<<LA COSA NOSTRA>> Terryfic "LA AMANTE" 1er. aporte -por Tiger-

LA AMANTE
(Por Tiger)

Capítulo 1

-¨¡Joven Terruce! Pase, por favor, permítame un momento, llamare a la señora¨-
.......
-¨¡¡Terry!!... ¡hijo que sorpresa, que gran alegría verte, tenerte aquí conmigo!¨- Eleonor abrazo a Terry emotivamente.
-¨¡Mamá!¨- se entregó a ese abrazo dócilmente, lleno de una ternura casi infantil
-¨Hijo, has crecido tanto, ¿co-como es que estas aquí?... ¿el duque?..., t-tenemos tanto que hablar y decirnos, pero tú debes estar agotado del viaje y yo ahora tengo una reunión que no puedo interrumpir, ¿quieres pasar a la reunión?, terminara pronto, ¿ooo, prefieres refrescarte un poco?, pe-pediré a Katherine que te prepare una habitación para que descanses¨- lo miro a los ojos por un momento sintiendo una sorda punzada en su corazón, aunque Terry tenía mucho de ella, no podía negar que corría sangre de los Grandchester por sus venas... y por Dios que le recordaba tanto a Richard, sonrió suavemente y lo abrazo de nuevo, era su hijo, era la única e indiscutible conclusión de su gran amor, con los ojos humedecidos por las lágrimas llamo a su ama de llaves, -¨Katherine, Katherine, p-por favor lleva a Terry la habitación de huéspedes, la-la gris, y por favor, asegúrate que se refresque, descanse y tome algo caliente¨-
El orgullo Grandchester afloro en ese momento al sentirse relegado cual si fuera un intruso -¨Eleonor, si mi visita te incomoda tanto, será mejor que me retire...¨- dirigiéndose de nueva cuenta hacia la puerta, sin embargo ella presurosa lo tomo de la mano
-¨Terry hijo, por Dios que cosas dices, claro que tu presencia me ha tomado por sorpresa, mas no significa que sea una visita indeseada...¨- le sonrió dulcemente, -¨lamento que tu habitación no esté dispuesta, es solo que no-no creo que con tu talla quepas en la pequeña cama que tu padre mando hacer para ti...¨- un suspiro se detuvo abrupto en Terry, esa frase dicha de paso por Eleonor removió profundamente los sentimientos del chico <<¿él tenía una habitación en esa casa?... ¿su madre aun la conservaba?... ¿una cama que fue enviada a hacer por su padre?>>... miro confuso a su madre, al mismo tiempo que una cálida sensación se expandía por su pecho. Leyendo en su mirada, ella le beso la mano que aun sostenía -¨Te he dicho que tenemos tantísimas cosas por platicar... así que, si lo tienes planeado o no, deberás quedarte aquí conmigo por bastante más tiempo que solo unos días¨-
El sonrió y se dio por vencido, podía percibir en su piel el afecto que irradiaba su madre -"tienes razón, tomare un descanso, ve tranquila"-, permitiéndose guiar por el ama de llaves.
Las habitaciones que dispuso Eleonor para él se encontraban al final del ala derecha de la casa, constaba de tres piezas, una sala de descanso, la recamara principal con su guardarropa, su baño y un estudio, era evidentemente una de las habitaciones principales de la casa, la decoración era indiscutiblemente masculina y muy elegante. Se sintió confortado de inmediato, sin embargo la idea de que él de niño había tenido una habitación en esa casa seguía rondando en su cabeza, por lo que se permitió salir a explorar la mansión. Era una casa realmente ostentosa, y algunos detalles le recordaban el castillo de su padre en Londres, concluyo con facilidad que esta mansión de alguna forma tenía el sello de los Grandchester, tan solo en el segundo piso había 12 habitaciones, todas bastante amplias y con al menos 2 piezas cada una, solo la habitación opuesta a la suya, la que supuso era la de su madre, era más grande que el resto. Esta al igual que la suya constaba de tres piezas, mas tenia también acceso a otras dos habitaciones, una que daba a otra habitación principal y la otra que daba a las habitaciones de un niño, estaba justo por entrar en ella cuando el ama de llaves lo llamo sobresaltandolo un poco al saberse descubierto de su travesura.
-"joven Terruce, ¡esta aquí!, no lo encontraba, solo quería avisarle que su baño está listo y ya está todo dispuesto en su habitación"-
-"Gracias..."- guardo silencio dudativo
-"Katherine"- le afirmo la mujer que aunque bajita y de rasgos dulces, denotaba en su expresión un carácter firme
-"Sí, Katherine, disculpe ya no vuelvo a olvidar su nombre... y dígame Katherine, lleva usted mucho tiempo trabajando para Eleonor"-
-"¿para su madre?, ¡sí, claro!, la he servido casi desde que ella era niña, yo era su dama de compañía, cuando ella vivía con los Becker, es una familia muy poderosa, después cuando ella conoció a su padre, el duque de Grandchester y se casaron, ella me llevo consigo para seguir trabajando con ella, solo que ahora como su ama de llaves, además de su dama de compañía"-
-"¿mi padre y Eleonor... ellos? ... ¿se casaron?"-
-"por supuesto que si joven, ¿qué pensaba?, ¿que su madre se podría haber ido con él solo así?, ¿siendo de la familia que era?, ¡claro que nunca se lo hubieran permitido!, ni creo que mi niña lo hubiese aceptado tampoco... ¡ah!, y ¿de qué valió?, de nada, cuando su padre fue llevado por la fuerza con su familia, y lo obligaron a anular su matrimonio, la familia de Eleonor de igual forma la repudio..."- suspiro profundamente, tomando camino hacia otra dirección, dejando a Terry parado con la palabra en la boca, aunque en realidad él no tenía mucho que decir, es decir, pensaba tantas cosas y al mismo tiempo en su mente no lograba concretar nada, por lo que pensativo, opto por dirigirse a la recamara que le habían destinado.
Luego de tomar un refrescante y cálido baño, Terry se vistió ropa de descanso y comió de la vianda que le llevaron a su habitación, ya la tarde estaba cayendo, se sentía cansado, sin embargo no hizo el intento por dormir, sabía que su reloj biológico estaba por pasarle cuenta del cambio de horario, pero haría por organizar su ritmo al horario de América, lo más pronto posible, así que se quedó contemplando la ventana, viendo los copos de nieve caer, recordando los miedos que había enfrentado, había pensado en su madre rechazándolo, se había visto a si mismo regresar a Londres derrotado con el alma contrariada por tener que regresar con su padre... y había en él también, una extraña sensación de nostalgia.

Mientras la tarde caía, en un puerto cercano una joven adolescente contemplaba con melancolía, como el Mauritania la iba alejando poco a poco de América, había tantas personas amadas en ese lugar, y también los que ya nunca estarían, inevitablemente volvió a pensar en Anthony sintiéndose nostálgica, pero también suspiro llena de esperanza, sabía que nunca conocemos que ocurrirá al dar la vuelta en cada esquina, así que solo le quedaba esperar que fuera algo bueno, allá en el viejo mundo estaban Stear y Archie... así que probablemente habría algo bueno por venir.


Ya entrada la noche, decidió salir de su habitación para continuar explorando, y camino directamente a la que había sido su habitación de niño. Era muy grande, tenía un salon de juegos, la recamara de aseo era un baño amplio, muy limpio y moderno, excepto la bañera, esa lucia antigua, bien conservada, pero muy antigua y al prestar atención se dio cuenta que en las manivelas de sujeción tenían una forma muy conocida para él, era el escudo de armas de los Grandchester, contemplo la insignia tocándola cuidadosamente, mientras que un suspiro se prolongaba en su pecho, en un agudo intento por mantener la calma, una calma que realmente distaba mucho, pues sus sentimientos parecían estar siendo sacudidos fuertemente en su interior, y se veían decididos a sofocarlo por completo. Así que se forzó a continuar explorando, enseguida estaba la que debió ser su habitación durante su primer infancia, los colores claros y alegres de la recamara lo impactaron desde el primer momento, no hacía falta ser muy inteligente para darse cuenta del profundo amor con el que esas habitaciones fueron decoradas, sin embargo la pequeña cama fue lo que llamo más su atención, pues aun siendo un mueble infantil era amplia, particularmente la cabecera que en su decoración presumía el orgulloso escudo de armas de los Grandchester, tan perfectamente tallado en esa madera de cerezo.
-"Tu padre se empeño en mandarla hacer de cerezo"-; era ahora Eleonor quien lo sobresalto, -"insistió en que quería una madera fina y fuerte cuidara de tus sueños y decía que solo la utilizarías unos cuantos años así que no importaba que el color naranja natural de la madera se fuera obscureciendo con el tiempo, pues tenía contemplado para ti, después de que crecieras, cambiarte a una habitación más cómoda y privada para ti..."- le sonrió tierna y nerviosa, -"imagino que tienes muchas preguntas, Terry, yo intentare aclararlas lo más posible, porque supongo que tu padre no te ha hablado mucho de ello"-
Él desvió la vista hacia uno de los ventanales que estaba seguro de día iluminarían la habitación considerablemente, -"En realidad mi padre y yo no hablamos prácticamente de nada y casi nunca"- dejando entrever en su tensa expresión lo dolido que se sentía al hacer esa confesión
-"Entonces dime; ¿cómo es que estas aquí?, ¿Richard te envió?, ¿sabe él que estas aquí?"-
-"No, aunque supongo que ahora lo imagina... la verdad es que vine sin su autorización"- dijo con una mirada retadora.
Ella lo miro sosteniendo su mirada, -"Terry, ¿porque?, ¿que ha estado ocurriendo entre tu padre y tú?"-
Esta vez el chico la miro fijamente y con rebeldía, sus ojos profundamente azules, se clavaron en ella, -"¿Que te imaginas Eleonor?, ¿que se supone que debería estar pasando entre el duque y yo?, ese hombre que jamás se ha interesado en mí, el mismo que desde siempre no ha hecho otra cosa más que intentar deshacerse de mí, el mismo que me dejo en un internado apenas cumplí los 7 años de edad, el mismo que jamás me defendió de su mujer, la misma que desde mi llegada ocupaba la mínima oportunidad para llamarme bastardo y echarme en cara los dudosos orígenes, de mi madre americana, ¡una cualquiera a la que no le dio ningún problema abandonarme!"- dijo con marcada tensión en su voz  y sus rasgos en una férrea lucha por contener los dolorosos sentimientos que lo embargaban en ese momento, más aun al observar la forma en como el rostro de su madre iba desencajándose conforme él hablaba.
Eleonor no podía creer esas cosas que Terry le relataba, como podía Richard haber permitido todo esto, sin tan solo defender a su hijo, que había ocurrido, ella había confiado en él cuando decidieron que Él se llevara a su hijo, -"Te-Terry, hijo... y-yo-yo, yo no tenía idea, a-al-algo debió de haber ocurrido... es decir... no-no estoy justificando a Richard... e-es, es solo que... Terry él, él te amaba tanto, e-él, vivía solo por ti y para ti, el lucho contra su familia por ti, se-se que para nuestra gran pena, no pudo con el peso de su nombre y al final tuvo que terminar cediendo a las exigencias de su propio padre, él lo obligo y de alguna manera lo forzó a anular nuestro matrimonio, pero Richard volvió de Londres, el había logrado escapar de su padre para decirme todo lo que había sucedido, al inicio yo no le creía, no entendió de qué forma pudo presionarlo de tal manera, Richard nunca me lo dijo, pero había en la mirada tanto dolor, que yo lo creí, y Terry.... aun-aun le creo, algo mas debió suceder, algo mas debió ocurrir con Richard..."- negando con su cabeza, le dio la espalda a su hijo, -"yo-yo debo comunicarme con él, Richard me debe una verdadera explicación"-
Terry la miraba lleno de confusión y un sentimiento de extrañeza lo embargaba, el Richard que Eleonor le describía distaba mucho del Richard que él conoció, y de cualquier forma, no estaba dispuesto a darle ninguna oportunidad más en su vida a ese hombre que solo lo había lastimado... aunque siendo honesto, había en sus recuerdos, borrosas imágenes de un padre amoroso, tierno y cálido con él, lo recordaba en su habitación del castillo, jugando a su lado, silencioso, sonriendo con melancolía, y siempre con aquel aroma conocido del whisky, de tal forma que ahora Terry no podría decir si su padre había estado ebrio en esas ocasiones o no, pero indudablemente el duque en aquel tiempo siempre olía a alcohol... aunque conforme pasaban los segundos la idea iba esclareciéndose en su mente, si él por algún motivo hubiese sido separado de la mujer a la que amaba, seguramente se perdería a sí mismo, y también, muy seguramente se perdería en el alcohol... quizá era muy joven y aun no se había enamorado de nadie, pero sabía de la fuerza de su esencia y de la templanza de su propio carácter y sabía que si algún día llegaba a amar a una mujer de la misma forma en la que Eleonor decía que Richard los había amado a ellos, su alma quedaría fracturada y su carácter amargado permanentemente, así como era el carácter del duque en este tiempo. Suspiro pensando que quizá se trataba de una batalla perdida ya hace demasiado tiempo y que sin importar el pasado, su presente era lo único que por ahora tenía en sus manos y por ningún motivo planeaba volver con el duque, así estuviera justificado su comportamiento todo este tiempo, nunca más volvería con él, -"Eleonor, si tú dices que algo debió ocurrir, yo no puedo negarlo, pero tampoco afirmarlo, lo cierto es que si tu planeas llamarlo a él para enviarme de nueva cuenta a su lado, lo mejor será que haga mi equipaje y busque mi propio destino sin ninguno de ustedes"- le dijo con la firmeza que su irreverente corazón le proporcionaba.
-"No-no, Terry, yo-yo no deseo que te vayas, por favor hijo, es solo que lo que tú me cuentas me toma desprevenida y, pienso que requiero una explicación de su parte, Richard debe explicarme el porqué de su comportamiento, porque pudo aceptar que esa mujer te tratara de esa manera... mas no significa que debas irte, yo estoy aquí para ti, ciertamente Terry, tenemos que dedicar un momento para saber que harás, si deseas continuar con tu vida, cuál es tu propósito de estar aquí, Terry, yo creía que tú estabas bien, yo pensaba que...."-
-"¿¡Que cosa Eleonor?!"- expreso el joven alterando su tono de voz, pues había llegado su momento de cuestionar, -"quizá puedo empezar a entender la actitud del duque, ¿pero la tuya Eleonor?, ¿dime ahora, cuéntame, que te inspiro para deshacerte de tu hijo de buenas a primeras?, ¿es real ese amor que dices tenerme?, ¿cómo es posible que te despediste de mí, como si te cambiaras el vestido?, ¿sin importarte lo que me pudiera ocurrir?, ¿sin imaginar siquiera el dolor que yo podría enfrentar al no estar con la que se suponía que era ¡MI MADRE!, ¡La misma que dice amarme más que todas las cosas?"-, esta última frase iba tan cargada de dolor que escucharlo hería. Eleonor se daba cuenta que él tenía una voluntad férrea, pues aun destrozado no dejaba escapar ninguna lagrima, mientras ella lloraba profusamente, apenas conteniendo el dolor que la invadía al escucharlo, él tenía tanta razón, sin embargo las cosas habían sucedido tan difíciles en aquel tiempo, apenas podía contener el llanto mientras intento explicarle, -"¡Perdóname!"- le susurro en medio de un sollozo, -"Terry, perdóname, sé que nada justifica mis acciones, ni las decisiones que tomamos en aquel tiempo, pero.... yo-yo... era una mujer de solo 22 años, era una niña mimada, que había sido consentida y cuidada sin apenas mover un solo dedo para que mis necesidades fueran satisfechas, cuando Richard desapareció, yo trata de ocultar a mi familia la que para mí era una dolorosa verdad, que Richard me había abandonado, intente protegerte y protegerme a mí misma, pero él no regresaba, esta-esta casa que el compro cuando nos casamos, era lo único que yo tenía, mas no contaba con los medios para sostenerla, apenas si teníamos alimento para nosotros, me quede sin servidumbre y .... quizá fue por eso que mi padre se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo, ellos.... e-ellos, ellos solamente me dieron la espalda, mi padre vino a gritarme la clase de mujer que era, y que repudiaba que fuera su hija, que no contara con su apoyo, aunque yo nunca se lo había requerido, pero me dijo que ya no era más su-su, su hija, me desheredo, y me prohibió acercarme a su familia absolutamente, que él se haría cargo de anunciar a sus amistades sobre mi muerte..."- sentía ahogarse en llanto sus padres nunca estuvieron de acuerdo en que se hubiera casado con Richard a escondidas de la familia, y sin jamás anunciarlo públicamente, ellos siempre dudaron de ese matrimonio... y con las cosas como ocurrieron después, les dieron la idea de que habían tenido la razón, aunque no fuera cierto.... trato de contenerse un poco, había dolido mucho el rechazo de su padre y la indiferencia de su madre, pero era agua pasada y ahora lo más importante era su hijo, -"Terry, semanas después, volvió tu padre, él había sido secuestrado por su propio padre el entonces duque de Grandchester y habían anulado el matrimonio, él estaba deshecho y fracturado por no haberlo podido evitar, su padre lo forzó a comprometerse con una dama de la nobleza inglesa, él regreso solo para intentar explicármelo todo, y poner a disposición nuestra una cuenta que nos ayudara en el gasto económico, al inicio me negué a aceptarlo, no le quería creer, y lo eche de la casa, perdí el control, me sentía devastada, sentí que mi mundo estaba cayendo a pedazos, deje de atenderte, me mude a una habitación del tercer piso y ya no baje más, Richard se mantuvo a tu lado, él se ocupaba de que Katherine me atendiera, fueron varios meses, había pasado casi un año cuando finalmente volví de mi locura, Richard había logrado evadir a su padre todo ese tiempo, pero ya no podía hacerlo más, me insto a continuar, pero yo tenía aun tanto miedo, tu-tu, tu t-tenías casi 4 años pero ya no me recordabas, y no querías separarte de tu padre por ningún motivo, fue entonces que Richard conociendo mi situación, me propuso, llevarte con él, me aseguro que estarías bien, que tu serias muy amado por ser el primogénito de los Grandechester, que lo tendrías todo, así yo tendría una oportunidad de reiniciar mi vida, en una forma diferente, esa tarde los abogados del duque y una buena dotación de guardaespaldas vinieron por él, n-n-no tuve mucho tiempo para pensar, se los llevaron, a los dos, y de nueva cuenta yo me sentí devastada, pensé que enloquecería nuevamente, pero durante la noche fui asimilándolo todo y al día siguiente, muy temprano corrí a buscarte, cuando llegue al puerto ya se escuchaba la sirena del barco zarpando, corrí con todas mis fuerzas, sabía que Richard te dejaría conmigo, sabía que si hablaba con él y le decía que iba a estar bien, que tu ibas a estar bien a mi lado él te dejaría aquí conmigo, que nunca nos abandonaría por completo.... p-pero por más que corrí, ya el barco se encontraba lejos, y yo no pude hacer nada, ¡¡no supe hacer nada más!"- el llanto la sofocaba, mientras veía el rostro consternado de su hijo, sin embargo no podía saber si él podría perdonarla alguna vez, él permanecía de pie mirando fijamente la camita, mientras que ella se había desmoronado sobre la alfombra, no tenía más fuerza y en cambio, tenía mucho miedo nuevamente, -"deambule todo ese dio, no sé cómo regrese a casa, Katherine me recibió y parece que estuve inconsciente durante tres días, cuando finalmente desperté, ella me dio una carta que Richard había dejado para mí, en ella me decía lo culpable y derrotado que se sentía por no haber podido protegernos, que no me angustiara por ti, que él se haría cargo de cuidarte y amarte, que siempre te hablaría de mí y que en cuanto hubiera la posibilidad de regresar, vendrían ambos a buscarme, me explico que el duque había cancelado mi entrada a Inglaterra, que no habría posibilidad de entrar al país, me suplicaba que no lo intentara siquiera, pues sería apresada apenas pisara tierra inglesa, que su padre había dispuesto todo para que así fuera y que si ocurriera, ni él mismo se daría cuenta, me pidió que podría escribirte algunas cartas, que las enviara al castillo de Escocia en donde naciste, que él haría todo lo posible por hacértelas llegar, pero que lo hiciera lo menos posible, pues su padre, le había asegurado que estaría muy pendiente de que no hubiera entre Richard y yo ningún posible contacto, que de ser posible dejara pasar algunos años antes de escribir la primera carta, que quizá en ese tiempo su padre ya hubiera bajado la guardia y pudiéramos comunicarnos nuevamente..."-, ahora Terry la miraba desde su altura, aun le costaba trabajo entender todo lo que ella le decía y asimilarlo le costaba aún mucho más, -"Terry, ¡hijo!"- ella hizo un esfuerzo supremo por ponerse de pie, no que le costara físicamente, sino el peso del miedo a ser rechazada por su hijo era lo que más la abatía, -"fui muy débil y fútil, si alguna vez pudieras perdonarme y darme una oportunidad... yo te escribí, siempre, escribía semana con semana, y cada año hacia un envió, uno solo para no crear ningún conflicto a tu padre, pero nunca tuve respuesta, y poco a poco fui escribiendo cada vez menos, pero aun continúe enviándote cuando menos una carta en cada año"-, ella lo miro con una incógnita en los ojos, una pregunta que el joven comprendió de inmediato, su abuelo el antiguo duque había heredado el ducado a su hijo en vida y se había retirado a vivir a Escocia, precisamente al castillo que su madre ahora mencionaba, había vivido ahí hasta hace un año que había fallecido, pocos meses después, su padre le había hecho llegar una carta al colegio San Pablo, que contenía además una fotografía de ella autografiada especialmente para él, fue entonces que Terry comenzó a cuestionarlo formalmente sobre su verdadera madre, pero Richard nunca le dijo nada, él solo guardaba silencio y continuo como siempre evitándolo lo más posible, durante esos meses Terry se había vuelto aún más rebelde en un intento de atraer la atención de su padre, pero igual a él no pareció importarle, por eso fue que creo en su mente la idea de ir personalmente a buscar a su Eleonor... ahora empezaba a comprenderlo todo.
La miro a los ojos, ella estaba tan desolada que conmovió algo en su interior, la abrazo, -"Eleonor, yo, estoy ahora demasiado abrumado, y... me parece que necesito descansar, lo mismo que tú, te has agobiado excesivamente, será mejor que vayamos a dormir un poco y mañana ya habrá tiempo de seguir dialogando... ¿te parece?"- la miro a los ojos y le sonrió un poco en un arcaico intento de consolarla. Sin embargo para ella fue suficiente.
Terry durmió bajo un estado de gran serenidad esa noche, como nunca antes lo había logrado, había en él una sensación de haber sido un niño verdaderamente amado, por sus padres. Al despertar mientras se preparaba para el día pensaba en Richard y Eleonor,  que ellos habían cometido errores, verdaderamente habían sido fútiles, mas también habían sido víctimas de una sociedad con ideas obsoletas sobre rangos, linajes y la supuesta sangre azul que los hacia parte de la nobleza... no podía evitar cuestionarse quien era él para juzgarlos, ambos habían padecido el rechazo y la imposición de sus familias y... quizá era un romántico, pero algo en su interior le decía que ellos nunca habían dejado de amarse, la mirada de su madre al recibirlo, al referirse a su padre y la amargura que Richard había adquirido durante todos estos años, sin contar eso que ahora había descubierto, había sido una caída de su padre en el alcohol. Esa mañana, reconcilio el corazón de Eleonor, otorgándole y otorgándose la libertad de expresar sus afectos libremente.