**
Hola chicas lindas
Aqui un capitulo más
Con cariño para ustedes
CUANDO EL AMOR ES
VERDADERO
MI EX DE VERDAD
Y, Terry, Mía y la pequeña Blanca, tienen un lugar muy importante en mi corazón. Los amo.
Declaró con convicción viéndolo nuevamente directo a los ojos.
-Ya es tarde, Neil, tengo que volver a mi casa. Gracias por el almuerzo y el sombrero eres muy amable y me agrado conocer al nuevo Neil.
Observó nuevamente el mar y pudo distinguir el apuesto rostro de Terius Granchester sonriéndole, Después elevó los ojos al cielo donde se apreciaban blancas nubes y vio a la hermosa Mía, Granchester con su rostro blanco y nacarado enmarcado por su espesa y larga cabellera negra mirándola con cariño y les sonrío.
-Adiós Neil.
Y con paso firme se dirigió a la salida.
>>>>>>>>>>>>>
-Candy, Candy, espera por favor, no puedes irte tú sola.
-Por supuesto que puedo, sé perfectamente el camino a mi casa.
-Pero, prometí a tus hermanos que te cuidaría, así que hasta que no te deje en la puerta de tu hogar, no te desharás de mi.
-Nunca prometiste a mis hermanos cuidarme, solo me acompañarías por unas compras que por cierto nunca realice y a almorzar. Ya almorzamos, así que adiós.
-Por favor, Candy, solo permíteme acompañarte a tu hogar y si no quieres volver a verme, ya no te buscaré más.
-Está bien, sólo porque no quiero seguir discutiendo y en verdad deseo llegar lo más pronto posible a mi casa.
En esta ocasión el camino a la casa de la pecosa lo hicieron en silencio él la observaba y ella miraba a través de la ventanilla sumergida en sus pensamientos.
Al llegar al hogar de la rubia él la acompañó hasta la puerta.
-Candy, discúlpame por favor, pregunté sin pensar, en verdad no quería lastimarte.
-Hoy te has disculpado demasiado, Neil, -Sonrió- Creo que vas a romper un récord. No te preocupes, dejemos esto también en el pasado porfavor y no lo volvamos a mencionar ¿quieres?
-Está bien, gracias Candy, entonces adiós.
Estaba por dar media vuelta dispuesto a retirarse, cuando la puerta de la casa se abrió.
En el umbral de la casa apareció una pequeña mujer con los plateados cabellos que evidenciaban su experiencia en la vida, recogidos en un chongo alto y una amable sonrisa, enseguida se aproximó abrazar a las rubia y besar sus mejillas.
-Candy, Hija, qué bueno que llegas estaba muy preocupada por ti, aunque Edgar, me explicó que habías salido a pasear con un amigo de la infancia. No pude evitar angustiarme.
-Caballero, buenas tardes, no me diga que ya se retira sin antes presentarse con nuestra familia.
-¡Candy, no pensabas presentarnos! Pero que descortés de tu parte hija.
-Abuela, Rosi yo…
-Nada, nada, Creo que esa no es la educación que la señora Elroy, ni yó, te hemos dado.
-Tiene usted razón, señora, discúlpeme por no pasar a saludarla y permítame presentarme, mi nombre es Neil, Legan y fui primo de candice.
Entonces se acercó a la sexagenaria dama, que lo examinaba de pies a cabeza y la saludó besando su mano galantemente con una reverencia.
-Mucho gusto hijo, yo soy la abuela Rosi y llámame así, por favor, abuela, Y... cómo está eso de que ¡Fuiste! ¿Entonces ya no eres su primo?
No porque Saray, sea una Saade, deben dejar de tratarse como familia, al contrario ahora somos una familia más grande.
-Abuela, ahora es mi amigo y eso es más de lo que era antes. Vamos Neil, pasa a la casa ahora que mi abuela, te conoce no te va a dejar partir hasta que no cenes con nosotros y conozca tu más vergonzoso pecado Jajaja
Sonrió la pecosa guiñandole un ojo
-¿No es así abuela?
-Tu si que me conoces hija Jajaja
Una vez en el recibidor de la casa pudo apreciar a la mujer un poco más tenía unos amorosos ojos claros y piel blanca al igual que su nieta además era bajita casi como Candy, lo había sido cuando iba en la escuela, pero la pecosa había adquirido unas cuantas pulgadas más, en el transcurso de los años
Entonces miró el hogar en dónde se encontraba, era realmente agradable decorado en tonos claros y con muchas fotografías que llamaron su atención
-Ven Neil, te mostraré quiénes fueron mis padres.
Lo dirigió a un enorme retrato que colgaba de una de las paredes en ella se podría apreciar a una joven pareja mirándose con amor.
Ella era hermosa, con piel muy blanca,y con el cabello rubio ondulado y ojos claros.
Él era un joven alto y Gallardo cabello rubio rojizo y Pecoso además también poseía la mirada verde y vibrante de la joven que estaba parada a su lado
-No hay duda que son tus padres.
-Albert,y George, dijeron lo mismo.
El joven, continúo viendo los demás retratos, donde se veía la pareja en el día de su boda, en paseos, en comidas y se veía a la joven mujer en dulce espera, con una sonrisa tan radiante, que iluminaba todo a su alrededor
Además, vio otras fotos donde aparecían dos pequeños niños rubios, muy felices al lado de sus padres.
En otras fotos estaban jugando con su abuela o en el jardín inclusive había algunas donde estaban en el colegio.
Pero en las fotos donde seguía pareciendo la madre de Candy Se le veía con una mirada triste y melancólica
Finalmente otra foto llamó la atención, en donde la joven pareja cargaban entre los dos a tres bebés
Nail los observaba curioso
Y Candy esperaba sus preguntas sin embargo alguien más requirió su atención
-Sary qué bueno que ya regresaste a casa ¿cómo te fue?
-Muy bien Edgar
-Señor Ligan, es un gusto volver a verlo y gracias por acompañar a Sary, hasta nuestro hogar
-El gusto es mío y fue un placer para mí pasear y conversar con Candy.
-Me alegro que hayan disfrutado su paseo.
¿Gusta algo de tomar señor Ligan, un brandy o coñac?
-Por supuesto, un brandy gracias
A partir de entonces la conversación giró entorno al trabajo de ambos hombres, más tarde Oswal, llegó y siguieron con el mismo hilo de conversación.
Así que Candy aprovechó y se retiró a su habitación para refrescarse y descansar un poco
Más tarde bajo enfundada en un fresco vestido rosa con un discreto escote en ojal y mangas cortas. Sus largos rizos estaban recogidos en una coleta alta, dejando al descubierto su fino cuello y Neil se quedó embobado al verla.
Oswal miró su reacción y codeó a su hermano para que también lo observará.
Edgar, rodó los ojos, el señor Legan tenía la misma cara de bobo que ponían sus amigos al conocer a su hermana y… eso no le agrado
-chicos -¿y la abuela?
-Sigue en la cocina.
-Voy a ayudarle.
-Por favor Candy, no le pases de sal otra vez a la comida jajaja
-Solo sucedio una vez hace mucho tiempo, Oswal, pero si quieres más sal vaciare el salero en tu plato jajaja.
Respondió sonriente y bromista la joven pecosa mostrado su lengua y desapareciendo por la puerta hacia la cocina
-Saray, hija todo está listo, por favor dile a los Caballeros que pasen a sentarse.
-Claro abuela ahora mismo voy.
-Neil, Edgar, Oswal, la abuela dice que pasemos al comedor.
-Pero el abuelo Stuart, aún no llega.
-Dice la abuela, que avisó que llegaría tarde y que no lo esperemos
-Okay entonces vayamos a cenar
Ambos jóvenes tomaron a su hermana de cada brazo para dirigirse al comedor dejando a Neil, atrás.
-Chicos es de mala educación dejar a nuestro invitado atrás.
-No te preocupes Candy, al señor Ligan no le molesta ¿no es así señor Ligan?
No, oswald no hay ningún problema, pasemos al comedor.
-Lo ves Candy, no te preocupes vamos, tengo mucha hambre.
En el comedor todos ocuparon sus asientos y se dispusieron a comer, mientras Candy, reía discretamente observando a su hermano oswald y la abuela Rosi, iniciaba la conversación
-Así que señor Ligan, díganos a qué se dedica
-Yo trabajo en la industria hotelera, mi familia tiene hoteles en diferentes ciudades del país, en Chicago, Florida y Nueva York y desde hace algunos años yo he invertido en este mismo negocio, construyendo mis propios hoteles, algunos en las mismas ciudades y además de Boston Y en esta ciudad.
Interesante y en nuestra ciudad Cuál es su hotel
El hotel Lecaroz que está sobre la costera.
-Oh, si, lo e visto es un lugar muy grande y moderno.
-Además estoy pensando construir otro en alguna de las propiedades que e adquirido con ese propósito.
Edgar, hijo, quizá podamos proveer material al joven Legan, para su proyecto
-Ya hemos hablado de esa posibilidad abuela es muy factible un negocio entre las dos empresas.
-Me agradara hacer negocios con ustedes
La plática fluía amena y relajada, mientras los comensales disfrutaban de la fresca ensalada, que se les había servido y del guisado.
Oswald, escuchaba atento la conversación, mientras daba el primer bocado a su guisado e inmediatamente después se puso de pie abruptamente abriendo los ojos como platos, con la intención de escupir lo que tenía en la boca.
Afortunadamente su sentido común le indico cubrir su boca con su servilleta y después beber indeterminados litros de agua, mientras la pecosa reía traviesa .
-¡¡Candice Saray Saade Ardlay!! Me las pagaras!!
Grito, al tiempo que dejaba su lugar, para perseguirla en derredor de la mesa y la pecosa salía disparada, huyendo y buscando ayuda.
-¡Abuela, abuela, ayudame porfavor, jajaja Edgar…!
-Tu te lo buscaste Sary traviesa jajaja.
Oswal, la estaba alcanzando, cuando vio a la entrada del comedor, a quién sería su salvador.
-¡Abuelo, abuelo Stuart, ayúdame por favor!
-Pero qué pasa aquí muchachos porque tanto alboroto.
-¡Abuelo Candy Saray salo mi comida!
-Tú me dijiste que querías más sal. Jajaja
-¡No, yo te dije que no, salaras la comida!
-Vamos, vamos, hijo que no aguantas ninguna bromita, además tú le as gastado muchas, desde el día que la conocimos.
-Hera para que nos tuviera confianza.
-Pues ya te la tiene, así que aguantate.
-Por Favor hermanos, comportense, parecen niños chiquitos, no parece que tengan veinticuatro años.
Los regaño Edgar, un poquito enfadado y la pecosa le mostró su lengua traviesa.
Mientras Neil, reía divertido de los juegos entre hermanos.
-Sí hijos, por favor ya siéntense, que va a pensar el señor Legan. Disculpe a los muchachos por favor, probablemente este comportamiento no lo permite la señora Elroy, en su mesa pero a mí me encanta ver a mis nietos contentos, siento que están recuperando el tiempo perdido.
-No se preocupe señora, a mí también me gusta saber que Candy es feliz.
Después que Candy, presentó a su abuelo Stuart, con Neil, continuaron con la conversación.
-¿Así que ya a estado otras veces en nuestra ciudad señor Ligan?
-Neil, por favor llámenme Neil, Y sí, señor Stuart, he estado en otras ocasiones aquí, puesto que he venido a comprar algunos terrenos y supervisar el hotel.
-Oh, Vaya, un hombre de trabajo. Eso quiere decir que aún no conoce nuestra ciudad.
-Pues sólo un poco, ya que sólo he venido por trabajo
-Saray, hija ya que tienes hasta el fin de semana libre, porque no acompañas al señor ligan a conocer la ciudad y se la muestras y no sé quizás hasta pasear o comer un helado.
Neil miró a la anciana sorprendido por su petición y esperando la respuesta de Candy.
-No sé abuela yo sí tengo tiempo, pero en él es un hombre muy ocupado.
-Tienes razón tengo muchas ocupaciones, pero si nos ponemos de acuerdo, Claro que podemos ir a tomar un helado.
-Oh, qué bien hijos, eso sería maravilloso, que les parece si vamos pasado mañana y nos encontramos a mediodía yo los acompaño. Los helados en Mitchel Creem, son muy sabrosos ya se me antojaron.
-¿Sabían hijos que en esa heladería conocí a su abuelo?
-Sí abuela, ya nos lo habías contado, pero Candy, no conoce la historia, ¿porque no se la cuenta?
Candice, miró a su abuela con ojos brillantes.
-No abue, yo no la conozco, cuentame porfavor.
La mujer tomó la mano de su nieta y la estrecho mirándola con infinita ternura.
-Así es hija allí, conocí a tu abuelo. La heladería Mitchel Creem, tiene los mejores helados que yo haya probado, desde mi juventud acudía allí a degustarlos.
Y en cierta ocasión que estaba sentada en una de las mesas degustando un sabroso helado de chocolate lo vi entrar, era el hombre más guapo que mis ojos habían visto alto Gallardo con su melena oscura y sus ojos profundos enmarcados por unos anteojos que lo hacían ver tierno e inteligente.
Suspiró la abuela
-Me enamoré de él a primera vista
Candy, sonreía de oreja, a oreja mirando su abuela y después a su abuelo Stuart
-¿Y tu abuelo también te enamoraste a primera vista?
-¿Tú qué crees hija mía?
-Creo que si.
-Por supuesto, en cuanto vi a esta pequeña y hermosa mujer la desee para mí. Ella es tan tierna y delicada que no he podido alejarme de ella en todos estos años. No es así Mon cheri.
-Así es mi amado stear te amo mucho mi stear.
-Y yo a ti mi Belle primrose
"Mi bella primavera"
Los chicos vieron a sus abuelos abrazarse con infinito amor y Candy más que nunca deseo un amor así a alguien a quien amar, que la amara para siempre.
-Pero vamos hijos, vamos a tomar el té a la sala, allí les contaré más y les mostraré las fotos de cuando éramos jóvenes y cuando tu abuelo y yo nos casamos.
Así que todos pasaron a la sala y tomaron asiento las damas tomaron te y los caballeros se sirvieron whisky y la abuela siguió relatando algunas experiencias de su vida, mientras Oswal, aprovechaba la oportunidad para interrogar a Neil.
-Así, Que Neil. ¿Cómo era mi hermana de niña? yo no creo eso de que haya sido un lindo angelito…
Oswal miró a su hermana con ojos traviesos y ella entendió que la haría pagar por su travesura
Continuará. ..
Muchas gracias por su atención.
Cuídense mucho por favor
Hola chicas lindas
Aqui un capitulo más
Con cariño para ustedes
CUANDO EL AMOR ES
VERDADERO
MI EX DE VERDAD
Y, Terry, Mía y la pequeña Blanca, tienen un lugar muy importante en mi corazón. Los amo.
Declaró con convicción viéndolo nuevamente directo a los ojos.
-Ya es tarde, Neil, tengo que volver a mi casa. Gracias por el almuerzo y el sombrero eres muy amable y me agrado conocer al nuevo Neil.
Observó nuevamente el mar y pudo distinguir el apuesto rostro de Terius Granchester sonriéndole, Después elevó los ojos al cielo donde se apreciaban blancas nubes y vio a la hermosa Mía, Granchester con su rostro blanco y nacarado enmarcado por su espesa y larga cabellera negra mirándola con cariño y les sonrío.
-Adiós Neil.
Y con paso firme se dirigió a la salida.
>>>>>>>>>>>>>
-Candy, Candy, espera por favor, no puedes irte tú sola.
-Por supuesto que puedo, sé perfectamente el camino a mi casa.
-Pero, prometí a tus hermanos que te cuidaría, así que hasta que no te deje en la puerta de tu hogar, no te desharás de mi.
-Nunca prometiste a mis hermanos cuidarme, solo me acompañarías por unas compras que por cierto nunca realice y a almorzar. Ya almorzamos, así que adiós.
-Por favor, Candy, solo permíteme acompañarte a tu hogar y si no quieres volver a verme, ya no te buscaré más.
-Está bien, sólo porque no quiero seguir discutiendo y en verdad deseo llegar lo más pronto posible a mi casa.
En esta ocasión el camino a la casa de la pecosa lo hicieron en silencio él la observaba y ella miraba a través de la ventanilla sumergida en sus pensamientos.
Al llegar al hogar de la rubia él la acompañó hasta la puerta.
-Candy, discúlpame por favor, pregunté sin pensar, en verdad no quería lastimarte.
-Hoy te has disculpado demasiado, Neil, -Sonrió- Creo que vas a romper un récord. No te preocupes, dejemos esto también en el pasado porfavor y no lo volvamos a mencionar ¿quieres?
-Está bien, gracias Candy, entonces adiós.
Estaba por dar media vuelta dispuesto a retirarse, cuando la puerta de la casa se abrió.
En el umbral de la casa apareció una pequeña mujer con los plateados cabellos que evidenciaban su experiencia en la vida, recogidos en un chongo alto y una amable sonrisa, enseguida se aproximó abrazar a las rubia y besar sus mejillas.
-Candy, Hija, qué bueno que llegas estaba muy preocupada por ti, aunque Edgar, me explicó que habías salido a pasear con un amigo de la infancia. No pude evitar angustiarme.
-Caballero, buenas tardes, no me diga que ya se retira sin antes presentarse con nuestra familia.
-¡Candy, no pensabas presentarnos! Pero que descortés de tu parte hija.
-Abuela, Rosi yo…
-Nada, nada, Creo que esa no es la educación que la señora Elroy, ni yó, te hemos dado.
-Tiene usted razón, señora, discúlpeme por no pasar a saludarla y permítame presentarme, mi nombre es Neil, Legan y fui primo de candice.
Entonces se acercó a la sexagenaria dama, que lo examinaba de pies a cabeza y la saludó besando su mano galantemente con una reverencia.
-Mucho gusto hijo, yo soy la abuela Rosi y llámame así, por favor, abuela, Y... cómo está eso de que ¡Fuiste! ¿Entonces ya no eres su primo?
No porque Saray, sea una Saade, deben dejar de tratarse como familia, al contrario ahora somos una familia más grande.
-Abuela, ahora es mi amigo y eso es más de lo que era antes. Vamos Neil, pasa a la casa ahora que mi abuela, te conoce no te va a dejar partir hasta que no cenes con nosotros y conozca tu más vergonzoso pecado Jajaja
Sonrió la pecosa guiñandole un ojo
-¿No es así abuela?
-Tu si que me conoces hija Jajaja
Una vez en el recibidor de la casa pudo apreciar a la mujer un poco más tenía unos amorosos ojos claros y piel blanca al igual que su nieta además era bajita casi como Candy, lo había sido cuando iba en la escuela, pero la pecosa había adquirido unas cuantas pulgadas más, en el transcurso de los años
Entonces miró el hogar en dónde se encontraba, era realmente agradable decorado en tonos claros y con muchas fotografías que llamaron su atención
-Ven Neil, te mostraré quiénes fueron mis padres.
Lo dirigió a un enorme retrato que colgaba de una de las paredes en ella se podría apreciar a una joven pareja mirándose con amor.
Ella era hermosa, con piel muy blanca,y con el cabello rubio ondulado y ojos claros.
Él era un joven alto y Gallardo cabello rubio rojizo y Pecoso además también poseía la mirada verde y vibrante de la joven que estaba parada a su lado
-No hay duda que son tus padres.
-Albert,y George, dijeron lo mismo.
El joven, continúo viendo los demás retratos, donde se veía la pareja en el día de su boda, en paseos, en comidas y se veía a la joven mujer en dulce espera, con una sonrisa tan radiante, que iluminaba todo a su alrededor
Además, vio otras fotos donde aparecían dos pequeños niños rubios, muy felices al lado de sus padres.
En otras fotos estaban jugando con su abuela o en el jardín inclusive había algunas donde estaban en el colegio.
Pero en las fotos donde seguía pareciendo la madre de Candy Se le veía con una mirada triste y melancólica
Finalmente otra foto llamó la atención, en donde la joven pareja cargaban entre los dos a tres bebés
Nail los observaba curioso
Y Candy esperaba sus preguntas sin embargo alguien más requirió su atención
-Sary qué bueno que ya regresaste a casa ¿cómo te fue?
-Muy bien Edgar
-Señor Ligan, es un gusto volver a verlo y gracias por acompañar a Sary, hasta nuestro hogar
-El gusto es mío y fue un placer para mí pasear y conversar con Candy.
-Me alegro que hayan disfrutado su paseo.
¿Gusta algo de tomar señor Ligan, un brandy o coñac?
-Por supuesto, un brandy gracias
A partir de entonces la conversación giró entorno al trabajo de ambos hombres, más tarde Oswal, llegó y siguieron con el mismo hilo de conversación.
Así que Candy aprovechó y se retiró a su habitación para refrescarse y descansar un poco
Más tarde bajo enfundada en un fresco vestido rosa con un discreto escote en ojal y mangas cortas. Sus largos rizos estaban recogidos en una coleta alta, dejando al descubierto su fino cuello y Neil se quedó embobado al verla.
Oswal miró su reacción y codeó a su hermano para que también lo observará.
Edgar, rodó los ojos, el señor Legan tenía la misma cara de bobo que ponían sus amigos al conocer a su hermana y… eso no le agrado
-chicos -¿y la abuela?
-Sigue en la cocina.
-Voy a ayudarle.
-Por favor Candy, no le pases de sal otra vez a la comida jajaja
-Solo sucedio una vez hace mucho tiempo, Oswal, pero si quieres más sal vaciare el salero en tu plato jajaja.
Respondió sonriente y bromista la joven pecosa mostrado su lengua y desapareciendo por la puerta hacia la cocina
-Saray, hija todo está listo, por favor dile a los Caballeros que pasen a sentarse.
-Claro abuela ahora mismo voy.
-Neil, Edgar, Oswal, la abuela dice que pasemos al comedor.
-Pero el abuelo Stuart, aún no llega.
-Dice la abuela, que avisó que llegaría tarde y que no lo esperemos
-Okay entonces vayamos a cenar
Ambos jóvenes tomaron a su hermana de cada brazo para dirigirse al comedor dejando a Neil, atrás.
-Chicos es de mala educación dejar a nuestro invitado atrás.
-No te preocupes Candy, al señor Ligan no le molesta ¿no es así señor Ligan?
No, oswald no hay ningún problema, pasemos al comedor.
-Lo ves Candy, no te preocupes vamos, tengo mucha hambre.
En el comedor todos ocuparon sus asientos y se dispusieron a comer, mientras Candy, reía discretamente observando a su hermano oswald y la abuela Rosi, iniciaba la conversación
-Así que señor Ligan, díganos a qué se dedica
-Yo trabajo en la industria hotelera, mi familia tiene hoteles en diferentes ciudades del país, en Chicago, Florida y Nueva York y desde hace algunos años yo he invertido en este mismo negocio, construyendo mis propios hoteles, algunos en las mismas ciudades y además de Boston Y en esta ciudad.
Interesante y en nuestra ciudad Cuál es su hotel
El hotel Lecaroz que está sobre la costera.
-Oh, si, lo e visto es un lugar muy grande y moderno.
-Además estoy pensando construir otro en alguna de las propiedades que e adquirido con ese propósito.
Edgar, hijo, quizá podamos proveer material al joven Legan, para su proyecto
-Ya hemos hablado de esa posibilidad abuela es muy factible un negocio entre las dos empresas.
-Me agradara hacer negocios con ustedes
La plática fluía amena y relajada, mientras los comensales disfrutaban de la fresca ensalada, que se les había servido y del guisado.
Oswald, escuchaba atento la conversación, mientras daba el primer bocado a su guisado e inmediatamente después se puso de pie abruptamente abriendo los ojos como platos, con la intención de escupir lo que tenía en la boca.
Afortunadamente su sentido común le indico cubrir su boca con su servilleta y después beber indeterminados litros de agua, mientras la pecosa reía traviesa .
-¡¡Candice Saray Saade Ardlay!! Me las pagaras!!
Grito, al tiempo que dejaba su lugar, para perseguirla en derredor de la mesa y la pecosa salía disparada, huyendo y buscando ayuda.
-¡Abuela, abuela, ayudame porfavor, jajaja Edgar…!
-Tu te lo buscaste Sary traviesa jajaja.
Oswal, la estaba alcanzando, cuando vio a la entrada del comedor, a quién sería su salvador.
-¡Abuelo, abuelo Stuart, ayúdame por favor!
-Pero qué pasa aquí muchachos porque tanto alboroto.
-¡Abuelo Candy Saray salo mi comida!
-Tú me dijiste que querías más sal. Jajaja
-¡No, yo te dije que no, salaras la comida!
-Vamos, vamos, hijo que no aguantas ninguna bromita, además tú le as gastado muchas, desde el día que la conocimos.
-Hera para que nos tuviera confianza.
-Pues ya te la tiene, así que aguantate.
-Por Favor hermanos, comportense, parecen niños chiquitos, no parece que tengan veinticuatro años.
Los regaño Edgar, un poquito enfadado y la pecosa le mostró su lengua traviesa.
Mientras Neil, reía divertido de los juegos entre hermanos.
-Sí hijos, por favor ya siéntense, que va a pensar el señor Legan. Disculpe a los muchachos por favor, probablemente este comportamiento no lo permite la señora Elroy, en su mesa pero a mí me encanta ver a mis nietos contentos, siento que están recuperando el tiempo perdido.
-No se preocupe señora, a mí también me gusta saber que Candy es feliz.
Después que Candy, presentó a su abuelo Stuart, con Neil, continuaron con la conversación.
-¿Así que ya a estado otras veces en nuestra ciudad señor Ligan?
-Neil, por favor llámenme Neil, Y sí, señor Stuart, he estado en otras ocasiones aquí, puesto que he venido a comprar algunos terrenos y supervisar el hotel.
-Oh, Vaya, un hombre de trabajo. Eso quiere decir que aún no conoce nuestra ciudad.
-Pues sólo un poco, ya que sólo he venido por trabajo
-Saray, hija ya que tienes hasta el fin de semana libre, porque no acompañas al señor ligan a conocer la ciudad y se la muestras y no sé quizás hasta pasear o comer un helado.
Neil miró a la anciana sorprendido por su petición y esperando la respuesta de Candy.
-No sé abuela yo sí tengo tiempo, pero en él es un hombre muy ocupado.
-Tienes razón tengo muchas ocupaciones, pero si nos ponemos de acuerdo, Claro que podemos ir a tomar un helado.
-Oh, qué bien hijos, eso sería maravilloso, que les parece si vamos pasado mañana y nos encontramos a mediodía yo los acompaño. Los helados en Mitchel Creem, son muy sabrosos ya se me antojaron.
-¿Sabían hijos que en esa heladería conocí a su abuelo?
-Sí abuela, ya nos lo habías contado, pero Candy, no conoce la historia, ¿porque no se la cuenta?
Candice, miró a su abuela con ojos brillantes.
-No abue, yo no la conozco, cuentame porfavor.
La mujer tomó la mano de su nieta y la estrecho mirándola con infinita ternura.
-Así es hija allí, conocí a tu abuelo. La heladería Mitchel Creem, tiene los mejores helados que yo haya probado, desde mi juventud acudía allí a degustarlos.
Y en cierta ocasión que estaba sentada en una de las mesas degustando un sabroso helado de chocolate lo vi entrar, era el hombre más guapo que mis ojos habían visto alto Gallardo con su melena oscura y sus ojos profundos enmarcados por unos anteojos que lo hacían ver tierno e inteligente.
Suspiró la abuela
-Me enamoré de él a primera vista
Candy, sonreía de oreja, a oreja mirando su abuela y después a su abuelo Stuart
-¿Y tu abuelo también te enamoraste a primera vista?
-¿Tú qué crees hija mía?
-Creo que si.
-Por supuesto, en cuanto vi a esta pequeña y hermosa mujer la desee para mí. Ella es tan tierna y delicada que no he podido alejarme de ella en todos estos años. No es así Mon cheri.
-Así es mi amado stear te amo mucho mi stear.
-Y yo a ti mi Belle primrose
"Mi bella primavera"
Los chicos vieron a sus abuelos abrazarse con infinito amor y Candy más que nunca deseo un amor así a alguien a quien amar, que la amara para siempre.
-Pero vamos hijos, vamos a tomar el té a la sala, allí les contaré más y les mostraré las fotos de cuando éramos jóvenes y cuando tu abuelo y yo nos casamos.
Así que todos pasaron a la sala y tomaron asiento las damas tomaron te y los caballeros se sirvieron whisky y la abuela siguió relatando algunas experiencias de su vida, mientras Oswal, aprovechaba la oportunidad para interrogar a Neil.
-Así, Que Neil. ¿Cómo era mi hermana de niña? yo no creo eso de que haya sido un lindo angelito…
Oswal miró a su hermana con ojos traviesos y ella entendió que la haría pagar por su travesura
Continuará. ..
Muchas gracias por su atención.
Cuídense mucho por favor