PREVIAMENTE en 24...
nos equivocamos de serie... pero si PREVIAMENTE...
En la trinchera ALSS la dama de hierro preguntaba a la jefa por su dealer de tés.
— ¿Luisy dónde está Janik? desde ayer por la tarde que me llevó mi té no la he visto y ya pasan de las cinco —
— Pues ahora que lo menciona, yo tampoco sé dónde se encuentra. Seguramente anda en misión de paz en las otras trincheras... como le encanta el chism... digo le gusta ayudar. Pero no se preocupe, no tardará en llegar.
— Está bien, dile que quiero mi té bien cargadito, solo ella sabe prepararlo como a mi me gusta... ahhh y también unos canapés.
— Como usted diga, tía Elroy... adiosito... ¿Donde estará Janik? seguramente con Archie o Stear porque el jefecito a pesar de que estoy enojada, no le he despegado el ojo, a ver, reviso bitácora No... pues no, no tenemos nada programado desde la última guillotina con Stear. Voy a investigar.
20 minutos después...
— Ay mis piecitos! — quejándose mientras aflojaba las botas todo terreno — para la próxima me compro unas sin plataforma y con tacón más bajito. Me voy a dar un masajito...
— ¿Necesitas algo? — dijeron al unísono como 20 chicas cada cual con un botellón de aceite, listas para untar — Escuchamos masajito y ...
— eheh...eh... ¡Alto ahí! dije masajito pero para mis pies, dejen de comerse con los ojos al comandante que lo desgastan... Uchale vayan a ver si ya puso la marrana — dijo la jefa pero ninguna se dió por enterada — ¿Necesitan un memorandum? ¿O les envio al seminario de la tía? — al escuchar seminario y tía en la misma frase, todas corrieron menos Mayra que como siempre nada más veía a Albert y se desconectaba. — ¿Mayra? ¿Mayra? ¡Reacciona!
— ¡Auchhh! — se quejó — ¿Dónde estoy... que hago aqui?
— Lo mismo pregunto yo... pero antes de que te desconectes, te tengo una misión...
— wiiiii!!! ¿Te acompañaré a una guillotina.
—
— ¿Una aceitadita al jefe?
—
— ¿Le plancharé el kilt a Albert?
—
— ¿Entonces?
— Necesito que encuentres a alguien. La agente Janik ha desaparecido sin dejar rastro alguno...
— ¿Queee? — comentó Mayra.
— Es la única información que tenemos, así que tú tendrás que investigar y dar con su paradero...
— ¿Yo? ... pos ya que
— Y ya que estas dispuesta, de pasadita llévale el té a la tía y unos bocadillos y trae una jofaina de agua tibiecita para mis piecitos por fis...
— — sale Mayra totalmente resignada.
Al día siguiente, Mayra regresa a la trichera lover, en... bueno...
— ¿La encontraste? — preguntó Albert — ¿Mayra?... ¿Mayra?
— A un lado comandante — dijo Luisy y después de dos buenos — ¡Listo! ya le conecté las ideas.
— ¡Ay traviesa! — Comentó Albert medio preocupado — digamos que tu no tienes la mano tan ligera... se me hace que ya la dejaste peor de como viene. Mírala nada más.
Entonces Luisy se quedó mirándola Pues una de sus mejores agentes llegaba con el uniforme desgarrado, los rizos enredados y frizados, como si hubiera recibido una descarga eléctrica, varios rasguños y un par de moretones y si le sumaban los dos buenos zapes que le había dado, digamos que no estaba en sus mejores condiciones. Aún así la valiente agente, cantó como gorrioncillo y soltó toda la información que poseía y después de esto colapsó.
— Creo que no despertará en varios días — mirando preocupada como Mayra dormía mientras la cubría con las sábanas — Comandante... le tocará negociar el rescate o mandar a un emisario porque según mi bitácora el mensajero debía haber llegado con los presentes hace varios días y entregarlos a Gezabel el día de su cumpleaños.
— este... yo... pues... — Luisy miraba como el comandante trataba de justificarse. — ¡Yo tuve la culpa! Janik me encargó enfáticamente que estuviera al pendiente pero por alguna razón los presentes llegaron junto con los últimos suministros y pues... no me acordé
— Entonces le toca llevarlos y negociar el rescate.
— ¿Yooo?
— Claro... usted tuvo la culpa... usted lo resuelve.
— ¿Pero no me vas a acompañar?
— No. Voy a revisar la agenda conjunta con la tía Elroy, luego a pasar a coordinar algunos asuntos con George... digo... con nuestro jefe de operaciones especiales... luego afilar la guillo... bueno tengo muchos pendientes... adiosito
Y así, la jefa dió media vuelta tratando de aguantar la risa y fingir que seguia molesta con Albert y a este no le quedó mas remedio que cargar con los paquetes y caminar hacia la trinchera más escondida. No es que fuera un cobarde, nunca lo sería pero le temía a las combatientes que nada más le veían y tras de él y como los paquetitos pesaban, no le complacía trotar una maratón llevando peso extra. Así que tomó aire y se adentró a otra aventura.
Mientras tanto en un calabozo oscuro y a estas alturas maloliente. Una chica trataba de mantenerse cuerda...
— Un millón trescientos mil cuatro mil elefantes, se columpiaban sobre la tela de una araña
— ¡¡Ya cállateeeeee!!! — gritaron sus compañeras de celda — ¡¡¡Nos tienes harta!!!
— y como veían que resistía fueron a llamar a otro elefante... un millón trescientos mil cinco elefantes, se columpiaban...
— ¡¡¡ Janikkk ¡¡¡ — se escuchó un grito atronador mientras veían a Gezabel con motosierra en mano y con la otra tratando de encenderla — Fueraaaaa!!! han pagado tu rescate... así que bye... bye — y ante esta visión Janik, ni lo pensó, corrió hacia la luz sin mirar atrás mientras lo gritos de las demás se confundían con el sonido de la motosierra cortando quien sabe que.
Al sentir el sol sobre sus ojos, los tuvo que cerrar con fuerza y debido al impulsó tropezó contra alguien, cayendo sentada.
— ¿Janik, estás bien?
— ¡¡Jefecitoooo!!! — ¡Sabía que vendrías por mí! pero te tardaste Mira nada más ya quedé en talla cero, bueno se lo tengo que agradecer a Geza y su dieta a pan y agua pero mi cara, mi cabello y este olor... uggghhh!! ¡Fué una pesadilla!
— ¿Pero estás bien? ¿No te duele nada?
— Dentro de lo que cabe bien — dijo volteando a todos lados — Vámonos que anda desatada.
Y hecharon a andar pero Albert notaba algo raro en ella. Después de la explosión de llanto y la verborrea sin control, ella estaba muy callada. Por experiencia sabía que cuando estaba así era por dos cosas... o tenía hambre o estaba verdaderamente enfadada y esa combinación, después de lo sucedido, era lo más probable. Así que haciendo de tripas corazón, se atrevió a hablar.
— Perdóname Janik... esto fué mi culpa... los regalos llegaron a tiempo pero se traspapelaron y...
— Por favor C-O-M-A-N-D-A-N-T-E ese es un pretexto muy infantil. Claramente le dije que me ayudara con este pendiente... pero ya nunca le volveré a pedir un favor — y dicho esto se alejó la más rápido posible porque en verdad estaba enfadada
— Ay no¡¡ Si con Luisy ya estoy con la bilis derramada ahora Janik también está enojada... me dará gastritis, úlcera o lo que sea... ¿Y ahora quien podrá ayudarme?
Y Geza... abría sus paquetes saltando de gusto pero estaba con un ojo sobre las demás chicas mientras tachaba otro nombre de la lista negra.
Querida Geza, espero que te gusten tus presentes... ¿ves que yo no tuve la culpa?
Tarde pero seguro...
nos equivocamos de serie... pero si PREVIAMENTE...
En la trinchera ALSS la dama de hierro preguntaba a la jefa por su dealer de tés.
— ¿Luisy dónde está Janik? desde ayer por la tarde que me llevó mi té no la he visto y ya pasan de las cinco —
— Pues ahora que lo menciona, yo tampoco sé dónde se encuentra. Seguramente anda en misión de paz en las otras trincheras... como le encanta el chism... digo le gusta ayudar. Pero no se preocupe, no tardará en llegar.
— Está bien, dile que quiero mi té bien cargadito, solo ella sabe prepararlo como a mi me gusta... ahhh y también unos canapés.
— Como usted diga, tía Elroy... adiosito... ¿Donde estará Janik? seguramente con Archie o Stear porque el jefecito a pesar de que estoy enojada, no le he despegado el ojo, a ver, reviso bitácora No... pues no, no tenemos nada programado desde la última guillotina con Stear. Voy a investigar.
20 minutos después...
— Ay mis piecitos! — quejándose mientras aflojaba las botas todo terreno — para la próxima me compro unas sin plataforma y con tacón más bajito. Me voy a dar un masajito...
— ¿Necesitas algo? — dijeron al unísono como 20 chicas cada cual con un botellón de aceite, listas para untar — Escuchamos masajito y ...
— eheh...eh... ¡Alto ahí! dije masajito pero para mis pies, dejen de comerse con los ojos al comandante que lo desgastan... Uchale vayan a ver si ya puso la marrana — dijo la jefa pero ninguna se dió por enterada — ¿Necesitan un memorandum? ¿O les envio al seminario de la tía? — al escuchar seminario y tía en la misma frase, todas corrieron menos Mayra que como siempre nada más veía a Albert y se desconectaba. — ¿Mayra? ¿Mayra? ¡Reacciona!
— ¡Auchhh! — se quejó — ¿Dónde estoy... que hago aqui?
— Lo mismo pregunto yo... pero antes de que te desconectes, te tengo una misión...
— wiiiii!!! ¿Te acompañaré a una guillotina.
—
— ¿Una aceitadita al jefe?
—
— ¿Le plancharé el kilt a Albert?
—
— ¿Entonces?
— Necesito que encuentres a alguien. La agente Janik ha desaparecido sin dejar rastro alguno...
— ¿Queee? — comentó Mayra.
— Es la única información que tenemos, así que tú tendrás que investigar y dar con su paradero...
— ¿Yo? ... pos ya que
— Y ya que estas dispuesta, de pasadita llévale el té a la tía y unos bocadillos y trae una jofaina de agua tibiecita para mis piecitos por fis...
— — sale Mayra totalmente resignada.
Al día siguiente, Mayra regresa a la trichera lover, en... bueno...
— ¿La encontraste? — preguntó Albert — ¿Mayra?... ¿Mayra?
— A un lado comandante — dijo Luisy y después de dos buenos — ¡Listo! ya le conecté las ideas.
— ¡Ay traviesa! — Comentó Albert medio preocupado — digamos que tu no tienes la mano tan ligera... se me hace que ya la dejaste peor de como viene. Mírala nada más.
Entonces Luisy se quedó mirándola Pues una de sus mejores agentes llegaba con el uniforme desgarrado, los rizos enredados y frizados, como si hubiera recibido una descarga eléctrica, varios rasguños y un par de moretones y si le sumaban los dos buenos zapes que le había dado, digamos que no estaba en sus mejores condiciones. Aún así la valiente agente, cantó como gorrioncillo y soltó toda la información que poseía y después de esto colapsó.
— Creo que no despertará en varios días — mirando preocupada como Mayra dormía mientras la cubría con las sábanas — Comandante... le tocará negociar el rescate o mandar a un emisario porque según mi bitácora el mensajero debía haber llegado con los presentes hace varios días y entregarlos a Gezabel el día de su cumpleaños.
— este... yo... pues... — Luisy miraba como el comandante trataba de justificarse. — ¡Yo tuve la culpa! Janik me encargó enfáticamente que estuviera al pendiente pero por alguna razón los presentes llegaron junto con los últimos suministros y pues... no me acordé
— Entonces le toca llevarlos y negociar el rescate.
— ¿Yooo?
— Claro... usted tuvo la culpa... usted lo resuelve.
— ¿Pero no me vas a acompañar?
— No. Voy a revisar la agenda conjunta con la tía Elroy, luego a pasar a coordinar algunos asuntos con George... digo... con nuestro jefe de operaciones especiales... luego afilar la guillo... bueno tengo muchos pendientes... adiosito
Y así, la jefa dió media vuelta tratando de aguantar la risa y fingir que seguia molesta con Albert y a este no le quedó mas remedio que cargar con los paquetes y caminar hacia la trinchera más escondida. No es que fuera un cobarde, nunca lo sería pero le temía a las combatientes que nada más le veían y tras de él y como los paquetitos pesaban, no le complacía trotar una maratón llevando peso extra. Así que tomó aire y se adentró a otra aventura.
Mientras tanto en un calabozo oscuro y a estas alturas maloliente. Una chica trataba de mantenerse cuerda...
— Un millón trescientos mil cuatro mil elefantes, se columpiaban sobre la tela de una araña
— ¡¡Ya cállateeeeee!!! — gritaron sus compañeras de celda — ¡¡¡Nos tienes harta!!!
— y como veían que resistía fueron a llamar a otro elefante... un millón trescientos mil cinco elefantes, se columpiaban...
— ¡¡¡ Janikkk ¡¡¡ — se escuchó un grito atronador mientras veían a Gezabel con motosierra en mano y con la otra tratando de encenderla — Fueraaaaa!!! han pagado tu rescate... así que bye... bye — y ante esta visión Janik, ni lo pensó, corrió hacia la luz sin mirar atrás mientras lo gritos de las demás se confundían con el sonido de la motosierra cortando quien sabe que.
Al sentir el sol sobre sus ojos, los tuvo que cerrar con fuerza y debido al impulsó tropezó contra alguien, cayendo sentada.
— ¿Janik, estás bien?
— ¡¡Jefecitoooo!!! — ¡Sabía que vendrías por mí! pero te tardaste Mira nada más ya quedé en talla cero, bueno se lo tengo que agradecer a Geza y su dieta a pan y agua pero mi cara, mi cabello y este olor... uggghhh!! ¡Fué una pesadilla!
— ¿Pero estás bien? ¿No te duele nada?
— Dentro de lo que cabe bien — dijo volteando a todos lados — Vámonos que anda desatada.
Y hecharon a andar pero Albert notaba algo raro en ella. Después de la explosión de llanto y la verborrea sin control, ella estaba muy callada. Por experiencia sabía que cuando estaba así era por dos cosas... o tenía hambre o estaba verdaderamente enfadada y esa combinación, después de lo sucedido, era lo más probable. Así que haciendo de tripas corazón, se atrevió a hablar.
— Perdóname Janik... esto fué mi culpa... los regalos llegaron a tiempo pero se traspapelaron y...
— Por favor C-O-M-A-N-D-A-N-T-E ese es un pretexto muy infantil. Claramente le dije que me ayudara con este pendiente... pero ya nunca le volveré a pedir un favor — y dicho esto se alejó la más rápido posible porque en verdad estaba enfadada
— Ay no¡¡ Si con Luisy ya estoy con la bilis derramada ahora Janik también está enojada... me dará gastritis, úlcera o lo que sea... ¿Y ahora quien podrá ayudarme?
Y Geza... abría sus paquetes saltando de gusto pero estaba con un ojo sobre las demás chicas mientras tachaba otro nombre de la lista negra.
Querida Geza, espero que te gusten tus presentes... ¿ves que yo no tuve la culpa?
Tarde pero seguro...