CAPITULO 7
…ENREDOS ¿Y ENREDADOS?
Candice se había abalanzado sobre Terry y empezó a propinarle una serie de manotazos en la espalda, desconcertados trataron de detener a la rubia, quien al parecer se encontraba fuera de sí…
-Candy qué te sucede, por dios, déjalo –le decía Patty muy asustada – es mejor que nos vayamos de acá – dijo Eliza
Susana se carcajeaba por la escenita ridícula, el castaño soltó de las solapas a Anthony y enfurecido volteó hacía Candice, quien asustada vio esos ojos color zafiro y se desmayó cayendo al piso
-¡mierda! ¡Candy! ¡Candy! – se hincaron rubio y castaño tratando de hacerla reaccionar en el piso – está sudando mucho - dijo Antonhy preocupado al ver las marcas húmedas sobre su vestido -¿Qué putas tomó… qué mierdas le diste Lagan? – gritó con su potente voz Terry -… una ghb, pero ella cogió la copa…yo pensé que… -respondió nervioso el moreno – eres un completo imbécil – le grito Eliza – ella no le entra a esas mierdas – dijo preocupada
Terry sin pensarlo cargó a Candice llevándosela a su habitación; la recostó sobre la cama, le dijo a Patty que le quitará toda la ropa húmeda y en cuestión de segundos estaba cubierta únicamente por una liviana y fresca sabana, él con cuidado abrió sus parpados observando que sus pupilas estaban dilatadas… -Patty, hay que llamar a emergencias- dijo él al borde del colapso -¡sí! yo me encargo de eso- respondió saliendo de la habitación
-tengo sed…- logró articular -¡Candy! ¿cómo te sientes? – le preguntaba nervioso, acomodándole unas almohadas para medio sentarla y empezar a darle de beber mucha agua. – gracias Terry, eres muy bueno, tengo demasiada sed y dime ¿porque estoy acá? –preguntaba desubicada al castaño -cariño es que… te desmayaste y ¡maldición Candy! Casi me matas del susto -ahora que lo dices… algo recuerdo, me mareé y no pude sostenerme… pero… ¿por qué siento mucho calor? - dijo mientras retiraba la sábana que la cubría de su desnudez, luego de beber medio litro de agua, se tumbó boca abajo sobre la suave y amplia cama, regalándole a su acompañante una visión inimaginable.
Él, estaba más tranquilo ahora que ella había reaccionado, no obstante con cada segundo que transcurría sentía esos torrentes ardientes recorriendo su cuerpo, haciendo palpitar su entrepierna… que imploraba por ser liberado. Así que, con todo su aplomo se acercó a Candice para tomarle la temperatura… suavemente retiró unos rizos de su frente, sintiéndola tibia y respirando acompasadamente
…
-lo siento, en verdad lo lamento, yo pensé que ella le entraba –decía un preocupado Neil -ella no es de esas – respondió Anthony enfurecido, quien estaba sentado en el piso afuera de la habitación de Terry, preocupado pasando ambas manos entre sus cabellos rubios, Susana sólo los observaba de lejos. En cuanto salió Patty les contó que deberían de llamar a urgencias, pero coincidieron en que primero irían a llamar a sus primos, así que Antonhy y Neil se fueron de inmediato al colegio. Mientras tanto Eliza y Patty echaban a todos de la fiesta, ya que algunos ni cuenta se habían dado de lo ocurrido, Karen se les incorporó ayudando a deshacerse de todo aquello que les fuese a traer problemas
…
-¡Terry! –dijo reincorporándose aturdida- por favor no me dejes sola -no te voy a dejar sola Candy, acá estaré cuidando de ti -me ayudas por favor, voy al sanitario -claro, pero espera
Terry se paró del sofá donde estaba y fue sacar del closet una bata de seda rosa (que en algún momento su madre había olvidado), pero cuando se dio cuenta la rubia ya estaba intentando ponerse en pie – sí que eres terca, espera - dándole alcance dejó tirada la bata.
Ella al sentir las manos del castaño sobre su piel, un escalofrío recorrió su columna despertando esa sensación anhelante de querer sentirlo más… mucho más cerca, sus senos estaban cubiertos por sus largos rizos, así que seductoramente con sus finos y delgados dedos los retiró dejándolos expuestos… la entrepierna del castaño más dura ya no podía estar. Estaba consciente de que ella estaba bajo efectos de la droga, pero ¡maldición! ¿cómo podría resistirse a no tocar y saborear de esos nacarados, firmes y voluminosos pechos?… y sus botoncitos endurecidos sólo hacían enloquecerlo más… no pudiendo contenerse, empezó a recorrer con sus dedos sus curvas acariciándola lentamente, sus respiraciones empezaron a ser más intensas, tras esa caricia tan íntima en sus pechos Candice no pudo evitar emitir un leve gemido, provocando que Terry la pegara a su cuerpo empezando a saborear demandante de sus labios y su boca, el ritmo iba aumentando… ella con el lívido a flor de piel, bajó su mano para sentir la firme erección, haciendo jadear a ambos… él se liberó del cinturón y bajo un poco su cremallera, la aprisionó contra la pared restregándosele, la alzó en vilo y empezó a succionar uno a uno de sus pechos.
-te deseo Candy… eres preciosa… me gustas mucho, estoy muriendo por probarte y hacerte mía…te necesito… -decía susurrándole al oído con la voz ronca
- Terry hazme tuya…también te deseo… decía jadeante, del placer que ese chico apuesto le estaba dando. La acostó en la cama y dio dos pasos hacia atrás…ella abrió más sus brillantes ojos, al verlo retroceder
- tócate para mí Candy
-Terry….yo…nunca…
-vamos, linda sólo quiero ver cómo te das placer
-es que, yo…
Entrecerrando sus ojos, percibiendo la inexperiencia de ella, se le acercó acarició su entrepierna la cual estaba muy húmeda, empezó a jugar con sus dedos sobre su intimidad, iba a enseñarle cómo hacerlo…pero los jadeos femeninos se intensificaron con ese leve toque, así que al verla arquearse de placer no le quedó más que aumentar el ritmo regalándole a la rubia su primer orgasmo… él con sus dedos húmedos recibiendo esas vibraciones excitantes no soportó más y también se liberó…
…
-¡Qué te largues Susana! – gritó Eliza
–les dije que no me iría hasta que venga Anthony- respondió
– sí es que tienes un poquito de dignidad, deberías de largarte
– no me iré, además Antonhy es mi novio ¿si entiendes eso verdad?
–ja ja ja no me hagas reír por favor – dijo ahora la pelirroja
–mmm ¿Por qué… te ríes así? – Susana preguntó
- ¡dios mío, pero que cabeza hueca eres Gusi!, acaso no viste que tú “noviecito” estuvo a punto de partirse la cara con Grandchester por Candy – dijo sarcástica Eliza
–pues a mí no me pareció así, además tu solo lo dices porque estas ardida, que nadie te da … ni la hora –respondió ya molesta Susana
–ja ja ja mejor no me hagas hablar pelos de elote, porque terminaras por lamentarlo
-ay, mira cómo te tengo de miedo, pelos de zanahoria
-idiota e imbécil, es la última vez que te digo que te largues
-pues creo que la idiota e imbécil es otra
-pues para ti seré lo que quieras, pero para “tu noviecito” soy una verdadera mujer que sí sabe cómo complacerlo
-¿qué estás diciendo zorra?
-lo que escuchaste reina y créeme que no querrás escuchar los “detallitos” de cómo lo desvirgué…
-¡eres una puta zorra mentirosa!
-ja ja ja, mejor levanta uno a uno de los pedacitos de dignidad que se te cayeron está noche y lárgate – dijo la pelirroja ya muy enfurecida
La rubia lacia no le quedó más que irse, tomó su cartera y chaqueta, vio que Michael también iba de salida, así que lo abrazó por detrás, yéndose juntos.
…
Luego del momento placentero, Terry la abrazó y cargó llevándola al servicio, de camino iban dándose besos. La dejó esperando recostado sobre la puerta, cuando ella le dijo que ya estaba lista, entró y encendió el grifo de la tina, ella lo veía ruborizada. Cuando la temperatura y nivel de agua fueron perfectos, él tomó su cabello rizado y en un intento de hacer un moño le colocó un ganchito para sujetarlo. Suavemente la metió en la tina, él empezó a retirarse la t-shirt, cuando unos golpes en la puerta se escucharon. Maldijo para sus adentros, se habían olvidado del caos que de seguro había afuera, recordando a Patty fue rápido a abrir. Archie entró primero detrás Stair, Antonhy y todos los demás. Iban preocupados, pero en cuanto vieron el desastre con las sabanas, las prendas de Candice en el suelo… sus diminutas bragas y sostén, enfurecieron.
-dios mío, no es lo que creen… yo le quité la ropa –dijo Patty con la voz temblando
-¿Grandchester qué le hiciste?- gritó Antonhy
-Brower acá ya no tienes nada que hacer, mejor vete, ya que tengo una cuenta que cobrarte – le dijo Archie desafiante
-no me largo, porque Candy es mía – respondió Antonhy encarándolo también
-ja ja ja -la carcajada irónica de Terry hizo que voltearan a verlo. –Sí me disculpan, necesito privacidad porque “mi novia” necesita salir de la tina –sentencio mientras levantaba la bata de Eleanor
-¿tu novia? ¿desde cuándo? ¡maldición, contesta Graham! –preguntaba Antonhy, tomando al castaño por los brazos
Archie sólo veía los ojos chispeantes entre el rubio y el castaño. Sin pensarlo más Antonhy se desfajó la camisa y se abalanzó sobre Terry, propinándole dos puños sobre su rostro, rompiéndole el labio
-¡Candy, es mi mujer, desde Chicago es mía, entiendes hijo de perra! – dijo el rubio quien estaba rojo cómo un tomate de la ira
–eso no te lo permito Brower, deja de difamar a mi prima -dijo Archie dándole un puño certero en el estómago sacándole el aire
Stair y los otros, veían a los tres muchachos dándose golpes y patadas… las chicas gritaban que se detuvieran pero no podían intervenir ya que a Eliza en un intento por calmarlos casi le daban en la cara. Candice desde el baño escuchaba y en una pequeña abertura de la puerta miraba la pelea. Antonhy empezó a sangrar de la nariz, Archie estaba sangrando de la frente y Terry del labio.
-deténganse o ahora mismo llamo a la policía – la voz autoritaria de Georges se escuchó
-Oh, no puede ser, cómo se enteró Georges…pobre de Candy – dijo Stair a Patty preocupado
Archie y Antonhy al ver al impecable administrador, palidecieron y se separaron pues sabían que eso podría traerle serios problemas a Candice. Pero lo que espantó a todos fue escuchar otra potente voz por detrás, era Richard Grandchester, quién había sido informado del problema por uno de los muchos guardias de seguridad que en secreto cuidaban a su hijo.
-Por favor les pido privacidad… Terrus, ¿me puedes explicar que significa esto? -sin dudarlo los presentes salieron del lugar -Duque, estamos en contacto – le dejó dicho Georges al retirarse estrechando su mano
…
-Así que sólo fue una falsa alarma –decía triste la tía abuela
-sí señora, pero recuerde que el Duque ha estado muy interesado en la señorita Candy y eso ya es un plus-respondió Georges
-¿y qué opina William al respecto?
-él no quiere intervenir, desea que su sobrina tome sus propias decisiones
-ojalá y pudiéramos hacer algo, para que esos muchachitos se comprometieran
-no me parece correcto señora Elroy, pero usted no se preocupe que al parecer hay más que amistad entre ellos- respondió nuevamente Georges
-el cielo te escuché (suspiró) ese jovencito sería el mejor partido que mi niña pueda tener en su vida, además se ve que es muy apuesto… toda una copia de su padre
-así es señora
-bien Georges, mantenme informada y recuerda, ni una palabra a nadie de que estoy en Londres
-soy una tumba, señora. Con su permiso
…
Richard y Georges tenían amistad desde hace muchos años. Se alegraron al coincidir en la entrada del departamento de Terry, pues el Duque en varias ocasiones insistía en que la bella señorita Ardlay fuera presentada a su hijo y quizás podrían realizar una conveniente alianza. Así que esa noche ambos sonrieron en completa complicidad, esperando que esa noche algo bueno hubiera ocurrido con los jóvenes.
Luego de que Candice se marchó con Georges, padre e hijo Grandchester tuvieron una intensa plática por supuesto acompañados de unos buenos tragos de whisky a las rocas.
Los días habían transcurrido normales, Candice no se había encontrado con ninguno de los jóvenes. Y eso la inquietaba en gran manera, lo que ella desconocía era de que las riñas entre los jóvenes habían continuado, dándose en varios lugares… en las aulas, habitaciones y comedor. A pedido de Stair, Archie dejó a un lado las peleas con Anthony luego de un enfrentamiento durante sus clases de esgrima, en el cual el castaño de ojos color miel derrotó en tres ocasiones al rubio. Así que los únicos que seguían enfrentándose ante la mínima provocación eran Anthony y Terry. Los Cornwell se hicieron amigos de Terry, ya que estaban en contra de las actitudes posesivas de Anthony hacía su prima.
Esa tarde se encontraban en la clase de equitación por parte de Albert, quien era muy diestro para cabalgar. Anthony se acercó al castaño retándolo a una carrera. Por supuesto que el castaño no dudo y montándose sobre Teodora, salieron por la pista a todo galope. Patty y Candice iban a visitar a Kira y Yuli, pero habían escuchado los silbidos y chiflidos, así que por curiosas se acercaron a observar la carrera que se estaba dando, Stair limpió sus gafas pues creía que no había visto bien, le dijo a Archie y pronto fueron con las chicas.
Patty estaba ruborizada al ver a los chicos tan apuestos con esos trajes, Candice en cambio estaba con los ojos como platos al enterarse de la carrera, llevaban dos vueltas de tres y quien iba a la delantera era Terry, al pasar en su última vuelta frente a Candice, ella no pudo evitar sonrojarse, sus manos se humedecieron de nervios al verlo de nuevo. Los recuerdos de esa noche estaban intactos y casi todas las noches lo soñaba haciéndole el amor.
<< cielos, se ve tan apuesto en ese traje…ah que ganas de poder tocarlo y pasar mis manos sobre su pecho y sentir su piel desnuda…>>
Cuando Anthony lo alcanzó en la meta, se dieron la mano en símbolo de tregua. El rubio entristeció, pues sabía que a partir de ese momento dejaría de entrometerse en la vida de Candice, dejándole el camino libre a Terry o a quien ella eligiera.
El castaño sabía perfectamente sobre la relación de los rubios, pues Stair al pasársele las copas en una de las noches en el TG. VIP le contó todo con lujos y detalles, incluso ambos se carcajearon hasta terminar con dolor en el estómago cuando el chico de gafas le contó la anécdota de la carretilla con artículos para su taller. A Terry no le desagradaba Antonhy, así que no lo había echado del grupo, pero prefería no verlo cerca de Candy, hasta que supiera que sentimientos tenía ella. A diferencia de antes, ahora no habían píldoras de las que Neil se encargaba de llevar, pues después de lo ocurrido con Candice el castaño tomó esa drástica decisión.
…
-Candy, esta nota estaba debajo de la puerta, es para ti - dijo Patty entregándosela
-a ver, ¿de quién será? –dijo curiosa
Tomó el sobre e inhaló el aroma a rosas, dentro también venía una rosa seca
Mi dulce Candy.
Lamento mucho la manera en que se ha dado todo, disculpa en primer lugar por huir de ti… mi conciencia no me permitía enviarte las muchas cartas que te he escrito. También te suplico me perdones sí rompí tu corazón el otro día con Eliza, salí detrás tuyo pero no te alcancé. Ha sido sorprendente para mí, encontrarnos en este lugar, acá es diferente, yo soy diferente, tu eres diferente.
Me temo que tu corazón ya no me pertenece y no sabes lo mucho que lo lamento ahora, pero bien merecido lo tengo, pues esto es lo menos que merecía al terminar contigo en Chicago.
Sabes algo, ya no quiero seguir echándolo a perder, así que lo único que te pido es que mantengamos lo que alguna vez nos unió como el más bello de los recuerdos.
Perdona princesa por todo,
Siempre tuyo,
Antonhy Brower.
PD Nunca dejes de sonreír, te ves más guapa cuando lo haces.
Candice no pudo evitar derramar unas lágrimas, púes recordó los bellos momentos al lado de su bello y guapo ex novio. Patty la abrazó consolándola, en lo que ahora sí parecía ser un adiós.
…
Candice estaba jugando con Kira y Bongo, esa tarde había ido a buscarlos para distraerse. Mucho había sucedido en pocos días y sentía que necesitaba una conexión con la naturaleza. Estaba haciendo unas carreritas con los huskys cuando escuchó las carcajadas de alguien provenientes del árbol…
-me alegra saber que después de todo no eres tan Cruella - dijo el castaño cayendo sobre el césped
-oye, no me asustes así - dijo la rubia, quien se alegró en gran manera al verlo de nuevo
-ja ja ja te asustas porque quien sabe cómo tendrás la conciencia, mi angelita rebelde- dijo fijando su mirada en ella
-púes de seguro más pura y limpia que la tuya - le respondió
-ja ja ja eso sí es verdad, ya que jamás podría negarlo, sobre todo con los pensamientos que me provocas - le dijo tratando sonrojarla
-y sí supieras lo que también me haces pensar - le respondió en un susurro casi inaudible
-así...púes para que perdemos tiempo en pensar… - decía mientras se acercaba a ella
Los huskys revoloteaban alrededor de ellos, Terry se acercó más a ella - Candy la otra noche, tú estabas muy sensible y…
-shhh no digas nada, lo de la otra noche lo recuerdo y muy bien
-púes quería confesarte algo
-sí… dime
-es que desde esa noche le he dicho a todos que eres mi chica y me gustaría que así lo fuera
-mmm eres un atrevido Grandchester…
-dime Candy, ¿quieres ser mi novia?
<< ¿qué? ¡lo dijo, Candy lo dijo!… dios, no lo puedo creer, Eliza y Patty dijeron que nunca de los nuncas le han conocido a una "novia"... ¡Guau! Me quiero morir de la alegría… >>
-siiii Terry quiero ser tu novia - respondió abalanzándose sobre él, quien sin dudarlo la besó
- Candy, no sabes cómo había anhelado sentir de nuevo tus labios y tenerte así de cerca - le dijo mientras la sostenía en vilo pegada al árbol, la rubia sintió la dureza su entrepierna pegada a su vientre…
-Terry… puedo tocar tu pecho… - le dijo con los ojos brillantes
-sí mi amor…puedes tocar eso y más, a partir de ahora soy sólo para ti…
Así que le desabotonó la camisa del uniforme acariciando con sus delicadas manos el firme dorso del castaño…
…
Era el cumpleaños de Jane, la hermanastra de Terry, así que estaban invitados al castillo de los Grandchester los miembros del TG. VIP. Después de algunos días, Anthony había aparecido… vio de lejos a Candy bailando con Terry, huyó a una de las salas, tomó una bebida tratando de borrar la imagen que acababa de presenciar…
… Te vi bailando… pareces tan feliz cuando yo no estoy contigo…
La pareja se dirigió a traer unas bebidas, pasando a la par del rubio
… entonces me viste, te sorprendiste, una lágrima cayó de tus ojos… no sé por qué huyó… pasaste caminando a mi lado, como si yo no estuviese allí y simplemente hiciste como que no te importaba… Candy, quisiera regresar… llévame de vuelta, porque quiero quedarme… aunque sé que no me amarás una segunda vez…me doy cuenta de que es muy tarde y de que tú te mereces a alguien mejor…
Antonhy poniéndose en pie dio el último trago, al ver que los rebeldes se escabullían disimuladamente entre todos… Terry llevaba a su "novia" a una de las habitaciones del Castillo…
Decidió que era su última noche en Londres, se dirigió al colegio... definitivamente serás "Inolvidable Royal Saint Paul" dijo con un suspiro al llegar al establecimiento para empacar sus pocas pertenencias, al día siguiente volvería a América.
...
Mientras tanto en el Castillo de Grandchester, aparte de los ojos celestes, otras miradas se cruzaban cómplices y sonrientes al ver al par de rebeldes desapareciendo del lugar.
Continuará…
Chicas estoy muy agradecida por acompañarme en esta aventura.
Nota:
La última parte de la perspectiva de Antonhy son fragmentos de la canción Save Your Tears, The Weeknd