[font=Impact]Buenas tardes Chicas !! Les comparto la actualización de "La Heredera" . Muchas graciaspor leer, agradezco sus comentarios !!
"LA HEREDERA"
By Cici Grandchester
Capitulo 6
Ambos permanecían en el umbral de la puerta, mirándose, ella esperando una respuesta y el admirando el intenso verde esmeralda de sus ojos, su naricita respingada llena de hermosas pecas y por último su boca que lo provocaba.
--En tan mal concepto me tienes Candy?
–Entonces digame un solo motivo para que seamos amigos Terrence– espeto la chica
–¿Vuelves a dejar de tutearme Candy?–preguntó sonriendo– Entiendo que por ahora eres una mujer comprometida pero aún no estas casada y con un demonio, si tengo la mínima oportunidad de conquistar tu amor, estoy dispuesto a intentarlo, disculpa mi sinceridad pero a veces eres muy necia y asi no llegaremos a ningún lado, ¿quieres un motivo? Bueno, esta bien si te digo que desde que te tuve en mis brazos para subirte al tren, tu belleza me atrapó, caí rendido con tu hermosa y transparente mirada y que Dios me perdone pero lo que mas anhelo desde entonces es besarte– terminó diciendo el castaño, tomando a la rubia por los hombros,acercándose nuevamente
Candy miró cómo Terry se acercaba, la chica trató de empujarlo colocándo sus manos en su pecho pero la mirada deTerry la hipnotizaba, miró fijamente sus labios, en los que se insinuaba apenas una sonrisa, eran malditamente atractivos y verse reflejada en su mirada azul terminó por vencerla, trató de retroceder una vez más, pero estaba perdida.
Terry ya no pudo controlarse y decidió que era el momento, con los ojos cerrados la rubia sentía como Terry le daba pequeños besos al principio, invitándola a disfrutar de la caricia.
--Aquello era un error imperdonable--pensaba la rubia-- Pero Oh Dios !! Era maravilloso, escuchó algo parecido a una risa y avergonzada trato de protestar pero fue facilmente ignorada por la lengua de Terry que se enredaba sensualmente con la suya y su sabor era parecido a la vainilla.
Terry sentía que besarla era como caminar en un campo minado, en cualquier momento se produciría la explosión que terminaría haciéndolo añicos, debería haberse detenido tras el primer roce de la boca de Candy pero simplemente el deseo de tenerla en sus brazos pudo mas. Mientras hundía los dedos en sus rizos, podía sentirla temblar y estremecerse, podía saborear sus labios aunque Candy luchara por retroceder, la sentía tensa y asustada y Terry pensó que si ella llegaba a relajarse podría hacer de él un esclavo.
Por un momento, los brazos de la rubia, cayeron a ambos lados de su cuerpo dejándose llevar por lo que sentia y respondió al beso.
Candy no podía respirar. Por un instante, pensó que iba a morir ahí mismo, ahogada en aquel vergonzoso deseo que forcejeaba en su interior, , tomó una enorme bocanada de aire y con sus manos en el pecho de Terry lo empujó terminando el apasionado momento.
–Jamás podremos ser amigos Terrence–dijo la rubia suspirando.
Terry sacudió la cabeza intentando aclarar sus ideas, Candy lo había dejado aturdido, confundido y completamente indefenso al tomar conciencia de la profundidad de sus sentimientos asi que se tomó unos minutos para ser capaz de pronunciar palabra alguna.
Una vez mas se acerco a Candy y mirándola a los ojos vió lágrimas en sus pestañas que lo condenaban.
–Me gustaría que nos aseguráramos de si ese lugar me corresponde por las razones adecuadas, ¿Es porque te he besado o porque te ha gustado? ¿Acaso es por eso que no seremos amigos?
Candy extendió la mano, Terry podría haber evitado fácilmente la bofetada pero pensó que la rubia tenía derecho a desahogarse.
–No vuelva acercarse a mi, se lo advierto– dijo la rubia ahogando un sollozo– pensé que era un hombre respetable pero es usted un idiota engreído !!
El castaño volvió a tomarla del brazo pero, en esta ocasión la expresión en su rostro le hizo sentir escalofrios a la rubia.
–Por lo unico que pediré disculpas es por dejarme llevar por lo que siento, sólo te he pedido que nos conozcamos mas, me has dejado claro que estas comprometida y lo respeto pero...tal vez pueda hacerte cambiar de opinión y no, no pongas esa cara de sorpresa, prometo no volver a besarte a menos que tu lo quieras–dijo el castaño relajándose y con un brillo travieso en su mirada– te dejaré pensarlo y la próxima vez que nos veamos me darás tu respuesta, ¿te parece?
–Creo que ya le dí mi respuesta, además ¿porque es tan insistente?, apenas nos conocimos–preguntó la rubia encogiéndose de hombros.
–¿Quien no quisiera estar cerca de una mujer tan hermosa, con un gran corazón para cuidar de sus sobrinos como hijos propios?..No me digas nada ahora. Te veré en unos dias y retomaremos esta platica –Se despidió el castaño tomando la mano de la rubia para depositar un beso, se dió la vuelta y salió de la habitación dejando a una pensativa Candy.
Después de ayudar a Karen a acostar a los niños Candy se retiró a su recámara, necesitaba aclarar esa confusión en su corazón, en muy poco tiempo su vida dió un giro inesperado.
Cerró los ojos recordando el beso de Terry y se estremeció.
–Terrence Granchester me gusta, me gusta mucho –murmuró para si la rubia y subitamente empezó a llorar sintiéndose culpable al recordar su compromiso con Neal quien desde que lo conoció la había apoyado, la amaba pero ella a él no asi que tendría que ser sincera y en cuanto Neal regresara terminaría su relación, asi fue como poco a poco se quedó dormida.
Terry estaba sentado en su despacho, pensativo.
–¿¡Como te atreviste a besarla!?...Esta comprometida y ahora no querrá volver a saber de ti, eres, eres.......un idiota!! – Dijo el rubio frotándose la barbilla.
–Esa bofetada sé que me la merecía por mi imprudencia pero descubrí que no le soy para nada indiferente, estoy seguro que le gustò el beso tanto como a mi y casi estoy seguro que nadie la ha besado como yo,–murmuró Terry con una sonrisa soñadora.
–Ahora si te perdimos amigo aunque lo niegues estas más enamorado cada dia de Candy, solo recuerda su compromiso y......
–Eso no será un impedimento, además.....
–¿Que harás cuando se entere que eres el albacea de Paulina? Y sus sobrinos? –Preguntó Albert.
–Los sobrinos los adopto y vamos Albert, para cuando sepa quien es el albacea ya me amará y yo mismo le diré la verdad.
–Tu crees que ya tienes todo resuelto verdad, No creó que cuando Candy se entere quien eres se ponga a brincar en una pata, mas bien querrá que desaparezcas.
–El notario ya citó a Candy y su abogado para que en una semana conozca al albacea, será antes que ese estafador regrese, por cierto que noticias me tienes de Niel?
–Como me indicaste, ya tiene la propuesta de compra con la cantidad que quedamos y parece que le pareció muy bien el precio pero me pidió un adelanto en efectivo, no le he contestado, primero quiero saber tú opinión y creó que aqui hay gato encerrado–terminó diciendo el rubio algo pensativo.
–Claro que hay gato encerrado pero tal vez esta sea la oportunidad que estamos esperando. Ofrecele la mitad por adelantado pero hazlo firmar con notario al recibir el dinero asi tarde unos dias mas en regresar a Chicago, veremos si le dice a Candy lo que esta pasando y mientras yo me disculparé con ella y seguiré adelante con mis planes– terminó el castaño.
Al día siguiente a la hora del desayuno.
–Yo también quiero ir a la escuela como Dayana tia Candy, quiero tener amiguitas para jugar a las muñecas porque Jimmy no quiere– se quejó Nancy.
–Yo soy niño glande y me gusta jugar pelota–protestó el niño.
–A sus 8 años Dayana ya tiene que ir a la escuela, ustedes tienen que esperar un poco mas, mientras Karen les ayudará en casa con algunas tareas y juegos–dijo Candy mientras untaba mantequilla de maní al pan de Nancy.
–Nos vamos a aburrir–dijo Nancy cubriendo sus ojos.
–Ya veras mi niña como nos vamos a divertir y algunos dias le pediremos permiso a tu tía Candy para ir al parque con el señor Albert–dijo Karen sonriendo al ver que la niña aplaudia emocionada.
–Eso si me gusta-- Aplaudió la niña emocionada-- Tia !! tú también puedes venir si invitamos a Terry, recuerda que el nos cuenta emocionantes historias, anda, dí que si por favor tita !!– dijo Nancy tomando la mano de su tia quien abrió mucho sus bellas esmeraldas al escucharla.
–Ya veremos mi niña, ya veremos– el corazón se le aceleró a Candy como una locomotora solo de pensar en volver a ver al castaño que le había dado su primer beso en toda su vida.
Continuará...../font]
"LA HEREDERA"
By Cici Grandchester
Capitulo 6
Ambos permanecían en el umbral de la puerta, mirándose, ella esperando una respuesta y el admirando el intenso verde esmeralda de sus ojos, su naricita respingada llena de hermosas pecas y por último su boca que lo provocaba.
--En tan mal concepto me tienes Candy?
–Entonces digame un solo motivo para que seamos amigos Terrence– espeto la chica
–¿Vuelves a dejar de tutearme Candy?–preguntó sonriendo– Entiendo que por ahora eres una mujer comprometida pero aún no estas casada y con un demonio, si tengo la mínima oportunidad de conquistar tu amor, estoy dispuesto a intentarlo, disculpa mi sinceridad pero a veces eres muy necia y asi no llegaremos a ningún lado, ¿quieres un motivo? Bueno, esta bien si te digo que desde que te tuve en mis brazos para subirte al tren, tu belleza me atrapó, caí rendido con tu hermosa y transparente mirada y que Dios me perdone pero lo que mas anhelo desde entonces es besarte– terminó diciendo el castaño, tomando a la rubia por los hombros,acercándose nuevamente
Candy miró cómo Terry se acercaba, la chica trató de empujarlo colocándo sus manos en su pecho pero la mirada deTerry la hipnotizaba, miró fijamente sus labios, en los que se insinuaba apenas una sonrisa, eran malditamente atractivos y verse reflejada en su mirada azul terminó por vencerla, trató de retroceder una vez más, pero estaba perdida.
Terry ya no pudo controlarse y decidió que era el momento, con los ojos cerrados la rubia sentía como Terry le daba pequeños besos al principio, invitándola a disfrutar de la caricia.
--Aquello era un error imperdonable--pensaba la rubia-- Pero Oh Dios !! Era maravilloso, escuchó algo parecido a una risa y avergonzada trato de protestar pero fue facilmente ignorada por la lengua de Terry que se enredaba sensualmente con la suya y su sabor era parecido a la vainilla.
Terry sentía que besarla era como caminar en un campo minado, en cualquier momento se produciría la explosión que terminaría haciéndolo añicos, debería haberse detenido tras el primer roce de la boca de Candy pero simplemente el deseo de tenerla en sus brazos pudo mas. Mientras hundía los dedos en sus rizos, podía sentirla temblar y estremecerse, podía saborear sus labios aunque Candy luchara por retroceder, la sentía tensa y asustada y Terry pensó que si ella llegaba a relajarse podría hacer de él un esclavo.
Por un momento, los brazos de la rubia, cayeron a ambos lados de su cuerpo dejándose llevar por lo que sentia y respondió al beso.
Candy no podía respirar. Por un instante, pensó que iba a morir ahí mismo, ahogada en aquel vergonzoso deseo que forcejeaba en su interior, , tomó una enorme bocanada de aire y con sus manos en el pecho de Terry lo empujó terminando el apasionado momento.
–Jamás podremos ser amigos Terrence–dijo la rubia suspirando.
Terry sacudió la cabeza intentando aclarar sus ideas, Candy lo había dejado aturdido, confundido y completamente indefenso al tomar conciencia de la profundidad de sus sentimientos asi que se tomó unos minutos para ser capaz de pronunciar palabra alguna.
Una vez mas se acerco a Candy y mirándola a los ojos vió lágrimas en sus pestañas que lo condenaban.
–Me gustaría que nos aseguráramos de si ese lugar me corresponde por las razones adecuadas, ¿Es porque te he besado o porque te ha gustado? ¿Acaso es por eso que no seremos amigos?
Candy extendió la mano, Terry podría haber evitado fácilmente la bofetada pero pensó que la rubia tenía derecho a desahogarse.
–No vuelva acercarse a mi, se lo advierto– dijo la rubia ahogando un sollozo– pensé que era un hombre respetable pero es usted un idiota engreído !!
El castaño volvió a tomarla del brazo pero, en esta ocasión la expresión en su rostro le hizo sentir escalofrios a la rubia.
–Por lo unico que pediré disculpas es por dejarme llevar por lo que siento, sólo te he pedido que nos conozcamos mas, me has dejado claro que estas comprometida y lo respeto pero...tal vez pueda hacerte cambiar de opinión y no, no pongas esa cara de sorpresa, prometo no volver a besarte a menos que tu lo quieras–dijo el castaño relajándose y con un brillo travieso en su mirada– te dejaré pensarlo y la próxima vez que nos veamos me darás tu respuesta, ¿te parece?
–Creo que ya le dí mi respuesta, además ¿porque es tan insistente?, apenas nos conocimos–preguntó la rubia encogiéndose de hombros.
–¿Quien no quisiera estar cerca de una mujer tan hermosa, con un gran corazón para cuidar de sus sobrinos como hijos propios?..No me digas nada ahora. Te veré en unos dias y retomaremos esta platica –Se despidió el castaño tomando la mano de la rubia para depositar un beso, se dió la vuelta y salió de la habitación dejando a una pensativa Candy.
Después de ayudar a Karen a acostar a los niños Candy se retiró a su recámara, necesitaba aclarar esa confusión en su corazón, en muy poco tiempo su vida dió un giro inesperado.
Cerró los ojos recordando el beso de Terry y se estremeció.
–Terrence Granchester me gusta, me gusta mucho –murmuró para si la rubia y subitamente empezó a llorar sintiéndose culpable al recordar su compromiso con Neal quien desde que lo conoció la había apoyado, la amaba pero ella a él no asi que tendría que ser sincera y en cuanto Neal regresara terminaría su relación, asi fue como poco a poco se quedó dormida.
Terry estaba sentado en su despacho, pensativo.
–¿¡Como te atreviste a besarla!?...Esta comprometida y ahora no querrá volver a saber de ti, eres, eres.......un idiota!! – Dijo el rubio frotándose la barbilla.
–Esa bofetada sé que me la merecía por mi imprudencia pero descubrí que no le soy para nada indiferente, estoy seguro que le gustò el beso tanto como a mi y casi estoy seguro que nadie la ha besado como yo,–murmuró Terry con una sonrisa soñadora.
–Ahora si te perdimos amigo aunque lo niegues estas más enamorado cada dia de Candy, solo recuerda su compromiso y......
–Eso no será un impedimento, además.....
–¿Que harás cuando se entere que eres el albacea de Paulina? Y sus sobrinos? –Preguntó Albert.
–Los sobrinos los adopto y vamos Albert, para cuando sepa quien es el albacea ya me amará y yo mismo le diré la verdad.
–Tu crees que ya tienes todo resuelto verdad, No creó que cuando Candy se entere quien eres se ponga a brincar en una pata, mas bien querrá que desaparezcas.
–El notario ya citó a Candy y su abogado para que en una semana conozca al albacea, será antes que ese estafador regrese, por cierto que noticias me tienes de Niel?
–Como me indicaste, ya tiene la propuesta de compra con la cantidad que quedamos y parece que le pareció muy bien el precio pero me pidió un adelanto en efectivo, no le he contestado, primero quiero saber tú opinión y creó que aqui hay gato encerrado–terminó diciendo el rubio algo pensativo.
–Claro que hay gato encerrado pero tal vez esta sea la oportunidad que estamos esperando. Ofrecele la mitad por adelantado pero hazlo firmar con notario al recibir el dinero asi tarde unos dias mas en regresar a Chicago, veremos si le dice a Candy lo que esta pasando y mientras yo me disculparé con ella y seguiré adelante con mis planes– terminó el castaño.
Al día siguiente a la hora del desayuno.
–Yo también quiero ir a la escuela como Dayana tia Candy, quiero tener amiguitas para jugar a las muñecas porque Jimmy no quiere– se quejó Nancy.
–Yo soy niño glande y me gusta jugar pelota–protestó el niño.
–A sus 8 años Dayana ya tiene que ir a la escuela, ustedes tienen que esperar un poco mas, mientras Karen les ayudará en casa con algunas tareas y juegos–dijo Candy mientras untaba mantequilla de maní al pan de Nancy.
–Nos vamos a aburrir–dijo Nancy cubriendo sus ojos.
–Ya veras mi niña como nos vamos a divertir y algunos dias le pediremos permiso a tu tía Candy para ir al parque con el señor Albert–dijo Karen sonriendo al ver que la niña aplaudia emocionada.
–Eso si me gusta-- Aplaudió la niña emocionada-- Tia !! tú también puedes venir si invitamos a Terry, recuerda que el nos cuenta emocionantes historias, anda, dí que si por favor tita !!– dijo Nancy tomando la mano de su tia quien abrió mucho sus bellas esmeraldas al escucharla.
–Ya veremos mi niña, ya veremos– el corazón se le aceleró a Candy como una locomotora solo de pensar en volver a ver al castaño que le había dado su primer beso en toda su vida.
Continuará...../font]