El Heredero de Neal Leagan
La joven descansaba después de una noche de duro trabajo de parto, pálida y agotada contemplaba ese momento especial, pero a la vez tan común que ya para la gente era muy normal. Su esposo miraba por primera vez de cerca el milagro de la vida...una vida que les concernía a los dos.
Neal Leagan orgulloso sostenía a su primogénito mientras maravillado veía lo pequeño indefenso y perfecto que era…”todo un Leagan de cuerpo entero” como bien decía la señora Elroy...y ella se lo había dado....una joven mujer que había comprendido su forma de ser y aprendido a vivir con sus defectos....y apreciado sus escondidas virtudes.
Él era el socio principal de su padre en la compañía Leagan...un hombre de negocios exitoso que parecía tener todo en la vida...especial en su forma de ser, respetado por sus allegados y empleados antipático para muchos, alzado, y presumido...pero en ese momento especial todos esos defectos con el que lo tachaban parecía no tenerlos...pero tenía que quedar claro...solo con ella podía demostrar ese lado dulce y paternal...con ella y con ese pequeño que acunaba en sus brazos.
El bebé se sentía protegido, aún con los ojos cerrados podía darse cuenta que los brazos que lo sostenían eran protectores y cálidos... los brazos de su gallardo y distinguido padre.
Neal acercó su nariz a la del pequeño y pudo aspirar su delicado aroma...rozó su rostro con el suyo...regalándole a la vez una sonrisa y una mirada de esos ojos avellana...las palabras sobraban...bastaba una caricia...solo un roce para que el heredero de los Leagan pudiera demostrar a ese pequeño lo que significaba para él...teniendo a su madre como testigo no necesitaba nada más. Depositó un beso en la frente del pequeño y su mirada se posó en Azucena.
Le sonrió enigmáticamente mientras hacía gala de su recién nacida paternidad sosteniendo al bebé en brazos...
-Apuesto a que los periodistas de todo Chicago se matarían entre ellos por esta exclusiva...-y le guiño el ojo a la joven que sonriente sin decir palabra lo miraba desde el lecho.
Ella no necesitaba contestarle cosa alguna, Neil la conocía muy bien y sabía que al igual que él estaba experimentando uno de los momentos más felices de su vida.
-El joven se acercó a la cama y tomó la mano de su esposa a la vez que depositaba un beso en ella....
- ¿Regresamos a casa señora Leagan?, Toda la familia está ansiosa por conocer a mi heredero.
-Ella cerró los ojos y sonrió al recordar la incógnita de una de sus amistades en la sociedad de Chicago, y es que esa señorita no podía creer que un hombre así tuviera corazón para enamorar a una mujer "a la buena" y finalmente sentar cabeza ¡y es que era tan rudo, caprichoso y a veces tan desagradable con ella! Y sólo lo soportaba por que era la mejor amiga de su novia Y ahí estaba ella…en la fiesta de compromiso de ambos de hace un par de años, preguntándole:
-"¿Estás enamorada de Neal?" "¿En serio?" "¿Pero como puedes amarlo si es un hombre tan hermético?" ¿"Que fue lo que le viste?"
Y nuevamente sobraron las palabras...La forma en el que él la trataba como no lo hacía con nadie y la etapa de padre que le acababa de descubrir eran suficientes para contestar esa pregunta con un rotundo y seguro ¡Sí!
Fin
Escrito por Azucena Jarjayes
Jardinera de la Mansión Leagan
Ilustración por Mimicat Cornwell Chef Personal de Neal Leagan
Última edición por AzucenaJarjayes el Jue Abr 13, 2017 1:54 am, editado 5 veces