Era una mañana típica de un cálido verano, los rescoldos de la Guerra aun estaban impregnados en las vestiduras de muchas; las chicas estaban llegando a casa y sin embargo, el fresco aire matutino hizo que algunas se percataran de cierta ausencia: el calor familiar de hogar había desaparecido del ambiente.
Estas trataron de seguir adelante a pesar de eso, continuando sus vidas en el gran bosque, pero algo ya no estaba. Más bien dicho: alguien ya no vivía en ese lugar... Él se había mudado, el errante caballero nuevamente se marcho en busca de una nueva aventura.
Chiquita Andrew se percató de esa ausencia antes que todas las otras chicas, tratando de escapar el bosque sigilosamente, pero alguien más descubrió su plan.
-¿A dónde vas tan de prisa?- pregunto una voz detrás de ella, casi haciéndola perder el paso y caer de bruces.
-¡¡Eh!! ¿Quién, yo? -respondió asustada Chiquita, cuando el alma le regreso al cuerpo. Su amiga Candy Fann la había pillado con las manos en la masa y ahora tendría que pensar en una explicación a toda prisa que no sonara tan descabellada.
-Sí, tú – respondió Candy Fann poniendo los ojos en blanco. – No hay nadie más por aquí escurriéndose de puntillas con un tanate de ropa al hombro y una espada en la cintura.
-Este… pues voy a buscar fotos de embutidos para ayudarte – dijo recordando repentinamente la debilidad peculiar de su amiga por toda clase de embutidos. – Se… se acerca el viernes y no podemos quedarnos sin chorizos en el menú.
Candy Fann la miró por un par de minutos con ojos entrecerrados. No creyendo ni por un segundo la excusa de su amiga, decidió darle el beneficio de la duda. Después de todo… si Chiquita decía la verdad, sería una búsqueda digan de sus ojos expertos. ¡Nadie conocía de embutidos como ella! Acompañando a su amiga disfrutaría del paisaje, se pondría al día con un par de chambres y, si tenían suerte, encontrarían algo digno de colgar en sus muros.
De repente, una temible voz se dirigió a las dos bellas doncellas.
-¡CHIQUITA ANDREW! ¡CANDY FANN! ¡RECUERDEN QUE EN ESTA CASA NO PUEDE HABER GOLOSINAS¡
Las dos chicas suspiraron al mismo tiempo, bajando su mirada al suelo. Realmente ambas sentían que ese lugar ya no era su casa. Además, las estaban volviendo vegetarianas por la falta de golosinas. ¡Estaban a dieta¡ Para ellas era un suplicio pasar a dieta todo el santo día… sabiendo que todo tipo de golosinas abundaba por otros lugares cercanos.
Así que Chiquita decidió contarle a Candy Fan su recién descubierta revelación: al ya no estar Anohito en el bosque, decidieron que Su hogar era donde Él estuviera.
Con ese conocimiento es sus mentes, las chicas esbozaron una sonrisa cómplice y emprendieron su graciosa huida a toda prisa. Caminaron con rumbo a lo desconocido, dejando atrás sus finos modales y se convirtieron en las criaturas mas fieras de toda la selva… creando una LEGION DE AMAZONAS.
Era una legión que como símbolo principal era él. Esa persona que está en sus corazones y que juraron defender: William Albert Andrew.
Por supuesto, todo ese conocimiento no podía ser sólo para ellas. Decidieron no ser egoístas y enviaron misivas a otras chicas con la sangre igualmente de ardiente.
¿El único requisito para compartir su hallazgo? Que las recipientes de dicha información tuvieran la pasión a flor de piel, particularmente por el rubio jefe vagabundo del clan Andrew.
Poco a poco, una Legión de Amazonas amantes de Albert fue formada; buscando un lugar donde residir con su amado.
Sus leyes son simples… su lealtad indiscutible. Las Amazonas defenderán a su patriarca hasta el final cueste lo que cueste.
¡Esperen, esperen! No se vayan, aun faltamos nosotras…
Chiquita y Candy fann voltearon al reconocer esas voces:
-¿Qué hacen aquí chicas?
-Queremos estar con ustedes, contestaron en unísono tres hermosas guerreras.
-¿En verdad? – Pregunto chiquita muy sacada de onda – No quiero que se metan en problemas por nuestra culpa.
-Claro que no- contesto Ishy, este es mi mundo, y en mi mundo yo soy libre de escoger mis gustos ¿Cierto chicas?
-Siii – contestaron entre saltitos, Farii Andrew y Andley´s Babe.
-Está bien chicas, creo que esto no estaría completo sin ustedes, desde ahora en adelante somos Amazonas.
-¡Sí!
-Bueno chicas, vámonos. Hay demasiadas golosinas que comer.
Las chicas contentas caminaban por el bosque hacia su nuevo hogar, cuando en el camino se cruzó una hermosa chica que ronroneaba de lo más lindo.
-Miren chicas, una gatita – dijo Chiquita.
-Hay que llevarla con nosotras, ¿Si? – pregunto Andley´s babe – Esta hermosa y mira sus orejitas, su colita, su naricita. Yo quiero esa gatita.
-¡Tranquila Andleys! No es una mascota, que no ves que es una guerrera, hasta trae su arco y flecha. ¡Y hasta botitas! Si, si, si llevémosla con nosotras siiiiii – dijo entre brincos chiquita.
-Pero primero pregúntale – replico Candy Fann – que tal si no le gustan las golosinas.
-¡Es verdad! Linda gatita ¿Quieres venir con nosotras y ser una amazona?
De pronto el silencio se tornó en el bosque, todas esperando una respuesta.
-¡Miauuuu!
-Escucharon ¡Dijo que si! – Exclamo Ishy.
-Ishy, un miaauu no es un si… - refunfuño Candy Fann – deja que hable.
-¿Entonces que gatita, vienes con nosotras? – volvió a preguntar Chiquita.
-Shiiiii – contesto la hermosa gatita.
Todas las chicas comenzaron a brincar de alegría, ya que era una guerrera más a la legión. Y siguieron caminando hasta llegar a la orilla de un lago donde hicieron su fuerte. En la puerta principal colocaron un caballo blanco con dos espadas a su costado y el broche de su jefe principal, el broche: Andrew.
Estas trataron de seguir adelante a pesar de eso, continuando sus vidas en el gran bosque, pero algo ya no estaba. Más bien dicho: alguien ya no vivía en ese lugar... Él se había mudado, el errante caballero nuevamente se marcho en busca de una nueva aventura.
Chiquita Andrew se percató de esa ausencia antes que todas las otras chicas, tratando de escapar el bosque sigilosamente, pero alguien más descubrió su plan.
-¿A dónde vas tan de prisa?- pregunto una voz detrás de ella, casi haciéndola perder el paso y caer de bruces.
-¡¡Eh!! ¿Quién, yo? -respondió asustada Chiquita, cuando el alma le regreso al cuerpo. Su amiga Candy Fann la había pillado con las manos en la masa y ahora tendría que pensar en una explicación a toda prisa que no sonara tan descabellada.
-Sí, tú – respondió Candy Fann poniendo los ojos en blanco. – No hay nadie más por aquí escurriéndose de puntillas con un tanate de ropa al hombro y una espada en la cintura.
-Este… pues voy a buscar fotos de embutidos para ayudarte – dijo recordando repentinamente la debilidad peculiar de su amiga por toda clase de embutidos. – Se… se acerca el viernes y no podemos quedarnos sin chorizos en el menú.
Candy Fann la miró por un par de minutos con ojos entrecerrados. No creyendo ni por un segundo la excusa de su amiga, decidió darle el beneficio de la duda. Después de todo… si Chiquita decía la verdad, sería una búsqueda digan de sus ojos expertos. ¡Nadie conocía de embutidos como ella! Acompañando a su amiga disfrutaría del paisaje, se pondría al día con un par de chambres y, si tenían suerte, encontrarían algo digno de colgar en sus muros.
De repente, una temible voz se dirigió a las dos bellas doncellas.
-¡CHIQUITA ANDREW! ¡CANDY FANN! ¡RECUERDEN QUE EN ESTA CASA NO PUEDE HABER GOLOSINAS¡
Las dos chicas suspiraron al mismo tiempo, bajando su mirada al suelo. Realmente ambas sentían que ese lugar ya no era su casa. Además, las estaban volviendo vegetarianas por la falta de golosinas. ¡Estaban a dieta¡ Para ellas era un suplicio pasar a dieta todo el santo día… sabiendo que todo tipo de golosinas abundaba por otros lugares cercanos.
Así que Chiquita decidió contarle a Candy Fan su recién descubierta revelación: al ya no estar Anohito en el bosque, decidieron que Su hogar era donde Él estuviera.
Con ese conocimiento es sus mentes, las chicas esbozaron una sonrisa cómplice y emprendieron su graciosa huida a toda prisa. Caminaron con rumbo a lo desconocido, dejando atrás sus finos modales y se convirtieron en las criaturas mas fieras de toda la selva… creando una LEGION DE AMAZONAS.
Era una legión que como símbolo principal era él. Esa persona que está en sus corazones y que juraron defender: William Albert Andrew.
Por supuesto, todo ese conocimiento no podía ser sólo para ellas. Decidieron no ser egoístas y enviaron misivas a otras chicas con la sangre igualmente de ardiente.
¿El único requisito para compartir su hallazgo? Que las recipientes de dicha información tuvieran la pasión a flor de piel, particularmente por el rubio jefe vagabundo del clan Andrew.
Poco a poco, una Legión de Amazonas amantes de Albert fue formada; buscando un lugar donde residir con su amado.
Sus leyes son simples… su lealtad indiscutible. Las Amazonas defenderán a su patriarca hasta el final cueste lo que cueste.
¡Esperen, esperen! No se vayan, aun faltamos nosotras…
Chiquita y Candy fann voltearon al reconocer esas voces:
-¿Qué hacen aquí chicas?
-Queremos estar con ustedes, contestaron en unísono tres hermosas guerreras.
-¿En verdad? – Pregunto chiquita muy sacada de onda – No quiero que se metan en problemas por nuestra culpa.
-Claro que no- contesto Ishy, este es mi mundo, y en mi mundo yo soy libre de escoger mis gustos ¿Cierto chicas?
-Siii – contestaron entre saltitos, Farii Andrew y Andley´s Babe.
-Está bien chicas, creo que esto no estaría completo sin ustedes, desde ahora en adelante somos Amazonas.
-¡Sí!
-Bueno chicas, vámonos. Hay demasiadas golosinas que comer.
Las chicas contentas caminaban por el bosque hacia su nuevo hogar, cuando en el camino se cruzó una hermosa chica que ronroneaba de lo más lindo.
-Miren chicas, una gatita – dijo Chiquita.
-Hay que llevarla con nosotras, ¿Si? – pregunto Andley´s babe – Esta hermosa y mira sus orejitas, su colita, su naricita. Yo quiero esa gatita.
-¡Tranquila Andleys! No es una mascota, que no ves que es una guerrera, hasta trae su arco y flecha. ¡Y hasta botitas! Si, si, si llevémosla con nosotras siiiiii – dijo entre brincos chiquita.
-Pero primero pregúntale – replico Candy Fann – que tal si no le gustan las golosinas.
-¡Es verdad! Linda gatita ¿Quieres venir con nosotras y ser una amazona?
De pronto el silencio se tornó en el bosque, todas esperando una respuesta.
-¡Miauuuu!
-Escucharon ¡Dijo que si! – Exclamo Ishy.
-Ishy, un miaauu no es un si… - refunfuño Candy Fann – deja que hable.
-¿Entonces que gatita, vienes con nosotras? – volvió a preguntar Chiquita.
-Shiiiii – contesto la hermosa gatita.
Todas las chicas comenzaron a brincar de alegría, ya que era una guerrera más a la legión. Y siguieron caminando hasta llegar a la orilla de un lago donde hicieron su fuerte. En la puerta principal colocaron un caballo blanco con dos espadas a su costado y el broche de su jefe principal, el broche: Andrew.
Chiquita Andrew
Candy Fann
Andley´s Babe
Ishy
Farii Andrew
Kitten Andrew
Candy Fann
Andley´s Babe
Ishy
Farii Andrew
Kitten Andrew
PRESENTES EN LA GUERRA FLORIDA 2015