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Las Divinas Místicas de Terry...En Sinergí...EL ÚLTIMO ALIENTO...capítulo 19 por Lexie y Temperance...

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Primrose

Primrose
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

capítulo 18


A D V E R T E N C I A


ESTE CAPÍTULO CONTIENE PALABRAS ALTAMENTE SOECES, SI NO TE GRADA ESTE TIPO DE LENGUAJE  POR FAVOR ABSTENERSE DE LEER






El último aliento
Capítulo 19
El culpable soy yo


Patricia se llevó la mano a la boca para evitar que un grito saliera de ella, se dejó caer de nuevo en la banca al tiempo que ponía las manos sobre su pecho, ¿Qué es lo que acababa de escuchar? El hijo de Annie ¿No era de Archie? Era de… ¿Terry? ¿Cómo podía ser eso posible? ¿Qué estaba pasando? Poniéndose de pie nuevamente se disponía a salir de ahí cuando escuchó el grito de Archie.
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Estaba platicando con unos amigos, tratando de distraerse de la visión de Patricia y el imbécil de Neil haciéndole arrumacos. Por más que quería no podía despegar la vista de ellos, poco después Patty se levantó, la vio perderse del lado izquierdo y dar la vuelta por uno de los pilastrones que llevaban a la parte de atrás, entonces, uno de los jóvenes le dio una fuerte palmada en su espalda y Archie se giró para atender el llamado, al hacerlo se fijó que Annie palideció un poco y Margareth la auxiliaba, le sentó mal verla así, después de lo de Patty se alejó de ella pues cada que quería tocarla recordaba el cuerpo suave de la castaña, sonrió por una broma y bajó la cabeza, los chicos lo incomodaban por el tiempo que le llevó poder embarazar a su mujer, mención que lo hizo buscarla, y darse cuenta que iba en la misma dirección que Patricia, inquieto y sintiéndose culpable se disculpó para luego ponerse de pie e ir tras su esposa por si necesitaba algo. En lo que llegaba algunas personas lo detenían, estrechaba manos, sonreía condescendiente y avanzaba poco a poco, cuando al fin logró llegar donde estaba la última mesa, enfiló sus pasos para alcanzar a Annie, con zancadas largas la alcanzó rápido, demasiado, estaba a unos metros cuando la escuchó con toda claridad…

— ¡Si! ¡Ya sé que no es hijo de mi marido! Pero…

Tras esa declaración los oídos de Archie parecieron a punto de reventar, un regusto amargo le surgió de las entrañas, ira, confusión, bilis derramándose y haciéndole pegar un grito que le salió de lo más profundo de su ser.

— ¡¿QUÉ ES LO QUE ACABAS DE DECIR?!

El grito estridente de Archie paralizó a la mujer de cabellos negros, con terror, dio vuelta hacia la voz de su marido.

— ¡¡Archie!! — Exclamó Annie aterrorizada.

— ¡Repite inmediatamente lo que acabas de decir!

— Yo no… no he…

— ¡¡QUE LO REPITAS!! — Gritó de nuevo, impetuoso y exigente, con el rostro contraído, los ojos en llamas doradas centelleando en sus pupilas.

— ¿Que… que cosa… yo…? — Annie apenas y podía articular palabra.

— ¡TÚ! ¡REPITE LO QUE DIJO MI MUJER! — Ordenó el hombre tomando con fuerza el brazo a la empleada.

— ¡Patrón! ¡Yo no sé nada! — Clamaba la chica haciendo muecas de dolor al tiempo que intentaba zafarse.

— ¡AHORA MISMO ME VAS A ACLARAR ESTO!

Abriendo la puerta de la habitación cercana, tomando a ambas mujeres del brazo, una con cada mano, Archie Cornwell las introdujo con violencia, olvidando que una de ellas estaba embarazada.

— ¡¿Qué mierda acabas de decir Annie?! — Exigió, apretando el brazo derecho de su esposa.


Annie temblaba ante la mirada furiosa de Archie.


— ¡No… no tengo nada que decir! ¡No sé qué escuchaste! —  Respondió la pelinegra con voz temblorosa.


— ¡No te hagas la loca que escuché muy claro! ¡¿Es que acaso me crees un PENDEJO?! — Inquirió acercando su rostro al de la temblorosa mujer — ¡Pero qué diablos estoy diciendo! — Exclamó sacudiéndola — ¡Claro que si lo crees! ¡¿Fuiste capaz de enredarte con no sé quién?! ¡¿Y luego meterte a mi cama?! ¡MALDITA RAMERA! — Le insultó al tiempo que la llevaba hacia una pared aporreando el cuerpo de su mujer.

— ¡Señor por favor! — Imploraba Maggie al ver como Archie maltrataba a su patrona.

— ¡¡Tú!! — Señaló a la empleada — ¡¿Eres su alcahueta?! ¿Eres cómplice de esta infeliz?

— ¡¡Archie me haces daño!!

— ¡Pero si eso es lo que trato de hacer querida! ¿Acaso crees que saldrás ilesa después de lo que acabo de descubrir? ¡Imagínate lo que pensarán tus padres de ti cuando les diga que su linda hija es una puta! ¡Sobre todo la mojigata de tu madre que se da golpes de pecho!

Ya no había nada que ocultar, Archie la descubrió debido a su descuido, a su estupidez, al nerviosismo que no podía controlar, al miedo, ella era cobarde, sumisa porque así debían ser las mujeres, calladas y sufridas, pero ya no más, no ahora que llevaba en su vientre a su hijo, lo único que en realidad era suyo.

— ¡Pues diles entonces! — Comenzó Annie a hablar, sin temor en la voz, con firmeza, enfrentado de una vez a su marido, defendiéndose — ¡Tal vez quede como mujerzuela! ¿Pero sabes qué? ¡NO ME IMPORTA! ¡Al fin logre lo que tanto añoraba! ¡Y no gracias a ti! ¡Al parecer no era yo la que no podía! ¡ERAS TÚ! ¡Imagina lo que se dirá de ti si la gente se entera querido! — Annie sonrió burlona.

Archie le apretó aún más los brazos causándole daño.

— ¡Por favor señor! ¡¡Va a lastimarla!! ¿Acaso no le importa dañar a su hijo? — Le pedía Maggie.


Ante ese comentario Archie volvió a dirigir su atención a Annie, la miró con toda la furia y desprecio que sentía.

— ¡Al parecer ese bastardo que trae tu SEÑORA no es mío!! — Le gritó a la cara.

La sangre de Annie hirvió y el miedo que la había paralizado minutos atrás, parecieron disolverse por completo ante el calificativo que Archie acababa de darle a su bebé.

— ¡¿Cómo te atreves a llamarlo así?! — Gritó furiosa, queriendo golpearlo.

— ¡Vaya! ¡La muy respetable señora Cornwell, se siente ofendida por el calificativo para su pequeño BASTARDO!

— ¡Cállate maldito! ¡Mi hijo no sería un bastardo como osas llamarlo si tú no fueras un estúpido estéril! — Annie comenzó a reírse — Tuve que buscar a un verdadero hombre, quién me diera lo que él refinado y elegante Archibald Cornwell no pudo ¡No sabes cómo disfruté en sus brazos!

— ¿Qué quieres decir? ¿Qué no soy un hombre? — La sacudió — ¡Ahora mismo te lo voy a demostrar maldita zorra! — Seguidamente tomó a Annie de los cabellos para después besarla con furia hasta lograr hacerle daño.

Annie también lo mordió para que la soltara y en cuanto sintió que él lo hacía le dio una bofetada tan fuerte que lo hizo tambalearse.

— ¿Cómo te atreves a golpearme maldita mujerzuela? — Dijo sobándose la mejilla — ¡Es hora de enseñarte a respetarme! ¡¡Dime quién es el padre de ese niño!!

— ¡Jamás!! — Le gritó Annie — ¡Te quedarás con la duda de quién fue el hombre que logró hacer lo que tú en años no pudiste! — La mujer estaba a punto de escaparse, cuando Archie la tomó del cabello, la jaló con fuerza hasta estrellarla contra su pecho, estaba a punto de golpearla, cuando Patricia salió de su escondite y entró en la habitación abierta para tratar de tranquilizarlo mientras Margareth parecía una estatua de gelatina, temblando y sin hacer nada.
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Patty ya no pudo seguir de observadora, en un principio quiso irse, esa discusión no era de su incumbencia, era demasiado privada, pero no podía quedarse sin hacer nada.

— ¡Detente Archie! ¿Qué estás haciendo? — Pregunta al ver cómo el hombre está a punto de golpear a la pelinegra — ¡No hagas algo de lo que puedas arrepentirte! — Expuso al tiempo que se acercaba y con lentitud tomaba el brazo levantado y lo bajaba — ¡Déjala! ¡No puedes golpearla! Tú no eres así — Esto último lo dijo en un susurro, con los ojos suplicantes mientras lo miraba sin parpadear.

Por un instante, Archie se dejó embaucar por esos ojos luminosos, pero era tal su enojo que no duró suficiente, frunció el ceño e intentó levantar de nuevo la mano para abofetear a Annie .

— ¡NO! — Exclamó la muchacha de ojos claros poniendo más fuerza a su agarre.

— ¡Voy a darle una lección a esta maldita zorra! — Vociferó el hombre, colérico.

— ¡No voy a permitir que hagas eso! ¡Es tu esposa! Y… ¡Está embarazada! ¡¿Te has vuelto loco?!

— ¡Si! — Rugió de nuevo, casi ronco — ¡Quisiera matarla! ¡Es lo que se merece después de lo que ha hecho! ¡Me engañó! ¡Esa cosa que tiene en el vientre no es mía! — Mientras habla, Archie jalonea con más fuerza a Annie.

— ¡Por favor déjala ir! — Suplico la chica de gafas al tiempo que abrazaba al joven.

El contacto directo de Patricia descolocó a Archie, sentir como ella lo aprisionaba, ver sus ojos suplicantes, sentir su aroma… Dejándose influenciar por todo el mar de sensaciones fue soltando a la pelinegra.

Annie, al ver la intervención de Patty creyó que esta sería a su favor, pero en cuanto quiso tocarla, la joven puso una barrera.

— ¡Vete! Lo escuché todo, lo mejor que puedes hacer ahora es irte, no sé cuánto más podré contenerlo — Decía al tiempo que apretaba su agarre — ¡No puedo creer lo que has hecho!

— ¡No eres quien para juzgarme!

— ¡Solo márchate por favor! — Ordenó y al fin Annie salió dejándola sola con Archie.
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— Candy es mejor que me retire, no quiero causar más problemas, tu esposo se altera mucho cuando me ve y yo no soy un santo — Comentó Luca al tiempo que se ponía de pie — Voy a estar en mi habitación, aprovecharé a leer unas publicaciones que me enviaron algunos colegas y que traje conmigo, si puedes hablar con tu marido, la cara de ambos al verse fue… el amor de ustedes se puede percibir a kilómetros, hemos platicado mucho de esto y lo mejor que pueden hacer es hablar, se quieren demasiado para estar separados.

Luca posó su mano sobre el hombro de Candy y se retiró, ella lo siguió con la mirada, lo vio acercarse a Albert, darle la mano para después dirigirse a la tía Elroy, quien después de decirle unas palabras está extendió su mano la cual el hombre de los ojos verdes tomo para depositar un beso sobre el dorso.

Volteando a ver por todos lados y sin buscar a su amiga, Candy se levantó de la mesa donde llevaba sentada más de dos horas. Sonriendo a uno que otro invitado, la rubia dirigió sus pasos hacia la casa, donde, sentada leyendo un libro en la banca junto a la escalera se encontraba Amy.

Cuando la chica la vio, se puso de pie para darle santo y seña de Evan, pues era la encomienda que le había dejado su empleadora, estar al pendiente del niño.

Después de la información, la rubia dejó salir un suspiro al tiempo que miraba hacia arriba, era hora de hablar, tal como lo dijo Luca, ya no podía seguir posponiéndolo.


Nerviosa de ver otra vez a su marido, Candy se secaba las manos sudorosas en su falda mientras subía las escaleras. Antes de abrir la puerta se llevó las manos al pecho, sintiendo como su corazón latía de forma acelerada tomó aire y abrió la puerta.
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Las palabras que pronunció su esposa lo dejaron frío, no supo qué decir y ella se fue, su corazón parecía dejar de latir cada que ella le daba la espalda y se iba sin mirarlo, había tanto dolor en sus ojos que sentía que no resistiría más.
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Para estar más cómodos los tres Baker aceptaron la recomendación de George, subieron a la habitación donde Candy estaba instalada, y desde ahí, con la vista de los toldos blancos a lo lejos, el jardín de las rosas adornando la vista, madre e hijo conversaron acerca de lo que harían.


Terry estaba parado junto a la ventana, pensando cómo proceder ahora que vio a su familia en ese lugar cuando...

— Terry — Llamó Eleonor — Vamos hijo, mira quien vino a buscarte — Dijo la mujer quien tenía en los brazos a un pequeño rubio que manoteaba y reía — ¿Quién es el Evan? — Le preguntaba al niño señalando hacia Terry.

— Pa, pa, pa, pa, pa — repetía el pequeño brincando, levantando las manitas hacia el hombre frente a él.

— ¡Evan! — Clamó el castaño al tiempo que se acercaba para abrazar a su hijo.

Terrence no era una persona que demostrara muchas emociones fuera del escenario, pero ver a su hijo después de tanto tiempo, escuchar su llamado, darse cuenta que no lo olvidó … fue inevitable dejar salir unas lágrimas de emoción, al cargarlo lo elevó por los aires para luego dar vueltas con él y al final apretarlo fuerte contra su pecho mientras besaba esos rizos rubios y despeinados ahora más largos que tanto amaba.

Eleonor era muda espectadora, no podía pronunciar palabra pues el nudo en su garganta se lo impedía, ¡Su hijo sufría tanto! ¡No era justo!

Estaban distraídos con el niño que no escucharon la puerta abrirse.
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— Hola, Terry, ¿Puedo hablar contigo? — Inquirió Candy al tiempo que entraba a la recámara.

Terry se puso de pie apenas verla, en silencio la observó caminar hacia él y Evan, la vio tan hermosa como siempre, aunque muy delgada, eso se lo había dicho Eleonor y él creyó que exageraba, aunque ahora que la veía con sus propios ojos pudo comprobarlo.

— Voy a llevarlo al jardín para que puedan platicar — Habló Eleonor al tiempo que tomaba a Evan de los brazos de su padre.

— ¡Al de las rosas no! — Dijeron al unísono los padres del infante.

— Llévelo al otro extremo de los rosedales, hay árboles grandes que dan sombra y unas bancas, el césped siempre está fresco, si pudiera quitarle los zapatos para que él lo sienta por favor — Pidió Candice al tiempo que tomaba la carita de su hijo para darle un beso.

La rubia ex actriz salió de la habitación dejando solos a su hijo y nuera, quienes a pesar de tener tanto que hablar se habían quedado en silencio cada uno en un extremo de la habitación.
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— ¡Archie trata de calmarte! — Patricia rogaba caminando tras el joven, que parecía un león enjaulado y que cada tanto se detenía solamente para golpear o tirar algo de la habitación donde todavía se encontraban.

— ¡¿Cómo quieres que me calme?! ¡Esa perra!

— ¡Archibald Cornwell! — Reconvino Patty.

— ¿Qué está pasando aquí? — Cuestionó Neil quien en ese momento se asomó — Te has tardado Patty ¿Está todo bien? ¿Qué haces aquí sola con mi primo? — El de ojos marrones tenía el ceño fruncido por la molestia de ver a su novia en esa habitación.

— ¡Que te importa! ¡¡Lárgate!! — Le gritó Cornwell, apretando los puños, yendo hacia él con la clara intención de golpearlo.

Neil estaba preparando los puños, ¡¿Pues qué demonios le pasaba a ese idiota?!

— ¡No Neil! ¡Por favor! ¡No pelees con él! ¡Archie basta! — Ordenó al tiempo que corría hacia su novio y le ponía las manos en el pecho para detenerlo — En este momento él no está para discutir con nadie.

— ¡¿Y?! ¿Solo por eso voy a dejar que me hable de esa manera?

— ¡Déjalo Patricia! ¡A ver si es tan hombrecito como dice!

— ¡NO! — Clamó la chica poniéndose en medio de los dos.

Más encendido por la intervención de Neil, Archie rodeo el obstáculo que representaba el cuerpo de Patricia, y salió hecho un demonio.
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–– ¿A qué has venido Terry? — Inquirió Candy, hablando primero pues Terry permanecía en silencio, parado viendo hacia la nada — Viniste a saber y ver el progreso de... tu hijo — La simple mención de nombrar al bebé de Annie le causaba una punzada en el corazón a la rubia.

Aturdido ante la pregunta de su esposa, el corazón de Terry comenzó a palpitar tan rápido que le dolía, más aún el cuestionamiento, lo hacía hervir la sangre de rabia contra la maldita de Brighton.

— Lo mismo debería de preguntarte yo también no lo crees — Asestó mirándola con intensidad.

— ¿A qué te refieres? — Le preguntó desconcertada ante su actitud.

— ¿Pues a qué va ser? ¡Al cabrón italiano! ¿Porque está él aquí? ¿Porque vino contigo?  ¿Acaso ya me has reemplazado con el Candice?

— ¡Pero qué tonterías estás diciendo! ¿Crees que todos somos como tú y la infeliz de Annie?

— ¿Cómo te atreves a hablarme así? ¿Que no me conoces?

— ¡Te hablo con el derecho que aún me da el ser tu esposa! ¿Por qué viniste? ¿A hablar con Annie? ¿Para prometerle a tu amante que me dejarás y vivirás con ella y tu nuevo hijo? — Le respondió la rubia con rabia.

— ¡Claro que no! ¿Sigues creyendo que lo que pasó fue a propósito? — Le gritó también molesto — ¡Ni siquiera recuerdo muy bien qué fue lo que ocurrió!

— ¡Ay, por favor! No quieras verme la cara de estúpida Terry — Exclamó desde el fondo de su alma corroída por los celos.

— ¿Crees que soy un maldito, como para hacerte algo así? Sobre todo, después de años de separación — Expuso ofendido.

— ¡Eso es precisamente lo que no entiendo! ¿Por qué después de tanto sufrimiento echaste por la borda lo que estábamos empezando a formar?

— ¡Ya te he dicho que no recuerdo todo lo que pasó! Lo único que recuerdo muy bien es haber ido a la cocina para buscarte algo para cenar, ahí me encontré con… ella... me preguntó si quería cenar algo, a lo cual le respondí que no era necesario, ella había preparado té me serví una taza, lo bebí y salí de la cocina.

— En su carta Annie habla de eso, pero… ¿acaso te diste cuenta de un sabor raro? — Pregunto la rubia desconcertada.

— ¡NO! El té tenía buen sabor, además yo que iba a saber de las intenciones retorcidas de esa mujer.

— Lo que no logro entender es ¿Cómo fue que me confundiste con ella? ¿No notaste que las proporciones de su cuerpo no eran las mías? ¡Ella es más menuda que yo!

— ¡Ya te lo dije cuando estaba en el estudio! ¡En la única en quien estaba pensando era en ti! Te extrañaba, extrañaba el contacto de nuestros cuerpos, estaba enfebrecido, ahora entiendo que fue debido a ese maldito menjurje — Gritó él con frustración.

Candy miró a su esposo, ¿Sería que acaso él le estaba diciendo la verdad y que la desgraciada de Annie había planeado todo para separarlos? Ver el estado en que su marido se encontraba removió en Candy todas sus emociones, lo extrañaba era cierto, pero también le dolía la situación que ambos estaban pasando, acercándose a él lo tomó del brazo y le preguntó:

— Terry, ¿Qué piensas hacer al respecto?

— Cómo que, ¿qué quiero?  desenmascarar ante todos a esa mujer, aquí la celebran y aplauden mientras que nosotros… ¡No puedo soportarlo! Y no es justo que ella se salga con la suya, es hora que vean la clase de mujer es Annie Brighton.

— ¡Pero...!

— Pero ¿Qué Candy?

— ¿Qué sucederá con Archie?

— ¡Eso es algo que no me importa! Ese ya será su problema — Externó tomándola de los hombros — ¿Cómo es posible que a estas alturas estés preocupada por la reacción de tu estúpido primo? Mientras que nuestro matrimonio se está yendo al carajo por culpa de esa maldita mujer — Había tanta furia en los ojos del castaño, que sin darse cuenta la había estado llevando a un punto dónde no había para donde más correr, acorralandándola en la pared detrás de ella.

El la sujetaba de los brazos, ella había puesto sus manos sobre el pecho poderoso de su esposo, estremeciéndose ante ese contacto, ninguno podía evitar sentir su cuerpo arder, tenían tanto tiempo sin tocarse, sin verse.

— Dime Candy — Le susurró él acercándose a su rostro — ¿Me extrañas? Porque yo sí, no sabes cómo deseo poder tocarte — Pronunció al tiempo que sus manos comenzaron a bajar por los brazos de la rubia, siguiendo el recorrido hasta detenerse a la altura de su cintura para colocar sus grandes manos que luego bajaron aún más, delineando las curvas de su cuerpo.

Ella suspiró, cerró los ojos, y por un momento olvidó todo, sin darse cuenta ya había abierto algunos botones de la camisa blanca de su marido, y la yema de sus dedos tocaban su piel caliente, que ante ese contacto dejó salir un gemido ronco al tiempo que inclinaba la cabeza para alcanzar los labios entreabiertos de su mujer…
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Después de que Patty pudiera tranquilizar a Neil asegurándose que en cuanto dejara a Archie en un lugar donde no causaría problemas, se reuniría con él, el moreno no tuvo más opción que aceptar ya que confiaba en ella, aunque no mucho en su cretino primo.

Una vez éste aceptara, Patty corrió detrás de Archie, quien iba hecho una furia, maldiciendo a Annie. La muchacha lo alcanzó antes de que entrara de nueva cuenta a donde se llevaba la celebración, lo tomó del brazo, y el de ojos claros se giró para confrontar a la persona que osaba detenerlo, pues en primera instancia pensó que era el idiota de Neil, y se arrebató con violencia, pero al darse cuenta de que era Patty...

— ¿Qué es lo que quieres, Patricia? — Preguntó bruscamente — ¿No estabas dándole explicaciones a tu novio? — Preguntó irónico.

— Archie no estoy para tus reclamos solo quiero ver que no cometas una locura delante de todos los invitados.

— ¡Eso que te importa! ¡Ya soy el hazme reír en estos momentos! Mi mujercita me ha estado viendo la cara de pendejo.

— ¡Archie por favor! ¡Deja de gritar! ¿Quieres que todo mundo se entere? ¿Es tu deseo que la señora Elroy se entere? O ¿Albert?

— ¡Si es lo que quiero!

— ¡Por favor Archie! Sé que estás enojado, pero contrólate, habla conmigo.

— ¿Hablar dices? ¿De qué? ¿De cómo mi mujer me puso el cuerno?

— ¡De lo que quieras! Vayamos al despacho de Albert, alejemos de aquí

A regañadientes el hombre se dejó arrastrar.

Al entrar al lugar lo primero que Archibald hizo fue tomar la botella de whisky y beber de ella directamente.

— ¡Esa maldita zorra! ¡¿Cómo se atrevió a engañarme?!, ¡Quisiera tener su cuello entre mis manos y…! Comenzó a gritar y tirar todo a su alrededor, bebiendo de la botella la cual consumió en un abrir y cerrar de ojos — ¡Te odio Annie Brighton! ¿En qué momento acepté quedarme contigo como premio de consolación? ¡Soy un grandísimo pendejo! ¡Nadie más que yo tengo la culpa de todo esto! Si hubiera tenido las agallas para ponerle fin a esta farsa, ¿En qué momento confundí amor, con el miedo de estar solo y gratitud para una persona con la cual nunca quise estar? — Seguía vociferando, trastabillando, golpeando muebles, arrojando la botella vacía al piso la cual se hizo pedazos, se acercó nuevamente al bar y tomó otra siguió bebiendo y despotricando palabras altisonantes en contra de su mujer.

Patty solo miraba con tristeza como el egoísmo de Annie estaba lastimando a las personas que decía amar, Annie se había convertido en un monstruo, ¿Dónde quedó la chica tímida de años atrás?
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Annie se encontraba sentada dentro el auto, esperando a que Margareth regresara de su encomienda, apenas llegó, la pelinegra ordenó al chófer las llevaran de regreso a su casa.

— Recoge toda la ropa que puedas y la metes a la maleta más grande que encuentres, yo empacare mis artículos personales y buscaré dinero en el despacho de Archie, sé que guarda un cofre con efectivo en el cajón del escritorio, lo tomaré junto con mis joyas, podré juntar suficiente para irnos a algún lugar lejos de aquí…

— ¡¿Va a dejar al patrón?! — Cuestionó Maggie y Annie le hizo un gesto para que bajara la voz.

— ¿No viste cómo me trató? — Susurró para que el chófer no la escuchara.

En el trayecto hasta su casa, Annie estaba haciendo planes mentales, haciendo memoria de lugares y personas. Sus ojos se movían inquietos de un lado a otro, no dejaba de mover su rodilla y empezó a morderse las uñas, debía apurarse, no tenía mucha ventaja, pero con media hora sería suficiente para recoger y salir de su casa, ir a la estación de trenes y tomar el primero que saliera hacia donde fuera, ¡Tenía que irse! Estaba segura que cuando su marido llegara a su casa la mataría, de eso no le cabía la menor duda, Archie era elegante en sus modos, pero en carácter ella sabía perfectamente que no era una perita en dulce, incluso en alguna ocasión lo llegó a comparar con el carácter agresivo de Terry, y esa parte primitiva de él… siempre le gustó.
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Lakewood habitación de Candy

El beso era total y enteramente correspondido, con tanto anhelo, con pasión desbordante.

Candy se había colgado de la camisa de Terry, arrugado la tela al hacer fuerza para jalarlo hacia ella, quien siendo mucho más baja de estatura que él estaba al límite con los pies en puntas.

Terry estaba encendiéndose, podía sentir la necesidad de Candy pues era la suya. Sabiendo sus diferencias corporales y sintiendo como ella se esforzaba la elevó unos centímetros, y ella entonces se colgó de su cuello, él la pegó a su pelvis, rodeando su estrecha cintura, aplastando sus pechos contra el propio.

Lentamente, con pasos inseguros al tener los ojos cerrados por degustar tan esperado contacto llegaron a los pies de la cama, donde, con delicadeza, Terry fue dejando caer el cuerpo de su esposa, de su mujer…

La rubia dejó de sentir el piso, perdida en el beso furioso, lleno de necesidad contenida, sintió el movimiento de su esposo, el leve golpe al topar sus pies y las manos firmes al sujetar su cuerpo, mientras iban cayendo sobre el colchón.
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— ¡¿Dónde rayos se han metido todos?! — Inquirió Albert acercándose a George, quien con rostro imperturbable permanecía en pie, en la esquina norte del jardín donde se estaba desarrollando la celebración — Las personas están preguntando por Annie y Archie — Dijo el rubio al tiempo que dirigía su mirada azul hacia la adusta mujer que, aunque platicaba con alguien, disimuladamente paseaba su mirada por cada mesa.

— Envié a alguien a ver y pasó algo, acaban de decirme que Archie está en la biblioteca con la señorita O'Brien, la señora Annie ya se fue.

— ¡¿Cómo que ya se fue?!

— No lo sé William, pero debe ser algo grave, la mucama me dijo que la habitación que se les proporcionó a tus sobrinos está hecha un desastre.

— Voy a la biblioteca a ver a Archie, a Candy también la perdí de vista y no sé dónde está.

— Ella subió a su habitación, debe estar con su esposo porque la señorita Baker está con el niño ahí — Informó el hombre haciendo un leve movimiento de cabeza hacia su izquierda, donde a lo lejos, la rubia mujer yacía sentada sobre la hierba, sosteniendo a su nieto que reía mientras pataleaba descalzo en el suelo.

— ¡Esto es una locura! ¡Algo grave ha pasado y nadie quiere hablar! ¡Estoy seguro! — Finalizó para luego retirarse hacia la casa siendo seguido de la mirada de escrutinio de la señora Elroy Andley.
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Habitación de Candy.

Se estaban dejando arrastrar por todo el mar de sentimientos y emociones.

El saco de Terry estaba tirado en el piso, la camisa la tenía por fuera, arrugada y abierta al igual que el chaleco, la corbata estaba a un lado de Candy, quien tenía doblada una pierna, con la falda a medio levantar mientras Terry se la acariciaba. Sus labios apenas se separaban para tomar aire y de nuevo se unían impetuosos y hambrientos, el castaño movía las caderas y la rubia le seguía el ritmo, el comenzó a abrir los botones de la blusa y ella metía las manos para acariciar y rasguñar su espalda. Cuando al fin ella estaba semi expuesta el subió la mano hasta uno de sus pechos al tiempo que le dejaba un camino de besos en la barbilla y el cuello…

— ¡Eres tan hermosa! ¡Te necesito tanto pecas! ¡Te extraño tanto!

El sonido gutural de su voz hizo que Candy abriera los ojos y… la realidad volvió, dura, cruel y lastimera.

— ¡N.…no! — Balbuceo ella al tiempo que sacaba las manos y las ponía en los brazos tensos de Terry — ¡No! — Exclamó empujando al hombre que estaba a punto de alcanzar el nacimiento de sus senos con sus besos — ¡Suéltame! ¡No podemos…! ¡No quiero! — Intentó empujarlo, pero él estaba obnubilado por el deseo — ¡Terrence basta ya! — Gritó la rubia más fuerte y él reaccionó.

Candy estaba sonrojada, unos rizos rebeldes estaban pegados a su frente que transpiraba un poco, su respiración era agitada, sus labios estaban hinchados pero sus ojos… reflejaban tanto dolor, que Terry se fue apartando poco a poco. Ella se sentó, bajó los pies de la cama al tiempo que se llevaba las manos al rostro, había empezado a llorar.

— ¡No puedo! ¡No puedo! — Sollozó ella y él se agachó con el alma hecha pedazos al verla sufrir.

El castaño quedó de rodillas, puso sus manos sobre las piernas de Candy y sin dejar de mirarla habló de nuevo.

— ¡Perdóname! ¡Perdóname Candy! — Pidió desde el fondo de su corazón, dejando que su dolor saliera en forma de lágrimas mientras abrazaba a su mujer.
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— ¡Que demo…! ¡Archie! — Clamó Albert al entrar a la biblioteca y ver a su sobrino despeinado, con la corbata deshecha, en mangas de camisa, empinando la botella de whisky con Patricia abrazándolo por la cintura, haciendo un esfuerzo para no dejarlo caer — ¡¿Qué está pasando aquí?!

El joven empresario asentó su bebida sobre el escritorio y centró su atención en el hombre frente a él.

— ¡Tío William! ¡Ven! ¡Brinda conmigo! ¡Por el imbécil cornudo!

— ¿De qué estás hablando?  — Preguntó llegando junto a él en dos zancadas, y liberando a Patty de su peso — ¿Qué te está pasando Archibald? ¡Hay gente ahí fuera buscándote y a tu esposa, son los festejados y se desaparecen!

— ¿Mi esposa? — Comenzó a reír a carcajadas desquiciadas — ¡ESA PUTA ARRABALERA YA NO ES MI ESPOSA!

— ¡¡ARCHIE!! — Gritó Albert al escuchar el lenguaje y la forma de referirse a su esposa.

— ¡La maldita golfa me puso el cuerno y ese engendro que lleva en el vientre no es mío! — Y de nuevo la risa descontrolada se apoderó del joven Cornwell.

Los ojos de Albert casi se salen de sus cuencas al escuchar su confesión.

Gracias a su fortaleza, el patriarca Andley lo llevó a sentarse en el sillón.

— Patty… lamento…

— Está bien señor Albert, yo… sin querer escuche y …

— ¡Patricia! ¿Te das cuenta lo que pasa cuando uno cree que está enamorado? Si te casas con Neil te va a pasar lo mismo porque me quieres a mí, tanto como yo te amo a ti — Asestó y la chica de ojos miel quedó más roja que una fresa.

El rubio no dijo nada, apenas y le dirigió una mirada y entendió a la perfección.

Dejando a la pareja, el dueño de la casa fue en busca de George y un empleado de confianza.

Media hora después, George personalmente conducía el automóvil con un Archie cayéndose de borracho, medio dormido y tomando camino a su residencia para encargarse de que no diera más problemas.
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En la mansión de las rosas, Albert regresó al jardín, se acercó a su tía, disculpándose con las personas con quien ella hablaba la apartó para decirle que debían retirar a los invitados o atenderlos hasta que se fueran y decirles, cuando preguntarán por los anfitriones que Annie se había puesto un poco mal y por recomendación del médico se había retirado a descansar.
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Casa Cornwell Brighton

Annie había terminado de recoger lo indispensable, un par de sirvientes bajaban sus maletas mientras ella salía del despacho de Archie, con el bolso lleno de joyas que sacó de la caja fuerte y dinero en efectivo que su marido guardaba.

Estaba a la mitad del vestíbulo, con la maleta de mano y el bolso de piel colgando de su hombro cuando las puertas se abrieron y por ellas entraron dos hombres, George y su marido.

— ¿A dónde crees que vas? — Preguntó Archie soltándose del hombre mayor, y aunque trastabillando por su estado etílico se acercó a su esposa — ¿Te vas con tu amante? — Volvió a preguntar al tiempo que sujetaba a la pelinegra por sus ya lastimados brazos.

— ¡Suéltame! ¡Estás borracho!

— Joven Cornwell, déjela por favor — Reconvino el hombre al tiempo que apresaba los brazos de Archie.

— Si quieres largarte… ¡Hazlo! Pero primero me vas a decir quién fue el maldito infeliz con el que te revolcaste para matarlo con mis propias manos, ya luego ajustaremos cuentas tú y yo.

— ¡Jamás te lo diré! ¡Y si! ¡Me voy de aquí! ¡Hombre inútil y seco que no pudo hacerme un hijo!

Annie apenas y pudo esquivar la mano de su esposo cuando esté la lanzó con el afán de abofetearla, sino fuera por George que lo agarró y Margareth que estaba tras ella y la jaló, el impacto hubiera sido de lleno.

Asustada, pero decidida, Annie comenzó a caminar hacia la salida.

— ¡A dónde vas maldita!

Sin hacerle caso Annie y Margareth se encaminaron a la puerta.

Archie, en un pequeño afloje de George, lo empujó y salió tras ella, atrapándola.

— ¿Quién es el padre de tu bastardo? — Inquirió Archie tomando a Annie por los hombros sacudiéndola con violencia.

— ¡SUÉLTAME! Ya te dije que no te lo voy a decir — Respondió la mujer arrebatándose del agarre.

— Si no me lo dices te voy a… — Amenazó levantando la mano en clara intención de golpearla nuevamente.

— ¿Qué? ¿Ahora golpeas mujeres embarazadas? — Le cuestionó Annie, burlándose de él.

Archie bajo el brazo, si bien estaba más que furioso y con ganas enormes de matarla, pero se contuvo para no hacerlo, otra vez, pues era algo de lo que podría arrepentirse después si lograba su cometido.

— Eso creí — Dijo Annie burlona — Ahora me voy, mi hijo no nacerá en esta casa.

— ¡Eso sí que no! — Le rebatió Archibald y volvió a sujetar su brazo — ¡No darás más de qué hablar!

Annie volvió a zafarse, aprovechó que George ya está de nuevo agarrando a su esposo para salir corriendo de la casa, Archie sorprendido de la rapidez a pesar de su avanzado estado de gravidez fue tras ella que en el afán de alejarse lo más posible y llegar al auto donde el chofer ya la esperaba con sus maletas dentro tropezó con el enladrillado de piedra.

Todo pasó tan rápido, en un abrir y cerrar de ojos el tacón de la zapatilla de Annie se atoró entre ladrillo y ladrillo haciendo el cuerpo de la mujer tambalearse al perder el equilibrio pues el tobillo se le había doblado, lanzó un alarido de dolor, agitó los brazos buscando equilibrarse, pero el peso de su abultado vientre la hizo caer estrepitosamente.

Archie la vio tambalearse, levantar los brazos y caer sin darle tiempo de llegar a sostenerla.

— ¡ANNIE! — Gritó mientras corría en un intento infructuoso por detener la caída.

La ojiazul no tuvo tiempo de meter las manos, su cuerpo cayó cuál pesado era, para su mala fortuna estaba cerca de la fuente, por lo que antes de tocar completamente el suelo su cabeza se golpeó primero contra la orilla de piedra, para luego caer de lado aporreando así su vientre de ocho meses de embarazo.

Archie llegó junto a ella, se arrodilló para ver el charco de sangre que se formaba alrededor de la cabeza y comenzando a escurrir por entre las piernas de Annie.

— ¡Annie, Annie! ¡AYUDA! ¡ALGUIEN VENGA! ¡MARGARETH! — Gritaba llamando a la gente del servicio — ¡Perdóname Annie! No quise… es mi culpa Annie, Annie contesta.

Pero la chica no contestó.

C O N T I N U A R Á...

Por: Lexie Graham y Temperance
Para: Guerra Florida 2021 y el grupo de Las Divinas Místicas de Terry.

En Sinergía, Cambiando el destino por Terry.
 

A Nanamy, Esmeraldagraham, Olga lidia, Dar042, Letzabeth arevalo, Laura Carreño, Marysole y a les gusta esta publicaciòn

Noelia Graham Guajardo

Noelia Graham Guajardo
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Gracias lo esperaba con ansias

Laura Carreño

Laura Carreño
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

😲😲😲 de infarto!!!! Excelente por fin le dijo todo lo que se merecía👏👏👏👏👏

Hidet


Rosa Lila
Rosa Lila

Esto se pone cada vez mejor!!!!

Chapis Betancourt Weasley

Chapis Betancourt Weasley
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

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Betty Laguna

Betty Laguna
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

nos dejaste sin uñas de los nervios
Esa Anni saco las garras tan afiladas que guardaba a muy  el ultimo aliento - Las Divinas Místicas de Terry...En Sinergí...EL ÚLTIMO ALIENTO...capítulo 19 por Lexie y Temperance... 951582  el ultimo aliento - Las Divinas Místicas de Terry...En Sinergí...EL ÚLTIMO ALIENTO...capítulo 19 por Lexie y Temperance... 951582  el ultimo aliento - Las Divinas Místicas de Terry...En Sinergí...EL ÚLTIMO ALIENTO...capítulo 19 por Lexie y Temperance... 951582
Que buen capitulo gracias y felicidades
Espero y sea pronto el próximo capitulo
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Dar042

Dar042
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

llegamos al inicio del primer capitulo
que pasará con annie y el bebé?
reconciliación de los rebeldes

Evelyn Rivera Strubbe

Evelyn Rivera Strubbe
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

OMG 😱, se murió? Perdió al bebé? La intriga y acción de esta historia esta cada vez mejor y mejor. 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼 Yo espero que Candy perdone a Terry. Con el té que tomo el no sabía que era Annie. Bravissimo 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼😊😍🌹

Parisa21

Parisa21
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Bravo!!! Todo salió a la luz , que bueno que Annie no se va a salir con la suya!! Y ojalá y Candy perdone a Terry , que no sea tan cabeza dura !! !! Mis reinas bellas nos tienen de infarto 🤗🤗!!! Ya quiero el siguiente porfis😁😁

DTG

DTG
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Demonios diantres carajo!!!!! de dónde $#$@$&$ voy a sacar paciencia para el siguiente???? Me va a dar la diabetes por su culpa, por lo menos mis rebeldes lograron acercarse un poquito más, y aunque el dolor sigue, ya no hay peleas, pobre Albert, sus oídos van a sangrar de escuchar todo lo que ha pasado, maten a la Annie pero no al bebé, esa pobre inocente criatura no tiene culpa de nada...creo que van a hacer que la tía abuela se muera de un grave entripado...cuando Archie sepa quién es el padre...ay Jesusito mío...va a arder Roma

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Adele

Adele
Dulce Candy
Dulce Candy

Dios que nervios , el otro capitulo porfavorrrr

Cely Graham

Cely Graham
Niño/a del Hogar de Pony
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Uff este capítulos esta de lujo
Me dejó impactada con tanta intriga
Impaciente por el próximo...
Gracias
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Rochi Romsa

Rochi Romsa
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Excelentisimo capitulo!!hay Dios que va a pasarr??😥😥😥

ladylore

ladylore
Niño/a del Hogar de Pony
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ay no..... ahora que pasará.... todo es caos

Gabisita

Gabisita
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony


Esto está de infarto!!  Ya muchos saben parte de la verdad. Terry y Candy están tratando de arreglar las cosas. Y bueno, no sé de donde, saco Annie tanto coraje para contestar y burlarse de la manera en que lo hizo. Finalmente, Archie la armó en grande, pero él también trae cola que le pisen.
Tantas incógnitas!    

EFantasia

EFantasia
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Mis felicitaciones. Excelente capítulo el ultimo aliento - Las Divinas Místicas de Terry...En Sinergí...EL ÚLTIMO ALIENTO...capítulo 19 por Lexie y Temperance... 334740

https://www.youtube.com/channel/UC8o9exox--9aDCPaSDURd5Q

Letzabeth arevalo


Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

OMG esto quedo de infarto, se descubrió toda la verdad, esa perra de annie se las trae, no le importa a quien se lleva por el medio para lograr sus fines, como puede ser tan perra??? Pero le llego su hora de pagar ojalá y no reaccione nunca.
Ojalá y terry y candy puedan arreglarse, se aman y por la envidiosa esa están sufriendo demás, vamos rebeldes uds pueden superarlo

A EllaGrandchester24 le gusta esta publicaciòn

EllaGrandchester24

EllaGrandchester24
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

POR FAVOR DÍGANME QUE ANNIE MURIOOOO SOLO ESO NECESITO PARA SER FELIZ!!!!!!!!!!

Chapis Betancourt Weasley

Chapis Betancourt Weasley
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Cómo reclama Archie , tampoc affraid el ultimo aliento - Las Divinas Místicas de Terry...En Sinergí...EL ÚLTIMO ALIENTO...capítulo 19 por Lexie y Temperance... 189452 el ultimo aliento - Las Divinas Místicas de Terry...En Sinergí...EL ÚLTIMO ALIENTO...capítulo 19 por Lexie y Temperance... 189452 el ultimo aliento - Las Divinas Místicas de Terry...En Sinergí...EL ÚLTIMO ALIENTO...capítulo 19 por Lexie y Temperance... 189452 o es un inocente

Nanamy

Nanamy
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

OMG... que capitulaxo!!! Que bueno estuvo ese encontronazo entre Archie y Annie, me paro de pie con esta historia, diossss está re buena.
Que pasará ahora entre los rebeldes?
Annie terminará por revelar ese nombre?
Qué pasará con Annie después de ese accidente?
Mi amorcito Bert se enterará de absolutamente todo?
Chicas, sin muchas preguntas sin respuesta, quierooooo el siguiente yaaaaaa! Plis siiiii el ultimo aliento - Las Divinas Místicas de Terry...En Sinergí...EL ÚLTIMO ALIENTO...capítulo 19 por Lexie y Temperance... 460690

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