INTRODUCCIÓN
Chicago, marzo de 1924
"Ayúdame, Candice..."
Le pidió el muchacho, con desesperación.
"Te lo suplico... Acompáñame, por favor..."
Ella se resistió a ceder, y una vez más le respondió que no podía ir con él, y que tenía que buscar ayuda en otro lugar...
"¡Pues vendrás conmigo, quieras ó no!"
Le gritó, al tiempo que la tomaba del brazo y la empujaba con fuerza hacia su automóvil.
"¡Cielo Santo! ¡Neal, yo no puedo ir contigo!" Gritó ella... "¡Vete ahora y no pierdas más el tiempo, por favor" ¡Déjame ya!" Exigió con autoridad, liberándose del amarre del joven Leagan.
Neal negó con la cabeza y desesperado, volvió aprisionar el brazo de la chica, ella gritó aún más fuerte de lo que ya lo había hecho y Neal, para hacerla callar, le propinó una fuerte bofetada.
Rápidamente, Candy dejó de gritar, y cayó rendida, sobre el asiento trasero del lujoso automóvil.
"Te lo dije… Te dije me acompañarías, quisieras o no..."
Expresó el joven Leagan, observando a la joven rubia, quién parecía haber perdido el conocimiento.
"No debo perder más tiempo..."
Se recriminó Neal, mientras cerraba la puerta trasera y se apresuraba para subir al auto.
"Ya vamos, Elisa..."
Murmuró...
"Aguanta, hermana... Espérame, por favor"
Repitió una y otra vez, mientras conducía y atravesaba las oscuras y tranquilas calles de aquella exclusiva zona residencial.
Continuará...
"Ayúdame, Candice..."
Le pidió el muchacho, con desesperación.
"Te lo suplico... Acompáñame, por favor..."
Ella se resistió a ceder, y una vez más le respondió que no podía ir con él, y que tenía que buscar ayuda en otro lugar...
"¡Pues vendrás conmigo, quieras ó no!"
Le gritó, al tiempo que la tomaba del brazo y la empujaba con fuerza hacia su automóvil.
"¡Cielo Santo! ¡Neal, yo no puedo ir contigo!" Gritó ella... "¡Vete ahora y no pierdas más el tiempo, por favor" ¡Déjame ya!" Exigió con autoridad, liberándose del amarre del joven Leagan.
Neal negó con la cabeza y desesperado, volvió aprisionar el brazo de la chica, ella gritó aún más fuerte de lo que ya lo había hecho y Neal, para hacerla callar, le propinó una fuerte bofetada.
Rápidamente, Candy dejó de gritar, y cayó rendida, sobre el asiento trasero del lujoso automóvil.
"Te lo dije… Te dije me acompañarías, quisieras o no..."
Expresó el joven Leagan, observando a la joven rubia, quién parecía haber perdido el conocimiento.
"No debo perder más tiempo..."
Se recriminó Neal, mientras cerraba la puerta trasera y se apresuraba para subir al auto.
"Ya vamos, Elisa..."
Murmuró...
"Aguanta, hermana... Espérame, por favor"
Repitió una y otra vez, mientras conducía y atravesaba las oscuras y tranquilas calles de aquella exclusiva zona residencial.
Continuará...
Última edición por Lady Supernova el Lun Abr 17, 2017 3:24 pm, editado 1 vez