Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979
Habían adquirido los terrenos alrededor del hogar de Pony para ampliarlo, Albert llegó en compañía del ingeniero que haría el proyecto remodelación, este tenía una compañía constructora y Albert lo había contratado, Candy en ese entonces tenía 21 años y Albert 31 el ingeniero tenía 30 años, la hermana María y la señorita Pony escucharon que se acercó un coche y le avisaron a Candy, ella salió contenta para esperarlo en la puerta, el sol comenzaba a ocultarse.
-Buenas Tardes Candy-dijo Albert al estar frente a ella.
-Tío Abuelo William, buenas tardes ¡Me alegra que me de esta sorpresa! Tengo que acostumbrarme a sus visitas inesperadas.
Albert apretó un poco los labios al escuchar que le dijo tío Abuelo, Candy sonrió un poco pues sabía que eso lo incomodaba, era su venganza por no haberle dicho antes que él era su benefactor.
-Osvaldo ella es… -Albert no sabía cómo presentarla- es mi protegida Candy White.
-Candy él es el ingeniero Osvaldo quien tendrá a su cargo el proyecto de ampliación y remodelación del hogar.
Osvaldo posó sus ojos en ella y la vio hermosa, Candy hizo una pequeña reverencia.
-A sus pies señorita Candy- Él le besó la mano
Albert miró la reacción de Candy, ella no le dio importancia a la acción de Osvaldo.
La hermana María y la señorita Pony llegaron con té y galletas.
-No hermana María, mejor traiga el pay de limón que horneé hoy
Albert estaba sorprendido, Candy no era diestra en la cocina.
La hermana María y la señorita Pony sonrieron pues era mentira, lo había horneado la señorita Pony pero Candy quería que Albert pensara que por fin había aprendido a cocinar.
-En un momento lo traigo
-¿Se quedarán a dormir aquí?
-Yo sí me quedaré, Osvaldo se irá al hotel del pueblo
-Yo quisiera quedarme también, para ir al pueblo es media hora de camino y no quisiera perder el tiempo, hoy avanzamos con las mediciones pero tengo la intención de hacerlo lo más rápido posible para darle las medidas al arquitecto y que él haga el diseño .
La hermana María le sirvió a los caballeros el postre, Candy miró sonriente a Albert
-Candy ¡te salió muy rico!
-Sabía que te iba a gustar.
-¿Me puedes dar la receta?-dijo Albert malicioso
-Es secreta y no te la puedo revelar- Albert sonrió pues eso le había confirmado que ella no lo había preparado.
Candy llenó la bañera para que Albert se duchara, el entró y se desnudó completamente remojándose, a Candy se le olvidó poner toallas en el baño, ella pensó que Albert seguía mostrándole a Osvaldo los alrededores, entró sin tocar primero la puerta, ella se sorprendió al verlo, su pecho desnudo, sus fuertes brazos, lo recorrió lentamente con la mirada.
-Lo siento, pensé que seguías mostrándole al Ingeniero los alrededores.
-Él quiso caminar un poco, al parecer le gusta ejercitarse.
-Vine a dejar estas toallas.
-Eso veo
Ella seguía contemplándolo.
-Candy es mejor que salgas, algún niño puede mal interpretar esta situación.
-Tiene razón tío abuelo.
-¡Otra vez llamándome así? ¿Hasta cuándo dejarás de torturarme?
-Hasta que te perdone por haberte callado algo tan importante, habías dicho que compartiríamos todo ¿No es cierto?
-Está bien, sueño con el día que me digas solamente Albert.
-Tengo que tratarlo con respeto, no quiero que piense que en balde pagó mi educación en el colegio San Pablo-
Ella se acercó para dejar las toallas en la silla cercana a la tina luego de eso se retiró.
Candy se reía le gustaba molestarlo de esa manera, ella quería que él se fastidiara y le contara en que momento recuperó la memoria, era otro de los secretos que no le había revelado.
Continuará…
Habían adquirido los terrenos alrededor del hogar de Pony para ampliarlo, Albert llegó en compañía del ingeniero que haría el proyecto remodelación, este tenía una compañía constructora y Albert lo había contratado, Candy en ese entonces tenía 21 años y Albert 31 el ingeniero tenía 30 años, la hermana María y la señorita Pony escucharon que se acercó un coche y le avisaron a Candy, ella salió contenta para esperarlo en la puerta, el sol comenzaba a ocultarse.
-Buenas Tardes Candy-dijo Albert al estar frente a ella.
-Tío Abuelo William, buenas tardes ¡Me alegra que me de esta sorpresa! Tengo que acostumbrarme a sus visitas inesperadas.
Albert apretó un poco los labios al escuchar que le dijo tío Abuelo, Candy sonrió un poco pues sabía que eso lo incomodaba, era su venganza por no haberle dicho antes que él era su benefactor.
-Osvaldo ella es… -Albert no sabía cómo presentarla- es mi protegida Candy White.
-Candy él es el ingeniero Osvaldo quien tendrá a su cargo el proyecto de ampliación y remodelación del hogar.
Osvaldo posó sus ojos en ella y la vio hermosa, Candy hizo una pequeña reverencia.
-A sus pies señorita Candy- Él le besó la mano
Albert miró la reacción de Candy, ella no le dio importancia a la acción de Osvaldo.
La hermana María y la señorita Pony llegaron con té y galletas.
-No hermana María, mejor traiga el pay de limón que horneé hoy
Albert estaba sorprendido, Candy no era diestra en la cocina.
La hermana María y la señorita Pony sonrieron pues era mentira, lo había horneado la señorita Pony pero Candy quería que Albert pensara que por fin había aprendido a cocinar.
-En un momento lo traigo
-¿Se quedarán a dormir aquí?
-Yo sí me quedaré, Osvaldo se irá al hotel del pueblo
-Yo quisiera quedarme también, para ir al pueblo es media hora de camino y no quisiera perder el tiempo, hoy avanzamos con las mediciones pero tengo la intención de hacerlo lo más rápido posible para darle las medidas al arquitecto y que él haga el diseño .
La hermana María le sirvió a los caballeros el postre, Candy miró sonriente a Albert
-Candy ¡te salió muy rico!
-Sabía que te iba a gustar.
-¿Me puedes dar la receta?-dijo Albert malicioso
-Es secreta y no te la puedo revelar- Albert sonrió pues eso le había confirmado que ella no lo había preparado.
Candy llenó la bañera para que Albert se duchara, el entró y se desnudó completamente remojándose, a Candy se le olvidó poner toallas en el baño, ella pensó que Albert seguía mostrándole a Osvaldo los alrededores, entró sin tocar primero la puerta, ella se sorprendió al verlo, su pecho desnudo, sus fuertes brazos, lo recorrió lentamente con la mirada.
-Lo siento, pensé que seguías mostrándole al Ingeniero los alrededores.
-Él quiso caminar un poco, al parecer le gusta ejercitarse.
-Vine a dejar estas toallas.
-Eso veo
Ella seguía contemplándolo.
-Candy es mejor que salgas, algún niño puede mal interpretar esta situación.
-Tiene razón tío abuelo.
-¡Otra vez llamándome así? ¿Hasta cuándo dejarás de torturarme?
-Hasta que te perdone por haberte callado algo tan importante, habías dicho que compartiríamos todo ¿No es cierto?
-Está bien, sueño con el día que me digas solamente Albert.
-Tengo que tratarlo con respeto, no quiero que piense que en balde pagó mi educación en el colegio San Pablo-
Ella se acercó para dejar las toallas en la silla cercana a la tina luego de eso se retiró.
Candy se reía le gustaba molestarlo de esa manera, ella quería que él se fastidiara y le contara en que momento recuperó la memoria, era otro de los secretos que no le había revelado.
Continuará…
Última edición por tutypineapplepineapple el Dom Abr 09, 2017 12:51 am, editado 1 vez