Hoy, es unos días en que nube negra me acompaña, es decir me cargo un humor “de los mil diablos”, y no busco quien me la hizo, sino quien me la paga.
Si pudiera me colgaría un letrero que dijera “Peligro, mujer mal-humorada”.
Y para terminarla de amolar, viene la guerota (aquella, que en una GF, se quiso apañar a Albertín).
-Sadness, ¿Verdad que Albert es hermosísimo?- Me cuestiona -¡Y qué ojos, qué boca, qué cuerpo!- relamiéndose los bigotes.
Ante sus impertinentes comentarios le lanzó miradas furibundas y la guera, sin inmutarse continúa con la retahíla de adjetivos calificativos y superlativos para William.
-¡Es un genuino príncipe azul!- Entornando los ojos de borrego enamorado.
-¡Suficiente! He llegado a mi límite!- Y a empellones la desalojo de mi área de trabajo.
El teclado “echa chispas” a cada pulsación, en él descargo mi furia y arremedo la voz meliflua de la güera descocada -¡Ay, sí! Albert y su mirada celeste! A mí ni me gusta, no es mi tipo.
Ya relajada abandono el typeo, tomo papel y lápiz y comienzo a garabatear:
10 Cosas que odio de ti, y no orden de prioridad.
1. Qué seas rubio, prefiero las cabelleras castañas.
2. Tu tez es blanca, amo la piel morena.
3. Que no eres real, sólo quimera.
4. Tu horrible indumentaria , bueno de eso la culpa es de Igarashi, ¡Qué mal gusto tiene!
5. Qué ocultaras tu identidad bajo esa horrible barba.
6. Odio que seas un príncipe, aunque sea de una colina. Detesto el mito del príncipe azul salvando a la princesa.
7. Qué te sientas atraído por esa rubia pecosa, osea ¿Qué tiene ella, que no tenga yo?
8. Que sea todo un caballero, ¡Papá propásate! De eso pido mi limosna, ya tan siquiera un besito de piquito.
9. Que seas la perfección perfecta de miles de chicas, en especial de la guerota.
10. Tus ojos azules…poseen toda la gama…color océanos, firmamento, creativa…melancolía…
No, no ¿A quién trato de engañar? Realmente te amo, por encarnas la Libertad, por tu generosidad, porque amas cocinar y no rehúyes de las tareas domésticas, porque posee una cautivadora sonrisa, por eso y muchas cosas más te amo.
Pero la principal razón es que gracias a tu existencia (no importa que seas una quimera), nací yo, Sadness ¡Eterna Alberfan!
Si pudiera me colgaría un letrero que dijera “Peligro, mujer mal-humorada”.
Y para terminarla de amolar, viene la guerota (aquella, que en una GF, se quiso apañar a Albertín).
-Sadness, ¿Verdad que Albert es hermosísimo?- Me cuestiona -¡Y qué ojos, qué boca, qué cuerpo!- relamiéndose los bigotes.
Ante sus impertinentes comentarios le lanzó miradas furibundas y la guera, sin inmutarse continúa con la retahíla de adjetivos calificativos y superlativos para William.
-¡Es un genuino príncipe azul!- Entornando los ojos de borrego enamorado.
-¡Suficiente! He llegado a mi límite!- Y a empellones la desalojo de mi área de trabajo.
El teclado “echa chispas” a cada pulsación, en él descargo mi furia y arremedo la voz meliflua de la güera descocada -¡Ay, sí! Albert y su mirada celeste! A mí ni me gusta, no es mi tipo.
Ya relajada abandono el typeo, tomo papel y lápiz y comienzo a garabatear:
10 Cosas que odio de ti, y no orden de prioridad.
1. Qué seas rubio, prefiero las cabelleras castañas.
2. Tu tez es blanca, amo la piel morena.
3. Que no eres real, sólo quimera.
4. Tu horrible indumentaria , bueno de eso la culpa es de Igarashi, ¡Qué mal gusto tiene!
5. Qué ocultaras tu identidad bajo esa horrible barba.
6. Odio que seas un príncipe, aunque sea de una colina. Detesto el mito del príncipe azul salvando a la princesa.
7. Qué te sientas atraído por esa rubia pecosa, osea ¿Qué tiene ella, que no tenga yo?
8. Que sea todo un caballero, ¡Papá propásate! De eso pido mi limosna, ya tan siquiera un besito de piquito.
9. Que seas la perfección perfecta de miles de chicas, en especial de la guerota.
10. Tus ojos azules…poseen toda la gama…color océanos, firmamento, creativa…melancolía…
No, no ¿A quién trato de engañar? Realmente te amo, por encarnas la Libertad, por tu generosidad, porque amas cocinar y no rehúyes de las tareas domésticas, porque posee una cautivadora sonrisa, por eso y muchas cosas más te amo.
Pero la principal razón es que gracias a tu existencia (no importa que seas una quimera), nací yo, Sadness ¡Eterna Alberfan!