capítulo 11 y terminamos!!!
Pero salio algo largo y decidí ponerlo en dos partes. Gracias por leer mis ideas conspirativas. Capítulo 11
-Señor!! El joven Marqués y su acompañante han sido secuestrados!- interrumpió en la oficina del Duque de Grandchester uno de los guardias que estaban apostados en las mediaciones del Colegio.
Desde que firmó el contrato matrimonial con el Patriarca Andlay, incrementó la seguridad en torno de su rebelde hijo y su ahora prometida. Entendía que en cuanto se diera a conocer el compromiso, los dos estarían en el ojo del huracán; pero este secuestro aun antes del anuncio, le daba la razón a su futuro consuegro, alguien intenta lastimar a la joven Andlay y por lo tanto, a su futura nuera.
- Llama a la guardia, y al representante de los Ardlay. Ya los están siguiendo?- ordenó mientras caminó a la salida del Parlamento
- Si señor, también otro guardia llevó la noticia a los Andlay, nos veremos allá.- contestó mientras corria a lado del Duque que subió a su auto. - están a las afueras.
En otro punto de la ciudad, Albert y George salieron presurosos siguiendo las indicaciones de un hombre de confianza que viguilaba a la inquieta rubia.
Llegaron al.mismo tiempo, la Guardia Real y la policía ya estaban rodeando la casa, los maleantes de la puerta ya están amagados, y en silencio recorrian la derruida casa en busca de los jóvenes. Albert y el Duque, en contra de las recomendaciones de los expertos, entraron por sus hijos. Al llegar a un.pasillo, se separaron para poder localizarlos más rápidamente...
De el fondo de la habitacíon donde los llevaron, salió Connor Duncan, quien estaba feliz de tener frente a él a esa chiquilla que lo haría tomar el Patriarcado. No la había visto desde el día de su presentación, el día en que logró eliminar a Anthony Brown Andlay, ahora, él sería el próximo Patriarca.
- Vaya que te has puesto linda!,- su sucia mano acarició su mejilla y enredó entre sus dedos un rebelde mechón. - voy a disfrutar tenerte.
Terry se removió furioso, pero no podia hacer nada, era sometido por dos enormes tipos quienes ya lo habian golpeado; a Candy la detenía otro más. Los otros dos, se quedaron fuera haciendo guardia.
- Sueltala, desgraciado!! No sé quien eres o que quieras, pero si le hacer daño, haré que te arrepientas toda la vida.- Terry recibio otro golpe en el estómago y otro mas en la quijada..
- NOOO!!- gritó Candy - déjenlo!, no lo lastimen!
- Así que a mi querida novia le interesa este niño bonito, eh?
- Qué quieren de mi? Yo sólo soy una chica huérfana. No tengo nada que dar.- Candy esta temblando, casi en shock.
- Te diré que haremos. Lo dejaré ir si tu cooperas y te entregas a mi, él no me interesa, solo quiero lo que tú me puedes dar: el Patriarcado del Clan Andlay.
Candy se sorprendió con estas palabras. No habia caído en cuenta que al ser hija adoptiva del anciano Patriarca, ella era la única heredera. Y por lo tanto, quién se casara con ella sería el siguiente Patriarca. Apenada, volteó a ver a su amado rebelde, se le encogió el corazón al verlo sangrar por el labio roto y su ojo casi cerrado por la hinchazón.
- Si lo hago, lo dejarás ir? - preguntó
- NOOOO!! CANDY, NOOOO!!!
Connor sonrio complacido, nada mejor que domar y forzar a una chiquilla para satisfacer sus bajos instintos, pero si quería la aprobación del Consejo, tendría que ser considerado, hacerles creer que la joven heredera le corresponde y no está siendo forzada. Le diría lo que quiere oir, pero no deraría testigos, ese niño bonito está condenado.
- Tienes mi palabra, querida. Pero lo haré después de jugar un rato contigo y para asegurarme que cooperarás, él será nuestro testigo de honor.
Terry se removió sin poder creer la terrible sentencia; sabía que no lo dejarían con vida, la amarga hiel le llenó la boca, la impotencia de no poder defender a su amada pecosa y no saber si alguien los pudiera ayudar le dio la fuerza para zafar un brazo y enloquecido, noqueó a uno de sus captores, pero una bala en la pierna lo hizo detenerse.
- Oooh! El niño quere jugar primero. Bueno,- Connor sacó su propia arma de entre sus ropas y apuntó directo a la cabeza y dijo a la temblorisa rubia- despidete, querida, eĺ niño se va.
Terry escuchó el chasquido de la bala al entrar en la cámara y mirando con odio a Connor Duncan esperó el final.- Adiós, Candy, te amaré por siempre.
- NOOO!! TERRY, TE AMO, NOOOO!!!
Un disparo se escucho.
Una mueca de sorpresa se dibujó en un rostro.
Un arma cayó.
Y un joven rubio seguido de su fiel mentor y parte de la Guardia Real entraron en la sucia habitación.
- Albert! - dijeron ambos rebeldes antes de perder el conocimiento.
- TERRY!! - Candy gritó despertando muy angustiada. No sabía dónde estaba, una habitación muy elegantey ricamente decorada; muy parecida a la que tenia en Lakewood. ¿ Cómo llegó ahí... dónde y cómo está Terry?
- Por fin despertó, señorita! Nos tenía muy preocupados. - contestó la doncella que velaba su descanso, - no se levante, voy a avisar que ya despertó. Por cierto, soy Marie, su doncella.
En contra de lo dicho, intentó levantarse en cuanto la doncella salió, caminó un par de pasos antes de perder el equilibrio, unos brazos la sujetaron y la regresaron a la cama.
- Vamos, pequeña, ya tendras fuerzas para volver a caminar y correr, pero, hasta nuevo aviso te quedarásen cama; órdenes médicas.- Abrió los ojos sorprendida, qué esta haciendo él en una mansion de los Ardlay y vestido así?
- Albert? ... qué pasó? ... está bien Terry?... por qué querían lastimarnos?
- Descansa, ya tendremos tiempo para platicar. - Al ver el mohín de disgusto que puso, sonrió y accedio.- tu ganas, pero lo que te voy a contar, hay partes que por seguridad de la familia y de los tres deben ser secreto aún.
- Los tres? A quieneste refieres?
- A Terry; a ti ya mi.- al ver que la confusión seguía, se sentó en la silla donde la doncella y él mismo habían vigilado a la rubia por tres dias.
- Buen, iré por el principio... mi nombre es William Albert Andlay, y yo te adopté.
Una descarga eléctrica no hubiera sido más sorpresiva...- Tu, tu eres mi padre, el Tío Abuelo Williams?
- Si, se podría decir, el Tío Abuelo no existe; fué un invento de mi tía Elroy y algunos aliados del Consejo del Clan Andlay. Verás, cuando mis padres murieron, yo era un niño todavía y no podía tomar mi lugar como Patriarca; y dentro del consejo, algunos clanes que lo integran, querian destituirme a causa de mi edad.
El más decidido era Connor Duncan, patriarca del clan Duncan y convenció a otros a unirse a él ... una serie de atentados y amenazas hacia mis sobrinos y a mi, me hicieron tomar la decisión junto a mi tía Elroy y George de que todos fueran a vivir en Lakewood y yo me oculté por que no quería que nadie corriera riesgos por mi. No tenía pruebas en contra de Duncan y sus cómplices, de hecho aún no sabíamos en que clanes podíamos confiar o no. Fueron años muy duros para mi, no poder convivir con mis sobrinos, no asistir al funeral de mi hermana ...
- Entonces tu me adoptaste por petición de los chicos?- Interrumpió Candy cuando vio como su mirada se perdía en.la lejanía y tristeza.
- No, Candy- respondió sonriendo - tu adopción ya estaba en proceso cuando recibí la petición de los chicos. Yo decidí adoptarte cuando te salvé de la cascada, y encontré en tu cuello mi insignia.
Candy no lo podia creer, Albert es el príncipe de la colina! - Tu eres mi príncipe?
Pero salio algo largo y decidí ponerlo en dos partes. Gracias por leer mis ideas conspirativas. Capítulo 11
-Señor!! El joven Marqués y su acompañante han sido secuestrados!- interrumpió en la oficina del Duque de Grandchester uno de los guardias que estaban apostados en las mediaciones del Colegio.
Desde que firmó el contrato matrimonial con el Patriarca Andlay, incrementó la seguridad en torno de su rebelde hijo y su ahora prometida. Entendía que en cuanto se diera a conocer el compromiso, los dos estarían en el ojo del huracán; pero este secuestro aun antes del anuncio, le daba la razón a su futuro consuegro, alguien intenta lastimar a la joven Andlay y por lo tanto, a su futura nuera.
- Llama a la guardia, y al representante de los Ardlay. Ya los están siguiendo?- ordenó mientras caminó a la salida del Parlamento
- Si señor, también otro guardia llevó la noticia a los Andlay, nos veremos allá.- contestó mientras corria a lado del Duque que subió a su auto. - están a las afueras.
En otro punto de la ciudad, Albert y George salieron presurosos siguiendo las indicaciones de un hombre de confianza que viguilaba a la inquieta rubia.
Llegaron al.mismo tiempo, la Guardia Real y la policía ya estaban rodeando la casa, los maleantes de la puerta ya están amagados, y en silencio recorrian la derruida casa en busca de los jóvenes. Albert y el Duque, en contra de las recomendaciones de los expertos, entraron por sus hijos. Al llegar a un.pasillo, se separaron para poder localizarlos más rápidamente...
De el fondo de la habitacíon donde los llevaron, salió Connor Duncan, quien estaba feliz de tener frente a él a esa chiquilla que lo haría tomar el Patriarcado. No la había visto desde el día de su presentación, el día en que logró eliminar a Anthony Brown Andlay, ahora, él sería el próximo Patriarca.
- Vaya que te has puesto linda!,- su sucia mano acarició su mejilla y enredó entre sus dedos un rebelde mechón. - voy a disfrutar tenerte.
Terry se removió furioso, pero no podia hacer nada, era sometido por dos enormes tipos quienes ya lo habian golpeado; a Candy la detenía otro más. Los otros dos, se quedaron fuera haciendo guardia.
- Sueltala, desgraciado!! No sé quien eres o que quieras, pero si le hacer daño, haré que te arrepientas toda la vida.- Terry recibio otro golpe en el estómago y otro mas en la quijada..
- NOOO!!- gritó Candy - déjenlo!, no lo lastimen!
- Así que a mi querida novia le interesa este niño bonito, eh?
- Qué quieren de mi? Yo sólo soy una chica huérfana. No tengo nada que dar.- Candy esta temblando, casi en shock.
- Te diré que haremos. Lo dejaré ir si tu cooperas y te entregas a mi, él no me interesa, solo quiero lo que tú me puedes dar: el Patriarcado del Clan Andlay.
Candy se sorprendió con estas palabras. No habia caído en cuenta que al ser hija adoptiva del anciano Patriarca, ella era la única heredera. Y por lo tanto, quién se casara con ella sería el siguiente Patriarca. Apenada, volteó a ver a su amado rebelde, se le encogió el corazón al verlo sangrar por el labio roto y su ojo casi cerrado por la hinchazón.
- Si lo hago, lo dejarás ir? - preguntó
- NOOOO!! CANDY, NOOOO!!!
Connor sonrio complacido, nada mejor que domar y forzar a una chiquilla para satisfacer sus bajos instintos, pero si quería la aprobación del Consejo, tendría que ser considerado, hacerles creer que la joven heredera le corresponde y no está siendo forzada. Le diría lo que quiere oir, pero no deraría testigos, ese niño bonito está condenado.
- Tienes mi palabra, querida. Pero lo haré después de jugar un rato contigo y para asegurarme que cooperarás, él será nuestro testigo de honor.
Terry se removió sin poder creer la terrible sentencia; sabía que no lo dejarían con vida, la amarga hiel le llenó la boca, la impotencia de no poder defender a su amada pecosa y no saber si alguien los pudiera ayudar le dio la fuerza para zafar un brazo y enloquecido, noqueó a uno de sus captores, pero una bala en la pierna lo hizo detenerse.
- Oooh! El niño quere jugar primero. Bueno,- Connor sacó su propia arma de entre sus ropas y apuntó directo a la cabeza y dijo a la temblorisa rubia- despidete, querida, eĺ niño se va.
Terry escuchó el chasquido de la bala al entrar en la cámara y mirando con odio a Connor Duncan esperó el final.- Adiós, Candy, te amaré por siempre.
- NOOO!! TERRY, TE AMO, NOOOO!!!
Un disparo se escucho.
Una mueca de sorpresa se dibujó en un rostro.
Un arma cayó.
Y un joven rubio seguido de su fiel mentor y parte de la Guardia Real entraron en la sucia habitación.
- Albert! - dijeron ambos rebeldes antes de perder el conocimiento.
- TERRY!! - Candy gritó despertando muy angustiada. No sabía dónde estaba, una habitación muy elegantey ricamente decorada; muy parecida a la que tenia en Lakewood. ¿ Cómo llegó ahí... dónde y cómo está Terry?
- Por fin despertó, señorita! Nos tenía muy preocupados. - contestó la doncella que velaba su descanso, - no se levante, voy a avisar que ya despertó. Por cierto, soy Marie, su doncella.
En contra de lo dicho, intentó levantarse en cuanto la doncella salió, caminó un par de pasos antes de perder el equilibrio, unos brazos la sujetaron y la regresaron a la cama.
- Vamos, pequeña, ya tendras fuerzas para volver a caminar y correr, pero, hasta nuevo aviso te quedarásen cama; órdenes médicas.- Abrió los ojos sorprendida, qué esta haciendo él en una mansion de los Ardlay y vestido así?
- Albert? ... qué pasó? ... está bien Terry?... por qué querían lastimarnos?
- Descansa, ya tendremos tiempo para platicar. - Al ver el mohín de disgusto que puso, sonrió y accedio.- tu ganas, pero lo que te voy a contar, hay partes que por seguridad de la familia y de los tres deben ser secreto aún.
- Los tres? A quieneste refieres?
- A Terry; a ti ya mi.- al ver que la confusión seguía, se sentó en la silla donde la doncella y él mismo habían vigilado a la rubia por tres dias.
- Buen, iré por el principio... mi nombre es William Albert Andlay, y yo te adopté.
Una descarga eléctrica no hubiera sido más sorpresiva...- Tu, tu eres mi padre, el Tío Abuelo Williams?
- Si, se podría decir, el Tío Abuelo no existe; fué un invento de mi tía Elroy y algunos aliados del Consejo del Clan Andlay. Verás, cuando mis padres murieron, yo era un niño todavía y no podía tomar mi lugar como Patriarca; y dentro del consejo, algunos clanes que lo integran, querian destituirme a causa de mi edad.
El más decidido era Connor Duncan, patriarca del clan Duncan y convenció a otros a unirse a él ... una serie de atentados y amenazas hacia mis sobrinos y a mi, me hicieron tomar la decisión junto a mi tía Elroy y George de que todos fueran a vivir en Lakewood y yo me oculté por que no quería que nadie corriera riesgos por mi. No tenía pruebas en contra de Duncan y sus cómplices, de hecho aún no sabíamos en que clanes podíamos confiar o no. Fueron años muy duros para mi, no poder convivir con mis sobrinos, no asistir al funeral de mi hermana ...
- Entonces tu me adoptaste por petición de los chicos?- Interrumpió Candy cuando vio como su mirada se perdía en.la lejanía y tristeza.
- No, Candy- respondió sonriendo - tu adopción ya estaba en proceso cuando recibí la petición de los chicos. Yo decidí adoptarte cuando te salvé de la cascada, y encontré en tu cuello mi insignia.
Candy no lo podia creer, Albert es el príncipe de la colina! - Tu eres mi príncipe?