LA SUBASTA
-Parezco mamarracho…
-¡Tom!
-Es la verdad, Candy. Mírame, yo no soy esa persona que refleja el espejo, no me veo bien.
-Por supuesto que te ves bien, solo que no estás acostumbrado a usar traje formal…
-Y mucho menos esmoquin.
-Eso no es un esmoquin, tonto, es un Chaqué.
-¿¡Un ya qué!? ¿Ya qué de qué?
-¡Un Chaqué! Proviene del francés y es el traje de máxima etiqueta para el hombre.
Tom miró exasperado a las dos mujeres frente a él, Candy y Annie, a las que se supone que le ayudarían a lucir, al menos bien, en esta fiesta que daban para recaudar fondos para el hogar de Pony. Fue una fiesta campestre, al aire libre, que precisamente se celebraba en su rancho. Y por eso mismo se reusaba, categóricamente, a utilizar esa cosa que le habían pedido que se midiera, llámese Jaqué, Chaqué, o Ya qué. Hizo a un lado la levita negra y comenzó a desabotonarse el chaleco.
-Soy un ranchero y usaré ropa con la que me sienta cómodo.
-Tom –. Candy intentó razonar con él. Se puso de pie con todo su voluminoso cuerpo, pues estaba de embarazo de siete meses, y se acercó a tomar la ropa que iba desechando. Albert ya le había advertido que Tom se negaría a utilizarlo, él mismo se negaba, a menos que de verdad fuera muy necesario. Y, como le dijo su esposo, ese no era el caso, para ninguno de los dos.
-Antes de que quedes como Dios te trajo al mundo –intervino Annie –he de decirte que debes lucir elegante y pulcro para la subasta.
-¿Subasta? ¿Qué subasta? – preguntó Tom mirándolas ceñudo.
-La subasta en la que vas a participar. Se ofrecerá una salida con cena incluida, claro, después que hayan pujado por ti.
-¿¡Qué!? ¡No! ¡Me niego rotundamente!
-Piénsalo, Tom, es para el hogar de Pony.
-¿Y no pudieron pensar en otra manera para hacerme participar? ¿Qué tal que me toca salir con una loca? O peor aún, con una esnob.
-¡Ay, Dios nos libre! ¿qué tal que sales con una alienígena?
-¡Estoy hablando en serio, Candy!
-Tom, en serio, estás más quisquilloso que yo, en mis tres embarazos
anteriores.
-Pues como no eres tu la que tiene que usar esa cosa…
-Chicos, deben darse prisa, el presentador necesita saber si pone a Tom en la subasta, o no.
-¡Qué bien! Justo a quien quería ver.
Tres pares de ojos se dirigieron a mí, un hada del viento, que había venido a ayudar específicamente a Tom, esa es mi misión en este año. Había llegado tres días atrás, directamente del siglo XXI, a donde viajé para saber qué pensaban las féminas de ese momento, de nuestro ranchero Thomas Stevens, el informe fue halagador, por lo que no dude en acudir a su tiempo para ver en qué podía apoyarlo. La expedición fue extraordinara, y no hubiera podido lograrlo sin mi quería ave fénix, ella, al resurgir de las cenizas hizo posible que pudiera viajar en el tiempo con facilidad.
Y aquí estoy ahora, estos tres chicos conocen mi identidad y saben aprovechar mis capacidades. Aunque ahora no estoy muy segura de querer estar aquí, los tres me ven algo raro. Tom, como si fuera su salvadora, Candy y Annie como si hubiera roto su vajilla preferida.
-¿De qué se trata? –pregunté temerosa.
Tom empezó a explicarme con detenimiento el dilema en que se encontraban, pero, sobre todo, que se negaba a usar “el traje de máxima elegancia para el hombre”, como lo había descrito Candy. Sin olvidar mencionar que no estaba dispuesto a que ninguna mujer pagara para estar con él. No señor, eso no lo haría, aunque no tuviera éxito con las mujeres. Inmediatamente mi cabecita loca comenzó a planear estrategias en las que Tom saliera ganando.
-Así están las cosas, Lu, y tu debes ayudarme a solucionar esto. Quiero ayudar al hogar de Pony, pero me niego a hacerlo como ellas quieren.
-Pues, tal vez, se pueda hacer de otra manera. No sé, es posible que se vista con sus mejores galas rancheras y montado en su caballo, se pueda hacer una fotografía, y que esa sea la que se subaste. Créanme, las mujeres se vuelven locas con hombres como Tom, y darán lo que sea con tal de tener una foto montado en su caballo blanco.
-¡Excelente idea! – exclamó Tom feliz –. Así se hará.
Y sin decir más, y aun con las protestas de Candy y Annie, salieron los tres dejándome para preparar todo. Y edité una firma especial para todas aquellas que deseen tener una de nuestro querido Tom, recordando esta Guerra Florida.
¡Hola, chicas del Candymundo! Una vez más estamos aquí presentes para defender a los Andrew, en esta ocasión, además de defender a mi Albert hermoso, me tocó aportar algo para Tom, como invitado especial de Celtic Faries Andrew´s Heart. Les traigo esta firma, espero les guste. Para poder llevársela personalizada solo tienen que decir: ¿Qué estarían dispuestas a dar, para tener una cita con Tom?
Última edición por Lu de Andrew el Lun Abr 23, 2018 8:39 pm, editado 2 veces