Sus dedos finos acariciaban las teclas del piano tan sutilmente que apenas un atisbo de alguna nota lograba salir de ella, se recargo un poco mientras observaba cada una de las teclas, calculando su sonido, calculando la armonía que debía crear para estar en paz.
El cuaderno a su lado, las hojas sueltas, la pluma que descansaba sobre ellas, todo era parte de aquella melodía que aun no lograba sacar de su alma, por mas esfuerzo que hacia su mente estancada no le permitia ir mas alla. Su corazón se sentía vacio, su mente divagaba en imágenes que en realidad no sabia como definir, ya no tenia nada, estaba solo.
Cuando aprendio a tocar el piano lo hizo con el pensamiento que llegaría a ser un gran artista, pero ahora esa ilusión se transformo en una carga por no poder realizarla, despues de la muerte de Anthony habia olvidado el piano, despues de la muerte de Stear se pregunto para que seguía vivo, despues de casarse para mantener la línea de sangre de la familia se sentía perdido. Por eso cuando vio aquel piano que de chico amaba penso que ahí encontraría un poco de alivio, de consuelo y ahora ahí estaba nuevamente sentado frente a él sin querer tocar una melodía ya inventada, sin saber como continuar aquella que de chico comenzó a crear. No, los sueños ya no eran los mismos, no sabia en realidad que buscaba ahí.
De pronto un sonido salio sin querer de aquel teclado, y luego otro y otro y otro y poco a poco fueron uniéndose en armonía, y poco a poco aquellos sentimientos derrotistas comenzaron a aparecer en forma de música, aquella desesperación se transformo en arte y aquella soledad se volcó en sonido. Comenzo a tocar sin pensarlo, no sabia que era pero siguió y siguió hasta que sus dedos ya no dieron para mas. Y lloro como nunca habia llorado, como solo un hombre que carga el peso del mundo se da cuenta que ya no puede soportarlo.
Seria la ultima vez que tocaba un piano y su melodía se perdería sin que nadie la escuchase y el con el tiempo la olvidaría como olvido aquel sentimiento para convertirlo en algo nuevo. Estaba vivo al menos y viviría por aquellos que ya no estaban a su lado, estoicamente y cavalmente como se esperaba de un Andrew, como se esperaba de un caballero, de un hombre.
Archie cerro aquel piano despues de llorar y se levanto siendo otro, las notas al fin habian logrado encajar una a otra como su vida misma.