Candy sobre Candy
Voy a decirlo sin rodeos. No me importa si Albert corre el riesgo de mudarse a Alaska, escribiendo sus cartas desde dentro de un iglú, y Archie tal vez sufra un derrame cerebral, y la pobre Annie busque un médico que me cure o un cura que me haga un exorcismo, pero lo diré alto y claro.
"Neal es el mejor follador que he tenido nunca.... y aún tengo, debo añadir".
Es un puto dios del sexo, ¿vale?
Ahí lo dije.
Neal está sonriendo como el gato de Cheshire. Me encanta cuando le hago sonreír así. Me coge de la mano y me lleva al dormitorio. Mis bragas ya están mojadas de anticipación.
"Tienes que comprar más camisas, cariño... Las he roto todas, como tú querías... en la ducha... ¿recuerdas?". Le susurro al oído mientras me quita la última prenda de mi cuerpo, dejándome temblando bajo su tacto.
"Porque sí que me encanta, joder, cómo me rompes las camisas, Candy, me compraré una pista entera de ellas, sólo para tus manos...".
Su lengua enciende un fuego en mi boca que pronto no podré controlar. Pero encuentro un momento para respirar.
"Soy la mejor alumna, ¿verdad... amor?".
"La mejor absoluta, cariño. Ahora déjame enseñarte una vez más..."