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“COMANDO PECOCITAS”
Hola chicas 
estoy tratando de terminar… pero por lo menos les subo este capítulo. Sólo quedaría uno más 
espero que les guste. Un beso enorme y gracias por sus comentarios, los valoro mucho.
SEÑORITA “RICITOS DE ORO”
Por Nerckka Andrew
CAPÍTULO 3
Hola chicas estoy tratando de terminar… pero por lo menos les subo este capítulo. Sólo quedaría uno más espero que les guste. Un beso enorme y gracias por sus comentarios, los valoro mucho. SEÑORITA “RICITOS DE ORO”
Por Nerckka Andrew
CAPÍTULO 3
Al día siguiente Albert en persona se presentó a la universidad junto con Candy, la sola presencia de William Albert Andrew justificaba cualquier petición para el rector, así que la matricula fue hecha con la mayor discreción posible. Los días siguientes todo fue de salidas, para que Candy conociera la cuidad, los chicos tenían que ir al corporativo así que Albert y Candy empezaron a salir juntos con las chicas. Albert nunca había estado en el grupo con sus sobrinos de aquella forma de salir en pareja con chicas y aunque él y Candy eran sólo amigos la verdad es que se llevaban muy bien ya que compartían muchas cosas en común. Quién viera a esos seis salir juntos sólo podía pensar que era una salida de tres parejas de novios… Albert se dejó crecer la barba y siempre llevaba sus gafas oscuras para que no lo reconocieran.
Ya poco faltaba para que empezaran las clases y antes de comenzar el curso, un joven había viajado desde Nueva York a Chicago invitado por unos amigos… y estaban celebrando en un restaurante italiano.
- Te gusta Terry, estos días lo pasaremos muy bien y así te libras unos días de tu querida Susana, ¿ya te ha llamado para preguntar dónde estás?
- Muy gracioso Neil, sabes que no la aguanto y sólo fue un desliz que he tenido que pagar muy caro…
- Un lamentable desliz amigo, ya que aún no te la puedes quitar de encima, por eso te invité. Los demás estarán por llegar, un trago mientras.
- Gracias necesitaba un cambio de ambiente.
- ¿Crees que la encontrarás estos días en Chicago?
- Espero encontrarla, por más que he intentado encontrar su localización me ha sido imposible y éste es el único lugar que ha podido venir.
No lejos de ahí unas amigas estaban terminando con su postre
- Candy no puedo creer que hayas pedido un pastel de chocolate cuando la especialidad de aquí son los auténticos helados Italianos
- Este pastel está riquísimo… además es tiramisú de chocolate… así que también es Italiano Annie, sólo que el queso mascarpone tiene salsa de chocolate y virutas de chocolate.
- No discutas con Candy, Annie, terminemos pronto que tenemos que ir comprar… recuerden que vamos al cine los seis nuevamente.
- Si Patty, tienes razón mejor será que discutamos el traje que usará Candy esta tarde…
- Tampoco es tan difícil chicas, no es una salida formal así que…
- ¡Candy! ¿Aún no te das cuenta como te mira el señor Andrew?
- ¿A mi?
- Jajajajaja Annie tiene razón Candy, si cada ves que salimos juntos no deja de mirarte… creo que desde que te conoció
- Somos buenos amigos nada más.
- ¿Aún no olvidas a Terry?
- Chicas desde que llegué a Chicago ni me he acordado de él, espero que esté bien y le deseo lo mejor, pero ya no significa nada para mi, entendido. Y Albert es un buen amigo y todo un caballero.
- ¿No te gusta?
- No he pensado en él de esa forma, me agrada pero nada más.
- Bueno, pero piensa que si no has pensado en Terry desde que llegaste a Chicago es por que desde que llegaste has estado acompañada del señor Andrew.
- Del señor Andrew, de Stear, de Archie y de ustedes dos. Patty ustedes han estado conmigo aquí es algo que se lo debo a todos, no sólo a Albert. ¿nos vamos ya a comprar?
Las tres amigas pagaron la cuenta y se dirigieron hacia el centro comercial, justo uno que quedaba cerca del Lincoln park y Candy recordó su primer día en el parque… ya habían ido más veces desde las tres semanas que se mudó a Chicago y siempre era el mismo ritual con Albert, ella corría hacia el árbol y él la seguía a la rama más alta y segura para ver el atardecer juntos, mientras los chicos los esperan sentados en el césped. Estaba tan absorta pensando en ese momento que no se dio cuenta que un joven castaño la había visto salir del restaurante con sus amigas y la había seguido en silencio, quería verla sola y saber donde vivía, si estaba con sus amigas o no… si estaba junto a ellas no podría hablar a solas, así que esperó escondido para seguirla.
- ¿Saben algo de donde nos llevarán los chicos? han dicho que era una sorpresa y yo por más que lo he intentado no le he sacado nada a Stear ¿Albert no te ha dicho nada Candy?
- ¿Una sorpresa? No, creí que íbamos al cine y luego a cenar
- Si… pero dónde, ¡esa es la sorpresa!
- Jajajaja ¿Patty desde cuando tan curiosa?
- No lo sé, pero tengo un presentimiento tengo una sensación extraña pero no es algo malo… Por eso preguntaba.
- Relájate, siempre los chicos escogen lugares especiales según los gustos de cada una así que esperemos…
- Annie tiene razón, vamos a casa les quiero enseñar algo.
Ya en el departamento Candy entra a su habitación con sus amigas y les entrega una pequeña caja envuelta en papel de regalo a cada una.
- Para que siempre estemos tan unidas como hoy.
- ¡Candy! ¿Qué es? ¡Gracias estas sorpresas me encantan! seguro Patty que éste era tu presentimiento.
- Tienes razón ¡Qué lindo Candy!
- Si, es igual que este – dice mostrándoles la una hermosa pulsera grabada con el nombre de las tres – lo vi el otro día y me encantó así que me dije uno para cada una – Las tres amigas se abrazaron fuertemente unos minutos.
- Candy nos vamos, nosotras tenemos que estar preparadas antes para venir por ustedes así que nos vamos. Gracias.
Lejos de ahí en la mansión Andrew llegó en ese preciso momento la actual matriarca del clan.
- Dorothy ¿y los muchachos?
- En sus habitaciones señora, llegaron hace una hora del corporativo.
- Ve a avisarles que estoy aquí.
- Tía abuela ¿Cuándo has llegado? Hola Dorothy.
- Buenas tardes señorito. Me retiro señora. Le diré al joven Archivald que se encuentra aquí.
- Bajaba tras de mi Dorothy ya no debe de tardar. No te esperábamos hasta la próxima semana ¿A sucedido algo?
- No, nada sólo que tengo que hablar con George y por eso estoy aquí… tenemos que preparar todo para la vuelta de William, un nuevo negocio y eso toma su tiempo como ya lo sabes, hay que hacer muchos papeleos.
- Si, claro. Archie ya estás aquí mira la tía abuela llegó.
- ¡Tía abuela pero qué sorpresa! No te esperábamos aún, pero eres bienvenida.
- Siempre tan galante Archie, ¿piensan salir?
- Si, con Annie y Patty pero aún tenemos tiempo. ¿Nos necesitas para algo?
- No mis niños gracias, espero a George.
- Tía abuela a George lo vi entrar al despacho cuando yo venía para acá, estará dejando algunos papeles.
- Gracias Archie, voy al despacho.
- Nos vamos tía abuela, volveremos tarde.
La señora Elroy se dirigió al despacho llevando un sobre en su mano, sonriente abrió la puerta y caminó hacia su asistente.
- George usted ¿sabe algo de William? ¿Por casualidad lo ha llamado?
- No señora Elroy, hablé con su sobrina y me dijo que estaba en Londres con un negocio importante.
- Si, muy importante. William está en Chicago. Y sale con una señorita.
- ¡En chicago! ¡Cómo no nos ha avisado qué iba a venir!
- Una de mis amigas me envió ésta fotografía y me ha dicho que estaban también Stear y Archie con ellos. Pero como ya conocía a las novias de ellos no le llamó la atención hasta que reconoció a William pero no a la joven rubia.
- Puede que sólo sea una amiga de los chicos y se vieron ahí por casualidad.
- George, casualidad o no quiero ver a William. Me acompañas al departamento, es el único lugar dónde puede pasar desapercibido.
- Si señora, prepararé el auto ahora mismo.
Candy estaba en la ducha preparándose ya para la salida de esa tarde cuando escuchó el timbre. Se vistió rápidamente con unos vaqueros y una camiseta y se fue a abrir la puerta con el cabello totalmente mojado.
- ¿Se le habrá quedado algo a las chicas? Es muy pronto para que Albert venga a buscarme. Además siempre me avisa por teléfono – Sin mirar la cámara abrió la puerta y se quedó con la sonrisa cortada al oír aquella voz que ya había prácticamente olvidado.
- Hola Pecosa ¿no me invitas a pasar?
- No, no te invito ¿Qué haces aquí? ¿Quién te a dado mi dirección?
- Quería verte y me invitaron a Chicago, te estoy buscando desde que te fuiste y te vi en el restaurante con las chicas. Podemos hablar.
- No, lo nuestro ya quedó todo aclarado.
- Para mi no, nunca me escuchaste.
- No, pero te vi. Nadie me dijo nada fui testigo presencial de tu traición y te dije que conmigo no ibas a jugar – impaciente ya Terry subió el tono de voz
- ¡ME QUIERES ESCUCHAR CANDY!
Desde el otro apartamento Albert escucha que alguien grita a Candy, sin perder tiempo y a medias de vestir mira por la cámara de su puerta y ve a un joven, enseguida se da cuenta que es el exnovio de Candy
- ¡No hace falta que grites para darme una nueva escusa! Por favor vete.
- Te amo Candy.
- Yo no, lo lamento Terry pero es así, por favor ya no vuelvas. – En ese preciso momento Candy nota que alguien la abraza por la espalda… Era Albert, antes que la abrazara supo que estaba ahí por su colonia, lo miró y sonrió un poco nerviosa al notar que Albert estaba sin su camisa y recién duchado como ella – Ya entro Albert.
- ¿Estás bien cariño? – Le dice un Albert muy cariñoso, pero haciendo notar que marcaba su territorio cuando miraba a Terry –
- ¿Quién eres tú? – dice un molesto Terry que fulminaba con sus ojos a Albert y más aún la verlo así vestido y abrazando así a Candy.
- Albert, el novio de Candy ¿Algún problema Terry?
- ¡Y me has cambiado por éste Candy! Sabes quien soy en realidad, sabes cuantos planes tenía para los dos cuando te dijera quien soy.
- Terry, no te pongas dramático, tú me cambiaste por Susana no lo olvides, a Albert lo conocí después y aquí en chicago. Y no me importa quien seas en realidad. No salí contigo por esa razón.
- Susana no significa nada para mi. Sólo fue un…
- Ya no me importa qué fue o es ahora Susana para ti.
- Ya has escuchado a Candy Terry, será mejor que te vayas además tenemos que salir y no queremos llegar tarde.
- No me iré de aquí hasta que pueda hablar con ella. ¿En tres semanas me dejas y te vienes a vivir con éste?
- Y estas tres semanas han sido las mejores de mi vida.
- Sólo lo dices por despecho, lo sé.
- Terry, lo nuestro pudo ser, pero no fue y no me hagas recordar el motivo… Te aseguro que desde que llegué ha Chicago no me he acordado de ti. Ahora déjanos tranquilos, tenemos que salir.
- Él no puede ser tu novio, me niego a creerlo.
Candy ya cansada de discutir con Terry se volvió hacia Albert y se le acarició el rostro con su barba y lo besó muy dulcemente por unos segundos.
- Conforme, ahora puedes irte Terry – Dijo Candy sin volver la mirada a Terry, no sabía de donde había sacado el valor para hacer eso, pero lo hizo y ahora estaba hechizada con la mirada de Albert, perdida en el cielo de sus ojos.
Terry aún los miraba con los puños apretados ¡había perdido a Candy! La mirada enamorada de ella no se podía negar, pero aún así estaba quieto en su lugar, como si lo que había visto no era más que una imaginación suya, un juego de su mente… lo que seguía no se lo esperaba, Albert se acercó a ella y la estaba besando… fue como si lo sacudieran de golpe, y si decir palabra alguna se dio la vuelta y se marchó con sus amigos.
Hacía pocos minutos una señora mayor y un hombre habían bajado de un auto, escucharon la última parte de la conversación, un poco admirados por la situación se acercaron al departamento.
- ¡Buenos día William! Lamento interrumpir ¿no me presentas a tu novia?
- ¡Tía Elroy! ¡George! Ella es…
- La señorita Candice White – ante esas palabras, Candy observa con asombro al hombre que pronunció su nombre y al reconocerlo corre a sus brazos -
- ¡¡Tío George!!
CONTINUARÁ…
Última edición por Nerckka el Sáb Abr 29, 2017 1:09 am, editado 1 vez
amiga.
Arriba PecoCITAS! 
, me imagino la cara de la tía Elroy y de George. 
, por un lado mi pobre Biscochin 
y por el otro ese beso que se dieron 