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CAPITULO II
NEGOCIACIONES…
Nueva York…1920…
Los primeros días había cientos de personas dispuestas a romper la ley, había licor al por mayor en las calles sin ningún miramiento por la policía, pero poco a poco aquellos que si bien presumían de tener sus cabas llenas, sabían bien que estas no durarían asi para siempre… si, los primeros días eran hermosos pero cuando las semanas pasaron la gente ansiosa empezaba a buscar por todos lados donde conseguir el deseado liquido.
Surgieron entonces varios lugares clandestinos, casas secretas que hacían su propio licor, mafiosos que intentaban distribuir el liquido, pero para su mala suerte, habia redadas a quienes no estaban en “el gremio”, los traficantes eran abatidos por las balas, atrapados en plenas negociaciones o simplemente descubiertos por chivos espiatorios que daban cualquier información a cambio de un poco de dinero…
Odet lo sabia, por ello se encargo de conseguir los mejores contactos y comprar a la policía y altos funcionarios, dejando siempre a Terry de un lado para que en caso de ser atrapada, no se tuviera nada en contra de el.
Asi fue que comenzó a planear la red, gracias a los hermanos de Terry, a los cuales contacto con anterioridad, consiguió el licor de la mejor calidad de Inglaterra y otros países, ellos solo tenían que subirlo a un barco con la ayuda de sus títulos y conocidos eso no fue ningún problema, era la primera vez que Terry les pedia ayuda, pero en realidad la ayuda era mutua, pues ellos podrían obtener una fuerte tajada por parte de el.
De este lado, Odet se paseaba oriunda por los muelles, observando como los barcos eran descargados con etiquetas falsas sin ser revisados por las autoridades, la verdad era que todos le temian y cuando la veian llegar se hacían de la vista gorda, en cambio con otros cargamentos revisaban minuciosamente, alejando asi cualquier competencia para la Cosa Nostra… si, era verdad, no eran italianos, como muchos otras familias que habían visto la oportunidad, pero si eran muy poderosos, por ello los otros no habían podido detenerlos.
- Srita. Odet, que gusto verla por aquí… -se acerco aquel hombre efusivamente.
- El gusto es todo mio…-contesto Odet con coquetería…
- Que la trae por aquí? …-pregunto tanteando el terreno…
- Negocios.. ya sabe, siempre hay que cuidar los negocios…
Odet, sabia que estaba ante algún rufian que deseaba parte de su tajada, conocía bien a todos los guardias del puerto y ellos a ella, sin embargo, este sujeto era el claro ejemplo que cuando habia dinero de por medio siempre habia alguien intentando obtener aun mas.
- Vaya, imagino que si… y su jefe?
- Soy mi propia jefa… contesto segura…
- Si claro…claro…entonces puedo deducir que con usted es quien debo hablar… -dijo seguro de que podría embaucarla.
- Por supuesto, siempre y cuando sea razonable en su “platica”…
El hombre se detuvo junto a ella, mirándola de arriba abajo, por algún motivo creyo que podría sacar provecho de la misma, tal vez incluso llevársela a la cama, Odet se dio cuenta de ello y le sonrio mientras con claras insinuaciones de su cuerpo lo guiaba hasta una bodega que parecía vacia, el por supuesto la siguió al observar primero alrededor para asegurarse de que realmente estuviera sola.
- Entonces… que clase de negocio me propone… -dijo odet con voz sensual acariciando la mejilla del sujeto.
- Bueno, que le parece si yo me hago cargo de su negocio y por supuesto cuido que nada le haga falta chula.
- Claro, claro, una mujer sola como yo necesita un caballero no es asi?
- Lo dice bien… una mujercita como usted debería no perder su tiempo en estos lugares.
- Si, tiene razón, tal vez debería mejor irme de compras o al salón, no es asi.
- Nos estamos entendiendo…
Odet odiaba a ese tipo de sujetos. Acaso no sabia en verdad con que familia se estaba metiendo? Acaso no le habían advertido sus compañeros que ni siquiera respirara cuando la viera?
El tipo sonriente, pensó que lo que se decía de ella era pura palabrería, la verdad es que tenia poco tiempo que habia obtenido el trabajo y al ver el movimiento del muelle, al verla a ella siempre llegar sola, creyo que el podía hacer un mejor trabajo. Además, estaba seguro que su galanura le daría puntos extras, cuando Odet lo invito a la bodega dudo, pero al verla ahí, casi a sus pies, creyo que la mujer lo único que deseaba era un buen macho que se interesara en su persona.
Ella se volteo ofreciendo un espectáculo formidable al sujeto que tenia detrás y el no pudo mas que acercarse para intentar algo mas, pero entonces un agudo dolor en el estomago le hizo retroceder.
- Sabe, creo que quien le haya dicho que los negocios conmigo eran fáciles le mintió…
- Mal..d..
- Shhh… yo solo le pertenezco a un hombre…
Camino hasta a el para tomarlo por el cabello para que la viera fijamente, el tipo se estaba desangrando, sabia que estaba perdido, no solo por el hecho de ver la sangre manar de su cuerpo, sino porque pudo ver que la herida era mayor de lo que pensaba, sus fuerzas se estaban extinguiendo y lo único que podía observar era el rostro frio de la mujer que acababa de arrebatarle la vida… de pronto escucho una voz venir hacia a ellos.
- Odet?
- Ah, Terry… disculpa, no quería que me vieras en esta situación… -le dijo mientras aventaba al sujeto que aun se retorcia ante la inminente llegada de su muerte.
- Que paso?
- Nada, nada… no llegamos auna buena negociación…pero el sr. Ya se retira… nos vamos???
Terry la miro y observo al pobre sujeto que soltaba un ultimo suspiro, la tomo del brazo mientras ella le sonreía.
- No debiste haber venido, no es bueno que te vean en este sitio.
- Lo que no debi es dejarte sola, la próxima vez te enviare con alguna de las chicas o vendre yo mismo contigo.
- No es necesario… me se cuidar sola…
- Si, lo se, lo que no quiero es que termines con todos los guardias del puerto… ese era el jefe de ellos.
- Un pesado oportunista.
- Ni hablar, esperemos que el próximo tome en cuenta el final de este… vamos, la obra no tarda en empezar.
Ambos subieron al automóvil completamente despreocupados, disfrutando de su compañía mutua…al fondo pudieron ver como los trabajadores descargaban y cargaban sus cajas, el negocio iba de maravilla y hasta ahora no tenían suficiente competencia…
NEGOCIACIONES…
Nueva York…1920…
Los primeros días había cientos de personas dispuestas a romper la ley, había licor al por mayor en las calles sin ningún miramiento por la policía, pero poco a poco aquellos que si bien presumían de tener sus cabas llenas, sabían bien que estas no durarían asi para siempre… si, los primeros días eran hermosos pero cuando las semanas pasaron la gente ansiosa empezaba a buscar por todos lados donde conseguir el deseado liquido.
Surgieron entonces varios lugares clandestinos, casas secretas que hacían su propio licor, mafiosos que intentaban distribuir el liquido, pero para su mala suerte, habia redadas a quienes no estaban en “el gremio”, los traficantes eran abatidos por las balas, atrapados en plenas negociaciones o simplemente descubiertos por chivos espiatorios que daban cualquier información a cambio de un poco de dinero…
Odet lo sabia, por ello se encargo de conseguir los mejores contactos y comprar a la policía y altos funcionarios, dejando siempre a Terry de un lado para que en caso de ser atrapada, no se tuviera nada en contra de el.
Asi fue que comenzó a planear la red, gracias a los hermanos de Terry, a los cuales contacto con anterioridad, consiguió el licor de la mejor calidad de Inglaterra y otros países, ellos solo tenían que subirlo a un barco con la ayuda de sus títulos y conocidos eso no fue ningún problema, era la primera vez que Terry les pedia ayuda, pero en realidad la ayuda era mutua, pues ellos podrían obtener una fuerte tajada por parte de el.
De este lado, Odet se paseaba oriunda por los muelles, observando como los barcos eran descargados con etiquetas falsas sin ser revisados por las autoridades, la verdad era que todos le temian y cuando la veian llegar se hacían de la vista gorda, en cambio con otros cargamentos revisaban minuciosamente, alejando asi cualquier competencia para la Cosa Nostra… si, era verdad, no eran italianos, como muchos otras familias que habían visto la oportunidad, pero si eran muy poderosos, por ello los otros no habían podido detenerlos.
- Srita. Odet, que gusto verla por aquí… -se acerco aquel hombre efusivamente.
- El gusto es todo mio…-contesto Odet con coquetería…
- Que la trae por aquí? …-pregunto tanteando el terreno…
- Negocios.. ya sabe, siempre hay que cuidar los negocios…
Odet, sabia que estaba ante algún rufian que deseaba parte de su tajada, conocía bien a todos los guardias del puerto y ellos a ella, sin embargo, este sujeto era el claro ejemplo que cuando habia dinero de por medio siempre habia alguien intentando obtener aun mas.
- Vaya, imagino que si… y su jefe?
- Soy mi propia jefa… contesto segura…
- Si claro…claro…entonces puedo deducir que con usted es quien debo hablar… -dijo seguro de que podría embaucarla.
- Por supuesto, siempre y cuando sea razonable en su “platica”…
El hombre se detuvo junto a ella, mirándola de arriba abajo, por algún motivo creyo que podría sacar provecho de la misma, tal vez incluso llevársela a la cama, Odet se dio cuenta de ello y le sonrio mientras con claras insinuaciones de su cuerpo lo guiaba hasta una bodega que parecía vacia, el por supuesto la siguió al observar primero alrededor para asegurarse de que realmente estuviera sola.
- Entonces… que clase de negocio me propone… -dijo odet con voz sensual acariciando la mejilla del sujeto.
- Bueno, que le parece si yo me hago cargo de su negocio y por supuesto cuido que nada le haga falta chula.
- Claro, claro, una mujer sola como yo necesita un caballero no es asi?
- Lo dice bien… una mujercita como usted debería no perder su tiempo en estos lugares.
- Si, tiene razón, tal vez debería mejor irme de compras o al salón, no es asi.
- Nos estamos entendiendo…
Odet odiaba a ese tipo de sujetos. Acaso no sabia en verdad con que familia se estaba metiendo? Acaso no le habían advertido sus compañeros que ni siquiera respirara cuando la viera?
El tipo sonriente, pensó que lo que se decía de ella era pura palabrería, la verdad es que tenia poco tiempo que habia obtenido el trabajo y al ver el movimiento del muelle, al verla a ella siempre llegar sola, creyo que el podía hacer un mejor trabajo. Además, estaba seguro que su galanura le daría puntos extras, cuando Odet lo invito a la bodega dudo, pero al verla ahí, casi a sus pies, creyo que la mujer lo único que deseaba era un buen macho que se interesara en su persona.
Ella se volteo ofreciendo un espectáculo formidable al sujeto que tenia detrás y el no pudo mas que acercarse para intentar algo mas, pero entonces un agudo dolor en el estomago le hizo retroceder.
- Sabe, creo que quien le haya dicho que los negocios conmigo eran fáciles le mintió…
- Mal..d..
- Shhh… yo solo le pertenezco a un hombre…
Camino hasta a el para tomarlo por el cabello para que la viera fijamente, el tipo se estaba desangrando, sabia que estaba perdido, no solo por el hecho de ver la sangre manar de su cuerpo, sino porque pudo ver que la herida era mayor de lo que pensaba, sus fuerzas se estaban extinguiendo y lo único que podía observar era el rostro frio de la mujer que acababa de arrebatarle la vida… de pronto escucho una voz venir hacia a ellos.
- Odet?
- Ah, Terry… disculpa, no quería que me vieras en esta situación… -le dijo mientras aventaba al sujeto que aun se retorcia ante la inminente llegada de su muerte.
- Que paso?
- Nada, nada… no llegamos auna buena negociación…pero el sr. Ya se retira… nos vamos???
Terry la miro y observo al pobre sujeto que soltaba un ultimo suspiro, la tomo del brazo mientras ella le sonreía.
- No debiste haber venido, no es bueno que te vean en este sitio.
- Lo que no debi es dejarte sola, la próxima vez te enviare con alguna de las chicas o vendre yo mismo contigo.
- No es necesario… me se cuidar sola…
- Si, lo se, lo que no quiero es que termines con todos los guardias del puerto… ese era el jefe de ellos.
- Un pesado oportunista.
- Ni hablar, esperemos que el próximo tome en cuenta el final de este… vamos, la obra no tarda en empezar.
Ambos subieron al automóvil completamente despreocupados, disfrutando de su compañía mutua…al fondo pudieron ver como los trabajadores descargaban y cargaban sus cajas, el negocio iba de maravilla y hasta ahora no tenían suficiente competencia…
no, no hay que meterse con la jefa. 
esoooooo,me agrada la actitud de la jefa 
