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Gracias a quienes siguieron esta historia.
Parte 1
https://www.elainecandy.com/t22606-la-trinchera-leagan-pequena-serie-y-si-fuera-al-reves#365867
Parte 2
https://www.elainecandy.com/t22645-la-trinchera-leagan-pequena-serie-y-si-fuera-al-reves-no-2#367573
Parte 3
https://www.elainecandy.com/t22758-la-trinchera-leagan-pequena-serie-y-si-fuera-al-reves-no-3#371059
Parte 4
Por Mysha
Para GF2017
El día que se llevaron a Annie en lugar de a mi, me entró la resolución de que yo también tendría una familia, como fuera. Cuando el auto Leagan llegó por mi, no lo dudé, me fui de ese lugar olvidado por Dios, aunque ellas dijeran que no. Allí ya no había esperanza para mi, ya estaba muy grande, los niños si tenían suerte, los necesitan fuertes, las niñas solo servimos de adorno, para lucir bonitas, y eso cuando son pequeñas, de grandes ya no, solo gastos. Es por eso que me debía buscar mi oportunidad cuando fuera, y los Leagan representaban esa salida.
Los hermanos eran unidos, no querían a nadie mas allí, traté de agradarles, no funcionó, no me importó. Había otra casa cerca, más grande, magnifica. Alli es donde quería vivir. Mi entrada sería a través de Anthony, que le recordaba a su madre me decía, necesitaba de su protección, fue por él que me volví una Andley, eso ya era la mitad del camino, pero el destino me la tenía que poner difícil otra vez, es como que no quisiera que realizara mis sueños, ¿qué no tenía yo también derecho? Regrese al hogar, no quería ir de nuevo con los Leagan, encontré de nuevo a aquel loco vagabundo de mi niñez, el que vive en los bosques, me dio algo de esperanza, y entonces llegó el viaje a Londres.
Oh, Terry, éramos el uno para el otro, tan guapo y gallardo, rebelde como todos los adolescentes, te convencí que hicieras las paz con tu madre, por supuesto que podía hacer lo mismo con tu padre, pero se tenía que meter Elisa, hacerlo huir, creí poder alcanzarlo, irme con él, asegurarlo de cualquier forma, no hubo suficiente tiempo. Ir tras él era renunciar a los Andley, pero podía convertirme en una Granchester, eso valía mas. Regresé a América.
No podía simplemente llegar a Nueva York, no tenía nada, pero desde el hogar tampoco podía hacer nada, estudiar enfermería en Chicago me daría la oportunidad de mantenerme informada, de estar más cerca. Era un desastre en el hospital y todos se daban cuenta, no me importó, mi objetivo era otro. Y entonces, el accidente.
Me dijo que yo era una niña inocente, y de poco mundo. Sus palabras escocieron mi corazón, tal vez en verdad le quería, tal vez él a mi no. En ese entonces vivía con mi amigo, “el vagabundo” como le decían los Leagan, la reputación es lo de menos cuando la renta se paga mejor entre dos.
No podía volcar mi atención a Stear o Archie, ellos ya habían hecho su elección, solo me quedaba Neil, y no iba a ser fácil. Que Albert desapareciera fue un golpe de suerte, ya solo debía encontrar una forma de hacerlo venir a mi, ya había escuchado de chicas que se aseguran el matrimonio entregándose antes, solo iba a necesitar un poquito de ayuda médica…
Al día siguiente de nuestro té, Neil huyó. Ni siquiera me dio tiempo de decirle nada, me huía, pero debía hacerle entender su responsabilidad, fui a la casa Andley, lo tenía que ver, fue grande mi sorpresa encontrar, mas bien, al tan afamado tio abuelo, que no era mas que el vagabundo de mi infancia. Yo sabía que me quería, lo pude notar mientras con él vivía, él sería mi salvación, mi hijo tendría su apellido, no como yo, nunca como yo.
Ahora soy la señora de ésta casa, nada ni nadie me puede decir nada. Mi esposo me ve, se lo que piensa, pero ya nada puede hacer. Y si tiene amantes, no me importa, no mientras siga siendo la dueña.
Parte 1
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Parte 3
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Parte 4
Por Mysha
Para GF2017
El día que se llevaron a Annie en lugar de a mi, me entró la resolución de que yo también tendría una familia, como fuera. Cuando el auto Leagan llegó por mi, no lo dudé, me fui de ese lugar olvidado por Dios, aunque ellas dijeran que no. Allí ya no había esperanza para mi, ya estaba muy grande, los niños si tenían suerte, los necesitan fuertes, las niñas solo servimos de adorno, para lucir bonitas, y eso cuando son pequeñas, de grandes ya no, solo gastos. Es por eso que me debía buscar mi oportunidad cuando fuera, y los Leagan representaban esa salida.
Los hermanos eran unidos, no querían a nadie mas allí, traté de agradarles, no funcionó, no me importó. Había otra casa cerca, más grande, magnifica. Alli es donde quería vivir. Mi entrada sería a través de Anthony, que le recordaba a su madre me decía, necesitaba de su protección, fue por él que me volví una Andley, eso ya era la mitad del camino, pero el destino me la tenía que poner difícil otra vez, es como que no quisiera que realizara mis sueños, ¿qué no tenía yo también derecho? Regrese al hogar, no quería ir de nuevo con los Leagan, encontré de nuevo a aquel loco vagabundo de mi niñez, el que vive en los bosques, me dio algo de esperanza, y entonces llegó el viaje a Londres.
Oh, Terry, éramos el uno para el otro, tan guapo y gallardo, rebelde como todos los adolescentes, te convencí que hicieras las paz con tu madre, por supuesto que podía hacer lo mismo con tu padre, pero se tenía que meter Elisa, hacerlo huir, creí poder alcanzarlo, irme con él, asegurarlo de cualquier forma, no hubo suficiente tiempo. Ir tras él era renunciar a los Andley, pero podía convertirme en una Granchester, eso valía mas. Regresé a América.
No podía simplemente llegar a Nueva York, no tenía nada, pero desde el hogar tampoco podía hacer nada, estudiar enfermería en Chicago me daría la oportunidad de mantenerme informada, de estar más cerca. Era un desastre en el hospital y todos se daban cuenta, no me importó, mi objetivo era otro. Y entonces, el accidente.
Me dijo que yo era una niña inocente, y de poco mundo. Sus palabras escocieron mi corazón, tal vez en verdad le quería, tal vez él a mi no. En ese entonces vivía con mi amigo, “el vagabundo” como le decían los Leagan, la reputación es lo de menos cuando la renta se paga mejor entre dos.
No podía volcar mi atención a Stear o Archie, ellos ya habían hecho su elección, solo me quedaba Neil, y no iba a ser fácil. Que Albert desapareciera fue un golpe de suerte, ya solo debía encontrar una forma de hacerlo venir a mi, ya había escuchado de chicas que se aseguran el matrimonio entregándose antes, solo iba a necesitar un poquito de ayuda médica…
Al día siguiente de nuestro té, Neil huyó. Ni siquiera me dio tiempo de decirle nada, me huía, pero debía hacerle entender su responsabilidad, fui a la casa Andley, lo tenía que ver, fue grande mi sorpresa encontrar, mas bien, al tan afamado tio abuelo, que no era mas que el vagabundo de mi infancia. Yo sabía que me quería, lo pude notar mientras con él vivía, él sería mi salvación, mi hijo tendría su apellido, no como yo, nunca como yo.
Ahora soy la señora de ésta casa, nada ni nadie me puede decir nada. Mi esposo me ve, se lo que piensa, pero ya nada puede hacer. Y si tiene amantes, no me importa, no mientras siga siendo la dueña.
pero que fresca,la joven.
