Como todos los días Albert y Candy salen a su paseo de costumbre por la plaza en donde se habían conocido, se sientan en el pasto y recuerdan la primera ves que se toparon por casualidad en aquel lugar , fue algo tan fuera de lo común , ella estaba sentada en un banco leyendo una historia de amor , de tanto suspirar no se dio cuenta que un joven se sentó a su lado, estaba tan concentrada en su lectura dio un suspiro tan largo, cerrando los ojos y abriendo sus brazos golpeando sin querer al joven, ambos rieron y se presentaron
- ¡¡Hola!! mi nombre es Albert , ella lo mira - El mío es Candy .
Ambos siguen conversando sin darse cuenta que estaban muy juntos mirándose a los ojos.
Por eso se había echo un habito dar ese paseo que los unió para toda la vida .
Les dejo este regalito , pueden llevarlo como esta , el tiempo es corto y me pilla