EL FIcs NO TIENE NOMBRE,Y NI ME MOLESTARÈ EN DARLE ALGUNO POR QUE SINO SE ME VA EL MES (O EL AÑO)PENSANDO EN UNO.SEPAN CON QUE ESTE PARTICIPARÈ EN LOS "31 DIA EN LA MANSION LEAGAN", COMO LE HAN LLAMADO A ESTA ACTIVIDAD QUE SE LLEVARÀ ACABO ACA Y EN LA MANSION
LOS CAPITULOS SERAN CORTOS Y BREVES, SOLO LO COMPARTO ASI( DE DIVIDIDOS)PARA PARTICIPAR CON ALGO
*-*-*-*
Las primeras luces de un amanecer gris y lluvioso se hacia presente en la ciudad de chicago, donde personas, ataviadas de abrigos y que al parecer no le eran suficiente porque temblaban del mismo modo como si no tuvieran nada puesto, cruzaban a toda prisa por el lado de un joven de mirada triste.
El viento frio no parecía afectarle en ninguno de los sentidos a pesar de que la única prenda de vestir que traia para protegerse del infernal frio era el traje de oficina y una gabardina, todo en color negro, excepto la corbata, que era una combinación en espirales de negros, azul y gris.
El amanecer lo habia sorprendido luego de pasar parte de la noche en un bar y la otra parte caminando sin rumbo alguno en aparente; no estaba en un estado deplorable gracias al alcohol, sus pasos seguro y elegantes lo hacían entrever, su dolor habia nacido la noche anterior donde una desagradable noticia llegó a su puerta al tiempo que este se disponía en salir de un arduo dia de trabajo.
-Dicen que estas muerta-dijo en un susurro para sì, al tiempo que se quedaba mirando aquella calle donde una joven rubia y pecosa lo habia auxiliado y entregado (regalado) un pañuelo-Candy-miro hacia el cielo como si al hacerlo la imagen de aquella persona se mostraría y descendería del mismo y lo retaría como solo ella sabia hacerlo.
Siguió caminando como si nada, una vez mas hundido en sus pensamientos, recordando aquellos días que pasò con ella, aunque bien fueron breves y algo desagradables, los habia elegido para que los acompañaran en su dolor. Al parecer no era consciente de las horas que habia trascurrido haciendo esa actividad por que no parecía cansado, al contrario, se sentía con unas ganas indescriptibles por seguir recorriendo aquellas pocas calles donde la habia visto caminar.
Las imágenes de ella haciendo cada actividad al salir del trabajo o de alguna de las tiendas de aquellas calles, se mostraban ante èl tan nítida y real que lo sorprendieron. Corrió y corrió detrás de esa imagen sintiendo unas enormes sensaciones entremezcladas.
Se metió por cada callejón, tienda que esta imagen se metia, incluso, llegó a la clínica aquella donde ella había trabajado y donde una hermosa rubia enfundado en un inmaculado traje de enfermera lo esperaba llevándose la mano hacia los labios y reprimiendo en ellos una sonrisa picara; eso lo paralizó, hasta lo sorprendió pero no mas que verse con un ramo de rosas roja con el que èl mismo, hace unos años, le habia propuesto una cita, y escuchar esas mismas palabras de rechazo, hizo que callera, cabizbajo, en el suelo.
Sollozó al sentir esa visión tan real y por lo estúpido que se veía al sufrir y “perseguir” a una persona que nunca le perteneció y que nunca le pertenecería aun si esta se encontrara con vida. Pero esos sentimientos que lo envolvían eran imposibles de ignorar, imposibles de arrancárselo porque lo tenia tan clavado en su ser; entonces ¿Seguiría dejándose llevar por sus sentimientos? ¿Pasaría el resto de su vida sufriendo por lo que hoy ya es un fantasma?
Golpeaba el asfalto una y otra vez con sus puños mientras las lagrimas caian al mismo del cual, de apoco, emergía una extraña niebla que obligó al moreno a levantarse del suelo y mirar a su alrededor para encontrarse en un lugar donde apenas se podía ver nada por la densa neblina que habia nacido del suelo.
Hizo caso omiso a eso y siguió caminando, esta vez, sintiendo el frio que lo obligó a abrazarse. Mientras caminaba, pudo vislumbrar una luz parpadeante el cual tenía algo escrito, no lo podia ver muy bien por la distancia, hasta que estuvo lo suficientemente cerca para percatarse que lo que decía el anuncio era “Bienvenido, Neal”
-¿Bienvenido, Neal?-dijo, para segundo después soltar un improperio y hacer un gesto con las manos y seguir con su camino.
Para su sorpresa algo que fungía de pared invisible, le impido el paso, decidió buscar otro camino a través de la niebla pero todo parecía estar bloqueados. Todo a su alrededor: calles, avenidas, edificios, ruidos… se habia desvanecido, solo estaba èl y esa espesa nieblas y oscuridad, en lo que parecía ser una especie de caja de cristal. Tentó, con sus manos, cada ángulo y parecía estar atrapado, hasta que ladeo su cabeza hasta donde la luz parpadeante que le anunciaba la bienvenida, se mostraba.
-¿Pero qué mierda?- dijo, al ver una puerta debajo de aquel anuncio, la cual se abrió de la nada. Respirando hondo y colocando una mano en su cintura se quedó mirando un rato aquel hueco negro, de donde emergía la niebla y se decidió entrar allí, donde parecía estar su única salida…o entrada a quien sabe que lugar.
LOS CAPITULOS SERAN CORTOS Y BREVES, SOLO LO COMPARTO ASI( DE DIVIDIDOS)PARA PARTICIPAR CON ALGO
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Las primeras luces de un amanecer gris y lluvioso se hacia presente en la ciudad de chicago, donde personas, ataviadas de abrigos y que al parecer no le eran suficiente porque temblaban del mismo modo como si no tuvieran nada puesto, cruzaban a toda prisa por el lado de un joven de mirada triste.
El viento frio no parecía afectarle en ninguno de los sentidos a pesar de que la única prenda de vestir que traia para protegerse del infernal frio era el traje de oficina y una gabardina, todo en color negro, excepto la corbata, que era una combinación en espirales de negros, azul y gris.
El amanecer lo habia sorprendido luego de pasar parte de la noche en un bar y la otra parte caminando sin rumbo alguno en aparente; no estaba en un estado deplorable gracias al alcohol, sus pasos seguro y elegantes lo hacían entrever, su dolor habia nacido la noche anterior donde una desagradable noticia llegó a su puerta al tiempo que este se disponía en salir de un arduo dia de trabajo.
-Dicen que estas muerta-dijo en un susurro para sì, al tiempo que se quedaba mirando aquella calle donde una joven rubia y pecosa lo habia auxiliado y entregado (regalado) un pañuelo-Candy-miro hacia el cielo como si al hacerlo la imagen de aquella persona se mostraría y descendería del mismo y lo retaría como solo ella sabia hacerlo.
Siguió caminando como si nada, una vez mas hundido en sus pensamientos, recordando aquellos días que pasò con ella, aunque bien fueron breves y algo desagradables, los habia elegido para que los acompañaran en su dolor. Al parecer no era consciente de las horas que habia trascurrido haciendo esa actividad por que no parecía cansado, al contrario, se sentía con unas ganas indescriptibles por seguir recorriendo aquellas pocas calles donde la habia visto caminar.
Las imágenes de ella haciendo cada actividad al salir del trabajo o de alguna de las tiendas de aquellas calles, se mostraban ante èl tan nítida y real que lo sorprendieron. Corrió y corrió detrás de esa imagen sintiendo unas enormes sensaciones entremezcladas.
Se metió por cada callejón, tienda que esta imagen se metia, incluso, llegó a la clínica aquella donde ella había trabajado y donde una hermosa rubia enfundado en un inmaculado traje de enfermera lo esperaba llevándose la mano hacia los labios y reprimiendo en ellos una sonrisa picara; eso lo paralizó, hasta lo sorprendió pero no mas que verse con un ramo de rosas roja con el que èl mismo, hace unos años, le habia propuesto una cita, y escuchar esas mismas palabras de rechazo, hizo que callera, cabizbajo, en el suelo.
Sollozó al sentir esa visión tan real y por lo estúpido que se veía al sufrir y “perseguir” a una persona que nunca le perteneció y que nunca le pertenecería aun si esta se encontrara con vida. Pero esos sentimientos que lo envolvían eran imposibles de ignorar, imposibles de arrancárselo porque lo tenia tan clavado en su ser; entonces ¿Seguiría dejándose llevar por sus sentimientos? ¿Pasaría el resto de su vida sufriendo por lo que hoy ya es un fantasma?
Golpeaba el asfalto una y otra vez con sus puños mientras las lagrimas caian al mismo del cual, de apoco, emergía una extraña niebla que obligó al moreno a levantarse del suelo y mirar a su alrededor para encontrarse en un lugar donde apenas se podía ver nada por la densa neblina que habia nacido del suelo.
Hizo caso omiso a eso y siguió caminando, esta vez, sintiendo el frio que lo obligó a abrazarse. Mientras caminaba, pudo vislumbrar una luz parpadeante el cual tenía algo escrito, no lo podia ver muy bien por la distancia, hasta que estuvo lo suficientemente cerca para percatarse que lo que decía el anuncio era “Bienvenido, Neal”
-¿Bienvenido, Neal?-dijo, para segundo después soltar un improperio y hacer un gesto con las manos y seguir con su camino.
Para su sorpresa algo que fungía de pared invisible, le impido el paso, decidió buscar otro camino a través de la niebla pero todo parecía estar bloqueados. Todo a su alrededor: calles, avenidas, edificios, ruidos… se habia desvanecido, solo estaba èl y esa espesa nieblas y oscuridad, en lo que parecía ser una especie de caja de cristal. Tentó, con sus manos, cada ángulo y parecía estar atrapado, hasta que ladeo su cabeza hasta donde la luz parpadeante que le anunciaba la bienvenida, se mostraba.
-¿Pero qué mierda?- dijo, al ver una puerta debajo de aquel anuncio, la cual se abrió de la nada. Respirando hondo y colocando una mano en su cintura se quedó mirando un rato aquel hueco negro, de donde emergía la niebla y se decidió entrar allí, donde parecía estar su única salida…o entrada a quien sabe que lugar.
Última edición por igzell el Miér Oct 05, 2016 7:50 pm, editado 2 veces