Hola querido foro. Les cuento no sé que le dio a mi cuenta del foro rosa pero no me deja poner absolutamente nada , el BBcode se fue a pique y lo digo así, porque dice que está activo pero no aparece la edición de textos, los smiles, en fin una soberana M*****, me disculpan el lenguaje pero es que me siento a punto de tirarme por el puente mas próximo ( en esta parte imagínense al smile que se da cabezazos).
Ya que no puedo traer mis imágenes y mucho menos los fanarts, hice un escrito, un minific que aun no sé de cuantos capítulos conste, una cosa si tengo segura y es que no será largo.
Sin mas bla bla bla les dejo el primer capitulo de
La melodía del Corazón, espero les guste, ya saben que soy un poco melosa . Por cierto, está basado en FS
Como les dije no puedo editar, si se les hace incomodo leerlo, pueden copiarlo y llevarlo a word ( como diría mi difunta abuela, to´ el vivo sabe que fui yo).
La melodía del corazón.
Por
Cándida Grandchester
Basado en Candy Candy la Historia Final por Mizuki
Corro lo mas rápido que mis piernas me lo permiten. Estas clases de francés con la hermana Clair cada día son más largas y pesadas. 30 miserables minutos de descanso y luego la hora de la cena, cuanta razón tenían los chicos al comparar el colegio con una cárcel.
Corro a toda prisa hacia la segunda colina de Pony, en sus pensamientos un chico de hermosos ojos verde azules aparece, se me hace imposible dejar de pensar en él, hasta en la sopa llego a verle.
Desde aquel día no lo he vuelto a ver, instintivamente toco mis labios, aun puedo sentir el sabor de su boca.
¿Porqué me besaste Terry?, yo no soy una chica fácil. Sigo molesta contigo !mucho! no te imaginas cuanto, aun así, te extraño. Todos los días espero verte en la segunda colina de Pony, pero no has vuelto, quizás está enojado conmigo porque lo golpeé, ah pero qué esperaba, que le agradeciera.
Tengo que dejar de hablar sola, si alguna de las monjas me ve, puede llegar a pensar que me estoy poniendo loca o quizás poseída por algún demonio y decidan encerrarme en el cuarto de castigo y exorcizarme.
Continúo mi carrera , necesito acostarme en la hierba y respirar aire puro, quizás la escena del crepúsculo me ayude necesito aclarar mis pensamientos, desde ese día, ando descolocada, no sé qué pensar sobre Terry… A veces es tan arrogante, otras tan dulce y tierno, de repente hago un comentario y se encierra dentro de ese caparazón impenetrable.
continúa su carrera hacia la segunda colina de Pony mientras los últimos rayos del sol tiñen de tonos magenta y púrpura el cielo.
¿que es esa melodía tan dulce?, escucho mas atenta, entre el desaforado latir de mi corazón y mi respiración agitada no logro discernir de donde provenía, agudizo mi oído para deducir de donde viene, es del salón de música.
Pero quien tocará una melodía tan hermosa y serena. Trato de ver quien es pero desde el suelo es imposible, el salón de música se encuentra en el segundo nivel, observo todo el alrededor, ¡Eureka!, hay un árbol justo frente a una de las grandes ventanas, lo escalo y ubico una gruesa rama del legendario árbol que se extiende desde el tronco dándome la bienvenida. Me siento con cuidado de no caerme y levanto mi rostro aguzando la vista para ver quien es el grandioso interprete, casi me caigo de mi lugar, es Terry quien toca el piano con maestría, sus largos dedos se extienden por las teclas de marfil OH decirlo de esa manera es un sacrilegio, sus dedos no tocan las teclas, ellos parecen que las acarician.
Yo sabía que eras bueno, sólo un corazón noble puede tocar una melodía tan sublime. Mi corazón está henchido de felicidad, cierro mis ojos saboreando cada nota, siento que mi cuerpo se adormece un poco y recuesto mi espalda en el tronco. Terry no me verá, él también tiene los ojos cerrados.
Totalmente ajeno a la intromisión de Candy Terry continua tocando el piano mientras mentalmente le dedica cada nota, pero no solamente ella turba sus pensamientos, otra mujer también lo tiene atormentado. Él quería olvidarla, pero su carta llegó en un momento vulnerable, el rechazo de Candy, lo regresó a sus días de ostracismo, no iba a clases, no salía de su cuarto, solamente hoy se dio el lujo de ir al salón de música, movido por la misiva de aquella dama.
Aun no encontraba como enfrentarse a Candy después de aquel día en que quiso expresar su amor a través de un beso y cual fue su reacción, golpearlo y decirle que el jardinero no sería tan bruto.
Pensé que te gustaba, ahora no sé qué creer, sin más se detuvo y levantó la cabeza, sus dedos aun sobre las teclas, abrió los ojos y ahí estaba ella. Sus rubios rizos brillaban a través de las verdes ramas de viejo roble y su uniforme blanco no la ocultaba también como ella pensaba.
¿Qué hago? – ella quizás no quiere hablar conmigo. Debo admitirlo, tengo miedo, mucho miedo de no volver a escuchar su sonrisa cantarina, de no verme reflejado en la esmeralda de sus ojos, de no volver a ver esas caras cuando río a costa suya, tengo miedo a perderla.
Me envalentono y abro la boca.
¡Que idiota soy!, más de un mes que no nos vemos y esto es lo que sale de mi boca. Desde aquí puedo ver sus ojos casi salidos de sus orbitas.
Es seguro que si buscan el significado de la palabra estupidez, en vez de una descripción, encontraran una foto mía.
Mi cuerpo está agarrotado, no logro mover un músculo, parece como si me hubieran clavado al taburete.
Candy por favor no te vayas, la veo ponerse de pie sobre esa rama y mi corazón late desbocado, tengo un nudo en la garganta, las palabras se me atoran, si pierdo esta oportunidad jamás volverá a dirigirme la palabra.
De nuevo digo algo y la veo debatirse entre si quedarse o irse.
Por favor no te vayas… no sé si esto ultimo lo pensé o lo dije en voz alta.
Continuará….
Ya que no puedo traer mis imágenes y mucho menos los fanarts, hice un escrito, un minific que aun no sé de cuantos capítulos conste, una cosa si tengo segura y es que no será largo.
Sin mas bla bla bla les dejo el primer capitulo de
La melodía del Corazón, espero les guste, ya saben que soy un poco melosa . Por cierto, está basado en FS
Como les dije no puedo editar, si se les hace incomodo leerlo, pueden copiarlo y llevarlo a word ( como diría mi difunta abuela, to´ el vivo sabe que fui yo).
La melodía del corazón.
Por
Cándida Grandchester
Basado en Candy Candy la Historia Final por Mizuki
Corro lo mas rápido que mis piernas me lo permiten. Estas clases de francés con la hermana Clair cada día son más largas y pesadas. 30 miserables minutos de descanso y luego la hora de la cena, cuanta razón tenían los chicos al comparar el colegio con una cárcel.
Corro a toda prisa hacia la segunda colina de Pony, en sus pensamientos un chico de hermosos ojos verde azules aparece, se me hace imposible dejar de pensar en él, hasta en la sopa llego a verle.
Desde aquel día no lo he vuelto a ver, instintivamente toco mis labios, aun puedo sentir el sabor de su boca.
¿Porqué me besaste Terry?, yo no soy una chica fácil. Sigo molesta contigo !mucho! no te imaginas cuanto, aun así, te extraño. Todos los días espero verte en la segunda colina de Pony, pero no has vuelto, quizás está enojado conmigo porque lo golpeé, ah pero qué esperaba, que le agradeciera.
Tengo que dejar de hablar sola, si alguna de las monjas me ve, puede llegar a pensar que me estoy poniendo loca o quizás poseída por algún demonio y decidan encerrarme en el cuarto de castigo y exorcizarme.
Continúo mi carrera , necesito acostarme en la hierba y respirar aire puro, quizás la escena del crepúsculo me ayude necesito aclarar mis pensamientos, desde ese día, ando descolocada, no sé qué pensar sobre Terry… A veces es tan arrogante, otras tan dulce y tierno, de repente hago un comentario y se encierra dentro de ese caparazón impenetrable.
continúa su carrera hacia la segunda colina de Pony mientras los últimos rayos del sol tiñen de tonos magenta y púrpura el cielo.
¿que es esa melodía tan dulce?, escucho mas atenta, entre el desaforado latir de mi corazón y mi respiración agitada no logro discernir de donde provenía, agudizo mi oído para deducir de donde viene, es del salón de música.
Pero quien tocará una melodía tan hermosa y serena. Trato de ver quien es pero desde el suelo es imposible, el salón de música se encuentra en el segundo nivel, observo todo el alrededor, ¡Eureka!, hay un árbol justo frente a una de las grandes ventanas, lo escalo y ubico una gruesa rama del legendario árbol que se extiende desde el tronco dándome la bienvenida. Me siento con cuidado de no caerme y levanto mi rostro aguzando la vista para ver quien es el grandioso interprete, casi me caigo de mi lugar, es Terry quien toca el piano con maestría, sus largos dedos se extienden por las teclas de marfil OH decirlo de esa manera es un sacrilegio, sus dedos no tocan las teclas, ellos parecen que las acarician.
Yo sabía que eras bueno, sólo un corazón noble puede tocar una melodía tan sublime. Mi corazón está henchido de felicidad, cierro mis ojos saboreando cada nota, siento que mi cuerpo se adormece un poco y recuesto mi espalda en el tronco. Terry no me verá, él también tiene los ojos cerrados.
Totalmente ajeno a la intromisión de Candy Terry continua tocando el piano mientras mentalmente le dedica cada nota, pero no solamente ella turba sus pensamientos, otra mujer también lo tiene atormentado. Él quería olvidarla, pero su carta llegó en un momento vulnerable, el rechazo de Candy, lo regresó a sus días de ostracismo, no iba a clases, no salía de su cuarto, solamente hoy se dio el lujo de ir al salón de música, movido por la misiva de aquella dama.
Aun no encontraba como enfrentarse a Candy después de aquel día en que quiso expresar su amor a través de un beso y cual fue su reacción, golpearlo y decirle que el jardinero no sería tan bruto.
Pensé que te gustaba, ahora no sé qué creer, sin más se detuvo y levantó la cabeza, sus dedos aun sobre las teclas, abrió los ojos y ahí estaba ella. Sus rubios rizos brillaban a través de las verdes ramas de viejo roble y su uniforme blanco no la ocultaba también como ella pensaba.
¿Qué hago? – ella quizás no quiere hablar conmigo. Debo admitirlo, tengo miedo, mucho miedo de no volver a escuchar su sonrisa cantarina, de no verme reflejado en la esmeralda de sus ojos, de no volver a ver esas caras cuando río a costa suya, tengo miedo a perderla.
Me envalentono y abro la boca.
¡Que idiota soy!, más de un mes que no nos vemos y esto es lo que sale de mi boca. Desde aquí puedo ver sus ojos casi salidos de sus orbitas.
Es seguro que si buscan el significado de la palabra estupidez, en vez de una descripción, encontraran una foto mía.
Mi cuerpo está agarrotado, no logro mover un músculo, parece como si me hubieran clavado al taburete.
Candy por favor no te vayas, la veo ponerse de pie sobre esa rama y mi corazón late desbocado, tengo un nudo en la garganta, las palabras se me atoran, si pierdo esta oportunidad jamás volverá a dirigirme la palabra.
De nuevo digo algo y la veo debatirse entre si quedarse o irse.
Por favor no te vayas… no sé si esto ultimo lo pensé o lo dije en voz alta.
Continuará….