atrapen. George me alcanza y me reprende, me pide ¡más nunca hacer algo así!
¡Mi rutina, la de siempre! Observar a lo lejos las risas, los juegos y el disfrutar de todos. Mi infancia y adolescencia no fueron como el común, debía entrenarme en el estudio y comprensión de diferentes áreas de ciencias administrativas, legales y de negocios; todo para guiar los intereses económicos de la Familia Andrew (Ardlay) ¿Se puede llamar suerte el estar trabajando día y noche para satisfacer las necesidades de un grupo de personas que solo ostenta superioridad?
Yo no quería eso, me cansé de ser el esclavo, por mí que se vayan a la bancarrota, quiero ser libre.
Después de haber pasado cuatro años vigilado por los guardaespaldas de la familia, tomé la decisión de vivir a mis expensas con lo que yo mismo pudiera hacer- crear, no valerme de un apellido para tener todo a la mano. Mantenía el contacto con George, esos días sin la familia Andrew fueron los más felices de mi vida, mi vida; estar en lo que yo consideraba mi casa. Uno de esos días salí a pescar cerca del río cuando escuche la voz de auxilio de alguien que parecía ser una niña, de inmediato tomo una soga la anudo a un árbol y salto para rescatarla, le aplico reanimación cardiopulmonar; ¡Casi se ahoga! Con sumo cuidado le quito la ropa mojada y le pongo una de mis camisas a fin de evitarle una hipotermia; entonces algo llama mi atención, alrededor de su cuello un crucifijo y ¡Increíble, mi broche! Ella despierta lentamente, pero vuelve a desmayarse debido a mi apariencia de “pirata” que le ha aterrado. Una vez que ella vuelve a ser consciente, le digo mi nombre y le presentó a mi querida mascota “Puppe” a quien ella con un ademán de desprecio que convierte en disculpa saluda.
Esa noche, la niña de la colina me hace comprender la importancia de retomar mi papel como cabeza de la familia Andrew; aún con esa indecisión, recibo las cartas de mis sobrinos: Anthony, Stear y Archie, quienes coincidentemente me hablan de la misma niña, narrándome los maltratos físicos y emocionales a los que es sometida en casa de la familia Legal. Mis sobrinos quieren que la adopte ¿Cómo podría ser? ¡No tengo ni he tenido novia, pero si tendré una hija! Sin quererlo sonrío ¡Vaya que mi vida es diferente al resto! La duda, la indecisión, la responsabilidad me hacen mella ¿Qué puedo hacer? ¿He de ser yo quien la rescate de esta nueva cascada? ¡Si no intervengo, los abusos continuarán e irán en aumento! Ella ya me ha contado que ese chico le jalonea los cabellos y la han apodado “huérfana bastarda"
Continuará…
Última edición por Yuleni Paredes el Mar Abr 04, 2017 8:45 pm, editado 3 veces