"Un Alma Libre"
By Cherry
Corro cual alma libre... cual ave que extiende sus alas... como el aire...
Corro porque quiero liberarme, de miedos... dudas o mentiras.
Mi madre cree que mientras consiga un hombre con un buen apellido, no debo temer de mi futuro... ¿Qué sabrá ella de lo que quiero de mi futuro? Solo quiero que me deje extender mis alas y ser un alma en libertad.
Detesto que siempre se empeñe en llevarme con ella a las reuniones de té, a las lecturas de algún libro... solo quiero sentir el aire jugando con mi cabello, mientras las aves me cantan cómo les va... son alegres, son felices y no se tienen que preocupar.
Tengo dieciséis años, mi madre ha concertando un encuentro con un hombre que no conozco, que no me interesa. Desesperada, por huir de él, mi madre y todo aquel que se me cruce en mi camino... decido abandonar los terrenos de mi padre... ¿Qué más dá, lo que haya tras la barrera? Mis progenitores, nunca podrán cortarme las alas.
No llevo ni diez minutos caminando y ya estoy sudando como cerdo... el sol calienta y no aguanto el escozor en mis zapatos... pero sigo... he decidido que quiero ser libre y tan satisfecho de mí misma, siento que no necesito de nadie más. ¡Ni de un marido! Dios sabe cuánto quiero ser libre.
Un coche se detiene a mi lado y lo ignoro... no me interesa... no me importa... solo quiero seguir mi camino... ya casi puedo ver el puente que se presenta ante mí como dispuesto a llevarme por el camino a mi libertad. Pero el caballero que desciende del vehículo parece tener algo importante qué decirme
- señorita Sara... por favor, regrese a la casa conmigo
- ¡no quiero! ¿es que no lo vé? voy camino a mi libertad
El caballero suspira pesadamente... no lo puedo obviar...
- entiendo que aún le cueste entender que sus padres haya muerto... pero, ellos ha confiado en mí para que vele por su seguridad y bienestar
¡Claro que lo sé! pero no quiero verlo... no puedo... lo que antes me fue presentado como un futuro para mí ahora carece de importancia si mi madre no está
- hola... Sara
La voz de un caballero que no conozco hace acto de presencia detrás del administrador de mi padre... no lo sé quién es... nunca antes lo había visto. Es hermoso, cabellos castaños y viste traje elegante.
- ¿puedo acompañarte en tu paseo?
Me pregunta y lo miró anonadada... no sé qué decirle... por un momento olvido mi objetivo principal. Creo que me he enamorado por primera vez. Y esta vez sé que es real.
- estoy cansada...
Logro decir finalmente... pero creo que es el estupor... y como si hubiese sido embaucada por su sonrisa lagueña... termino subiendo al coche que me lleva de regreso a la casa. a esa vida, a ese camino que quería dejar atrás.
Es extraño pero es verdad, puede ser... pero en un abrir y cerrar de ojos dejé de ser yo y me volví tu... mejor dicho una parte de ti... y las personas dejaron de verme a mí y a prestar atención a mi apellido, el tenebroso apellido "Legan"... no puedo superar ni entender la forma en que me amas, como lo haces tú. Solo sé que caigo presa de esas reglas, de esas formas de las cuales intenté huir una vez... desde un principio, pero apareciste tú y esa endiablada sonrisa... maldita mi estampa y mi juventud.
- Sara, eres parte de la familia Ardley, por lo tanto, debes de comportarte...
Me dijiste... y con eso doblegaste mis alas... apartaste el vientos y desviaste el camino que me llevaba por ese puente... por ese que me quería dar la libertad. Pero tú solo querías que el hijo que llevaba en mi vientre permaneciera bajo tu techo, tus normas, las formas... caí, fui sucumbiendo a tus deseos y antojos, lo que debía ser como se espera de tu esposa, aunque en mi corazón, solo quería vivir... sin tí, pero no sola... pero la vida todavía sigue, al final no pude ni aprendí a vivir sin libertad...
Mientras mi hijo descansaba en mi regazo, me daba cuenta que nunca más podría llegar hasta ese puente que me ofrecía liberta, sino que era cada vez más plantada en una casa llena de comodidades, lujos, joyas y sirvientes; pero que me privaban de mi libertad... y de eso eras muy consciente, pues me dejabas ser y hacer como mejor me placía... porque sabías que con eso blandía una lucha perdida hacía mi libertad
- Tengo que liberarme, quiero liberarme... porque lo único que quiero es liberarme y dejar de ser Sara y ser Legan... llegar hasta ese puente, cruzarlo y ser libre
- ¡Felicidades señora Legan, está usted embarazada, otra vez...
Gracias por desgraciarme "Adorado señor Legan"... finalmente tendré que decir, adiós puente que me ofrecía ser "Un Alma Libre"