Pero qué había hecho, estúpida y mil veces estúpida… Haber aceptado la apuesta de Annie, sólo por venganza… En qué momento fui tan idiota.
Mi vida ha sido muy tranquila, soy hija única. Mi padre es banquero y mi mamá es ama de casa. Obviamente estoy estudiando administración debido a que algún día deberé llevar las riendas del negocio familiar, pero también porque me gusta.
Actualmente estoy en mi penúltimo año de la carrera. Soy muy buena en los estudios. Como me encanta la vida agitada, formo parte del equipo de las porristas, más bien soy la capitana. Mis mejores amigas, Annie y Patty son geniales. Una lleva diseño de modas y la otra ingeniería química. Sus novios, Archie y Stear Cornwell, también son mis amigos.
Pero aunque soy afortunada en unas cosas, no puedo decir lo mismo del amor. Sí he tenido noviecillos pero nada serio, fueron relaciones informales de la prepa, que sólo buscaban sexo y, como no les di lo que querían, pues las cosas llegaban a su fin.
Al entrar a la universidad, y en específico, al equipo de porristas, conocí al chico que me ha hecho babear por él… Anthony Brower, todo un modelo… alto, como de 1.80m, de hombros anchos, ojos azules como el cielo, labios perfectos… mmm, todo un manjar el capitán del equipo, sólo tenía un pequeño problema… tenía novia, a la que en ese entonces, era la capitana de las porristas, Susana Marlow… una rubia operada y desabrida, desde mi muy particular punto de vista. Le decían la casa de empeño, porque le das algo de valor y ella te presta rápido.
No pasó mucho tiempo antes de que el guapísimo de Anthony se fijara en la nueva, o sea, en mí. Siempre he sido una chica constante en lo que me gusta, así que no tardé en demostrar mi capacidad en esta área, por lo que fui subiendo de puesto rápidamente, ante una molesta Susana quien se distinguía por sus aires de grandeza y su antipatía.
Susana es una chica caprichosa, acostumbrada a hacer lo que ella quiera y a que la obedezcan inmediatamente. Si ella dice rana, todas las chicas del equipo saltan, excepto yo. Por ello, cuando cambiaba los horarios de los ensayos, sin avisarle al entrenador, yo siempre me presenté a ellos, pues mi compromiso no es con esa güera oxigenada, sino con el docente. A raíz de este tipo de sucesos, el maestro me comisionó para llevar las riendas del equipo, el cual he sacado adelante desde hace más de 2 años.
No me gustan los problemas, pero tampoco soy una chica dejada… si me la hacen, me conocen, cómo que no.
Desde que soy la capitana del equipo, Tony no ha dejado de acercarse a mí de manera constante. Me acompaña a los vestidores, me lleva hasta mi aula, carga mi mochila… Es tan atento y caballeroso… pero hasta ahora, no ha dado el paso que más deseo… pedirme que sea su novia.
Hace más de un año que se separó de la “casa de empeño”, pues ella es una acosadora de lo peor. No deja que uno respire libremente, si lo sabré yo. Me infarta en cada ensayo, desde que soy la capitana, me odia a muerte. Y me odia aún más cuando ve que mi guapo Tony es tan atento conmigo. Sé que no tardará mucho en pedirme que sea su novia, lo siento en mí… bueno, lo sentía, hasta que sucedió algo terrible, que me rompió el corazón…
Un día, después de salir de mi última clase, esperaba a mi galante caballero, quien siempre me acompaña a esperar al chofer que papá me tiene asignado, cuando de pronto, se acercó a mí una de las viborescas amigas de Marlow… Elisa Leagan.
Cuando vi que venía hacia mí, intenté caminar en sentido contrario por donde venía, pero entonces, gritó mi nombre:
--Candice, espera.
Me detuve porque no había manera de escapar de un llamado tan directo, así que, giré hacia ella, quien traía una sonrisa maquiavélica en el rostro, lo cual me puso alerta, y la miré seriamente diciendo:
--¿Qué se te ofrece Elisa?
--Oh Candy, debes venir conmigo pronto –dijo esto tomando mi mano y empezando a caminar rápidamente… Me solté abruptamente y le pregunté:
--¿A dónde se supone que me llevas Elisa? Lo siento, pero estoy esperando a Tony.
--Precisamente esto se trata sobre él… Brower no es el chico que crees, y la verdad no me gustaría que acabaras siendo el hazmerreír de la escuela.
--¿De qué hablas? –Pregunté molesta.
--Ven conmigo y lo sabrás –Aunque algo dentro de mí me pedía no ir, no pude escapar a mi naturaleza curiosa, y seguí a la subvívora hasta los vestidores de hombres. Ceñí mi frente y la miré interrogante – Vamos Candy, entra, qué esperas… tu amado Tony no es más que un farsante como todos los hombres. Míralo por ti misma.
Ingresé con mucho sigilo a los vestidores, temía encontrarme con algún chico semi desnudo por el corredor y que yo quedara como una pervertida, pero nada de eso sucedió… Me pareció ver pasar una sombra del otro lado del pasillo, pero no hice caso de ello, y seguí hasta el área de las duchas, donde oía correr el agua…
Logré escuchar voces y discretamente espié, sólo para ver algo que me rompería el corazón en mil pedazos… Tony estaba totalmente desnudo bañándose y entre sus brazos una muy desnuda y operada sucia Gusana Marlow se restregaba contra él… ella tenía aferrada su cabeza entre sus manos mientras él tocaba sus partes y le decía:
--Es la última vez cariño, la última.
--No querido, siempre volverás a mí, porque nadie podrá saciarte como yo… --Entonces ella me miró y sonrió cínicamente. Después de unos segundos, que me parecieron horas, siguieron en su calenturesca ducha juntos.
Recuerdo haber salido corriendo y chocar con algo o alguien a la entrada de los vestidores, pero no me detuve, lo único que deseaba era huir lo más pronto posible de ahí e ir a derramar mis lágrimas en la intimidad de mi cuarto.
Después de esta terrible escena, evité lo más que pude a Anthony, aunque no es que él se acercara demasiado a mí, pues parecía que la gusana no lo dejaba ni a sol ni a sombra.
Mis amigas, cansadas de verme con mi cara de muerta viviente, trataban de levantarme el ánimo, pero en verdad me sentía súper mal… Fue entonces que a la loca de Annie se le ocurrió una idea:
--¿Y por qué no le das celos? Que vea lo que se está perdiendo.
--¿Celos? Pero con quién… Tony se encargó de ahuyentarme a todos los prospectos que se me acercaban, y en verdad eso no me molestó, porque creí que él y yo… ahhhh –suspiré. –Además no creo que sea buena idea.
--Yo tampoco lo creo—dijo Patty.
--¡¡¡Ay por Dios!!! Demuéstrale que tú no eres una idiota enamorada que se quedó con el corazón roto… Ni siquiera se ha dignado a buscarte… Claro que con la encimosa esa, no creo que tenga tiempo ni de respirar. Vamos Candy, eres una chica súper cool, carismática, guapísima… Cualquiera querrá andar contigo.
--Pero quién Annie, no habrá chico que se me quiera acercar pues es como si Anthony me hubiera apartado para él.
--Insisto en que no es buena idea –volvió a decir Patty.
Annie la miró con ojos de advertencia y luego dijo:
--Vamos a encontrar a alguien que no le tema a Brower, alguien que le valga un cacahuate el mundo, alguien como… mmm –Decía Annie recorriendo el campus de un extremo a otro, hasta que sus ojos se detuvieron en un punto—Como él –y señaló hasta una banca que estaba debajo de un gran árbol.
Busqué el punto señalado por Annie y no podía creer lo que veía, ¿el nerd de la escuela? Miré a mi loca amiga negando rotundamente, y ella sonrió y dijo:
--¿No crees que será un duro golpe para el guapo puñetero de Brower verte con el nerd de la escuela? Al fin y al cabo él nunca te pidió ser su novia, sería algo así como que te decidiste por otro – y por primera vez vi en el rostro de mi amiga una sonrisa maquiavélica.
--No, no, no… Chicas él no se mete con nadie, déjenlo ser. Sólo quiere estudiar.
Sentí un poco de remordimientos, pero las palabras de Annie empezaban a hacer mella en mí.
--Lo haré, dije de manera decidida. –Annie aplaudió mi decisión, mientras que Patty sólo movía su cabeza de un lado a otro. Sólo tenía que pedirle que fuera mi novio y ya… Me dirigí con paso seguro hacia el lugar. Empecé a recordar que me hice muchas ilusiones con Tony, al grado de desear perder mi virginidad con él, porque construí castillos en el aire y sentí una gran ira recorrerme al recordar la forma en que él y Susana habían estado en las duchas… Mi coraje alcanzó niveles inimaginados, estaba dominada por la ira y la desilusión… Ja, Anthony se perdería la primicia de mi cuerpo… Así que sin pensarlo y al estar frente al chico, cambié mi proposición y le dije:
--¿Quieres tener sexo conmigo?
Nunca imaginé lo que pasaría después. Una vez que hubo reaccionado de su atontamiento y en lugar de aceptar la propuesta con un simple sí, me pidió ser su novia… Oh por Dios, sólo le pedí un acostón, pero ¿ser su novia? Y lo peor, le dije que síiiiii, OMG. Si con la acción de Tony no fui la burla de los demás, o al menos aún no, creo que con esta decisión me convertiré realmente en el hazmerreír de la escuela… Que el cielo se apiade de mí.
Mi vida ha sido muy tranquila, soy hija única. Mi padre es banquero y mi mamá es ama de casa. Obviamente estoy estudiando administración debido a que algún día deberé llevar las riendas del negocio familiar, pero también porque me gusta.
Actualmente estoy en mi penúltimo año de la carrera. Soy muy buena en los estudios. Como me encanta la vida agitada, formo parte del equipo de las porristas, más bien soy la capitana. Mis mejores amigas, Annie y Patty son geniales. Una lleva diseño de modas y la otra ingeniería química. Sus novios, Archie y Stear Cornwell, también son mis amigos.
Pero aunque soy afortunada en unas cosas, no puedo decir lo mismo del amor. Sí he tenido noviecillos pero nada serio, fueron relaciones informales de la prepa, que sólo buscaban sexo y, como no les di lo que querían, pues las cosas llegaban a su fin.
Al entrar a la universidad, y en específico, al equipo de porristas, conocí al chico que me ha hecho babear por él… Anthony Brower, todo un modelo… alto, como de 1.80m, de hombros anchos, ojos azules como el cielo, labios perfectos… mmm, todo un manjar el capitán del equipo, sólo tenía un pequeño problema… tenía novia, a la que en ese entonces, era la capitana de las porristas, Susana Marlow… una rubia operada y desabrida, desde mi muy particular punto de vista. Le decían la casa de empeño, porque le das algo de valor y ella te presta rápido.
No pasó mucho tiempo antes de que el guapísimo de Anthony se fijara en la nueva, o sea, en mí. Siempre he sido una chica constante en lo que me gusta, así que no tardé en demostrar mi capacidad en esta área, por lo que fui subiendo de puesto rápidamente, ante una molesta Susana quien se distinguía por sus aires de grandeza y su antipatía.
Susana es una chica caprichosa, acostumbrada a hacer lo que ella quiera y a que la obedezcan inmediatamente. Si ella dice rana, todas las chicas del equipo saltan, excepto yo. Por ello, cuando cambiaba los horarios de los ensayos, sin avisarle al entrenador, yo siempre me presenté a ellos, pues mi compromiso no es con esa güera oxigenada, sino con el docente. A raíz de este tipo de sucesos, el maestro me comisionó para llevar las riendas del equipo, el cual he sacado adelante desde hace más de 2 años.
No me gustan los problemas, pero tampoco soy una chica dejada… si me la hacen, me conocen, cómo que no.
Desde que soy la capitana del equipo, Tony no ha dejado de acercarse a mí de manera constante. Me acompaña a los vestidores, me lleva hasta mi aula, carga mi mochila… Es tan atento y caballeroso… pero hasta ahora, no ha dado el paso que más deseo… pedirme que sea su novia.
Hace más de un año que se separó de la “casa de empeño”, pues ella es una acosadora de lo peor. No deja que uno respire libremente, si lo sabré yo. Me infarta en cada ensayo, desde que soy la capitana, me odia a muerte. Y me odia aún más cuando ve que mi guapo Tony es tan atento conmigo. Sé que no tardará mucho en pedirme que sea su novia, lo siento en mí… bueno, lo sentía, hasta que sucedió algo terrible, que me rompió el corazón…
Un día, después de salir de mi última clase, esperaba a mi galante caballero, quien siempre me acompaña a esperar al chofer que papá me tiene asignado, cuando de pronto, se acercó a mí una de las viborescas amigas de Marlow… Elisa Leagan.
Cuando vi que venía hacia mí, intenté caminar en sentido contrario por donde venía, pero entonces, gritó mi nombre:
--Candice, espera.
Me detuve porque no había manera de escapar de un llamado tan directo, así que, giré hacia ella, quien traía una sonrisa maquiavélica en el rostro, lo cual me puso alerta, y la miré seriamente diciendo:
--¿Qué se te ofrece Elisa?
--Oh Candy, debes venir conmigo pronto –dijo esto tomando mi mano y empezando a caminar rápidamente… Me solté abruptamente y le pregunté:
--¿A dónde se supone que me llevas Elisa? Lo siento, pero estoy esperando a Tony.
--Precisamente esto se trata sobre él… Brower no es el chico que crees, y la verdad no me gustaría que acabaras siendo el hazmerreír de la escuela.
--¿De qué hablas? –Pregunté molesta.
--Ven conmigo y lo sabrás –Aunque algo dentro de mí me pedía no ir, no pude escapar a mi naturaleza curiosa, y seguí a la subvívora hasta los vestidores de hombres. Ceñí mi frente y la miré interrogante – Vamos Candy, entra, qué esperas… tu amado Tony no es más que un farsante como todos los hombres. Míralo por ti misma.
Ingresé con mucho sigilo a los vestidores, temía encontrarme con algún chico semi desnudo por el corredor y que yo quedara como una pervertida, pero nada de eso sucedió… Me pareció ver pasar una sombra del otro lado del pasillo, pero no hice caso de ello, y seguí hasta el área de las duchas, donde oía correr el agua…
Logré escuchar voces y discretamente espié, sólo para ver algo que me rompería el corazón en mil pedazos… Tony estaba totalmente desnudo bañándose y entre sus brazos una muy desnuda y operada sucia Gusana Marlow se restregaba contra él… ella tenía aferrada su cabeza entre sus manos mientras él tocaba sus partes y le decía:
--Es la última vez cariño, la última.
--No querido, siempre volverás a mí, porque nadie podrá saciarte como yo… --Entonces ella me miró y sonrió cínicamente. Después de unos segundos, que me parecieron horas, siguieron en su calenturesca ducha juntos.
Recuerdo haber salido corriendo y chocar con algo o alguien a la entrada de los vestidores, pero no me detuve, lo único que deseaba era huir lo más pronto posible de ahí e ir a derramar mis lágrimas en la intimidad de mi cuarto.
Después de esta terrible escena, evité lo más que pude a Anthony, aunque no es que él se acercara demasiado a mí, pues parecía que la gusana no lo dejaba ni a sol ni a sombra.
Mis amigas, cansadas de verme con mi cara de muerta viviente, trataban de levantarme el ánimo, pero en verdad me sentía súper mal… Fue entonces que a la loca de Annie se le ocurrió una idea:
--¿Y por qué no le das celos? Que vea lo que se está perdiendo.
--¿Celos? Pero con quién… Tony se encargó de ahuyentarme a todos los prospectos que se me acercaban, y en verdad eso no me molestó, porque creí que él y yo… ahhhh –suspiré. –Además no creo que sea buena idea.
--Yo tampoco lo creo—dijo Patty.
--¡¡¡Ay por Dios!!! Demuéstrale que tú no eres una idiota enamorada que se quedó con el corazón roto… Ni siquiera se ha dignado a buscarte… Claro que con la encimosa esa, no creo que tenga tiempo ni de respirar. Vamos Candy, eres una chica súper cool, carismática, guapísima… Cualquiera querrá andar contigo.
--Pero quién Annie, no habrá chico que se me quiera acercar pues es como si Anthony me hubiera apartado para él.
--Insisto en que no es buena idea –volvió a decir Patty.
Annie la miró con ojos de advertencia y luego dijo:
--Vamos a encontrar a alguien que no le tema a Brower, alguien que le valga un cacahuate el mundo, alguien como… mmm –Decía Annie recorriendo el campus de un extremo a otro, hasta que sus ojos se detuvieron en un punto—Como él –y señaló hasta una banca que estaba debajo de un gran árbol.
Busqué el punto señalado por Annie y no podía creer lo que veía, ¿el nerd de la escuela? Miré a mi loca amiga negando rotundamente, y ella sonrió y dijo:
--¿No crees que será un duro golpe para el guapo puñetero de Brower verte con el nerd de la escuela? Al fin y al cabo él nunca te pidió ser su novia, sería algo así como que te decidiste por otro – y por primera vez vi en el rostro de mi amiga una sonrisa maquiavélica.
--No, no, no… Chicas él no se mete con nadie, déjenlo ser. Sólo quiere estudiar.
Sentí un poco de remordimientos, pero las palabras de Annie empezaban a hacer mella en mí.
--Lo haré, dije de manera decidida. –Annie aplaudió mi decisión, mientras que Patty sólo movía su cabeza de un lado a otro. Sólo tenía que pedirle que fuera mi novio y ya… Me dirigí con paso seguro hacia el lugar. Empecé a recordar que me hice muchas ilusiones con Tony, al grado de desear perder mi virginidad con él, porque construí castillos en el aire y sentí una gran ira recorrerme al recordar la forma en que él y Susana habían estado en las duchas… Mi coraje alcanzó niveles inimaginados, estaba dominada por la ira y la desilusión… Ja, Anthony se perdería la primicia de mi cuerpo… Así que sin pensarlo y al estar frente al chico, cambié mi proposición y le dije:
--¿Quieres tener sexo conmigo?
Nunca imaginé lo que pasaría después. Una vez que hubo reaccionado de su atontamiento y en lugar de aceptar la propuesta con un simple sí, me pidió ser su novia… Oh por Dios, sólo le pedí un acostón, pero ¿ser su novia? Y lo peor, le dije que síiiiii, OMG. Si con la acción de Tony no fui la burla de los demás, o al menos aún no, creo que con esta decisión me convertiré realmente en el hazmerreír de la escuela… Que el cielo se apiade de mí.
Última edición por Shey el Jue Abr 09, 2020 9:12 pm, editado 1 vez