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La miré, porque podía, porque quería… tumbada boca abajo, con su rostro de lado y su boca entreabierta, sonreí, estaba relajada, muyyy relajada… su rubia melena dorada esparcida sobre su desnuda y blanca espalda, pincelada con lindas gotas pecosas, igual que las de su pequeña naricita… desde ese ángulo podía notar la curva de uno de sus redondos y abultados senos; sus nalgas cubiertas por una suave y delicada sábana, me dejaban admirar la redondez de las mismas… Era perfecta, sensual y me ponía muy caliente sólo de verla… Aún recuerdo cuando me habló por primera vez, siempre tan ella, tan decidida y espontánea…
--Oye chico ¿quieres tener sexo conmigo? –dijo una despampanante rubia frente a mí.
Levanté mi mirada del enorme libro de literatura en el que tenía enterrada mi cara, obvio ví cuando se acercaba hacia mí y quise pasar, como siempre, inadvertido; miré hacia todos lados buscando el destino final de esas palabras, pero, sorprendentemente no había nadie aparte de mí. Entonces la miré, tan cerca, tan hermosa, pero, nada salió de mis labios…
--Te estoy hablando a ti chico… Oye mira no quiero ser grosera pero llevo prisa, sólo dame tu respuesta ¿va?
Me estaba hablando a mí y yo como un perfecto idiota sólo la miraba embelesado… Estaba muy cerca de mí, más de lo que jamás pude imaginar.
--Mira ¿sabes qué? Olvídalo, haz de cuenta que nada de esto pasó. Nos vemos nerd, sigue estudiando.
Se iba, se ibaaaa --haz algo idiota -- me decía la voz en mi cabeza, como si hubiera sido congelado por algún hechizo de Harry Potter… Coordina, coordina, me autoordené… Y entonces sucedió, mi lengua se soltó:
--¡¡¡Espera!!! –Traté de gritar, pero salió más a un graznido de cuervo, y de cuervo afónico, por cierto… --¡Espera Candy! – y mejoré mi voz -- ¿Puedes repetirme tu pregunta?
Mi hermosa rubia me miró con ojos entrecerrados, caminó con paso decidido hacia mí, acercó su hermoso rostro hasta uno de mis oídos, provocando con ello olas de escalofríos en mi cuerpo, y dijo:
--¿Tienes problemas auditivos?
Su aliento rozando el costado de mi cara me puso al 100, no, no, al 1 con todos los ceros habidos y por haber. Traté de controlar el temblor que me estaba envolviendo y con voz pausada dije:
--No soy sordo, sólo trato de corroborar lo que creo que oí.
La pecosa se alejó de mí, miró de soslayo hacia donde estaban sus amigas, y con voz seria volvió a repetir:
--¿Quieres tener sexo conmigo chico?
--Terry –dije.
--¿Ahhh?
--Mi nombre es Terry, bueno es Terrence, pero quiero que me llames Terry. Con respecto a tu pregunta… bueno yo no…
--No te preocupes, tomo ese no sin represalias eh. Gracias por ser tan sincero emm… Terrry. Adiós.
--¡¡¡Candy!!! Esa no es mi respuesta… Iba a decir que no esperaba una proposición de ese tipo y menos viniendo de ti – Ví cómo ella se sonrojaba hasta la médula – pero, sí, SÍ QUIERO HACER EL AMOR CONTIGO.
Entonces la que quedó muda ahora, fue ella.
--Pero tengo una condición antes de… --Respiré hondo y dije con todo el valor que pude reunir--Quisiera que aceptaras ser mi novia, por lo menos un mes, y al final de éste, pasaremos ese genial momento.
Candy tragó grueso, mordió nerviosamente su labio inferior, miró nuevamente hacia sus amigas y me dijo:
--Este… bueno, yo… sí claro, seamos novios y al final del mes ya vemos… Bien, te veo luego Terry.
Candy casi salió corriendo de ahí hacia donde estaban sus amigas mientras yo estaba en las nubes, no me la creía, la chica más cool de la escuela es mi novia… wow, ¡¡¡Dios!!! Nunca creí que este día llegaría.
Hace poco más de 1 año llegué de intercambio a la Universidad de New York. Soy británico; casi toda mi vida la viví en Londres. Mi padre es empresario y mi madre actriz, de ahí mi gusto por la literatura. Ella es muy famosa, actúa en cine, quién no conoce a la bella Eleanor Baker, toda una celebridad. Es por esa razón que decidí ingresar a esta Universidad con un perfil bajo, ese sería mi primer protagónico.
En la anterior universidad las chicas me asediaban, no sé si por hallarme guapo, o por saber hijo de quiénes soy, así que decidí que no me volvería a pasar aquello. Esta vez sería el X de la escuela, el nerd. Me vestí como todo un nerd: anteojos enormes, cabello peinado de lado, el abrigo holgado y de rayas que no puede faltar y mi habitual pose para caminar, cabizbajo, eso es lo que más me costaba, considerando que mido 1.85m de estatura, no era nada fácil, pero aun así, lo he logrado.
Desde que llegué a esta institución pude apreciar la gran variedad pluricultural que había, eso me gustó… Me perdería fácilmente entre la multitud. Todo iba muy bien, casi no conocía a nadie, por tener la cara enterrada entre mis libros, y muy pocos se acercaban a mí para hacer algún tipo de amistad, excepto Stear Cornwall, un verdadero nerd… pero gracias a que su novia, otra nerd, lo acaparaba para estudiar juntos, la mayoría del tiempo me la pasaba solo.
Fue en la clase de deporte en que todo cambió para mí… Por cierto, aun no entiendo por qué a un universitario lo obligan a ir a deporte, eso hubiera sido inaudito para mí, si no hubiera una razón de estar ahí… Una hermosa y sensual rubia de grandes ojos, ¿quién era? La jefa de las porristas del equipo de futbol americano.
Monumento de mujer: una estatura de alrededor 1.70m, piernas largas y torneadas, curvas perfectas, senos firmes, vientre plano, una larga cabellera rizada en un dorado precioso, labios sensuales y candentes, y lo más bello de todo, sus ojos… Esos ojos que compiten con unas auténticas esmeraldas, es el tono de verde más bello que haya visto jamás.
Cada vez que iba a deporte, no perdía detalle de ella, me la comía con la mirada, quería acercarme a ella, sabía que podía lograr que me mirara como un prospecto, ¡no!, como su único prospecto, pero tendría que renunciar a mi privacidad… No sabía qué hacer.
El año fue pasando entre tareas, proyectos, tesis… pero mi mejor parte, era observar a mi amor platónico. La miraba cuando estaba con sus amigas, su sonrisa, sus bromas, su cadencia al caminar… sus manías, como morderse los labios cuando está nerviosa o poner su dedo en su mentón cuando tiene dudas… toda ella era una estrella en su esplendor, y para ella y para todos, yo sólo era el X, el nerd… ¿Por qué se me habrá ocurrido semejante idea?
Sólo ver como el güerillo de Brower se le acercaba, colocaba sus asquerosas manos en la cintura de mi pecosa, y deslizaba sus pulgares acariciando la zona desnuda de ésta, me entraban unas ganas de estrellarle mi mejor golpe en su puñetero rostro. Se creía su dueño, y pues, creo que a ella le gusta, claro, porque no me ha conocido a mí, pero no tengo ni idea de cómo acercarme a ella… Justo cuando empezaba a preguntarme qué mierda hacer, sucedió lo inesperado.
Este día, en que todo me había ido mal en varias materias, por estar distraído pensando en ella, mi traviesa rubia llegó con esa propuesta… Santo Dios, no había terminado de hacerla y yo ya estaba duro de sólo ver mover sus labios… Claro que quería sexo con ella, no, me corrijo, quiero hacer el amor con ella… quiero hacerla vibrar así como ella me provoca a mí… Por eso le pedí que fuera mi novia, esta era la oportunidad que estaba buscando y la aprovecharía al máximo.
El día de hoy marca el inicio de algo más, sé que será profundo, intenso, como cada uno de los sueños húmedos que he tenido con ella, pero antes de llegar a ese día, la voy a enamorar, haré que Candice Andley se fijé en mí, en el nerd de la escuela, haré que me ame como yo lo hago con ella… Porque el amor a primera vista sí existe.
--Oye chico ¿quieres tener sexo conmigo? –dijo una despampanante rubia frente a mí.
Levanté mi mirada del enorme libro de literatura en el que tenía enterrada mi cara, obvio ví cuando se acercaba hacia mí y quise pasar, como siempre, inadvertido; miré hacia todos lados buscando el destino final de esas palabras, pero, sorprendentemente no había nadie aparte de mí. Entonces la miré, tan cerca, tan hermosa, pero, nada salió de mis labios…
--Te estoy hablando a ti chico… Oye mira no quiero ser grosera pero llevo prisa, sólo dame tu respuesta ¿va?
Me estaba hablando a mí y yo como un perfecto idiota sólo la miraba embelesado… Estaba muy cerca de mí, más de lo que jamás pude imaginar.
--Mira ¿sabes qué? Olvídalo, haz de cuenta que nada de esto pasó. Nos vemos nerd, sigue estudiando.
Se iba, se ibaaaa --haz algo idiota -- me decía la voz en mi cabeza, como si hubiera sido congelado por algún hechizo de Harry Potter… Coordina, coordina, me autoordené… Y entonces sucedió, mi lengua se soltó:
--¡¡¡Espera!!! –Traté de gritar, pero salió más a un graznido de cuervo, y de cuervo afónico, por cierto… --¡Espera Candy! – y mejoré mi voz -- ¿Puedes repetirme tu pregunta?
Mi hermosa rubia me miró con ojos entrecerrados, caminó con paso decidido hacia mí, acercó su hermoso rostro hasta uno de mis oídos, provocando con ello olas de escalofríos en mi cuerpo, y dijo:
--¿Tienes problemas auditivos?
Su aliento rozando el costado de mi cara me puso al 100, no, no, al 1 con todos los ceros habidos y por haber. Traté de controlar el temblor que me estaba envolviendo y con voz pausada dije:
--No soy sordo, sólo trato de corroborar lo que creo que oí.
La pecosa se alejó de mí, miró de soslayo hacia donde estaban sus amigas, y con voz seria volvió a repetir:
--¿Quieres tener sexo conmigo chico?
--Terry –dije.
--¿Ahhh?
--Mi nombre es Terry, bueno es Terrence, pero quiero que me llames Terry. Con respecto a tu pregunta… bueno yo no…
--No te preocupes, tomo ese no sin represalias eh. Gracias por ser tan sincero emm… Terrry. Adiós.
--¡¡¡Candy!!! Esa no es mi respuesta… Iba a decir que no esperaba una proposición de ese tipo y menos viniendo de ti – Ví cómo ella se sonrojaba hasta la médula – pero, sí, SÍ QUIERO HACER EL AMOR CONTIGO.
Entonces la que quedó muda ahora, fue ella.
--Pero tengo una condición antes de… --Respiré hondo y dije con todo el valor que pude reunir--Quisiera que aceptaras ser mi novia, por lo menos un mes, y al final de éste, pasaremos ese genial momento.
Candy tragó grueso, mordió nerviosamente su labio inferior, miró nuevamente hacia sus amigas y me dijo:
--Este… bueno, yo… sí claro, seamos novios y al final del mes ya vemos… Bien, te veo luego Terry.
Candy casi salió corriendo de ahí hacia donde estaban sus amigas mientras yo estaba en las nubes, no me la creía, la chica más cool de la escuela es mi novia… wow, ¡¡¡Dios!!! Nunca creí que este día llegaría.
Hace poco más de 1 año llegué de intercambio a la Universidad de New York. Soy británico; casi toda mi vida la viví en Londres. Mi padre es empresario y mi madre actriz, de ahí mi gusto por la literatura. Ella es muy famosa, actúa en cine, quién no conoce a la bella Eleanor Baker, toda una celebridad. Es por esa razón que decidí ingresar a esta Universidad con un perfil bajo, ese sería mi primer protagónico.
En la anterior universidad las chicas me asediaban, no sé si por hallarme guapo, o por saber hijo de quiénes soy, así que decidí que no me volvería a pasar aquello. Esta vez sería el X de la escuela, el nerd. Me vestí como todo un nerd: anteojos enormes, cabello peinado de lado, el abrigo holgado y de rayas que no puede faltar y mi habitual pose para caminar, cabizbajo, eso es lo que más me costaba, considerando que mido 1.85m de estatura, no era nada fácil, pero aun así, lo he logrado.
Desde que llegué a esta institución pude apreciar la gran variedad pluricultural que había, eso me gustó… Me perdería fácilmente entre la multitud. Todo iba muy bien, casi no conocía a nadie, por tener la cara enterrada entre mis libros, y muy pocos se acercaban a mí para hacer algún tipo de amistad, excepto Stear Cornwall, un verdadero nerd… pero gracias a que su novia, otra nerd, lo acaparaba para estudiar juntos, la mayoría del tiempo me la pasaba solo.
Fue en la clase de deporte en que todo cambió para mí… Por cierto, aun no entiendo por qué a un universitario lo obligan a ir a deporte, eso hubiera sido inaudito para mí, si no hubiera una razón de estar ahí… Una hermosa y sensual rubia de grandes ojos, ¿quién era? La jefa de las porristas del equipo de futbol americano.
Monumento de mujer: una estatura de alrededor 1.70m, piernas largas y torneadas, curvas perfectas, senos firmes, vientre plano, una larga cabellera rizada en un dorado precioso, labios sensuales y candentes, y lo más bello de todo, sus ojos… Esos ojos que compiten con unas auténticas esmeraldas, es el tono de verde más bello que haya visto jamás.
Cada vez que iba a deporte, no perdía detalle de ella, me la comía con la mirada, quería acercarme a ella, sabía que podía lograr que me mirara como un prospecto, ¡no!, como su único prospecto, pero tendría que renunciar a mi privacidad… No sabía qué hacer.
El año fue pasando entre tareas, proyectos, tesis… pero mi mejor parte, era observar a mi amor platónico. La miraba cuando estaba con sus amigas, su sonrisa, sus bromas, su cadencia al caminar… sus manías, como morderse los labios cuando está nerviosa o poner su dedo en su mentón cuando tiene dudas… toda ella era una estrella en su esplendor, y para ella y para todos, yo sólo era el X, el nerd… ¿Por qué se me habrá ocurrido semejante idea?
Sólo ver como el güerillo de Brower se le acercaba, colocaba sus asquerosas manos en la cintura de mi pecosa, y deslizaba sus pulgares acariciando la zona desnuda de ésta, me entraban unas ganas de estrellarle mi mejor golpe en su puñetero rostro. Se creía su dueño, y pues, creo que a ella le gusta, claro, porque no me ha conocido a mí, pero no tengo ni idea de cómo acercarme a ella… Justo cuando empezaba a preguntarme qué mierda hacer, sucedió lo inesperado.
Este día, en que todo me había ido mal en varias materias, por estar distraído pensando en ella, mi traviesa rubia llegó con esa propuesta… Santo Dios, no había terminado de hacerla y yo ya estaba duro de sólo ver mover sus labios… Claro que quería sexo con ella, no, me corrijo, quiero hacer el amor con ella… quiero hacerla vibrar así como ella me provoca a mí… Por eso le pedí que fuera mi novia, esta era la oportunidad que estaba buscando y la aprovecharía al máximo.
El día de hoy marca el inicio de algo más, sé que será profundo, intenso, como cada uno de los sueños húmedos que he tenido con ella, pero antes de llegar a ese día, la voy a enamorar, haré que Candice Andley se fijé en mí, en el nerd de la escuela, haré que me ame como yo lo hago con ella… Porque el amor a primera vista sí existe.
que inusual relato: ella quiere sexo y él enamorarla, como se las arreglara el supuesto nerd?
Terry nerd? jajaj su primer protagónico según él 
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