Los personajes son de sus creadores originales, el fic es de mi imaginación y el fanart de Oladys, deseando sea de su agrado
Me enamoré de una Hada
Por Mayra Exitosa
Fanart Oladys
Me enamoré de una Hada
Por Mayra Exitosa
Fanart Oladys
Dirán que enloquecí, pero así sucedió… En Escocia se habla de elfos, de duendes y de hadas. Después de un gran negocio que tenía en puerta, fui a mi hogar en mi país natal, había tenido fallas y presiones, estaba agotado de tantas emociones, salía a caminar, meditando una salida para que ese último negocio no se hiciera o se cancelara de por vida, no iba a dejarle mis tierras a nadie, eran de mis antepasados y aunque mi Tía odiaba aquel lugar, que fuera nuestro, no me importaba lo que ella pensará, era mía y no la dejaría ni por todo el oro del mundo.
Entre a ese paraje que llamaban bosque de los males, y me adentre a él como era de esperarse, era mi tierra y así fuera mala, era mía, si en ella me perdía al menos por mí no quedaba, subí a lo alto de una colina un árbol hermoso era el centro de la vista, y al rodearlo el atardecer más bellos se veía, hablando conmigo mismo me comente enamorado,
--- ¡Es el más bello atardecer que he visto en toda mi vida!
Sin esperarlo y asombrado escuche claramente la respuesta,
--- Tienes razón, es el más hermoso también de toda mi vida.
Gire despacio y ella estaba ahí, una pequeña que cabía en mi mano, sonriendo le brillaban sus ojos, su pequeñez me asombraba y un par de alitas también atesoraba, sentada en la rama miraba el atardecer, era tan hermosa como los que ambos veíamos, haciéndome el de disimular la sorpresa, le comenté,
--- Posiblemente la noche también tenga su belleza en este lugar.
--- Así es… desde aquí siempre veo el mejor brillo de todas las estrellas… Pero que digo, ¿puedes escucharme?
--- Perfectamente. Eres muy bonita y eres una… hadita.
--- ¡Vaya! Esto sí que es emocionante, jamás había hablado con un humano, mucho menos que pudiera conversar mutuamente con él.
--- ¿En serio? ¿Jamás, jamás?
--- Jamás. Eres la primera persona que puede entablar conmigo una conversación. Aquí todos maldicen este bello lugar, por más que trabajo día y noche, nunca les doy abasto, no les gusta las flores, aun agregando los colores más bellos, no les gustan los árboles, aun poniendo la mejor variedad y retorciendo sus ramas en arte natural, no les agradan las sorpresas, ni cuando aparecen o desaparecen estas.
--- Son unos ingratos, este lugar es perfecto, no dejaré que nadie lo toque.
--- ¿De verdad? Le pedía a Dios que alguien detuviera a esas personas que quieren quemar el bosque sagrado.
--- ¿Bosque sagrado?
--- Si, tiene miles de años, yo soy joven aquí, pero bien a cuidarlo desde que nací y no he permitido que entren a hacerle daño, si esto desaparece, se terminará la magia…
--- ¿La magia?
--- ¿Habías hablado con una hada?
--- No, de hecho pensé que solo eran fantasías de la imaginación.
--- Pues ya ves que no, aquí he estado desde que en ese árbol me hice una hada y me asignaron cuidar el bosque…
--- ¿Quiénes?
--- Solo he escuchado sus voces, sé que no puedo decir quiénes son, pero siento hermoso aquí, dentro de mí, cada que reverdece, que florece y que la lluvia aparece… este lugar me da vida y sin este, yo no tendría razón de ser.
--- Eso no pasará, no mientras este en mis manos. ¿Hay más hadas?
--- Si, en otra parte del bosque, pero… son muy egocéntricos y…
La pequeña hadita, se entristecía y note que algo malo sucedía, pase uno de mis dedos por su hombro y su rostro y le di mi apoyo, al ver que se sentía mal…
--- Puedes contarme, puedo ayudarte si lo deseas…
--- Es que… pensé que era mi novio y me cambio por otra con alas verdes como la naturaleza, le gusta el color verde y yo…
--- Eres perfecta, quien te menos preció
--- Terence. Dice que soy muy brillante, pero que no combino en este lugar.
--- Esta equivocado, eres perfecta y hermosa. Que nadie te diga lo contrario.
--- Gracias. Ella sonrió y no sabía cómo, pero con mi mano la tomé y su cabecita bese.
Ese atardecer nos conocimos y la noche llego en nuestra conversación, ambos nuestras penas compartimos, me di cuenta que no tenía donde dormir, pues en su aldea Terence les había dicho que por su color, a todos delataría ante los demás, peor sería si se daban cuenta que podía hablar con los humanos, ahora menos la aceptarían, la invite a mi hogar, y le dije que le construiría otro, que no se preocupara que el bosque de los males, me pertenecía, que no permitiría que nadie tocara el bosque y que lo protegería de todos los que lo deseaban talar.
Nos hicimos amigos, por varios días, fue como mi conciencia, se dormía conmigo, me despertaba a mi lado, se sentía feliz con todo lo que le daba y de todo el personal de mi castillo en aquel lugar, la escondía y a nadie le decía que ella… existía.
--- ¡Candy! ¡Candy Bell! ¿Dónde estás pequeña?
--- Aquí, me dijiste que cuando no estuvieras, me escondiera.
--- Así es pequeña, hoy vendrán a conocer las tierras, dicen que están malditas y que me demostraran porque no valen la pena.
--- Ya hemos trabajado eso, Albert, veras que estarán hermosas, solo tu puedes ver que es maravilloso nuestro lugar.
--- ¿Has visto a los de tu aldea?
--- No, no quisiera que supieran que estoy contigo, supe que hicieron acrecentar el cauce del río y que ayudaron a los animales del bosque del fondo.
--- ¿Eres feliz aquí, Candy?
--- Si, me dijiste me harías un hogar…
--- Ven vamos al jardín, veras la sorpresa que te tengo.
Al salir en el huerto de las flores de colores que tenía entre el castillo y el bosque sagrado, un pequeño hogar resplandecía, ella al verlos sonrió y corriendo a su pequeña casita entraba, salía para correr a abrazarlo, cuando solo podía cubrir parte de su rostro al hacerlo.
CONTINUARÁ...