Así sin más, les dejo con:
SPOILER 6
POV TERRY
FLASHBACK.
Hoy será un buen día, es viernes y el fin de semana ha comenzado, afortunadamente ser el hijo bastardo del Duque me da espléndidos privilegios, como poder saltarme las misas y clases, y aún así no ser expulsado de mi trinchera... Jamás volveré a la misma casa donde está la Ducerda.
Llego a la última clase, que es mi favorita, ante el asombro del seminarista y de los sosos compañeros, literatura, y concentro toda mi atención en escuchar la historia de los diversos escritores y los nombres de sus libros, sin embargo, estoy cien por ciento seguro de que me interesan más los de teatro.
El tiempo pasa volando, tanto que no me doy cuenta cuando la clase ha terminado y me veo aún sentado en la banca, sin ser el primero en salir huyendo de la clase... Estúpida distracción... Antes de lograr huir, el seminarista se acerca a mí y me felicita por haber hecho acto de presencia, dándome un sermón de que Dios responde las oraciones y bla bla bla... Iluso...
Cuando logro liberarme de la larga perorata del futuro "padre", me dirijo a mi refugio, en donde me siento libre relajado... Estoy a pocos metros de lograr llegar a mi destino, cuando algo, o más bien, alguien, me hace paralizarme ipso facto... Esa rubia entrometida...
Está tirada en el pasto, "mi" pasto, con las manos detrás de la cabeza y las piernas estiradas, una sobre otra, en una posición poco decorosa para las señoritas de sociedad... Entrecierro los ojos, no me agrada para nada que esté ahí, la última vez le fue muy mal a causa mía y temo que esté tramando algo. Me acerco sigilosamente y la increpo:
–¿Qué haces aquí, niña?
La vi dar un pequeño respingo por el susto de escucharme, y sonreí de lado por eso.
–¿Es necesario que grites? No cabe duda que te faltan kilómetros de educación para ser un caballero. –Se queja mirándome con el ceño fruncido y sentándose.
–No es mi intención ser un caballero, por si no lo habías notado.
–¿En serio? ¡Vaya¡ Supongo que esa es la razón de estar en este Real Colegio. –Dice levantándose y sacudiendo su uniforme.
–Pues al menos yo estoy aquí no deseando convertirme en algo que las monjas pretenden, pero tú estás aquí intentando convertirte en una señorita de sociedad, lo que es una misión imposible, incluso para la Madre Superiora.
La veo apretar sus manos en puños y su mandíbula, adoptando una actitud defensiva, estoy preparado para su ataque, físico o verbal, pero, contrario a lo que esperaba, se relajó demasiado pronto y, con voz tenebrosamente dulce, dijo:
–A palabras necias, oídos sordos, ¿no es eso lo que dicen las hermanas? No te preocupes "Manchester", te perdono porque puras manchas morales te acarreas, y a tu apellido... –Dice mientras da la vuelta emprendiendo la retirada del lugar, como si su charla hubiera terminado.
–Mi apellido es Grandchester –grito colérico. –Ni creas que seré tu burla, niña pecosa horrorosaaaa.
–Como digas Manchester, te perdonooooo, y te ayudaré a limpiar tus manchas. –grita ella también emprendiendo una carrera loca antes si quiera de que intentara seguirla.
Me quedo con el coraje atorado en el pecho, mira que confundir mi apellido, y encima ligarme a ser una mancha o generar manchas en mi apellido, como si me importara, pero ¡¡¡argggh!!! Ella no tiene ningún derecho a señalar mis supuestas "manchas", niña babosa, ¡¡¡entrometida!!! La próxima vez que la vea, la voy a jalar de una de las coletas hasta dejársela como nido de pájaro.
Se me quitan las ganas de quedarme en la colina, por lo que me voy a mi habitación echando pestes por todo el camino... Esa niña es una bruja pequeña, pero bruja al fin, con la capacidad de crear un caos universal.
Al llegar a mi habitación, veo apostado al seminarista afuera de la puerta, con el ceño fruncido y una cara de esas que dicen: "nunca lo creí de ti". Llego hasta él y saludo:
–Buenas tardes, padre, qué le trae por mi humilde y olvidado dormitorio. –Pregunto con sorna.
–Vayamos dentro. –Ordena y toma mi antebrazo para ayudarme a ingresar, acto que me hace soltarme con brusquedad, él cierra la puerta.
–¿Qué es lo que está pasando? ¿A qué debo este cariñoso trato? –Reclamo.
–Hoy que estuvimos en el aula, creí que la charla que tuvimos había dejado ver lo que esperamos de usted, joven Grandchester, pero tal parece que usted prefiere hacer caso omiso de los consejos.
–Explíquese padre, no sé de qué demonios habla.
–¡¡¡Terrence!!! Exijo respeto hacia mi envestidura, eres un majadero. No cabe duda que tus actos mancharán la imagen de su familia. –Dijo levantando la caja de cigarrillos que tenía en mi mesa de noche, fruncí el entrecejo.
Esa palabra... Manchar: "Y te ayudaré a limpiar tus manchas". Entonces todo cobra sentido.
–¡¡¡Metiche!!! – Expresé en voz alta, ganándome una mirada iracunda del seminarista.
–Muy bien joven Grandchester, parece que no le pone filtros a su boca, ¡¡¡Al cuarto de castigo, ahora!!!
En poco estoy siendo llevado a lo que será mi "glorioso" fin de semana. Antes de llegar a la torre, alcanzo a ver una maraña de cabellos rubios desapareciendo del lugar, y vuelvo a sentir ese caos en mi interior... Me las cobraré, juro que lo haré.
FIN DEL FLASHBACK.
Se pierde una batalla, pero no la guerra, y ésta, acaba de empezar... No sabes lo que te espera, niñita americana...
Última edición por Felicity Grand el Lun Abr 11, 2022 2:41 pm, editado 1 vez