Con una sonrisa cínica y una mirada burlona, aquel chico de piel morena y ojos de miel asomaba su rostro por entre las cortinas buscando señales de que hubiese vida en aquel lugar rosado que meses atrás le había dado el triunfo y la fama.
Sin que nadie se diera cuenta fue entrando poco a poco, primero al corazón de una, luego de otra, pronto tenía su propio club de fans y algunas fieles súbditos a sus pies, pero a últimos meses su fama había crecido en demasía proclamandolo casi vencedor en aquel evento florido que año con año se llevaba a cabo en ese lugarcito rosa.
Si, todo era de acuerdo a sus planes, de ser uno de los hombres mas odiados en el candymundo de pronto había un mundo solamente dedicado a el.
Gota a gota, poco a poco, paso a paso...
Wendolyn lo vió asomarse y empezó a dar ordenes como si de la mansión Leagan se tratara, Igzell despistadamente corrió a su habitación, o mejor dicho, a su pequeño espacio bajo la caldera de la mazmorra para revisar que todo los encargos de Gezabel se hubieran terminado como era debido para la Tercera actividad Post Guerra, reparasarian, disfrutarian, comentarian, acerca de aquellos posts dedicados a el... Era su mes, pronto su cumpleaños y pronto se apoderaria del mundo... jajajajajaja....