Es una noche de fin de semana y estoy listo para relajar mis sentidos, "todos mis sentidos" incluyendo por supuesto este hermoso cuerpo, que los dioses me han otorgado.
Como es mi costumbre, hoy es una noche de antro, siempre voy solo, nunca voy acompañado, para que ir con amigos o con amigas , si lo que hago, lo hago solo.
Llego al lugar, el hombre en la entrada ya me conoce y me permite adentrarme al establecimiento sin ningún problema, una bella chica me recibe, me saluda cortésmente y me dirige a la mesa con mejor vista.
Como el ruido es ensordecedor, no escucho lo que me dice, entonces su cuerpo se inclina un poco hacia mi, su bello escote que casi se desborda me queda justo frente a mis labios, es una clara invitación a lo prohibido.
Su voz caliente me susurra al oído, que quiero ordenar y estoy tentado a decirle todo lo que quiero de ella, pero me controlo, acabo de llegar y seria una tontería tirármela ahora mismo.
Es mi turno de hablarle al oído y sentirla estremecerse, mis palabras salen melosas, para que sepa que tendrá su turno, su noche terminara de lo mas "escandalosa posible".
Mi lengua rosa su oído muy lentamente, mis dientes muerden con suavidad el lóbulo de su oreja, siento su excitación de inmediato porque su cuerpo se acerca mas a mi, su sonrisa avariciosa aparece en su rostro y se que esta ansiosa.
Cuando llegue el momento lo va a disfrutar enormemente, porque soy un hombre en toda la extensión de la palabra y cuando digo que en toda la extensión, es porque así es.
La mujer se va contenta, con una promesa de por medio. Su silueta se aleja, sus pasos son tan cadenciosos y en armonía con sus caderas que hace despertar hasta el muerto mas muerto.
Controlo mis pensamientos y con ello mi masculinidad, que se alborota dentro de mis pantalones y le digo que la noche apenas comienza y no es bueno quedar con la primera chica en el camino, hoy necesitamos mas de una, para saciarnos hasta la última gota y quedar exhaustos.
Mi mirada se dirige hasta la pista de baile que esta repleta de jóvenes retorciendo sus cuerpos al ritmo de la música, llama mi atención una chica rubia que baila sola, su cuerpo se mueve con tanta sensualidad al ritmo de la melodía, todo mi ser se sacude y me estremece de una manera que nunca había experimentado, la sigo observando, tiene sus ojos cerrados como si rememorara de alguna manera con la música acontecimientos pasados, de pronto abre sus ojos, y de manera misteriosa, se cruzan con los míos, no los podemos apartar, están como unidos por algo que no sé que es.
Los vuelve a cerrar y sus movimientos son mas sensuales que antes, esto para mi es una clara invitación para acompañarla en este baile de movimientos tan seductores.
Cuando llego a la pista me coloco detrás de ella, mis manos viajan por sus costados esperando a que me de una señal para poder seguir avanzando, sus manos rodean las mías y las lleva hasta su cintura, su cabeza la recuesta en mi hombro sus esmeraldas viéndome fijamente, su lengua relame sus labios con sensualidad y es todo lo que necesito para seguir.
La pego totalmente a mi, siento la curva bien pronunciada de su trasero pegado a mi masculinidad que despierta de inmediato, ella también siente el monstruo que acaba de despertar.
Y se muy bien que esta dispuesta a disfrutar de el.
Espero que la lectura haya Sido de su agrado
Gracias por acompañarme en este maravilloso viaje.
Última edición por Inez Ruiz el Sáb Mayo 07, 2022 9:54 pm, editado 1 vez